Me he llevado una gratísima sorpresa al escuchar este fabuloso power trío chileno de jazz prog rock instrumental, con un riquísimo paisaje musical, tanto desde lo compositivo como interpretativo, con recorridos cambiantes y abiertos a lo largo de una misma composición, con una gran riqueza armónica y una solvencia mágica por parte de los tres músicos, mientras que la versatilidad de la que hacen gala los convierte en uno de esos secretos que conviene compartir con todos los amantes de la buena música.
Artista: Cota Zero
Álbum: Volver A Cero
Año: 2012
Género: Jazz rock
Duración: 45:13
Nacionalidad: Chile
Las diferentes formas de la fusión del jazz, el rock y el blues vuelven a ser las protagonistas de una propuesta musical en formatotrío, conformado por tres grandes músicos. He aquí un proyecto musical que explora el sonido del rock prog, jazz-rock, funk y rock en temas propios de alto vuelo. El jazz y el rock, con sus convivencias, experimentos, encuentros y desencuentros, se llevan una buena parte de un disco en que el trío demuestra que sabe cómo hacerle lugar al sonido del otro. Este es un power trío, con todas las señales necesarias: volumen, solidez y sonido intenso y personal. Música hecha con honestidad y corazón.
Si bien el disco no es para nada conocido y es probable que la agrupación haya desaparecido, me parece importante que lo conozcan, por la elaboración estética de este trabajo, por la solidez, por la potencia y por las ganas de pasarla bien haciendo música que se les nota a los músicos.
Otro disco que te recomiendo porque ten por seguro que no te va a defraudar.
Es música de fusión, tiene la potencia de la base del rock y la improvisación y el vuelo del jazz, tres músicos contra el mundo que, a pesar de no haber tenido repercusión, ahora lo descubro y me sorprende de su calidad. Y no lo podía dejar afuera del blog cabezón, claro.
Mientras escuchaba el disco pensé en la magia del trío en un conjunto como éste. Y no sólo como éste. A ver, retomemos un poco la senda de los quebradores de cabezas sonoros, y les puedo nombrar que, hacia mediados de 1966, en el momento culminante de la explosión de la cultura psicodélica, dos tríos definieron el canon de todo buen Power Trio: hacer sonar una orquesta electrizante con sólo tres integrantes. Tanto Cream (Eric Clapton en guitarra, Jack Bruce en bajo y voz y Ginger Baker en batería) como The Jimi Hendrix Experience (Hendrix en guitarra y voz, Noel Reading en bajo y Mitch Mitchell en batería) lograban, a base de virtuosismo, exhibicionismo, talento y actitud experimental, demostrar lo que hasta entonces (y aún ahora) parecía imposible: que tres personas pudieran generar un efecto sonoro semejante. Al escuchar sus grabaciones o ver alguno de sus shows, algo se volvía evidente: valiéndose de sus habilidades técnicas, su creatividad y su capacidad para sintetizar diferentes influencias, un grupo de tres personas, equipadas únicamente con un par de amplificadores, una batería, una guitarra y un bajo, podían salir a romperle la cabeza al mundo.
El mérito de estos dos tríos, además de haber hecho mucha música excelente y dado grandes shows, reside entonces en haber sentado un precedente histórico que aún hoy tiene validez. Reuniendo estos requisitos, tres personas con talento y convicción pueden conquistar el mundo con su música y sus shows. O no, pero sí pueden crear un arte sonoro de calidad de nos llega de gusto descubrir cada vez que encontramos un grupo de estas características, y acá va mi último hallazgo.
Esa magia y efervescencia del trío tambièn tiene una explicación más racional, en un grupo de muchos músicos, un grupo de reggae, el guitarrista no se puede zarpar: tiene que tocar lo justo, meter su parte para que se complete el sonido. Lo mismo pasa con el baterista: si toca mucho, lo más probable es que arruine todo, que moleste demasiado a los demás instrumentos. En un trío, en cambio, tenés que llenar espacios: el guitarrista puede darle y darle, el baterista puede golpear a full todos los cuerpos de la batería y el bajista puede tocar mucho. Además también pueden estar los tres integrantes haciendo el mismo riff y queda bien. Para llenar los espacios todo sirve. Todo depende de lo que quieras, pero si querés hacer rock y tocás en un trío no hay otra posibilidad: tiene que ser una masa. Y aquí tenemos tres músicos que sacan un sonido de una solidez impresionante, cargado de potencia, rapidez y vanguardia rockera.
Un disco basado en la experimentación y la fusión, pero tambièn en el compañerismo musical. Si te han gustado los discos de Lito Epumer, Machi Rufino y Cristian Judurcha, por ejemplo, ten en cuenta que este va muy por ese estilo, así que no tendrás nada por temer,esto es diversión asegurada, y gustazo tambièn.
Lista de Temas:
01. The Dark Side Of Two Faces
02. Boobalooba
03. Ruta Norte
04. Maruchi
05. Moncho
06. Clasico
07. Metro Los Heroes
08. Comanche
09. Jack Lalein
10. Amor Masoca
11. Latin
12. Tango
Alineación:
- Frederico Melo / Bass
- Humberto Barbieri / Drums
- Freddy Pizarro / Guitar
Artista: Cota Zero
Álbum: Volver A Cero
Año: 2012
Género: Jazz rock
Duración: 45:13
Nacionalidad: Chile
Las diferentes formas de la fusión del jazz, el rock y el blues vuelven a ser las protagonistas de una propuesta musical en formatotrío, conformado por tres grandes músicos. He aquí un proyecto musical que explora el sonido del rock prog, jazz-rock, funk y rock en temas propios de alto vuelo. El jazz y el rock, con sus convivencias, experimentos, encuentros y desencuentros, se llevan una buena parte de un disco en que el trío demuestra que sabe cómo hacerle lugar al sonido del otro. Este es un power trío, con todas las señales necesarias: volumen, solidez y sonido intenso y personal. Música hecha con honestidad y corazón.
Si bien el disco no es para nada conocido y es probable que la agrupación haya desaparecido, me parece importante que lo conozcan, por la elaboración estética de este trabajo, por la solidez, por la potencia y por las ganas de pasarla bien haciendo música que se les nota a los músicos.
Otro disco que te recomiendo porque ten por seguro que no te va a defraudar.
Es música de fusión, tiene la potencia de la base del rock y la improvisación y el vuelo del jazz, tres músicos contra el mundo que, a pesar de no haber tenido repercusión, ahora lo descubro y me sorprende de su calidad. Y no lo podía dejar afuera del blog cabezón, claro.
Cota Zero es una banda de rock progresivo de Valparaíso, fundada en 1999 cuando se reúnen Humberto Barbieri (batería), Mauricio Sanguinetti (bajo) y Freddy Pizarro (guitarras). Con esta agrupación grabaron dos discos: Nivel 1 (2000), grabado en vivo en la Sala Musicámara de la Universidad de Valparaíso y Nivel 2 (2002), grabado por Manuel Orrego en los estudios de Fernando González. En el año 2004, se incorporaron a la banda Marcela Venegas (voz), Gonzalo Gómez (bajo) e Ignacio Larrondo (percusiones), con quienes grabaron el disco Nivel 3, grabado en vivo en el café del Libro de Quilpue y producido por Power Trío Records, de Carlos Carvajal H. El disco consolida a la banda a nivel regional y metropolitano, participando en los eventos masivos mas importantes de la Quinta Región. Hoy, la banda está integrada por Humberto Barbieri (batería), Federico Melo (bajo) y Freddy Pizarro (guitarras). Dedicados a retomar su estilo inicial de rock directo, se construye un disco instrumental con pasajes que van desde fusiones de ritmos latinos, hasta riffs de rock con guitarras limpias, que es una característica principal de la banda.
Mientras escuchaba el disco pensé en la magia del trío en un conjunto como éste. Y no sólo como éste. A ver, retomemos un poco la senda de los quebradores de cabezas sonoros, y les puedo nombrar que, hacia mediados de 1966, en el momento culminante de la explosión de la cultura psicodélica, dos tríos definieron el canon de todo buen Power Trio: hacer sonar una orquesta electrizante con sólo tres integrantes. Tanto Cream (Eric Clapton en guitarra, Jack Bruce en bajo y voz y Ginger Baker en batería) como The Jimi Hendrix Experience (Hendrix en guitarra y voz, Noel Reading en bajo y Mitch Mitchell en batería) lograban, a base de virtuosismo, exhibicionismo, talento y actitud experimental, demostrar lo que hasta entonces (y aún ahora) parecía imposible: que tres personas pudieran generar un efecto sonoro semejante. Al escuchar sus grabaciones o ver alguno de sus shows, algo se volvía evidente: valiéndose de sus habilidades técnicas, su creatividad y su capacidad para sintetizar diferentes influencias, un grupo de tres personas, equipadas únicamente con un par de amplificadores, una batería, una guitarra y un bajo, podían salir a romperle la cabeza al mundo.
El mérito de estos dos tríos, además de haber hecho mucha música excelente y dado grandes shows, reside entonces en haber sentado un precedente histórico que aún hoy tiene validez. Reuniendo estos requisitos, tres personas con talento y convicción pueden conquistar el mundo con su música y sus shows. O no, pero sí pueden crear un arte sonoro de calidad de nos llega de gusto descubrir cada vez que encontramos un grupo de estas características, y acá va mi último hallazgo.
Esa magia y efervescencia del trío tambièn tiene una explicación más racional, en un grupo de muchos músicos, un grupo de reggae, el guitarrista no se puede zarpar: tiene que tocar lo justo, meter su parte para que se complete el sonido. Lo mismo pasa con el baterista: si toca mucho, lo más probable es que arruine todo, que moleste demasiado a los demás instrumentos. En un trío, en cambio, tenés que llenar espacios: el guitarrista puede darle y darle, el baterista puede golpear a full todos los cuerpos de la batería y el bajista puede tocar mucho. Además también pueden estar los tres integrantes haciendo el mismo riff y queda bien. Para llenar los espacios todo sirve. Todo depende de lo que quieras, pero si querés hacer rock y tocás en un trío no hay otra posibilidad: tiene que ser una masa. Y aquí tenemos tres músicos que sacan un sonido de una solidez impresionante, cargado de potencia, rapidez y vanguardia rockera.
“Volver a Cero” es el nombre del nuevo trabajo de la banda de la V Región, compuesta por Freddy Pizarro en guitarra, Humberto Barbieri en batería y Federico Melo en bajo. Fieles a un estilo ligado al rock progresivo, regresan tras varios años de ausencia discográfica, dotados de nueva formación y con un trabajo de gran calidad.Ilse Farías A.
En lenguaje técnico, cota cero, corresponde al nivel del mar, el llamado nivel cero. De ese concepto surgió el nombre de la banda y tomó significado, por la importante relación entre el mar y la ciudad de origen del grupo, Valparaíso.
Formados el año 99, editaron tres discos, titulados “Nivel 1”, “Nivel 2” y “Nivel 3”, haciendo una clara alusión al concepto mencionado anteriormente. En esta misma línea, “Volver a Cero”, la cuarta producción, es un título que refleja el volver a empezar, retornar a esa cota cero y reencontrarse con sus raíces.
En esta nueva placa, la primera bajo el alero del sello nacional Mylodon Records, nos encontramos con una retrospectiva de doce cortes, creados entre 2004 y 2011, todos netamente instrumentales. Potentes riffs y ese característico toque progresivo en sus rítmicas y sonoridad, se fusionan con enérgicos ritmos funk y latin, pero también, con momentos más limpios e introspectivos. Tanto la guitarra, como los bajos están hechos por el mismo guitarrista Freddy Pizarro, quien también se desempeña como luthier, otorgándole una identidad especial al sonido del trío.
La sólida batería de Humberto Barbieri da inicio a “The Dark Side Of Two Faces”, un envolvente corte, compuesto de sólo una parte, que se va repitiendo desde distintas miradas. Primero desde la guitarra limpia, fusionada con cálidas melodías en bajo fretless, para luego subir su intensidad y peso con algo de overdrive, finalizando con un electrizante solo de guitarra. Una pieza que marca desde un comienzo, la contundente solidez y groove característico del trío.
Le sigue “Boobalooba”: ritmo más funkeado y enérgico, ejecutada siempre desde esa enraizada veta progresiva, con pasajes cargados de velocidad y cortes bien marcados. En “Ruta Norte”, la banda invita a un eléctrico e hipnotizante viaje, sustentado en ostinatos y efectos de delay.
Los siguientes cortes, “Maruchi” y “Moncho”, generan una calidez y luminosidad innegable, ambos dotados de conmovedores pasajes melódicos. “Maruchi”, desde una propuesta introspectiva y relativamente pausada, imprime un sentimiento de pureza, mientras “Moncho”, despliega emoción y energía, en un corte dedicado a las personas que luchan contra el cáncer.
“Clásico” es una pieza definida en dos secciones, con dos ostinatos reconocibles que se alternan constantemente: un enérgico rasgueo con características de funk, versus un arpegio de tempo más lento. En “Metro los Héroes” el bajo es protagonista y motor fundamental, en un corte basado, principalmente, en un cadencioso groove y en las percusiones del invitado, Manuel Estay.
“Comanche”, es uno de los tracks más rockeros del álbum. Está compuesto por un potente riff, que transita a un paso reposado, pero arrollador, sustentado por el peso de la batería y el bajo. A medida que avanza, su velocidad se ve acelerada, para comenzar el recorrido por laberínticas melodías. En “Jack Lalein”, la intensidad baja considerablemente, para explorar, primeramente, un terreno más etéreo en compañía de una pastosa melodía de bajo fretless, para luego adentrarse por pasajes más extrovertidos.
“Amor Masoca” y “Latin”, son piezas de corta duración, -dos minutos y fracción. Ambas se sostienen de un prendido groove, adornados por electrizantes rasgueos y melodías de guitarra. Para finalizar, las revoluciones reposan en “Tango”, otra de las piezas cargadas de una envolvente emotividad, esta vez, desde una mirada de contemplación. Acá se fusiona de forma sutil, momentos de delicadas dinámicas, versus otros de mayor potencia, como también secciones rítmicamente reposadas y lentas, contraponiéndose a otras más aceleradas.
En líneas generales, “Volver a Cero”, es una placa cargada de energía, rock y groove, con composiciones simples en su forma, pero trabajadas pulcramente desde su rítmica, armonía y melodías. Mención aparte es la calidad de interpretación y ejecución de cada uno de los músicos, quienes dominan a la perfección cada uno de sus instrumentos. En definitiva, Cota Zero reúne todas las características que uno espera de un power trío.-
Un disco basado en la experimentación y la fusión, pero tambièn en el compañerismo musical. Si te han gustado los discos de Lito Epumer, Machi Rufino y Cristian Judurcha, por ejemplo, ten en cuenta que este va muy por ese estilo, así que no tendrás nada por temer,esto es diversión asegurada, y gustazo tambièn.
Lista de Temas:
01. The Dark Side Of Two Faces
02. Boobalooba
03. Ruta Norte
04. Maruchi
05. Moncho
06. Clasico
07. Metro Los Heroes
08. Comanche
09. Jack Lalein
10. Amor Masoca
11. Latin
12. Tango
Alineación:
- Frederico Melo / Bass
- Humberto Barbieri / Drums
- Freddy Pizarro / Guitar
Gracias por los comentarios, Saludos y arriba ¡
ReplyDelete