El salario mínimo medido en dólares registra, durante el gobierno del Felino Macri, una caída del 49 por ciento, mientras que la consigna de la Campaña de Corporación Cambiemos (ya muy lejos de famosa Revolución de la Alegría) es: "A sufrir, que se acaba el mundo", con testimonios de gente que apoya "el cambio" aunque estemos peor, que hay que devolver lo que gastamos de más. Desde diciembre del 2015, el salario mínimo bajó de 580 dólares a 297 dólares, lo cual hizo que la Argentina perdiera 5 posiciones en el ranking regional, pasando de la primera a la sexta posición del salario mínimo medido en dólares, según economistas de la Universidad de Avellaneda. En el mismo período, el salario mínimo en dólares creció en Uruguay, Chile, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia y Brasil. El otro país que junto a la Argentina que tuvo un resultado negativo, con un bloqueo y embargo económico de EEUU y otras naciones, es Venezuela. Repito, cuando lleguemos a ser igual que Venezuela pero por un régimen de derecha con el actual gobierno amarillo, avisen!
El psicópata teje su telaraña como un gran ilusionista. Trabaja con el dolor. Dolor contra ilusión.
En su página de Instagram, el presidente Felino Macri subió esta semana dos testimonios. Un industrial admite hace cuatro meses "estoy parado". Dice, no obstante, que continúa confiando en Corporación Cambiemos porque "si gastaba por treinta pero tenía veinte, ahora hay que devolver". El otro "cambiemita" es un jubilado que coincide con el industrial arruinado: "Si por setenta años se gastó más, hay que pagar". Admite que no le "sobra nada". Llama a no ser ansiosos ya que el Presidente está haciendo "cambios de fondo" (claro, del Fondo... Monetario).
De los cambios de fondo no hay duda. La economía está derrumbada hasta los cimientos. Ambos están de acuerdo que "el problema es la gente". ¿A qué se refieren cuando dicen que derrochaban? ¿A tener un coche, aire acondicionado, a comer carne, a salir el domingo con la familia? ¿Qué pecados hacen a uno acreedor del infierno cambiemita?
En la argentina de Macri la gente dejó de consumir carne para suplantarla con fideos y arroz. Así lo devela un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y el Instituto de Proyección Ciudadana. El documento afirma que el 35% de los participantes de la encuesta disminuyeron el consumo de lácteos, el 48% el de carnes, 24% frutas y verduras, 44% gaseosas, jugos y soda, 63% salidas y esparcimiento, 41% combustible, 23% medicamentos.
Pero como buen psicópata, Macri se empeña en hacerles entender a las víctimas que son culpables de su situación. Todos repiten: "los últimos setenta años de ruina argentina". ¿Qué setenta años? El manejo de la matemática del felino Macri no es mejor que su castellano: ¿se refieren al Rodrigazo con Isabel Perón? ¿O al 24 de marzo de 1976, cuando se impuso el modelo neoliberal que demolió el país.
Los jubilados, más que ansiedad, tienen hambre y una necesidad de medicamentos sin los cuales morirán más rápidamente -para beneplácito del Fondo Monetario Internacional-. Está claro que el modelo Corporación Cambiemos no es para los de abajo.
De "el problema de Argentina son los K" a "el problema de Argentina somos los argentinos" pasaron solo 38 meses de macrismo
El psicópata teje su telaraña como un gran ilusionista. Trabaja con el dolor. Dolor contra ilusión.
En su página de Instagram, el presidente Felino Macri subió esta semana dos testimonios. Un industrial admite hace cuatro meses "estoy parado". Dice, no obstante, que continúa confiando en Corporación Cambiemos porque "si gastaba por treinta pero tenía veinte, ahora hay que devolver". El otro "cambiemita" es un jubilado que coincide con el industrial arruinado: "Si por setenta años se gastó más, hay que pagar". Admite que no le "sobra nada". Llama a no ser ansiosos ya que el Presidente está haciendo "cambios de fondo" (claro, del Fondo... Monetario).
De los cambios de fondo no hay duda. La economía está derrumbada hasta los cimientos. Ambos están de acuerdo que "el problema es la gente". ¿A qué se refieren cuando dicen que derrochaban? ¿A tener un coche, aire acondicionado, a comer carne, a salir el domingo con la familia? ¿Qué pecados hacen a uno acreedor del infierno cambiemita?
En la argentina de Macri la gente dejó de consumir carne para suplantarla con fideos y arroz. Así lo devela un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y el Instituto de Proyección Ciudadana. El documento afirma que el 35% de los participantes de la encuesta disminuyeron el consumo de lácteos, el 48% el de carnes, 24% frutas y verduras, 44% gaseosas, jugos y soda, 63% salidas y esparcimiento, 41% combustible, 23% medicamentos.
Pero como buen psicópata, Macri se empeña en hacerles entender a las víctimas que son culpables de su situación. Todos repiten: "los últimos setenta años de ruina argentina". ¿Qué setenta años? El manejo de la matemática del felino Macri no es mejor que su castellano: ¿se refieren al Rodrigazo con Isabel Perón? ¿O al 24 de marzo de 1976, cuando se impuso el modelo neoliberal que demolió el país.
Los jubilados, más que ansiedad, tienen hambre y una necesidad de medicamentos sin los cuales morirán más rápidamente -para beneplácito del Fondo Monetario Internacional-. Está claro que el modelo Corporación Cambiemos no es para los de abajo.
De "el problema de Argentina son los K" a "el problema de Argentina somos los argentinos" pasaron solo 38 meses de macrismo
Cuando un sistema entra en crisis no para de emitir señales disfuncionales. Esta semana terminó la quietud cambiaria a pesar de las desorbitantes tasas de interés que intentan secar la plaza de pesos. Algunos adjudican el comienzo de esta nueva corrida cambiaria -las corridas se sabe cuándo empiezan pero no cuando terminan, me dijo hace casi un año Mariano Kestelboim- a la preocupación que generó en los mercados internacionales el patético discurso de macri ante la Asamblea Legislativa. Otros dicen que la devaluación del peso y la fuga de dólares son sistémicas: el esquema económico impuesto por el FMI no es sostenible en plazos medianos y sólo funciona como un precario dique que va agrietándose. Las "consultoras de la city" empiezan la rutina de corregir los pronósticos de inflación anual, para arriba, naturalmente. Va a ser mayor que la que anunciaron hace tres meses. Otra vez. Estos predictores no describen posibilidades, existen para crear expectativas favorables al sistema para el que trabajan. No son observadores: son operadores.Oscar Cuervo
Pero en las últimas semanas las rajaduras del macrismo aparecen por uno y otro lado. Los propios medios corporativos que operaron para desinformar a la población durante los primeros tres años del régimen muestran en tiempo real sus signos de disgregación. Ningún otro ejemplo condensa mejor esta descomposición que el espionaje entre diversos alcahuetes del régimen en la mesa tóxica conducida por Fantino. Cuando un sistema de ocultamiento y distracción de la población se impone de manera tan monolítica contra la experiencia de la realidad, el desplome va a resultar muy estruendoso. Es previsible que, a medida que la bronca popular crezca, los operadores mediáticos del régimen queden expuestos a la luz del día, como Drácula en el final de la película.
Hoy es la primera de una sucesión de jornadas electorales que van a funcionar como test parciales de la suerte electoral del macrismo. Previsiblemente ya se multiplican las denuncias de fraude en favor del oficialista MPN. Es bueno que empiecen con un fraude desde el principio, porque nos muestran las cartas con que van a jugar.
Leyendo algunos libros que narraban la genealogía del PRO, lo que más se destacó fue siempre el diseño de su imagen, encomendado a profesionales del engaño. Hoy los signos de herrumbre de estos íconos es trasmitido en vivo, involuntariamente, claro, por los propios medios oficiales. Los movileros de TN la pasan mal cada vez que cubren alguna protesta callejera y desde el piso se intenta recomponer al instante la ilusión que construyen constantemente desde los estudios. Los que están en estudios empiezan a preocuparse por su propia exposición, cuando ya no estén en el cobijo de su jaula de cristal.
Yo lo llamo el poder irresistible de la verdad. Justo cuando en la filosofía mainstream nos explican que la verdad no existe.
Si uno es capaz de recordar el clima social más allá de la imposición de pantallas fugaces, no puede haber olvidado la percepción de diciembre de 2015, cuando el mensaje del poder era que el problema de los Argentina eran los panelistas de 678, los ñoquis de la Cámpora o los militantes kirchneristas. El último spot publicitario que salió de las usinas de Durán Barba y Marcos Peña dice que el problema de la Argentina son los argentinos. Esta progresión no parece poder seguir extendiéndose en términos publicitarios. ¿Qué vendría después?
Quizás sea Rodríguez Larreta el dirigente más sigiloso y menos propenso a la exposición riesgosa de Cambiemos -en contraste con los desquicios de carrió o el propio macri-. Pero la calle ya se ha vuelto adversa también para él. La única diferencia es que él encara una distribución de la pauta oficial que hace que ni siquiera los medios críticos lo pongan en evidencia. En el cierre del carnaval porteño, en el corso de Avenida de Mayo donde Larreta invirtió millones de pesos, la murga los Chiflados de Boedo le recordó que no hay ningún atracadero que pueda disolver en su escondite lo que fuimos.
la verdad que esto que estamos viviendo en el país es una vergüenza... una fantochada, la peor de las pesadillas... exagero? nah, me quedo corto y la verdad no tengo ganas de insultar a estos minions de morondanga.... saludos...
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