Este día del año 1945, el mando aliado aceptó la rendición incondicional de las fuerzas armadas alemanas, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Me pareció que el día de la victoria bien podíamos permitirnos un clásico de la guerra de William Walton. Este enardecedor preludio procede de la música que escribió para una película de 1942.
The First of the Few sobre el ingeniero de aviación R.J. Mitchell, que diseñó el caza Spitfire, arma básica de la aviación británica que desempeñó un papel fundamental en la victoria final de los aliados. El título original de la película, «El primero de los pocos», hace referencia a un discurso que Winston Churchill pronunció en honor de los heroicos pilotos de los Spitfires que combatieron en la Batalla de Inglaterra: «Nunca tantos hemos debido tanto a tan pocos en un conflicto humano».
Walton fue un notable compositor de la época que también escribió interesantes conciertos, piezas vocales de gran envergadura, como cantatas y oratorios, sinfonías, una ópera y música de películas. Su contemporáneo Benjamin Britten lo llamó «el jefe perfecto de la música inglesa», así que no es de extrañar que el Gobierno británico lo eximiera del servicio militar, con la condición de que compusiera música para las películas de propaganda militar, destinadas a levantar la moral de la población. Walton está a la altura del cometido precisamente en el vibrante arranque de los metales de esta icónica pieza.
Clemency Burton-Hill
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