LightbulbSun nos trae de nuevo a Nektar, agrupación alemana-inglesa que ya hemos presentado en el blog cabeza. A Tab in the Ocean es el segundo álbum del grupo anglo-alemán de rock progresivo Nektar. El álbum ha tenido tres ediciones. La primera salió en Alemania Occidental en 1972, y posteriormente, en 1976, se hizo una edición específica para su distribución en EE. UU. donde se recortó la duración de algunos de los temas, así como pequeñas variaciones de calidad de sonido, timbre y afinación. En el año 2004 el álbum fue relanzado en una edición que tenía la versión original y a su vez el remix estadounidense. El año 1984 el grupo de Heavy Metal Iron Maiden publica una canción llamada "King of Twilight" en el sencillo "Aces High", la cual es un cover donde fusionan "Criyng in the Dark" junto a "King of Twilight".
Artista: Nektar
Álbum: A Tab In The Ocean
Año: 1972 - 1987
Género: Rock progresivo / Crossover prog
Duración: 35:57
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
Si tenés ganas de escuchar una buena banda rockera, esta es una excelente oportunidad. Reedición de un clásico casi oculto y desconocido pero clásico al fin y álbum de culto para algunos, en su reedición de 1987.
MetalPriest
Lista de Temas:
1. A Tab in the Ocean
2. Desolation Valley / Waves
3 Waves4. Crying in the Dark
5. King of Twilight
Alineación:
- Roye Albrighton / guitars, lead vocals
- Alan "Taff" Freeman / keyboards, Mellotron, backing vocals
- Derek "Mo" Moore / bass, backing vocals
- Ron Howden / drums & percussion, backing vocals
Artista: Nektar
Álbum: A Tab In The Ocean
Año: 1972 - 1987
Género: Rock progresivo / Crossover prog
Duración: 35:57
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
Si tenés ganas de escuchar una buena banda rockera, esta es una excelente oportunidad. Reedición de un clásico casi oculto y desconocido pero clásico al fin y álbum de culto para algunos, en su reedición de 1987.
A finales de 1972, los anglo-germanos Nektar sacaron su segundo álbum de estudio. Y quiero que se les preste la atención merecida a estos caballeros, porque sin duda creo que la merecen. No podemos olvidar que estos músicos comandados por Roye Albrighton debutaron ya un año antes con su fabuloso Journey To The Centre Of The Eye, disco que a ningún fan del rock progresivo dejaría indiferente. Pero ¿qué sucede con la salida de este segundo A Tab In The Ocean? Pues que Nektar demuestran estar madurando, estar creando piezas más elaboradas, complejas e igualmente bellas que en su debut. Con lo cual, es lógico suponer que estos “alemanes” estaban progresando y dando rienda suelta a la evolución.
A Tab In The Ocean es un trabajo que en escasos meses pasó de la nada (no existir en absoluto) a estar en los mercados al alcance del melómano curioso. No obstante, en este segundo LP, Nektar demuestran que todo lo que tiene lugar aquí está creado por una razón. Y desde luego, que este o aquel motivo musical o adorno no proviene de la nada por capricho de algún miembro de la banda. Todo lo que sacan estos tipos a la palestra tiene sentido con algo que ha sonado, que suena, o que está por sonar. Y en este punto, hay que ser firme, porque estos músicos no llegaron a donde llegaron metiendo zumbiditos aleatoriamente. Estos caballeros son Nektar, y cuando hacen un disco, ese disco tiene una razón de ser, lo mismo que cada pieza que lo conforma, la cual complementa la placa a la que pertenece. Esto funciona así: es coherencia de la refinada y más justificada.
Llegados a A Tab In The Ocean, llama ya la atención inicialmente el artwork; el cual nos grita salvajemente la época y la disciplina musical a la que pertenece. Pero hay que ir más lejos que una simple portada. Porque la música, el verdadero contenido de esta gente, está dentro. Y es ahí, donde realmente Nektar serán capaces de sorprendernos como no pocos de los de aquella época. No sé el resto de la concurrencia, pero un servidor siempre echó en falta dentro del rock progresivo un poco de la dureza del hard rock: esas guitarras pesadas y rifferas, baterías capaces de pegar fuerte… cantantes sin miedo a forzar la voz en lugar de únicamente canturrear… ¿me seguís? Hablo de pasión, de empaque… y son factores que insisto que no sé si vosotros los buscáis, pero yo sí. Y además creo que no están nada reñidos con los mandamientos del prog. rock ¿pruebas? Pues este A Tab In The Ocean, ¡joder! Si es que lo llevaba diciendo un rato.
La canción que da título al álbum, A Tab In The Ocean, que da la casualidad de que es la primera y más larga del disco (atesorando casi diecisiete minutos de virtuosismo), nos introduce mágicamente en el fantástico mundo de Nektar. Tanto Roye como Derek cantan para nosotros, y las guitarras se yerguen orgullosas mientras teclados y demás efectos de sonido echan a volar descontroladamente. Desde los primeros minutos, se siente un olor a los Pink Floyd clásicos… pero estamos en 1972, y el anterior Journey To The Centre Of The Eye suena más o menos igual. Difícilmente Nektar han copiado el estilo de los Pink Floyd del 73-77, ¿no? De todos modos el parecido es asumible, y Nektar destacan por sonar más “pesados” que sus parientes británicos. A Tab In The Ocean se mantiene a lo largo de todo su metraje brillante, cargada de epicidad, fantasía y belleza. Posiblemente una de las mejores obras del rock progresivo de aquellos tiempos… y no es decir poco.
La dupla musical Desolation Valley / Waves, que en ediciones posteriores del álbum saldrá unificada, nos sigue conduciendo por terrenos plácidos. Ahora, hasta nos acordamos de la canción Shine On Yoy Crazy Diamond de PF en determinados pasajes, solo que esa canción es de 1975. Ningún plagio, ojo, pero se podría insinuar sin sonar conspiranoico que Waters y cía lo mismo se influenciaron en el estilo de Nektar para su sonido más clásico (y por supuesto lo hicieron suyo, faltaría más). Desolation Valley termina por arrancar y ofrecer un tremendo espectáculo rítmico que inevitablemente nos da una sensación de relieve, de evolución natural. Todo es muy orgánico y funciona a la perfección. Lo mismo que en la breve y atmosférica Waves, la cual parece querer rematar de perfeccionar el desenlace de Desolation Valley.
Crying in the Dark aparece con naturalidad, viniéndose arriba de a pocos, a partir de unas guitarras dinámicas que son seguidas por los teclados y posteriormente por la batería y el bajo. Con semejante título, podrías pensar que Nektar se nos van a poner “atormentados”, pero para nada. Mantienen su esencia y actitud intacta, hasta suenan musicalmente más animados. Excelentes guitarras solistas las que suenan, acompañadas de las teclas en prácticamente todo momento. Finalmente, King Of Twilight da un paso hacia lo épico y cabalgador. Y sobre esto, añadir que Iron Maiden hicieron en sus tiempos mozos un medley juntando partes de Crying in the Dark y esta King Of Twilight. Esta cover aparecería en el single Aces High. Ahí es nada. Muy buen track (el de Maiden también, ojo, aunque me refiero a Nektar). King Of Twilight es todo un cañonazo rockero, casi casi proto-metal si te atrapas con las guitarras, aunque parte de la atmósfera la brinda Allan Freeman con las teclas lógicamente.
Para mí, Nektar son uno de los mejores hallazgos de este año (porque no hace más de un puñado de meses que me los encontré), pero me encantó ver como según iba pasando metraje de su música, me daba cuenta de que esto era prog. rock hecho a mi medida. Puede que a ustedes el prog sin a penas protagonismo en las guitarras (sobre todo en lo rítmico), les de igual, pero para mí, siempre fue una cuestión de principios encontrar bandas con semejante poderío, dinamismo… y magia. Mucha magia. Porque aunque esto no tenga que ver con la distorsión que lleven las guitarras o su protagonismo… Nektar, y en especial en este A Tab In The Ocean… demuestran magia. Y en cantidades. Y no es su único disco mágico, ya os diré. Valen la pena estos tipos.
Creo que alargarme es andar molestando a cuento de nada, y que lo más moderado sería limitarse ya, tras todo lo expuesto, a poner la nota que (creo) se merecen estos caballeros. Cinco cuernos bajos. Un 9. Recomendado para los amantes del prog. rock más pesado y vehemente.
A Tab In The Ocean es un trabajo que en escasos meses pasó de la nada (no existir en absoluto) a estar en los mercados al alcance del melómano curioso. No obstante, en este segundo LP, Nektar demuestran que todo lo que tiene lugar aquí está creado por una razón. Y desde luego, que este o aquel motivo musical o adorno no proviene de la nada por capricho de algún miembro de la banda. Todo lo que sacan estos tipos a la palestra tiene sentido con algo que ha sonado, que suena, o que está por sonar. Y en este punto, hay que ser firme, porque estos músicos no llegaron a donde llegaron metiendo zumbiditos aleatoriamente. Estos caballeros son Nektar, y cuando hacen un disco, ese disco tiene una razón de ser, lo mismo que cada pieza que lo conforma, la cual complementa la placa a la que pertenece. Esto funciona así: es coherencia de la refinada y más justificada.
Llegados a A Tab In The Ocean, llama ya la atención inicialmente el artwork; el cual nos grita salvajemente la época y la disciplina musical a la que pertenece. Pero hay que ir más lejos que una simple portada. Porque la música, el verdadero contenido de esta gente, está dentro. Y es ahí, donde realmente Nektar serán capaces de sorprendernos como no pocos de los de aquella época. No sé el resto de la concurrencia, pero un servidor siempre echó en falta dentro del rock progresivo un poco de la dureza del hard rock: esas guitarras pesadas y rifferas, baterías capaces de pegar fuerte… cantantes sin miedo a forzar la voz en lugar de únicamente canturrear… ¿me seguís? Hablo de pasión, de empaque… y son factores que insisto que no sé si vosotros los buscáis, pero yo sí. Y además creo que no están nada reñidos con los mandamientos del prog. rock ¿pruebas? Pues este A Tab In The Ocean, ¡joder! Si es que lo llevaba diciendo un rato.
La canción que da título al álbum, A Tab In The Ocean, que da la casualidad de que es la primera y más larga del disco (atesorando casi diecisiete minutos de virtuosismo), nos introduce mágicamente en el fantástico mundo de Nektar. Tanto Roye como Derek cantan para nosotros, y las guitarras se yerguen orgullosas mientras teclados y demás efectos de sonido echan a volar descontroladamente. Desde los primeros minutos, se siente un olor a los Pink Floyd clásicos… pero estamos en 1972, y el anterior Journey To The Centre Of The Eye suena más o menos igual. Difícilmente Nektar han copiado el estilo de los Pink Floyd del 73-77, ¿no? De todos modos el parecido es asumible, y Nektar destacan por sonar más “pesados” que sus parientes británicos. A Tab In The Ocean se mantiene a lo largo de todo su metraje brillante, cargada de epicidad, fantasía y belleza. Posiblemente una de las mejores obras del rock progresivo de aquellos tiempos… y no es decir poco.
La dupla musical Desolation Valley / Waves, que en ediciones posteriores del álbum saldrá unificada, nos sigue conduciendo por terrenos plácidos. Ahora, hasta nos acordamos de la canción Shine On Yoy Crazy Diamond de PF en determinados pasajes, solo que esa canción es de 1975. Ningún plagio, ojo, pero se podría insinuar sin sonar conspiranoico que Waters y cía lo mismo se influenciaron en el estilo de Nektar para su sonido más clásico (y por supuesto lo hicieron suyo, faltaría más). Desolation Valley termina por arrancar y ofrecer un tremendo espectáculo rítmico que inevitablemente nos da una sensación de relieve, de evolución natural. Todo es muy orgánico y funciona a la perfección. Lo mismo que en la breve y atmosférica Waves, la cual parece querer rematar de perfeccionar el desenlace de Desolation Valley.
Crying in the Dark aparece con naturalidad, viniéndose arriba de a pocos, a partir de unas guitarras dinámicas que son seguidas por los teclados y posteriormente por la batería y el bajo. Con semejante título, podrías pensar que Nektar se nos van a poner “atormentados”, pero para nada. Mantienen su esencia y actitud intacta, hasta suenan musicalmente más animados. Excelentes guitarras solistas las que suenan, acompañadas de las teclas en prácticamente todo momento. Finalmente, King Of Twilight da un paso hacia lo épico y cabalgador. Y sobre esto, añadir que Iron Maiden hicieron en sus tiempos mozos un medley juntando partes de Crying in the Dark y esta King Of Twilight. Esta cover aparecería en el single Aces High. Ahí es nada. Muy buen track (el de Maiden también, ojo, aunque me refiero a Nektar). King Of Twilight es todo un cañonazo rockero, casi casi proto-metal si te atrapas con las guitarras, aunque parte de la atmósfera la brinda Allan Freeman con las teclas lógicamente.
Para mí, Nektar son uno de los mejores hallazgos de este año (porque no hace más de un puñado de meses que me los encontré), pero me encantó ver como según iba pasando metraje de su música, me daba cuenta de que esto era prog. rock hecho a mi medida. Puede que a ustedes el prog sin a penas protagonismo en las guitarras (sobre todo en lo rítmico), les de igual, pero para mí, siempre fue una cuestión de principios encontrar bandas con semejante poderío, dinamismo… y magia. Mucha magia. Porque aunque esto no tenga que ver con la distorsión que lleven las guitarras o su protagonismo… Nektar, y en especial en este A Tab In The Ocean… demuestran magia. Y en cantidades. Y no es su único disco mágico, ya os diré. Valen la pena estos tipos.
Creo que alargarme es andar molestando a cuento de nada, y que lo más moderado sería limitarse ya, tras todo lo expuesto, a poner la nota que (creo) se merecen estos caballeros. Cinco cuernos bajos. Un 9. Recomendado para los amantes del prog. rock más pesado y vehemente.
MetalPriest
Tiene todo para que les guste, y si les gusta, no cuesta nada agradecer a LightbulbSun que siempre se acuerda de ustedes, desagradecidos!
Y si no les gusta, deberían agradecer también.
Podés escucharlo en su espacio en Bandcamp:
https://nektarmusic.bandcamp.com/album/a-tab-in-the-ocean
Lista de Temas:
1. A Tab in the Ocean
2. Desolation Valley / Waves
3 Waves4. Crying in the Dark
5. King of Twilight
Alineación:
- Roye Albrighton / guitars, lead vocals
- Alan "Taff" Freeman / keyboards, Mellotron, backing vocals
- Derek "Mo" Moore / bass, backing vocals
- Ron Howden / drums & percussion, backing vocals
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