"Tres estudiantes de la Escuela Moderna, más interesados en la música intuitiva que en la académica, iniciaron el proyecto. En 2007 el pianista Marcos Meza (alumno del pianista de jazz Mario Feito y de sesión Pablo Bruna), el bajista Sebastián Muñoz (del bajista eléctrico Miguel Pérez) y Felipe Salas (del baterista y percusionista clásico Juan Coderch) elaboraron su propio conocimiento teórico sobre la música y la aplicaron a la lógica del loop. Después de escuchar el disco Homónimo (2004) del colectivo hip-hop FDA, Salas acudió a un concierto de Koala Contreras (uno de sus maestros de ceremonia) y le pidió integrarse al grupo. Luego se unió DJ Spacio (colaborador de Solo di Medina y Anita Tijoux) y la banda quedó configurada en dos frentes: piano, bajo (de sonido tipo contrabajo) y batería, además de MC y DJ.Música Popular Chilena
Apenas una temporada después de la publicación del explosivo debut con Cómo Asesinar a Felipes (2008), el mismo sello Potoco Discos editó el álbum Un disparo al centro (2009), donde el grupo mantuvo la formación de quinteto e incluyó ensambles de cámara con instrumentos de la Orquesta Sinfónica Juvenil como flauta traversa, clarinete, fagot, trombón o tuba. Para el año siguiente, con Colores y cadáveres, Cómo Asesinar a Felipes impulsó un proyecto de colaboraciones, observando tres ámbitos predominantes en sus influencias músicales: el rap (con la participación de Epicentro de Calambre), el jazz (con el guitarrista Raimundo Santander) y el punk rock (con el emblemático Álvaro España, de Fiskales Ad-Hok).
Su álbum Comenzará de nuevo (2012) marcó entonces el inicio del trabajo con el sello a Koolarrow Records, de Bill Gould (productor de Faith No More), y al mismo tiempo una nueva experimentación musical con el uso de timbres del sintetizador Roland RS 202 y el piano eléctrico Fender Rhodes. La música del quinteto se hizo más densa y atmosférica."
La mezcla de hip-hop con otros estilos musicales fue algo natural a lo largo de su historia. Y no podría ser de otro modo, el género mismo es ya una fusión de influencias de la música electrónica y la música negra de EE.UU. Algunos ejemplos destacables son, por ejemplo, las asociaciones de Run DMC con Aerosmith y Public Enemy con Anthrax a finales de los 80. Enseñaron nuevas posibilidades a los que quisieron cruzar las fronteras artificiales entre el rock y el hip-hop.
Los años 90 exploraron esta mezcla con eficacia y creatividad, con grupos como Rage Against the Machine, Urban Dance Squad y el proyecto en paralelo del rapero Ice T, la banda Body Count. Todavía en este periodo, los Beastie Boys ampliaron el repertorio de novedades al juntar hip-hop, jazz, funk y rock de modo orgánico y fluido a partir de su clásico álbum Check Your Head. Desde Inglaterra, los colectivos y bandas del llamado Trip-Hop también usaron el hip-hop como el denominador común de su estética híbrida.
Innovaciones desde el sur
En 2007, en Santiago de Chile surgió un grupo que apuntó aún más lejos en las direcciones musicales. Bajo el peculiar nombre Cómo Asesinar a Felipes, la banda tenía una formación vintage de trío de jazz con bajo, batería, piano eléctrico y sintetizadores, junto con la asociación clásica del MC y DJ. El MC (Master of Ceremonies, cantante de rap), junto con el DJ, el graffiti y la danza de calle, conocido como break dance, son los cuatro elementos centrales de la cultura hip-hop desarrollada en EE.UU en los años 70 y 80.
En 2008 lanzaron su primer disco con el mismo nombre que el de la formación, Cómo asesinar a Felipes, aportando un estilo retro y a la vez contemporáneo. Las frases hechas en el piano Rhodes por Marcos Meza introducen de inmediato los timbres y floreos jazzísticos eléctricos de los 70, y las letras eran una mezcla de crítica social y flujo de conciencia existencialista. Destacan los temas “Nada más, nada menos” y “En busca de un nuevo sueño”.
Tras el lanzamiento de un EP llamado Un disparo al centro en 2009, publicaron su segundo disco, Colores y Cadáveres, más oscuro y sofisticado que el anterior, comprobando la versatilidad instrumental y artística de sus integrantes. Con grandes interludios instrumentales, usos más intensivos de samples y rimas más irregulares por parte del cantante Koala Contreras, este disco logra una fusión casi perfecta entre tradición jazzística y el equipo conceptual y técnico del hip-hop.
La banda “Como asesinar a Felipes” en directo en 2012
Más allá de lo esperado
El siguiente paso fue grabar fuera de Chile. Comenzará de Nuevo, en 2012, es el primer fruto internacional del grupo, lanzado por Koolarrow Records, de Bill Gould, integrante de Faith No More. Grabado en una sola toma, o sea, sin espacio entre las pistas, el uso más intenso de sintetizadores antiguos amplió las atmosferas harmónicas del grupo. Las canciones se volvieron más extensas y las letras tomaron un tono pesimista.
En este punto, las intenciones estéticas del grupo avanzaron más allá de la ya asimilada mezcla de hip-hop con jazz que les hizo conocidos. Las ambiciones artísticas les colocaron al nivel de los grupos de rock progresivo o las bandas que grababan discos conceptuales.
El siguiente disco, V, en 2014, no nombró las pistas. Apenas las numeraron de uno a cinco, con todas las canciones duraban 5 minutos y el disco tenía 25 minutos exactos de duración. Después el grupo sufrió un cambio de formación, salió el pianista y entró el saxo y flauta travesera Cristián Gallardo. Con esta formación grabaron su álbum más reciente, Elipse, en 2017, con aún más influencias jazzísticas por la presencia del saxofón.
El grupo sigue con su combinación sui génesis entre estéticas y estilos, uno de los mejor producidos recientemente. Han demostrado que las fronteras entre el hip hop y cualquier otro género son inexistentes. Cómo Asesinar a Felipes fueron más allá de las saturadas propuestas de mezclar rock con rap, tendencia en los 90, aportando maneras de expresarse musicalmente del modo más creativo, y usando el hip-hop como guía.
Rômulo Ataides França
Alineación:
- Koala Contreras / voz (2007 – •)
- DJ Spacio / tornamesas y efectos (2007 – •)
- Marcos Meza / piano (2007 – 2013)
- Sebastián Muñoz / bajo (2007 – •)
- Felipe Salas / batería (2007 – •)
- Gabriel Paillao / piano (2013 – 2015)
- Cristián Gallardo / saxo alto y flauta traversa (2016 – •)
El "prende la mecha" propio de sus facetas lo veo en cada disco convirdientose en un agente de cambios progresivo e incremental, siendo el último disco el que lo amplificó todo! Desde lo rítmico al contenido lírico es la mansa experiencia... Un estilo propio y que parece satisfecho en su background... son tremendos!
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