La creación artística, y particularmente la música, en un gran número de casos nace y fluye de manera espontánea. No obstante, también es posible reconocer que esta condición no necesariamente es una verdad absoluta, ya que la creación musical no siempre obedece a la sola magia del azar, sino que también existen condiciones que 'moldean' la inspiración, tal como sucede con un cauce de río, en donde sus particularidades, imperfecciones y características propias, definen la forma y tiempo en que transitan sus aguas. Aquí, presentamos el documental "Sume - The Sound of Revolution" sobre el grupo de rock de Groenlandia que incentivó para que su país tuviera mayor autonomía de Dinamarca, y de paso, damos la introducción como para presentar sus discos. Aquí, una historia que puede resultar anacrónica y lejana, pero vista desde una perspectiva cultural, no está demasiado lejos de nuestra realidad cotidiana, donde se libra esa batalla cultural donde vamos perdiendo por goleada, pero donde nedie tiene el futuro comprado por más poder y dominación que tenga. Y también es bueno ver, una vez más, que el arte puede inspirar cambios.
Artista: Sume
Año: 1973 - 1977
Género: Rock
Nacionalidad: Groenlandia
Si hablamos de rock, esta definición no significa un despropósito, muy por el contrario, la evocación es parte inherente del proceso y no por ello se le debe asignar una condición maligna.
En las llamadas 'propuestas', resulta ineludible reconocer la presencia de ciertos conceptos que van conformando un crisol sonoro, en donde elementos propios como el entorno lo nutren y enriquecen desde su más profunda esencia. Algunos lo llaman influjo, otros simplemente inspiración, sin embargo, y más allá de la denominación correcta -que a todas luces puede ser subjetiva-, estos aderezos pueden alcanzar un rol importante en el proceso creativo, los cuales van imprimiendo expresiones y matices que terminan siendo condimentos relevantes para la construcción de musical.
En algunos lugares más que en otros, las circunstancias históricas, la política y los rasgos geográficos son elementos que marcan profundamente la definición musical de las bandas. Tal es el caso de Sume, sin duda el grupo de rock más importante de Groenlandia.
Si nos ceñimos a la tesis de los componentes externos que influyen en la música, el caso de Sume es un buen ejemplo de la importancia que genera esta circunstancia en las expresiones artísticas, dada las particulares condiciones que se emergen de lugares como Groenlandia.
¿Por qué la lengua en la música es tan importante para ustedes en términos culturales? En España, la dictadura franquista prohibió la enseñanza de las lenguas asociadas a minorías (catalán, vasco y gallego), en América sucede lo mismo con las lenguas de los pueblos originarios, pero aún ellos sobreviven en su cultura y su música. En Argentina, Los Gatos fueron precursores del rock de autor en idioma español, componiendo íntegramente su propio material. En Groenlandia, Sumé fue la primera banda de rock que cantó sus canciones en Groenlandés.
Rock y resistencia
Para entender este fenómeno hay que recurrir necesariamente a la historia. Tras la Segunda Guerra Mundial, Dinamarca asumió nuevamente la administración de esta alejada isla, por lo que el país adquirió la condición de un territorio políticamente más abierto que antes del conflicto. Así Groenlandia, en 1953, dejó de ser una colonia y ganó un estatus político similar a la figura de un 'condado' danés.
En las décadas siguientes, hubo una expansión considerable de la infraestructura en la isla. Todo parecía caminar a la perfección, no obstante, el aquel fulgor fue decreciendo desde el punto de vista territorial y de su desarrollo, e incluso algunos asentamientos importantes, como la ciudad minera de Qullissat, tuvieron que cerrarse, generando un verdadero caldo de cultivo para el descontento social, elemento claramente político que se transformaría en el nuevo hilo conductor de la música local, esta vez, asociado al pueblo y a la dolorosa memoria colectiva de un evidente declive.
Los coletazos de esta nueva realidad no se hicieron esperar y, de pronto, los groenlandeses se vieron forzados a una vuelta de tuerca radical: adaptarse o sucumbir. Fue así como los antiguos habitantes de estos lugares iniciaron un proceso de redistribución de población a través de los pueblos y asentamientos restantes, donde el costo de vida era evidentemente menor, lo cual permitía ofrecer a las familias una vivienda moderna y acceso a servicios como hospitales, escuelas y comunicaciones, situación que además se adecuaba a la tendencia de construir menos ciudades, bajo la lógica de concentración de gente para nutrir la industria pesquera. Y desde el punto de vista de la educación y oportunidades, no fue muy diferente, cientos de jóvenes eran, en cierto modo, obligados a dejar su tierra para continuar sus procesos formativos en Dinamarca, lo cual acentuó esta tendencia a desvirtuar el arraigo defendido con tanta vehemencia por los lugareños.
En definitiva, las acciones estaban orientadas a asimilar el modelo danés, pero en la práctica no era así, ya que las leyes mantuvieron los salarios desiguales a los de Europa, y la lengua danesa fue promovida sobre el Kalaallisut nativo, por lo que la implementación de estos elementos, considerados exógenos, encendieron aún más la posición de rechazo por parte de la comunidad local, quienes al considerarse ciudadanos de segunda clase, comenzaron el "camino groenlandés", exigiendo la reivindicación de la cultura inuit, su lengua e idiosincrasia.
Esta lucha que logró popularizarse, contó con gran apoyo de una banda de rock: en 1973, el grupo Sume rompió barreras al tener éxito componiendo canciones en groenlandés por primera vez, en una época en que hasta las escuelas locales relegaban el idioma a un segundo plano. Más que una mera banalidad, la elección de la lengua formaba parte de una posición de confrontación a la colonización dinamarquesa que se reflejaba principalmente en las letras de las canciones, llenas de críticas directas e indirectas a la opresión sobre la colonia. En este ambiente de descontento social es que nació Sume (cuyo significado en lengua nativa es 'Dónde'), en 1973, con su canto de protesta, quienes rápidamente se identificaron e hicieron propio el sonido de esta revolución político cultural, lo cual quedó plasmado en su disco debut "Sumut". Su música es una especie de rock clásico de los 70 con elementos tradicionales y cantado en su lengua natal. Su música estuvo presente en las radios escandinavas y lograron así amplificar su protesta.
En ese entonces, las personas en Groenlandia cantaban en inglés y danés, y algunas veces parecía que ni siquiera entendían el significado de esas canciones. El mero hecho de que la banda Sume cantara en su idioma natal fue una revelación para muchos. Incluso, por la radio un locutor dijo que estaba tan acostumbrado a escuchar canciones populares en otros idiomas que, para él, las canciones de Sumé parecían extranjeras.
Todas las decisiones sobre Groenlandia se tomaban en suelo danés. En realidad, con el consentimiento de la propia población local, los groenlandeses se estaban convirtiendo en daneses. Todo fue hecho siguiendo el modelo de pensamiento de Dinamarca, y el resultado de ello estaba siendo la pérdida de cultura y la confusión de las personas en relación a sus propias identidades.
"Con el consentimiento de la propia población local, los groenlandeses estaban transformándose en dinamarqueses", comenta Inuk Silis Høegh, director del documental "Sumé – The Sound of Revolution" que cuenta la trayectoria de los roqueros que estaban en la facultad en Dinamarca y que decidieron arraigarse en su pasado y su esencia, siempre mirando al futuro, y que permitió importantes cambios sociales.
Gracias a la lucha de este movimiento nacionalista iniciado en los años setenta, en 2008, un referendum popular garantizó mayor autonomia a Groenlandia, territorio colonizado por Dinamarca. Considerada como el último paso rumbo a la independencia formal, la consulta popular no hubieria sido posible.
Escuchando a las personas cercanas, integrantes y fans de la banda, el documental retrata la trayectoria de Sume y aponta la rebeldia de la banda como fundamental para difundir entre la población el discurso autonomista que resultaria, ya en 1979, en la creación de un gobierno local — actualmente Dinamarca es responsable sólo por la conducción de las políticas externa y de defensa de Groenlandia.
La película fue un éxito en el país. Además de ser siempre bueno conocer su historia, creo que los problemas más profundos que plantea Sume y que la película toca están muy presentes hoy en día. Al fin de cuentas, la historia de Groenlandia tiene muchas similitudes con lationamérica por nuestro pasado colonial, y hoy en día muchas culturas en América del Sur también están luchando por la supervivencia. La historia de Sume es universal por tratar de la importancia de mantener la propia identidad en un mundo que está alentando cada vez más la uniformidad. Parece que vivimos en un tiempo en que la población mundial está persiguiendo la singularidad, en la que todos se sienten culturalmente invadidos. Y hará falta crear muchos Sume para lograr algún cambio profundo.
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