Skip to main content

El Ciclo del Rock Progresivo: El Regreso

Cerrando esta semana sobre interpretaciones sobre el rock progresivo, traemos una especie de recopilación muy recortada y esquematizada de la historia del progrock, desde sus épocas doradas hasta la actualidad (del 2015, año que se hizo esta nota). Con influencias de la psicodelia, del rock experimental, avant-garde, música académica, música étnica, folklor, krautrock, hard rock, space rock y un sinfín de estilos y aspectos culturales y regionales según la nacionalidad de las bandas, aquí vemos (más o menos) un fenómeno que se dió luego de la caída de los grandes dinosaurios del rock progresivo europeo (sobretodo inglés) de la década del 70: la proliferación en las áreas alejadas de aquellas que tienen predominio cultural, de formas y expresiones "progresivas" variadas, siempre entre lo alternativo y lo under, en lugares (Japón, Latinoamérica, Hungría, Escandinavia, etc.) alejados (no tanto geográfica como culturalmente) de EEUU e inglaterra. Aquí, cerramos este ciclo de miradas al rock progresivo, al menos por esta semana.



El mito duró hasta el 2006. Ese año, John Lydon, mejor conocido como Johnny Rotten de los Sex Pistols, acudió a uno de los conciertos finales de la gira On an Island de David Gilmour. Precisamente el show donde el líder de Pink Floyd tributó a Syd Barrett junto a su amigo David Bowie, en la que hasta ahora es la última actuación en vivo del duque blanco. En la ocasión Lydon/Rotten se reunió en camerinos con Gilmour y Bowie, y confesó lo que hasta entonces era un mito. La famosa polera de I hate Pink Floyd con la que Sex Pistols marcó su imagen –y que el propio Rotten usó en 1977– no fue idea suya, sino de Malcolm McLaren, creador y manager de la banda. De hecho, Rotten era fan de Pink Floyd, y si tenía esa camiseta era porque la había usado en un concierto de la banda. No sólo eso, la sudadera pudo haber sido un I hate David Bowie, pero la camiseta de Bowie estaba sucia aquel día. La anécdota parece tonta, pero de tonta no tiene nada. Esa camiseta sirvió para que una generación entera de críticos de rock decidieran de un momento a otro despreciar los sonidos pomposos del rock progresivo, apropiando al punk y a sus continuadores como representantes del espíritu del rock’n’ roll.



Ange - Francia
Nacido a fines de la década de los sesenta con los trabajos de King Crimson en Inglaterra y Tangerine Dream en Alemania, el progresivo representa la negación absoluta de la simpleza del rock, adoptado en lo popular, estructuras melódicas y armónicas provenientes del jazz, la música clásica y docta; de sonidos medievales, renacentistas y religiosos; y la entonces naciente electrónica.

Entre 1970 y 1977 se estiró la llamada edad de oro del estilo, encabezado por el triunvirato Yes, Genesis y Emerson, Lake & Palmer, y sobrevolados por un cuarteto al que, sin ser estrictamente progresivo, la etiqueta les resultara especialmente útil: Pink Floyd.

Con la irrupción del punk, el progresivo fue relegado a un suerte de etapa curiosa del rock, donde las bandas jugaron ingenua y pomposamente a ser los nuevos Bach y Beethoven en lugar de continuar con el legado de los Beatles o los Kinks. A pesar de eso, durante los 80 se experimentó un interesante renacer de la mano de Marillion en Gran Bretaña y fundamentalmente de los canadienses Rush, una banda tan amada como odiada, que no aguanta pasiones intermedias.

Solaris - Hungría
Con una legión de fanáticos incondicionales, hacia fines del siglo pasado, el progresivo sobrevivió más gracias a las reediciones de los grandes clásicos que por un montón de bandas intrascendentes que de vez en cuando aparecían bajo la etiqueta de neoprog o prog metal, más preocupadas del virtuosismo y de alargar innecesariamente las canciones que de “progresar musicalmente”. Más cerca han estado, en la presente década, grupos catalogados bajo el comodín de post rock, que se definen a sí mismos como buscadores de sonidos nuevos, alejados de “la norma imperante”, precisamente el mismo parámetro que usaron en los sesenta los primeros héroes de esta corriente. Wayne Coyne de The Flaming Lips sería más honesto, “post rock es una forma de decir rock progresivo sin que a los críticos les dé urticaria”.

Ruch - Canadá
En 2015, la “salud progresiva” parece más sana que nunca. Grupos como Muse llenan estadios; el retiro de Rush de los escenarios les dio la gira más rentable del año y portadas en revistas que tradicionalmente los despreciaron, como Q y Rolling Stone. David Gilmour debutó en el número 1 en los charts a ambos lados del Atlántico con Rattle that lock, su último trabajo, que presentará a un repleto Estadio Nacional el 20 de diciembre próximo.
Chile es un país progresivo. Que Gilmour llene no es novedad. Roger Waters, la otra mitad activa de Pink Floyd, lo ha hecho en cuatro ocasiones. Músicos como Steven Wilson realizan cuatro shows seguidos, más que en ninguna otra parte del mundo; misma situación que comparten Opeth, Dream Theater y viejos dinosaurios como Yes, un fanatismo local que roza lo religioso. Para los veteranos de Marillion, por ejemplo, somos su declarado destino favorito, tanto que para mayo de 2016 anuncian el primer Marillion Weekend latinoamericano a realizarse en Chile, tres presentaciones (viernes, sábado y domingo) con setlists de canciones totalmente distintos un día a otro, más un cuarto show para regiones.

Discografía pretenciosa

Escarbamos los anaqueles del progresivo y decidimos restar lo fácil. Ésta es una lista esencial, no para conocer el género, sino para disfrutarlo. Por lo mismo, no se incluyeron clásicos como Dark side of the moon o Close to the edge, ni algunas bandas o músicos emblema como Rick Wakeman, Jethro Tull o EL&P.

Per un amico, Premiata Fornería Marconi (1972): Italia fue después de Inglaterra el país donde más se desarrolló el género. La mayoría de los héroes del estilo, como Umberto Tozzi y los integrantes de Matia Bazar, acabaron evolucionando hacia el llamado pop italiano, pero otros como Goblin y los acá presentes continuaron con la tradición sinfónica. PFM es, con ventaja, el mejor proyecto progresivo italiano. Contemporáneos a Genesis, suenan como una respuesta continental y más pesada a la banda de Peter Gabriel, sin que ello les quite originalidad. Appena un Po, el tema que abre, merece estar en el top 5 de cualquier lista de grandes canciones progresivas que uno pueda armar en iTunes o Spotify.

666 (The Apocalypse of John), Aphrodite’s Child (1972): los primos Demis Roussos y Vangelis encabezan esta banda originada en Atenas, Grecia, en 1968. 666 es un álbum doble y conceptual que musicaliza el Apocalipsis de San Juan. Violento y terrorífico, la placa está en las antípodas de lo que los músicos hicieron en sus posteriores carreras solistas, y no es casual que aparezca en los primeros lugares de listas de los mejores discos conceptuales de la historia. Mejor tema: The four horsemen.

Future Days, Can (1973): el quinto LP de la mejor banda de kraut rock (o prog rock alemán). Guitarras, bajos y baterías sobre colchones electrónicos análogos. Un disco adelantado, extraño, lleno de matices y dimensiones espaciales, tan avant-garde que deja a David Bowie como un folclorista de Paine, sin ofender a los folcloristas de Paine. El tema que abre y da nombre a la placa es una joya gigante del género. Ideal para que los fanáticos de Pink Floyd descubran que hay mucho más rock espacial en el planeta.

Relayer, Yes (1974): Rick Wakeman era carnívoro y cristiano; el resto del quinteto, vegetariano y orientalista. Además, al tecladista le estaba yendo cada vez mejor en su carrera solista y Bowie lo quería de vuelta en su banda. Por eso dejó Yes, que buscó su reemplazo en Vangelis, pero no funcionó, y así recurrieron al pianista y organista de jazz, Patrick Moraz. Con su ayuda la banda exploró sonidos más orgánicos, dejó las manierismos renacentistas y abrazó el jazz y el avant-garde. Yes, que básicamente era un grupo de solistas pegoteados, por primera vez sonó como una banda cohesionada y ello se nota especialmente en la suite principal del LP: Gates of Delirium.

Wish you were here, Pink Floyd (1975): No hay tema que represente mejor lo que es el sonido Floyd que los primeros seis minutos de Shine on you crazy diamond. Colchones ambientales de teclados dan paso a un solo de guitarra aletargado, al que se van uniendo bajo y batería a medida que las partes de la canción se suman. Wish you were here no es un disco, es un compendio de lo que es y era Pink Floyd: rock espacial, ambiental, progresivo, vanguardia electrónica, blues sucio, baladas acústicas. Waters, Gilmour, Wright y Mason se lucen como partes de un todo. Tras el álbum, el bajista tomó el control creativo del combo y Pink Floyd como grupo se acaba. Decidor es que Shine on you crazy diamond. PartIX, el tema que cierra la placa, sea una marcha fúnebre. Básicamente la despedida de Pink Floyd, porque lo que vino después es otra cosa.

Wind & Whutering, Genesis (1976): segundo trabajo sin Peter Gabriel y despedida del guitarrista Steve Hackett de la legendaria banda fundacional del prog rock. Quizás no sea tan arriesgado como discos previos, pero lo que no tiene en riesgo lo tiene en belleza, elegancia y matices. Genesis jamás antes ni después sonó con tal perfección, y eso es algo que los incondicionales a Gabriel deben reconocer. One for the vine tiene a Tony Banks haciendo hablar los teclados, mientras la agrupación entera es pura energía en la espléndida Eleventh Earl of Mar, que abre el LP.

I (Car), Peter Gabriel (1977): basta escuchar la letra de Solsbury Hill para entender las razones de por qué Gabriel dejó Genesis dos años antes. Declaración de principios y ajuste de cuentas en una de las mejores canciones de la historia del pop y el rock, categorías aparte. Para su debut en solo, el inglés reclutó a King Crimson de banda de apoyo (no acreditados como tal) y con ellos armó un disco bruto, alejado de las atmósferas de su ex compañeros; honesto y doloroso. En el doble cierre de Down the dolce vita y Here comes the flood está el germen de lo que haría Radiohead veinte años después.

The Kick Inside, Kate Bush (1978): un género tan masculino tiene a su reina, en este caso una chica inglesa, frágil como un elfo, descubierta por David Gilmour cuando tenía 16 años. El guitarrista se encargó de producir su debut, una joya que mezcla canciones pop, con sonidos de vanguardia e incluso reggae. Moving es el mejor tema de The Kick Inside, donde también destacan Kite y el hit Whutering Heights.

Crisis, Mike Oldfield (1983): el quinto disco del multiinstrumentista autor de Tubular Bells mantenía su sello en la cara A, con una suite de 20 minutos plagada de deudas a la música sinfónica, celta y medieval. Radicalmente distinto y refrescante resultó el segundo lado, un abrazo al pop. Oldfield, junto a la cantante escocesa Maggie Really, patentaron el dream pop en la dupla Moonlight Shadow/Foreign Affair, éxitos comerciales que acabaron influyendo en músicos tan dispares como Cocteau Twins, Dead Can Dance, The Sundays, Camera Obscura y Belle & Sebastian.

Three of a perfect pair, King Crimson(1984): décimo disco del proyecto de Robert Fripp. Un quiebre a la tradición progresiva, para un disco que le debe más a Velvet Underground y a Talking Heads que a los propios Crimson. ¿Prog rock? Sí, pero también pop casi bailable. La primera placa de post punk, post rock y math rock de la historia, un disco que se adelantó veinte años al futuro. Ojo con Sleepless y su intro imposible de bajo; el progresivo también podía entrar a las discotecas.

Grace under pressure, Rush (1984): el trío canadiense se despide de su edad de oro progresiva y abraza la nueva década con un improbable disco de ¿tecno rock? Dominan los sintetizadores, Neil Peart cambia las baterías acústicas por pads digitales y Lifeson evoluciona su incombustible guitarra líder a cuerdas atmosféricas y procesadas con tecnología MIDI. Resulta tan desconcertante como futurista, puro progreso. ¿Depeche Mode en clave pro? Por qué no. Algunos fans no le perdonaron el cambio. Afterimage, Between the wheels y Red Sector A son la mejor manera de entender este disco. Nunca el synth pop sonó tan pesado.

Brave, Marillion (1994): diez años después de su disco más exitoso, Misplaced Childhood, los escoceses regresaron con otro trabajo conceptual (y otro vocalista/letrista), basado en la historia real de una joven que se quitó la vida lanzándose desde un puente. Triste, intenso, muy complejo a nivel de música y letra, Marillion patenta su sello con esta joya, que crece a cada escucha. ¿El punto más alto? Todo el cuarto final, desde The Great Escape a Made Again. Aunque a los incondicionales de Fish les dé alergia, lo mejor que ha hecho Marillion en su carrera.

Broken china, Rick Wright (1996): la mejor aventura en solitario de un miembro de Pink Floyd, a pesar de lo que puedan alegar los fans de Barrett, Gilmour y Waters. El fallecido tecladista entendió como ninguno de sus colegas que el sonido Floyd no estaba en la autorreferencia, sino en la diferencia. Y acá se atreve con el trip hop, el ambient, el rock espacial y sobre todo con esa elegancia sonora tan suya. Suena a una inesperada mezcla entre el Floyd de Echoes con David Bowie, y algo de Massive Attack. Hermosa es Breaktrough, la balada cantada a dúo con Sinead O’Connor, que cierra la placa.

OK Computer, Radiohead (1997): Aunque en rigor Radiohead es inclasificable, su tercer trabajo es un disco progresivo en la más clásica de las lecturas. Un concepto que une a las canciones, temas largos divididos en secciones, mucho uso de teclados, el estudio como un instrumento más. El guitarrista Johnny Greenwood declaró que OK Computer era “Punk Floyd”. Perfecta definición, los discos de Karma Police y Paranoid Android les deben mucho a los tipos de Dark side of the moon, pero también a la heterogénea mezcla de todo, presente en las primeras aventuras solitarias de Peter Gabriel.

The Resistance, Muse (2009): los coqueteos progresivos de Muse venían desde sus inicios, marcando la diferencia con sus compañeros de generación, pero acá no sólo brillan, sino que el trío de Matt Bellamy se hace cargo de la deuda. United States of Eurasia es Queen en su sentido más clásico, y las tres partes de la sinfonía Exogenesis son su personal rendición a Atom Heart Mother de Pink Floyd. Es cierto, las referencias a ratos cansan, pero no deja de ser valioso que en una época de minimalismo en el pop, Muse quiera jugar en las arenas de los grandes estadios, creyéndose el cuento de ser herederos de esa época en que el rock quiso ser docto.

Hand, cannot, erase, Steven Wilson (2015): uno de los mejores discos del año, el ex líder de Porcupine Tree y No-Man se atreve en su cuarta aventura solista con un pop elegante, capaz de pasar de música ambiental a rock pesado en una misma canción. Placa conceptual acerca de la soledad en las grandes ciudades, Wilson homenaje a Kate Bush en Routine. ProgRock Magazine dijo del tema que era la mejor canción del género desde Comfortably Numb. Exageración o no, Hand, cannot, erase es la prueba de la buena salud del progresivo en 2015. •••
___________________________________________________

Latin prog

El rock latino explotó en nuestro continente a fines de la década de los sesenta, coincidiendo precisamente con la edad de oro del rock progresivo. No fue raro entonces que algunas de las bandas seminales de nuestro idioma abrazaran este estilo como propio; de hecho, en Argentina fue género padre de todo lo que vino después, desde Spinetta a Virus.

La Biblia, Vox Dei (1971): uno de los primeros discos conceptuales en español y la primera ópera rock argentina. Básicamente es la Biblia traducida a lenguaje de música popular, una idea muy parecida a la de 666 de Aphrodite’s Child, que aparecería un año después, en el Viejo Continente. Esta maravilla está a la altura de cualquier disco de Yes o EL&P, cosa de poner play en Génesis, el corte que abre la placa.

Locomotora, Los Blops (1973/74): tres discos se tardó la banda chilena en encontrar su sonido. El folk de sus inicios se mantiene, pero ahora entran teclados, flautas traversas y solos de guitarra ambientales. El tema que da nombre al álbum recuerda a Jethro Tull, pero con guitarras más lisérgicas a lo Pink Floyd de Barrett, donde Eduardo Gatti explora esas sonoridades tan lentas y elegantes que continuaría en su posterior carrera solista.

Pequeñas anécdotas de las instituciones (o Instituciones), Sui Generis (1974): En el tercer disco del combo, Charly García da un golpe de Estado y cambia las guitarras de palo por un mellotrón y otros teclados. Fanático de Yes, García transforma a Sui Generis en una banda que busca sonidos vanguardistas, con solos de órganos y baterías tocadas en tiempos cercanos al jazz. El tema Instituciones rompe esquemas con rugidos de teclados a lo EL&P, igual que Pequeñas delicias de la vida conyugal, donde Charly se da el lujo de plagiar (o samplear) a sus admirados Premiata Forneria Marconi

Seru Giran, Seru Giran (1978): una certeza, Eiti Leda (grabada anteriormente por Sui Generis con el nombre Nena) es el mejor tema de rock progresivo en nuestro idioma, el And You and I en español. Charly García junta en su tercera banda a dos ex compañeros suyos en La Máquina de Hacer Pájaros (David Lebon y Óscar Moro) con un brillante bajista de 17 años (Pedro Aznar) y con ellos da inicio a la banda más grande de rock argentino de inicios de los ochenta.

Alturas de Machu Picchu, Los Jaivas (1981): la mezcla de folclore con sicodelia y rock progresivo fueron la marca registrada del sonido de los alguna vez llamados Pink Floyd chilenos, y en este disco, que traduce a música parte del Canto General de Neruda, esa aritmética es latente de inicio a fin. Un rito, un viaje espacial al exterior y al interior, Águila sideral y La poderosa muerte son piezas estatuarias tanto de la música popular chilena como de la historia mundial del prog. Un disco que no tiene nada que envidiar a Dark side of the moon o a OK Computer.



Comments

Lo más visto de la semana pasada

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Jon Anderson & The Band Geeks - True (2024)

Antes de terminar la semana el Mago Alberto nos trae algo recién salido del horno y que huele bastante al Yes de los 80s y 90s, aunque también tiene un tema de más de 16 minutos de la onda de "Awaken" para los más progresivos. Y es que proviene de Jon Anderson, ex miembro fundador de Yes, que junto con la formación The Band Geeks como apoyo lanza este "True", que para presentarlo lo copio al Mago que nos dice: "La producción musical es sensacional con arreglos exquisitos, una instrumentación acorde a las ideas siempre extra mega espaciales de Anderson, el resultado; un disco fresco, agradable al oído, con toda la impronta de el viejo YES, lógico, sabiendo que Jon siempre fue el corazón de la legendaria banda británica". Ideal para ir cerrando otra semana a pura sorpresa, esta es otra más! Artista: Jon Anderson & The Band Geeks Álbum: True Año: 2024 Género: Prog related Nacionalidad: Inglaterra Antes del comentario del Mago Alberto, copio

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

Tony Levin - Bringing It Down to the Bass (2024)

Llega el mejor disco que el pelado ha sacado hasta la fecha, y el Mago Alberto se zarpa de nuevo... "Cabezones, vamos de sorpresa en sorpresa, esta reseña la escribo hoy jueves 12 de Setiembre y mañana recién se edita en todo el mundo esta preciosura de disco, una obra impresionante, lo mas logardo hasta el momento por Levin". Eso es lo que dice el Mago Alberto presentando este disco, otro más que se adelanta a su salida en el mercado, para que lo empieces a conocer, a disfrutar y a paladear. Llega al blog cabezón un disco que marcará un antes y un después en la carreara de Levin, y creo que eso ya es mucho decir... o no? Otra sorpresota de aquellas, con un DISCAZO, con mayúsculas. Artista: Tony Levin Álbum: Bringing It Down to the Bass Año: 2024 Género: Fusion, Jazz-Rock. Referencia: Site oficial Nacionalidad: EEUU Creo que el pelado esta vez disfrutó el bajo como nunca, y ello parece haberse trasladado a la grabación, y de ahí a tu equipo de sonido y de

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Spinetta & Páez - La La La (1986-2007)

#Músicaparaelencierro. LightbulbSun nos revive el disco doble entre el Flaco y Fito. La edición original de este álbum fue en formato vinilo y contenía 20 temas distribuidos en dos discos. Sin embargo en su posterior edición en CD se incluyeron los primeros 19 temas, dejando fuera la última canción que era la única canción compuesta por ambos. En relación a este trabajo, Spinetta en cada entrevista que le preguntaron sobre este disco el dijo que fue un trabajo maravilloso, que es uno de los discos favoritos grabados por él. En septiembre de 2007 se reedita el disco en formato CD, con todos los temas originales contenidos en la edición original en vinilo pero con un nuevo diseño. Creo que lo más elevado del disco es la poética del Flaco, este trabajo es anterior a "Tester de Vilencia" y musicalmente tiene alguna relación con dicho álbum... y una tapa donde se fusionan los rostros de ambos, que dice bastante del disco. Aquí, otro trabajo en la discografía del Flaco que estamos

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Casandra Lange - Estaba En Llamas Cuando Me Acosté (1995)

#Músicaparaelencierro. LightbulbSun vuelve a las andadas y nos presenta un disquito de Casandra Lange (conjunto integrado por Charly García a la cabeza, junto con María Gabriela Epumer, Juan Bellia, Fabián Quintiero, Fernando Samalea y Jorge Suárez), un disquieto en vivo con canciones de Lennon, McCartney, Hendrix, Dylan, Annie Lennox, Jagger y Richards y de otros compositores además de las propias. Este es quizás uno de los secretos mejor guardados de Charly, que además aporta dos temas inéditos. Artista: Casandra Lange Álbum: Estaba En Llamas Cuando Me Acosté Año: 1995 Género: Rock Duración: 56:47 Referencia: Discogs Nacionalidad: Argentina Con ganas de pasarla bien, en el verano de 1995 Charly García armó una banda que tocara covers y recorrió distintos bares y teatros de la costa: Casandra Lange , con María Gabriela Epumer, Fabián Quintiero, Fernando Samalea y hasta Pedro Aznar en algunas ocasiones. Parte de esa gira quedó registrada aquí, un disco de edición re

Yaki Kandru - Yaki Kandru (1986)

#Músicaparaelencierro.  La agrupación colombiana Yaki Kandru, en cabeza del antropólogo e investigador Jorge López Palacio, constituye uno de los hitos etnomusicales de Latinoamérica, siendo sus aportes extremadamente valiosos para la etnomusicología no sólo del país, sino de todo el continente y a su paso, el mundo. Artista: Yaki Kandru Álbum: Yaki Kandru Año: 1986 Género: Etnomusicología Duración:  35:30 Referencia:   zigzagandino.blogspot.com Nacionalidad: Colombia Fundamentalmente, el trabajo de la agrupación consta de profundas y apasionadas investigaciones con las comunidades indígenas y campesinas, que terminaron en registros sonoros avezados, frutos de un esfuerzo inquebrantable por la comprensión integral de la música como un elemento de orden vital en las poblaciones nativas, superponiéndose a la concepción ornamental y estética del arte occidental. De este modo, Yaki Kandru no corresponde a un grupo meramente recopilatorio, sino uno que excava en los cimientos

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.