Terminó el primer año del peor gobierno para los intereses de los sectores populares de que tengamos memoria histórica en democracia. El gobierno macrista-radical, con la ayuda de los grandes multimedios, no sólo perfeccionó su estafa al electorado sino que aplicó todo tipo de medidas antinacionales, antipopulares y antipatrióticas, dejando como saldo de este penoso 2016 que termina un desempleo colosal, un endeudamiento nunca visto y un panorama social indignante. Por un lado, hoy en Argentina vivimos bajo un estado difuso de derecho. Es decir: la letra de las leyes se aplica cómo y cuándo les convenga a los poderes fácticos, que, como pocas veces en nuestra historia, reúnen en un pequeño sector social todos los resortes económicos, políticos, judiciales y mediáticos.
Por otro lado, sabemos que se ha consumido un cuarto del mandato macrista con indicadores económicos devastadores: recesión, inflación, caída del salario, endeudamiento masivo, desinversión, fuga de capitales. Resultados que decantan en la caída del primer ministro de Hacienda del régimen, que será sustituído por un columnista de la corporación mediática que tiene fuertes vínculos con el poder financiero internacional, que viene con el propósito declarado de pedir 25 mil millones de dólares al FMI y a reducir -a como dé lugar- el déficit fiscal que hizo crecer de manera exponencial el ministro saliente. Un cuarto del mandato consumido en la evidencia de que las promesas electorales no serán cumplidas (al menos las promesas hechas a los incautos que creyeron en la lluvia de inversiones, la pobreza cero, el "podemos vivir mejor", la "unión de los argentinos" y la "guerra al narcotráfico). Las promesas cumplidas con creces en este primer cuarto del mandato son las que las clases dominantes se hicieron a sí mismas de apropiarse de manera acelerada y sostenida de la riqueza producida por los trabajadores.
El lado exitoso del plan (no el de los incautos que creyeron, sino el de los vivos que los engañaron) no podría haberse realizado sin la complicidad del establishment político y sindical, sin la venta a precio vil de gobernabilidad por parte de los dirigentes de organizaciones sociales que aceptaron hacerse cargo de la administración de la miseria en el marco de un plan que se propone multiplicar esa miseria.
Por otro lado, sabemos que se ha consumido un cuarto del mandato macrista con indicadores económicos devastadores: recesión, inflación, caída del salario, endeudamiento masivo, desinversión, fuga de capitales. Resultados que decantan en la caída del primer ministro de Hacienda del régimen, que será sustituído por un columnista de la corporación mediática que tiene fuertes vínculos con el poder financiero internacional, que viene con el propósito declarado de pedir 25 mil millones de dólares al FMI y a reducir -a como dé lugar- el déficit fiscal que hizo crecer de manera exponencial el ministro saliente. Un cuarto del mandato consumido en la evidencia de que las promesas electorales no serán cumplidas (al menos las promesas hechas a los incautos que creyeron en la lluvia de inversiones, la pobreza cero, el "podemos vivir mejor", la "unión de los argentinos" y la "guerra al narcotráfico). Las promesas cumplidas con creces en este primer cuarto del mandato son las que las clases dominantes se hicieron a sí mismas de apropiarse de manera acelerada y sostenida de la riqueza producida por los trabajadores.
El lado exitoso del plan (no el de los incautos que creyeron, sino el de los vivos que los engañaron) no podría haberse realizado sin la complicidad del establishment político y sindical, sin la venta a precio vil de gobernabilidad por parte de los dirigentes de organizaciones sociales que aceptaron hacerse cargo de la administración de la miseria en el marco de un plan que se propone multiplicar esa miseria.
Cuando el 25% del tiempo que el macrismo ganó el año pasado acaba de consumirse y el único plan que el gobierno propone es más ajuste y más deuda, entonces, tres días antes del fin del año y del comienzo de la feria judicial, un día después de la eyección del ministro encargado de hacer el "trabajo sucio" (según sus propias palabras), mientras los vecinos de Flores, en el corazón geográfico de la clase medio incauta que los votó, volvió a cantar el "que se vayan todos, que no quede ni uno solo" en la toma de una comisaría, al convenserse de que el macrismo tampoco les va a solucionar el problema de la inseguridad (al contrario, se los va a agravar), mientras esa clase medio incauta que hace doce meses les regaló su confianza ahora comienza a repudiar la incapacidad de la ministra de seguridad, cuando el crédito de la campaña electoral y el verso de la pesada herencia terminó por evaporarse; entonces es de manual que el régimen necesitaba que un juez servil procese por asociación ilícita a la más fuerte dirigente opositora.
Los últimos días del año, que deberían ser de paz y esperanza, esta vez no lo son porque desde el poder se reprimen manifestaciones; se veta la ley de expropiación de la empresa recuperada Bauen: se persiste en políticas de seguridad que no protegen a los habitantes pero castigan a jóvenes y pobres en lugar de a los excesos y la corrupción de sus agentes; se mantienen presos políticos como Milagro Sala; se prepara la nueva demolición de Aerolíneas Argentinas; y se disponen nombramientos que sólo auguran más ajuste y más achicamiento del Estado, despidiendo trabajadores y encima teniendo que soportar a un presidente que cacarea trabajo pero se ha tomado más de 40 días de vacaciones en un año, y al que sus esbirros le sacan fotos que resultan ofensivas para la dignidad del pueblo trabajador.
Un año de neoliberalismo
Durante estos doce meses, desde que Macri asumió la presidencia de nuestro país, hemos asistido con la mayor incredulidad al más grande saqueo institucional del que tengamos memoria. Concluimos este año con 2 millones de nuevos pobres, de los cuales 800 mil son indigentes y de ellos 500 mil menores de 15 años. Todos pasan hambre. Hay para fines del año 2016 una perspectiva de caída del PBI cercana al 3%, una inflación anual del 42% a nivel general, 55% de aumento de precios en alimentos y una destrucción neta del empleo que alcanza a fines de noviembre a los 650 mil puestos de trabajo perdidos, de los cuales 221 mil son formales privados y públicos, y el resto informales. Se trata de 85 puestos de trabajo destruidos en cada hora de gobierno neoliberal. Todas esta delicias, aderezadas con una tremenda caída del poder adquisitivo de la masa salarial total (formal e informal) de 12pp, sin antecedentes desde el año 2001, desmoronamiento del consumo interno del 5,2% interanual a noviembre de este año, caída vertical de la “lluvia de inversiones” del 8,6% interanual a octubre, un déficit colosal de un 184% por sobre el existente en el mes de octubre del año 2015 en pleno populismo K, un récord de déficit fiscal nunca jamás visto desde el año 1961. Endeudamiento récord, ya que en lo que va del año el Gobierno emitió deuda por 50 mil millones de dólares a octubre, y suma y sigue con sagrada furia, promoviendo un salto relativo en el nivel de deuda respecto del PBI sólo comparable con el que produjo el nefasto ministro Martínez de Hoz en plena dictadura a mediados de los años 70.
Transferencias a los ricos que pinta hasta desagradable. Por citar un caso emblemático, la transferencia al sector agropecuario por la quita y baja de retenciones articulada con la megadevaluación de diciembre de 2015 fue de 8 mil millones de dólares, unos 130 mil millones de pesos según analiza Víctor Beker en un muy documentado estudio de la Universidad de Belgrano, insospechada de tendencias populistas.
La contracara es el nivel de endeudamiento y transferencia del Estado hacia los sectores de mayor poderío económico.
Un Presidente se parece más a un telepastor tratando de evangelizar con expectativas de un futuro mejor. Estamos en manos de un depredador serial con estos resultados:
- 45% de devaluación de la moneda, eliminación de las retenciones a las mineras y a los exportadores de soja, trigo y maíz.
- "Sinceramiento" de las tarifas de gas, electricidad, agua, en porcentajes que superan todas las expectativas, 300%, 400% y 500%.
- El mayor endeudamiento en el primer año de gobierno, entre la Nación, las Provincias y los municipios, del que se tenga memoria en el mundo con una deuda de 95.000 millones de dólares.
- Pago a los fondos buitres de más de 12.500 millones de dólares. mientras que ya comprometió al país con una deuda externa que nos llevará por lo menos 10 años saldar.
- Devolución de 19.000 millones de dolares de multas a Edenor y Edesur.
- 650 desocupados por día, lo que representa ver destruidas las ilusiones de cientos de familias y sumirlas en la gran depresión.
- Cataratas de mentiras expresadas por funcionarios, ministros, secretarios y hasta el propio presidente difundidas durante 24 horas diarias en los medios que apoyan este gobierno.
- Miembros del poder ejecutivo, y a la cabeza el Presidente Macri con empresas offshore (evasión de impuestos).
- Ley de blanqueo, y como no incluían a los parientes sacó un decreto para beneficiar a familiares directos.
- Acuerdos espurios con empresarios para evitar despidos, veto de leyes que favorecen al trabajador (Ley antidespidos).
- Acuerdos con el Poder Judicial para realizar persecuciones políticas (Cristina Fernández de Kirchner, sus familiares, ex funcionarios del anterior gobierno, Hebe de Bonafini),
- Presos políticos que no teníamos desde la última dictadura militar, el caso más emblemático es el de Milagro Sala, que desde ayer también está incomunicada.
- La institución del Congreso en el que actúan los Diputados de la Nación fue cooptado por el mejor equipo del mundo, según la profecía macrista.
Por odios, revanchas y oportunismos políticos, los diputados elegidos para resolver, defender y legislar en benéfico del pueblo solo realizan acuerdos que, por ahora, solo beneficia a los intereses de los CEOs que han tomado los puesto ejecutivos, y a los diputados que creen que serán premiados por sus decisiones.
En fin, de todas formas tanto esfuerzo del Presidente y su equipo, que según dicen los medios oficialistas (casi todos) bate récords de eficiencia y popularidad nunca vistos en los últimos quinientos años (mientras misteriosamente la gente le tira piedras a su andar), ese tremendo sacrificio del mejor equipo del últimos 5000 años ahora mismo está cayendo en saco roto. Sucede que según ha trascendido, en los carpetazos con los resultados de los focus groups que van y vienen por los despachos oficiales, pasa el tiempo y cada vez sigue apareciendo con más intensidad y frecuencia que los reclutados en los grupetes insisten en que “Macri gobierna para los ricos”.
La mentira de la justicia independiente, mientemedios y democracia de baja calidad.
"No quiero una justicia macrista" dijo el posverdadero Presidente al asumir y al día siguiente nombró a un abogado de Clarín como Juez de la Corte por decreto, salteándose la Constitución Nacional. Acto seguido, después de nombrar a un Ministro de Comunicaciones que no tenía Facebook, el gobierno anuló la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por decreto, cerró el AFSCA, y puso decenas de policías para impedir que entraran las autoridades legítimas. Gobernó los primeros meses a decretazo limpio sin importarle la Ley ni la justicia que prometía defender, y nos preparamos para que lo mismo ocurra durante este verano. El proyecto de ley sobre el Ministerio Público Fiscal de Cambiemos fue un intento de consolidar una justicia adicta. La notoria persecución política a la oposición por parte del núcleo conservador del poder judicial, impulsada por el gobierno nacional, las amenazas a políticos opositores, denuncias para demonizar y sembrar dudas, la persecución de jueces y fiscales independientes, el hostigamiento a la jueza Martina Forns y a Daniel Rafecas, a la agrupación Justicia Legítima y a la Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó, los infinitos intentos de reapertura de la denuncia del fiscal Nisman, la ridícula causa del dólar futuro que acusa a inocentes y exime a los responsables, las causas que duermen porque afectan a gente del gobierno o sus amigos como Papel Prensa, Panama Papers, Iron Mountain, JP Morgan, etc., los encuentros secretos de Macri con Lorenzetti son algunos síntomas que nos invitan a sospechar fundadamente que el Poder Judicial no ostenta una imparcialidad que nos permita confiar en que haya justicia. Cada vez nos resulta más evidente que Poder Judicial es una cosa y “Justicia” otra muy distinta.
Se han multiplicado las intervenciones represivas violentas de las fuerzas de seguridad frente a gente desarmada y frágil como aquella represión a los jubilados en el Puente Pueyrredón, o los innumerables hechos represivos de la policía bonaerense en La Plata. Se intenta demonizar la manifestación popular en las calles y criminalizar la protesta social. Se ha impedido a la población ocupar legítimamente el espacio público en actos patrios volcando una desmesurada cantidad de efectivos policiales o de Gendarmería para instalar una atmósfera de miedo y pérdida de libertad que no experimentábamos hace muchos años. Se han producido confusos ataques a locales de partidos políticos, y hasta las mismas fuerzas de seguridad protegieron a los agresores de la sede de Tiempo Argentino. Muchos comunicadores o figuras de la política son amedrentados, o directamente amenazados y la libertad de expresión corre serio peligro. Los discursos discriminadores de muchos funcionarios oficiales parecen legitimar que buena parte de las fuerzas de seguridad crean que tienen cancha libre para perseguir extranjeros o gente de tez morocha, golpear y ningunear a chicos de nuestros barrios o en el peor de los casos disparar balas de plomo a una murga barrial compuesta por jóvenes y niños sin que haya pasado absolutamente nada con esos asesinos de uniforme. Pero abundaron las fotos de la ministra de seguridad vestida de combate o corriendo presurosa a apresar a un tuitero. Se quiere generar una atmosfera de miedo y encierro para avanzar con el saqueo del país. Esta película ya la vimos; este modelo "no cierra" sin represión.
Ya hemos señalado, pero es importante resaltarlo, el rol que juegan los medios de comunicación en la “creación de realidades” o la difusión de posverdades. La mentira sistemática, el desvío de la atención de las realidades profundas y las amenazas, chantajes o falta de aportes y pautas a los medios opositores, explican los generosos beneficios gubernamentales a ciertos medios donde es evidente la devolución de favores con el otorgamiento de negocios.
Nos propusimos, al comenzar este gobierno y constatar el cerco informativo, entregar nuestro punto de vista en este humilde blog, que ni siquiera es completamente político (as{i como tampoco es completamente musical, pero siempre trata de ser coherente) que dejara al descubierto la realidad negada por los medios. En este año el balance que hemos realizado es sumamente negativo y desalentador: el cambio que se prometía (y que creyeron muchos ingenuos que no repararoon en la oscura biografía del empresario-presidente Marioneta Macri) sobre la base de mantener lo conseguido, resolviendo errores y problemáticas pendientes, obviamente fue una mentira. La verdadera intención fue restaurar el modelo económico neoliberal, y la matriz social y cultural de un conservadurismo nocivo y anacrónico (aunque devenido en formato moderno, redes sociales, marketing político, binladens y duranesbarba) que ya conocíamos pero que nos ha sorprendido en su capacidad de ignorar las necesidades de la población que da la sensación de estar de más en su foto
Evaluando su año de gobierno, el dueño de Corporación Cambiemos S.A., el Marioneta Presidente, "se puso un 8". No podemos imaginar cuánto celebraría si hubiera creído merecer un 10; cuánta más desocupación, cuanta mayor pobreza, cuanta precarización laboral, cuanta justicia más dependiente aun, cuanta ausencia de voces opositoras, cuánta dependencia imperial... Ciertamente no es esa la nota que nosotros le hubiéramos puesto. A modo de síntesis quisiéramos decir que ¡en un año de gobierno de Cambiemos no hemos visto ni una sola nueva medida que beneficie a los pobres! ¡Ni una sola! La Ley de Emergencia Social pactada con los movimientos sociales es un paliativo que pronto perderá vigencia si no hay urgentes políticas de creación de empleo, de reactivación de la producción y el consumo, de recuperación del poder adquisitivo del salario, de transferencia de riqueza de ricos a pobres con un criterio de justicia social.
No obstante, en esta nueva guerra contra las Corporaciones (no sólo de Argentina) solo queda estar con el pueblo (y no solo de Argentina), ya que en la historia latinoamericana siempre ha buscado las formas de superar los ciclos injustos y opresivos como éste. Ciclo, que por otro lado, ya es mundial.
2017. Lo que nos espera
Lo que hoy queda luego de este gris 2016 en que avanzó el retroceso, es una inercia sin convicción que no seduce, un manojo decrépito de ilusiones marchitas y, en la pluma de los escribanos fosilizados, la añoranza de una globalización fallida por las inversiones que no llegan y que no alumbra más los destinos de tanto ingenuo militante globoludo.
¿Cuál será el nuevo futuro movilizador de las pasiones sociales en medio de la catástrofe que se aproxima (y que el mejor equipo de los últimos 50000 de años no puede detener)? Imposible saberlo. Todos los futuros son posibles a partir de la nada. Lo común, lo comunitario, lo comunista es una de esas posibilidades que está anidada en la acción concreta de los seres humanos. En cualquier caso, no existe sociedad humana capaz de desprenderse de la esperanza. No existe ser humano que pueda prescindir de un horizonte, y hoy estamos compelidos a construir uno. Eso es lo común de los humanos y ese común es el que puede llevarnos a diseñar un nuevo destino distinto de este emergente capitalismo errático que acaba de perder la fe en sí mismo.
Así esperamos este 2017, sabiendo que si queremos tener esperanzas tendremos, cada uno de nosotros como ciudadanos comunes, mucho por hacer.
Terminamos el año sin Prat Gay, con una tibia protesta de la CGT, con el New York Time publicando en primera plana a MM como el acusado mas comprometido en el uso de los paraísos fiscales, la deuda externa que no para de crecer y para no ser menos un escandalete con fútbol para todos.
ReplyDeleteMacri no cumple y las CEOS te arruinan.
Feliz año nuevo cabezones!!!
Excelente nota.... Mejor explicado y dicho imposible
ReplyDeletete falta tener en cuenta que este gobierno neoliberal es consecuencia del agotamiento del proceso nac&pop de la barrick y chevron ,continuidad del endeudamiento del Kirchnerismo, pactos a la carta con el FPV y el PJ ...
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