En una semana de muchas sorpresas y también de muchos aportes de nuestros amigos cabezones, Fredy Darko presenta lo último de Liquid Tension Experiment, que 22 años después reaparece y lanza otro disquito lleno de virtuosismo. Uno de los proyectos instrumentales más codiciosos y respetados de la música actual, una aventura musical liderada por cuatro auténticas luminarias del progresivo, cuatro músicos virtuosos al servicio del rock más técnico, en un disco que se alza como uno de los registros paridos gracias a la puta pandemia (ya que de otro modo esto no podría haberse dado). Sea como sea, aterriza en el blog cabeza lo último de cuatro genios virtuosos en su último experimento.
Artista: Liquid Tension Experiment
Álbum: Liquid Tension Experiment 3
Año: 2021
Género: Heavy prog
Duración: 61:42
Referencia: Discogs
Nacionalidad: EEUU
Vamos al primer comentario, bastante atinado me parece, sobre el disco en cuestión.
Lo que parecía un sueño es hoy realidad con el lanzamiento de LTE 3. Los 4 genios en su respectivo instrumento han vuelto a iluminarnos con su ingenio. Quizás este álbum sea uno de los más esperados en muchos años, sólo comparable con la incertidumbre que causó en su momento Tool.
Existían muchos rumores, incertidumbre y guiños de que en algún momento sucedería o de que nunca pasaría. Con la entrada de Rudess a Dream Theater, Portnoy reiteró que no habría LTE 3 por el simple hecho de que ahora la música tendría más similitud a DT. Después con su salida de la banda todos esos anhelos se hicieron pedazos, sin embargo con los años limaron sus asperezas y ver a Portnoy y Petrucci juntos en redes sociales abrió la posibilidad de una reunión.
Contexto del álbum:
Pero lo que realmente cimentó el camino para este nuevo álbum fue la colaboración de Portnoy en el disco solista de John Petrucci, Terminal Velocity. Este fue el punto de inflexión y donde dijeron bueno no estamos de gira, todos estamos disponibles hagámoslo. Nada que agradecer a la pandemia, aunque esta abrió la ventana de oportunidad para reunirse. El álbum se grabó en los cuarteles generales de Dream Theater (como lo dice Jordan Rudess) En un entorno tranquilo e incluso con un Mike Portnoy menos frenético en la cuestión personal. Todo lo desarrollaron en este estudio desde la escritura hasta la grabación.
Los vaivenes musicales comienzan:
Para regresar a las raíces y mantener una línea con los discos anteriores el openning es un frenesí de velocidad donde convergen riffs y drum fills hipersónicos. Así es, por algo la llamaron Hypersonic y es que provoca una subida inclemente de energía que desborda talento y musicalidad.
Ya lo comentó la banda en una entrevista, la idea era mantener ese inicio ostentoso, Hypersonic es la fusión entre Paradigm Shift y Acid Rain. Levin se luce con su pulcritud tocando el Chapman Stick sin perder la dinámica que Petrucci propone en guitarra, y Portnoy se une a la fiesta de manera bestial. Muchos dudaban de su calidad recientemente y aquí da una muestra que sigue en el ruedo, es cierto, son las mismas estructuras que ha tocado por años. Los remates y esos patrones rítmicos ya los conocemos, pero ¿Tiene algo qué demostrar? No, él es y será un referente de muchos músicos, es difícil reinventarse, esto lo hace por amor al arte.
Una de las secciones más destacadas es un unisonó cerca del final, algo muy caricaturesco estilo persecución de Tom y Jerry.
Beating the Odds por su parte tiene un riff intrincado que suena muy básico, pero de fondo tiene un felling extraño donde no sabes donde comienza y acaba el compás, aunque esto lo esclarece Portnoy al entrar con la batería. Tiene la misma idea que The Mirror y Honor Thy Father, donde parece tener un sienta cadencia y termina siendo algo distinto.
Es un tema “feliz” y “colorido”, de hecho en tono de broma comentaron “Es la canción feliz de la pandemia”. Para dar una referencia cercana contiene mucho de lo que Petrucci hizo en el tema Terminal Velocity, sonidos alegres, muy melódica, sin embargo, aquí existe un cambio a un tono más oscuro cuando entra un riff interesante con el feeling In The Presence of Enemies.
Es imposible no tomar referencias de Dream Theater, (ustedes bien saben porque) y es que hay muchas alusiones al DT era Rudess en esta canción. Simplemente el solo de guitarra final es asombroso y tiene un tono muy emotivo que se va en fade out, tal y como pasa en The Ministry of Lost Souls.
Ahora vamos con un tema meramente inmersivo atmosférico, volviendo a sus raíces recrean una canción como Liquid Evolution, que ejemplifica el sonido icónico de Tony Levin, con esos slides sutiles y notas espaciales, esto quiere decir que toca justo en el momento adecuado dejando espacios para brindar emotividad, emotividad que también cargan los bendings de Petrucci y el fondo de Rudess.
The Passage of Time fue el primer tema que escribieron en este regreso y fue lanzado como el primer sencillo para aumentar el hype. Es un tema sumamente fuerte por los riffs de Petrucci, combina el mundo enérgico con esta sensibilidad melódica y claro están presentes los cambios de cadencias. Aunque el tema se estructura todo el tiempo por el mismo riff inicial, simplemente con algunas modulaciones. Creo que para más de 20 años esta canción fungió como una apertura de lo que se venía.
Muy bien, ha llegado el momento de encontrarnos con los temas de relleno, aplicaron la misma fórmula que en los discos anteriores, el jam únicamente entre Portnoy y Levin, pues en esta ocasión me parece que fue un tocar por tocar, muchas cacofonías, los redobles conocidos de Mike y el tema sinceramente no va a ningún lado. Lo mismo sucede con Shades of Hope, el dueto Rudess-Petrucci al estilo Hourglass y State of Grace. Melancólico, melódico y con unos bendings sutiles, pero de igual manera queda en algo ya muy conocido, sin ofrecer más.
¡Ojo! No digo que sean malas canciones, simplemente no ofrecen algo nuevo a lo ya conocido.
En un podcast donde habló Portnoy sobre sus covers favoritos que ha hecho, comentó que siempre espero versionar este tema de jazz-clásica: Rhapsody in Blue de George Gershwin. En su momento pensó que LTE era la banda perfecta para hacerlo y lo hicieron en 2008, quedando inmortalizado en el DVD Live in LA.
Ahora lo trajeron de vuelta con un sonido más pulido y claro, producido. Recrearon la canción a su estilo, añadiendo velocidad, arreglos diferentes y ese toque juguetón que es inherente a la canción original que va tan bien con el estilo LTE. El cover en vivo sentó precedente, de hecho, el break atmosférico con los delays de Petrucci son los mismos de The Count of Tuscany. Por ello en esta versión en estudio tuvieron que cambiar un poco esa dinámica. Otro punto destacable es el guiño a Elephant Talk de King Crimson ¡supremo!
Como era de esperarse faltaba la pieza catártica, la rola que esperábamos: Key to Imagination, es la canción que cumple con creces lo que los fans querían: larga, épica, solos, grandes riffs y melodías.
Desde el momento que se introduce el piano sabes que tiene ese sonido épico cinematográfico y justo después entra Petrucci con una hermosa melodía y dices “whoa”. De pronto todo se desvanece y escuchamos el Chapman stick junto con la batería entrando en acción con unas sincopas.
Llegan los riffs distorsionados y el viaje toma forma, inicia el in crescendo, las emociones van intensificándose, entonces llegan los solos de teclado y guitarra, cada uno con una apartado muy claro, exponiendo sus numerosas virtudes.
A pesar de ser la joya en el disco, su estructura es simple, no está al molde When the Water Breaks, que es un vaivén de cambios, aquí también los hay aunque son siguiendo una línea, sin ser radicales, todo se va sumando para llegar a una conclusión fantástica.
Como dato utilizan mucho estas escalas extravagantes, tipo armónicas como la frigia y este sonido nos recuerda a Home de Dream Theater. Es ineludible no encontrar la similitud.
¿El álbum es satisfactorio?
Para ellos como músicos me parece un buen retorno, demostraron que, a pesar de la edad, los años y las diferencias que tuvieron alguna vez, se sintonizaron en el mismo canal y se dieron rienda suelta creando nueva música. Su nivel musical sigue intacto, pero no sus ideas, o sea me parece que algunos momentos son refritos de las obras originales y sí bien hay solos geniales, transiciones increíbles, son elementos conocidos.
Los fans creo que, sí deben de estar satisfechos, en este contexto de pandemia, sin conciertos y que una banda como LTE regrese, hay que aplaudirlo, tenemos momentos sutiles, extravagantes, furia descontrolada, improvisación y sobre todo musicalidad. Es un recordatorio de que siguen siendo amos de su instrumento.
Bonus Tracks:
La versión de lujo nos brinda una serie de jams improvisados algunos son muy buenos, de hecho llegando a ser jazz fusión y otros suenan mucho más a LTE. Aquí no hay tantos riffs, son trabajos más melódicos que zarpan o se basan en la guitarra o el teclado, se nota como pueden crear música en un santiamén simplemente improvisando.
Petrucci y Rudess son los que más destacan sin duda, ellos ponen las melodías y de ahí todos zarpan, destaco “Blink of an Eye”, primer jam en más de 20 años, esto se escucha de la voz de Portnoy al final de la canción.
Incluso pienso que pudieron agregar algunos temas al CD principal y quitar algunas de esas canciones de relleno. Existen momentos con solos muy sentimentales y otras secciones sumamente experimentales. Vale la pena darle una escuchada ya que estos jams han sido siempre la base de LTE para crear su música.
Yo no voy a comentar mucho, ¿total para qué? hay mucha gente allá afuera hablando de este disco...
El supergrupo de metal progresivo instrumental sacudió la escena con el anuncio de su nueva placa la cual había sido esperada por los fanáticos por 21 años por lo que las expectativas de los admiradores eran altas. Por lo tanto, puedo decir con propiedad que este disco no decepciona y es de una calidad superlativa.
Hablar de Liquid Tensión Experiment es referirse a uno de los grupos referentes a nivel mundial en cuanto metal progresivo. Por eso el anuncio de un nuevo álbum causo revuelo, ya que el supergrupo de su género no sacaba material hace 21 años y esto generó muchas expectativas.
John Petrucci, Tony Levin, Jordan Rudess y Mike Portnoy se reúnen nuevamente para darnos un material que de partida no podemos decir que a nivel técnico sea regular o malo. Claramente estamos frente a músicos que por décadas son reconocidos por sus habilidades en sus respectivos instrumentos, por lo que no deberíamos extrañarnos (además tomando en cuenta la trayectoria de todos los miembros y sus trabajos con sus respectivas bandas) que tendremos un álbum lleno de momentos para lucimientos personales, solos largos y complejos, pero sobre todo una vorágine sonora e instrumental que te hará volar la cabeza.
Del disco abre de partida con uno de los singles, 'Hypersonic', liberado el 24 de marzo. Estamos ante tema vigoroso, fluido, con matices que da giros y giros a cada rato. Lo que se nos viene encima es un aluvión de música vertiginoso que demuestra que el cuarteto aún mantiene su química. Esta es una composición que en 8 minutos y 22 segundo nos tiene dentro de una catarsis musical que parce que era necesaria para estos cuatro músicos que llevaban años sin grabar material juntos.
La segunda pista es 'Beating the Odds', la que también fue presentada antes de la publicación del disco el 26 de febrero. Melodías sólidas llenas de energía con unos riffs cargados de dinamismo, además de la batería que imprime fuerza al tema.
El gran contraste lo da 'Liquid Evolution' un tema que me recuerda mucho a los álbumes de King Crimson, 'Beat' (1982) y 'Three of a Perfect Pair' (1984). Debe ser por que Levin es uno de los grandes protagonistas de esta canción junto a Portnoy. Es una canción que imprime pausa al disco, después del veloz y potente inicio con las dos composiciones anteriores.
Volvemos a unos de los sencillos, esta vez al primero, a 'The Passage of Time', lanzado el 22 de enero de 2021. Este nuevamente le imprime velocidad a la placa de LTE, haciendo que esta pase de 0 a 300 kilómetros en unos segundos. La canción prácticamente lanza notas para todas partes en distintas direcciones con los cuatro miembros haciendo de esta cuarta pista una evidencia de la habilidad de cada uno de ellos en una composición de tintes oscuros y muy pesada.
'Chris & Kevin's Amazing Odyssey' es un tema que es la continuación en cuanto nombre y a concepto musical de la canción del primer grupo de la banda 'Chris and Kevin's Excellent Adventure' la que es llevada de principio a fin por Mike Portnoy y Tony Levin en la que los distintos efectos y variantes dan a esta composición un tejido sonoro complejo, lleno de colores y texturas que resaltan gracias al punzante bajo y los cambios de la batería.
Luego viene 'Rhapsody in Blue' cover del compositor estadounidense y pianista, George Gershwin influente compositor del siglo XX el cual reversiona Liquid Tensión Experiment en este tema que gracias a la musicalización de la banda y la complejidad del tema, crean, para mí, una de las mejores canciones del disco, la que esta llena de elegantes giros y arreglos que la hacen única, la cual la banda ya venía tocando en vivo desde hace varios años.
'Shades Of Hope' es una balada que a mí me recuerda mucho a las baladas de Dream Theaterm sobre todo a las de Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory, donde el dueto formado entre John Petrucci y Jordan Rudess crean un hermoso tema muy suave con un carácter solemne y que evoca sentimientos de remembranza.
Y cerramos con 'Key to the Imagination', la que le da un cierre notable al disco. Es una piza musical intensa que no dejará indiferente a nadie con los cuatro músicos a un alto nivel interpretativo y compositivo. Con cambios ritmos, tempos irregulares, todo ejecutado a una velocidad inusualmente rápida, siendo una especie de resumen de todo lo escuchado hasta este punto.
Los 21 años de espera valieron la pena, estamos ante un álbum sólido, con texturas improvisadas, muchas variantes y sobre todo, mucha improvisación, pero la que está bien encausada y aplicada de parte de estos cuatro músicos que no se les puede reprochar nada, salvo que se demoraron mucho en sacar esta cuarta placa.
A pesar de que Liquid Tension Experiment gozara de cierta popularidad dentro del mundo del rock/metal progresivo desde el momento de su salida, su continuidad se vio truncada luego de que Jordan Rudess ingresara a Dream Theater, ya que, desde la perspectiva de Portnoy, el que ¾ partes estuvieran involucradas en ambas bandas haría que el material fuese demasiado redundante entre sí.
Pero nunca hay que decir nunca, pues la vida da muchas vueltas y nos sitúa en lugares y situaciones que difícilmente podríamos predecir con exactitud. Nadie se imaginaba, por ejemplo, que el insigne baterista abandonara Dream Theater por desacuerdos con sus compañeros acerca del ritmo de trabajo que debía llevar la banda. Por tanto, era de esperarse que un hombre tan inquieto como él no se quedara con los brazos cruzados y decidiera concentrarse en sus múltiples proyectos para seguir satisfaciendo sus inquietudes musicales.
Posteriormente, Portnoy se reuniría con John Petrucci y colaboraría en su segundo álbum solista, Terminal Velocity, entregando resultados modestos. Esto no hizo más que encender la vieja llama de Liquid Tension Experiment y dar casi por sentado que una resurrección estaba a la vuelta de la esquina, solamente había que confirmar si las otras dos partes (Jordan Rudess y Tony Levin) estaban dispuestas a embarcarse de nuevo en esta aventura…
De manera ya no tan sorpresiva, nos encontramos hoy aquí para hablar de Liquid Tension Experiment 3 y tenemos la oportunidad de comprobar en qué estado se encuentra esa gran química que Portnoy, Levin, Petrucci y Rudess habían mostrado anteriormente. ¿Es posible que este lanzamiento responda a todo lo que los fanáticos pedían años atrás? ¿Seguirán cometiendo los músicos aquellos pecados que alejan a su material de la perfección? ¿Vale la pena la vuelta de este proyecto luego de tanto tiempo? Averigüémoslo…
Primero que nada, hay que dejar en claro que el desempeño de cada uno de los músicos es, como siempre, de excelencia. No voy a ser yo quien diga que estos son unos mancos porque sería una completa idiotez, aunque sí he de mencionar que el gran problema de esta entrega se encuentra en que varias composiciones no terminan de aterrizar por lo excesivas que pueden llegar a ser las exhibiciones de los teclados y, en algunos momentos, de la guitarra. Es cierto que el exhibicionismo es algo que ya se había visto anteriormente, pero aquí en verdad es tanto que llegamos a preguntarnos si es tan necesario estar demostrando a cada rato el qué tan virtuoso eres.
Evidentemente, al tratarse de un álbum puramente instrumental de parte de cuatro enormes músicos de rock/metal progresivo, resulta hasta natural el que haya muchos momentos en los que resaltan esos excesos que terminan por agobiarnos. Pero es que temas como “Shades of Hope” nos recuerdan que no estamos hablando de máquinas, y que estos hombres, por más virtuosos que sean, tienen sentimiento de sobra para imprimirle a su material (qué mal que en esta ocasión los repriman un poco más).
De los tres adelantos que se publicaron previamente, me parece que “The Passage of Time” (la canción más puramente metalera del álbum) es el claro ejemplo del problema del que hablo y que podría extrapolarse al estado actual de Dream Theater. Desafortunadamente, “Hypersonic” también peca de esto por algunos momentos (sobre todo en su segunda mitad), pero al menos logra funcionar como una frenética apertura que sigue la tradición de sus hermanas “Paradigm Shift” y “Acid Rain” (el baterista concluye el tema graciosamente con un “mow” que hace referencia a los inicios de Dream Theater).
Dentro de todo este despliegue de técnica, es digno de admirar que Portnoy y sus excompañeros no han perdido fuelle y siguen bastante compenetrados a pesar de que llevan un buen tiempo sin tocar juntos. Parece como si todo se hubiese mantenido en un estado de latencia que encaja bien con lo que dice el dicho: “donde hubo fuego, cenizas quedan”. Punto extra a lo hecho por Levin, quien con casi 75 años sigue pateando traseros en compañía de su imponente bajo y su emblemático Chapman Stick.
Ya como que en “Beating the Odds” y “Key to the Imagination” hay una mayor presencia de feeling, aunque el exhibicionismo sigue predominando. La primera se disfruta mucho por ese saborcillo a Rush que desprende y que recuerda más a los primeros Dream Theater (aquí Petrucci se luce de lo lindo sin reprimir su sensibilidad); por su parte, “Key to the Imagination” trata de recordarnos a los mejores momentos de la banda como “When the Water Breaks” y nos permite disfrutar de la amalgama de sonidos de Levin y la pegada bastante creativa de Portnoy.
Precisamente es con este último tema que nos damos cuenta de que Rudess es el principal responsable de arrastrar sus compañeros hacia el lado del “onanismo musical” (principalmente a Petrucci), lo cual provoca que en algunos momentos no se llegue a concretar el impacto que pretende la banda y que nuestra atención termine un poco dispersa. Ya lo he dicho, es posible disfrutar de toda la técnica siempre y cuando esta tenga un sentido de la melodía, pero cuando todo se va demasiado hacia el exhibicionismo, al cual el tecladista recurre una y otra vez, nos puede llevar a una indeseable desorientación.
Hablando de los interludios, “Liquid Evolution” llega a perderse por momentos, pero es rescatada por el trabajo del guitarrista, el cual le hace ponerse interesante ya cerca del ecuador (por cierto que el intro parece que quiere rememorar los tiempos de Levin junto a Peter Gabriel); por su parte, “Chris & Kevin’s Amazing Odyssey" resulta ser una de las composiciones más prescindibles en la historia de la banda y una experimentación bastante fallida (me recuerda un poco a la segunda mitad del Three of a Perfect Pair de King Crimson, aunque sin compartir su chispa). Estos temas “tranquilos”, a pesar de darle un mayor colorido al álbum por su contraposición a ciertos excesos ya mencionados, no ofrecen algo memorable y se quedan muy pálidos respecto a otros con más personalidad, dícese de “Osmosis” o “914”.
Uno de los aciertos para aplaudir es que la banda logra llevar a la histórica “Rhapsody in Blue” a su terreno con mucha facilidad. Curiosamente, este tema ya había sido interpretado con anterioridad en las presentaciones en vivo del 2008 y desde aquellos tiempos resultaba ser un gran “experimento” que bien podría funcionar como introducción a la obra de George Gershwin. Espero que el venerable pianista esté sonriendo desde allá arriba al escuchar a su composición en una versión más moderna y simpática que llega a recordar a música de videojuegos (particularmente de la Nintendo 64).
A decir verdad, Liquid Tension Experiment 3 llega a ser moderadamente disfrutable, pero es obvio que tiene menos impacto que sus antecesores y hay varios minutos de sobra que terminan restándole puntos. Lo reitero por enésima vez, aquí los excesos son muy evidentes y ya no hay tanta sorpresa como antes, lo cual genera que la música pierda su brillo y que llegue a quedar, en su mayoría, como una mera autocomplacencia. A eso hay que sumarle que la producción despoja de gran parte del sentido orgánico a todo el conjunto y parece enfocarse especialmente en dar un toque aún más “metalizado” que no coincide con la propuesta (mucha atención al desangelado sonido de la caja de la batería).
Considero que esta entrega llega ya muy tarde y muestra menos consistencia respecto a lo ya visto anteriormente; tampoco es que sea malo, pero me es muy difícil darle los 4 cuernos que le di a su fantástico antecesor. Eso sí, siempre se puede sacar jugo de cualquier proyecto de Portnoy y aquí no hay excepción (además da gusto escucharlo de nuevo junto a Petrucci y Rudess). Tal vez no se cumple del todo con las expectativas de una secuela tan esperada por más de 20 jodidos años, pero al menos se deja escuchar con mayor interés que algo como The Astonishing.
Lista de Temas:
1. Hypersonic (8:22)
2. Beating the Odds (6:09)
3. Liquid Evolution (3:23)
4. The Passage of Time (7:32)
5. Chris & Kevin's Amazing Odyssey (5:04)
6. Rhapsody in Blue (13:16)
7. Shades of Hope (4:42)
8. Key to the Imagination (13:14)
Bonus disc:
Including almost an hour of improvised jams
Alineación:
- John Petrucci / guitar
- Jordan Rudess / keyboards
- Tony Levin / bass, Chapman Stick
- Mike Portnoy / drums, percussion
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