#Músicaparaelencierro. Volvemos con improvisaciones al piano de Keith Jarrett, con este concierto en Viena de 1991, quizás uno de los más sorprendentes entre los muchos que ha grabado el genio. Aquí llega a una cúspide en el trabajo de síntesis de las tradiciones académica y jazzística; no es casual que, una vez grabado, el propio Jarrett lo haya considerado como el momento en que su música logró hablar el lenguaje del fuego.Artista: Keith Jarrett
Álbum: Vienna Concert
Año: 1992
Género: Improvisaciones entre el jazz y la academia
Duración: 1:08:08
Nacionalidad: EUA
13 de julio de 1991, Viena; teatro de la Ópera Estatal. Ante una audiencia pasmada —en el silencio absoluto que exige de su público—, Keith Jarrett entrega improvisaciones que, para él, a posteriori, son definitivas. Otros reseñistas (Richard S. Ginell en Allmusic, Tyran Grillo en la sección de reseñas del sello ECM) han dicho que se trata de uno de los conciertos más “clásicos” del pianista; que el entorno (el teatro, la ciudad, el público) y el tiempo (los proyectos de interpretación de música académica en que Jarrett está enfrascado por aquellos días) le inspiran un lenguaje más clásico, menos jazzístico. Y quizá tengan razón pues en estas improvisaciones los elementos académicos se pueden palpar, pero nosotros encontramos mucho más jazz aquí que, por ejemplo, en la presentación de París, en la que la improvisación se dio dentro un universo relativamente limitado por aquella insistencia que reseñábamos del bajo en Fa.
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| [Como no hay videos de este disco en youtube (han sido retirados por ya sabemos qué intereses), les dejamos una foto del teatro en que se grabó (foto de |
El concierto de Viena no sólo es más extenso y dispuesto a la improvisación desde el vacío, sino que es mucho más libre. Aquí Jarrett explora el piano más abiertamente; interrumpe la coherencia armónica del clasicismo con fraseos claramente jazzísticos y deja que irrumpa también el caos rítmico y armónico con el recurso al trémolo, a la disonancia, al ruido mismo. Si nos diéramos licencia para establecer un cliché cualquiera, diríamos que en Viena combina la sabiduría académica con la intuición jazzística, pero es una ejecución que desnuda el prejuicio inmediatamente: la tesitura clásica es tan intuitiva como racional; la libertad jazzística es tan sabia como repentina. El resultado: una conjugación infinita de los saberes contrapuestos de lo clásico y del jazz, pero en la claridad de que ambos son saberes, ambos son racionales y ambos —en las manos de Keith Jarrett— son vías de una espiritualidad que se entrega.
La primera improvisación, de 41 minutos, es un proceso que arranca desde la suavidad de una canción de cuna, cruza un territorio donde se reúnen el blues y el jazz en modo fuga, atraviesa una cordillera de atonalidad con extraordinario virtuosismo —enervante, tensa—, desciende por caminos más accesibles (la improvisación sobre armonías mayores, ahora sí más académicas, con intención romántica) y desemboca en un océano donde finalmente se recupera la calma, pero es una calma distinta a la del suave inicio, como si hubiese adquirido y sintetizado todo ese conocimiento que no negó el sufrimiento en su transcurso, para dibujar de nuevo la paz: es la crónica de la transformación o, mejor, parafraseando a Schoenberg, de la transfiguración.
La segunda, más breve (26 minutos), es aún más jazzy, si entendemos jazzy desde las enseñanzas del free jazz. Sin centro armónico, sin ritmo fijo: exploración pura de las posibilidades sonoras del instrumento en ese espacio particular, con esa audiencia específica, pero, hay que decirlo, con una intensa carga trágica.
En su reseña de este disco, Tyran Grillo concluye diciendo algo que nos parece fundamental:
En algún punto, he aprendido a dejar de comparar cada concierto solista de Jarrett con el Köln. Si las imágenes que me inspiran son indicativas de algo, es que cada uno es su propia historia. La suya no es una vida creativa que ha transcurrido escalando una sola cumbre, sino una que, cuando llegue al final, habrá dejado un paisaje lleno de ellas, hasta donde llegue la vista.El disco lleva en el cuadernillo un breve comentario de Jarrett sobre esta grabación que indica lo que significó para él (y que por ello se convierte en un llamado a escuchar con atención):
He cortejado al fuego durante largo tiempo y en el pasado han volado muchas chispas, pero la música de esta grabación habla, por fin, el lenguaje mismo de las llamas.
Lista de Temas:
1. Vienna, Part I
2. Vienna, Part II
Alineación:
- Keith Jarrett / piano
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