Vuelve la realidad paranoíca de Philip K. Dick, y ojo a esto que puede ser el comienzo de un punto de inflexión en lo que hoy conocemos con "Internet", y marca el primer paso donde las grandes corporaciones mediáticas se hacen con el control total de la red de redes: en menos de 12 horas, los gigantes de Internet han suprimido todas las cuentas del grupo Infowars y del periodista estadounidense Alex Jones (conocido por ser promotor de teorías conspirativas, teorías como la que ahora le toca vivir). Aquí veremos como los dueños de las "fake news" se empiezan a sacar competencia, ellos quieren manejar el "sentido común" de la red de redes.
Fundador del sitio InfoWars, Alex Jones es una personalidad mediática al parecer bastante asquerosa, afiliada a la extrema derecha y cercano a Trumpeta Trump, que se ha convertido en una celebridad gracias a sus teorías conspirativas. A Alex Jones se le negó el acceso a los sitios de Facebook, YouTube, Apple y Spotify. El argumento de cada una de estas plataformas recae sobre la "violación de políticas", y su énfasis en "combatir" lo que se conoce como "fake news" (noticias falsas). Las medidas ocurren después de meses de críticas a la plataforma de videos YouTube y las redes sociales Facebook y Twitter, acusadas de no hacer suficiente para combatir la desinformación y el discurso de odio.
En realidad, es curioso que a estos conglomerados mediáticos le interese tanto combatir las "fake news", cuando ellos mismos son los encargados de hacerlas: campañas mediáticas para desprestigir a determinados políticos (como aquí sus representantes Clarín y La Nación junto con toda su ramificación, por ejemplo). Y para ello tenemos varios ejemplos fresquitos, como por ejemplo el caso de Cambridge Analytica que pone en el tapete a Facebook como uno de los ejes de las fake news. Un informe nuevo del Parlamento británico en relación a las investigaciones, confirmó que Facebook realizó una campaña secreta contra Cristina Kirchner en las elecciones 2015, y detalla sobre una intromisión de ex agentes de inteligencia de varios países que actuaron con los mismos fines en ese proceso electoral. Con esta investigación quedó probado el vínculo entre la consultora SCL, Cambridge Analytica y AIQ, y cómo trabajaron en campañas políticas alrededor del mundo utilizando "técnicas militares y de inteligencia".
Pero ahora se erigen como paladines de la verdad (en esta realidad de Philip K. Dick nada es lo que parece ser, aunque todos lo sepan) y con esa excusa la emprenden ahora con el delirante de Alex Jones, pero seguramente será el primer paso.
Así, todos los videos que Alex Jones realizó durante años han sido así suprimidos de Internet.
Esta "purga" que comienza con la censura de Alex Jones, tiene lugar después de una audiencia de la Comisión por la Justicia sobre la Censura en Internet de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, estuvo coordinada por Apple, Facebook, Google, Spotify y YouTube.
La decisión se tomó en nombre de la ideología puritana que sostiene que cada cual tiene la responsabilidad de oponerse a las retóricas consideradas desviacionistas. El hecho es que eso contradice la concepción estadounidense de la libertad de expresión, que figura en la 1ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de América.
Hace dos años habían hablado de todo esto en el artículo "Estados Unidos, ¿se reforma o se desgarra?", publicado en la Red Voltaire por el periodista y analista francés Thierry Meyssan, un grupo restringido de empresas privadas vinculadas al Partido Demócrata estadounidense acaba así de poner fin a uno de los principios fundadores de los EEUU.
Yo creo que éstos sí vienen por todo y van a terminar por cambiar la red de redes como la conocemos. Así que disfrutá al blog cabezón ahora que podés...
Fundador del sitio InfoWars, Alex Jones es una personalidad mediática al parecer bastante asquerosa, afiliada a la extrema derecha y cercano a Trumpeta Trump, que se ha convertido en una celebridad gracias a sus teorías conspirativas. A Alex Jones se le negó el acceso a los sitios de Facebook, YouTube, Apple y Spotify. El argumento de cada una de estas plataformas recae sobre la "violación de políticas", y su énfasis en "combatir" lo que se conoce como "fake news" (noticias falsas). Las medidas ocurren después de meses de críticas a la plataforma de videos YouTube y las redes sociales Facebook y Twitter, acusadas de no hacer suficiente para combatir la desinformación y el discurso de odio.
En realidad, es curioso que a estos conglomerados mediáticos le interese tanto combatir las "fake news", cuando ellos mismos son los encargados de hacerlas: campañas mediáticas para desprestigir a determinados políticos (como aquí sus representantes Clarín y La Nación junto con toda su ramificación, por ejemplo). Y para ello tenemos varios ejemplos fresquitos, como por ejemplo el caso de Cambridge Analytica que pone en el tapete a Facebook como uno de los ejes de las fake news. Un informe nuevo del Parlamento británico en relación a las investigaciones, confirmó que Facebook realizó una campaña secreta contra Cristina Kirchner en las elecciones 2015, y detalla sobre una intromisión de ex agentes de inteligencia de varios países que actuaron con los mismos fines en ese proceso electoral. Con esta investigación quedó probado el vínculo entre la consultora SCL, Cambridge Analytica y AIQ, y cómo trabajaron en campañas políticas alrededor del mundo utilizando "técnicas militares y de inteligencia".
Pero ahora se erigen como paladines de la verdad (en esta realidad de Philip K. Dick nada es lo que parece ser, aunque todos lo sepan) y con esa excusa la emprenden ahora con el delirante de Alex Jones, pero seguramente será el primer paso.
Así, todos los videos que Alex Jones realizó durante años han sido así suprimidos de Internet.
Esta "purga" que comienza con la censura de Alex Jones, tiene lugar después de una audiencia de la Comisión por la Justicia sobre la Censura en Internet de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, estuvo coordinada por Apple, Facebook, Google, Spotify y YouTube.
La decisión se tomó en nombre de la ideología puritana que sostiene que cada cual tiene la responsabilidad de oponerse a las retóricas consideradas desviacionistas. El hecho es que eso contradice la concepción estadounidense de la libertad de expresión, que figura en la 1ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de América.
Hace dos años habían hablado de todo esto en el artículo "Estados Unidos, ¿se reforma o se desgarra?", publicado en la Red Voltaire por el periodista y analista francés Thierry Meyssan, un grupo restringido de empresas privadas vinculadas al Partido Demócrata estadounidense acaba así de poner fin a uno de los principios fundadores de los EEUU.
Yo creo que éstos sí vienen por todo y van a terminar por cambiar la red de redes como la conocemos. Así que disfrutá al blog cabezón ahora que podés...
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