Policías tucumanos asesinaron de un disparo en la nuca a un niño de doce años. Que el asesinato haya sido por la espalda y que la víctima no se encontrara huyendo ni cometiendo ningún delito sino simplemente paseando y desarmado, constituyen agravantes muy serios pero entra de la doctrina "Chocobar". Cuando violan las leyes quienes deben cuidarlas, la sociedad se encuentra en un grave problema, pero cuando además es avalado por un presidente y una gran parte de la sociedad, estamos al horno: los peores criminales son justamente aquellos cuyo trabajo es proteger del crimen a la sociedad, que es al cabo, la que les paga el sueldo. Ahora, el mundo llora a Facundo porque ven su foto tirado en el asfalto, y cuando un niño es asesinado por el Estado, se sacude el planeta, no importa en qué región de la Tierra suceda ese crimen, se afecta la humanidad.
Un gran triunfo de Patricia Bullrich y su jefe Macri. Sin necesidad siquiera de escribirla, ni mucho menos consensuarla con nadie, apenas enunciada, la "Doctrina Chocobar" entró en plena vigencia, y cada vez más policías en todo el país se animan a matar pibes por la espalda. Otro nuevo crimen de la policía con encubrimiento mediático, y no será el último: 725 asesinados por las fuerzas de seguridad en 721 días de gobierno (CORREPI, informe anual 2017). Eugenio Zaffaroni sostuvo con clarividencia "América Latina sufre un genocidio por goteo", pero en el gobierno de Corporación Cambiemos el goteo ya es un río de muertes.
Ni siquiera hizo falta escribir la nueva doctrina, debatirla, reformar la Constitución, o cagarse en todo y lanzar otro DNU, nada… Bastó felicitar a un solo matador, y la doctrina entró en plena vigencia. La doctrina "Chocobar" en nombre del polícía bonaerense que asesinó por la espalda y luego remató en el suelo de un joven delincuente de 18 años. Chocobar fue invitado a la Casa de Gobierno y delicitado por el propio Felino Macri. El presidente y la ministra felicitaron oficialmente al acusado y atacaron duramente al juez que lo procesó, en contradicción directa con el alegado "respeto a la justicia independiente".
Esta felicitación y garantía de ayuda oficial, que hoy se conoce como "doctrina Chocobar", desató una serie de asesinatos de jóvenes de parte de miembros de fuerzas de seguridad.
La muerte de un niño no tiene consuelo, y tampoco tiene calificativo la crueldad de quien anuncia y estimula esos crímenes. Ya perdió vigencia la discusión acerca de la baja de edad de imputabilidad de los jóvenes. Lo que va a marcar la agenda oficial, a partir de ahora, en esta temática, es desde qué edad está bien asesinar a un niño. Seguramente para establecer un protocolo de felicitación de miembros de fuerzas de seguridad que ejecuten habitantes. En pocos meses, no sólo se ha agudizado la pobreza de millones de argentinos y endeudado el país por generaciones enteras. Se ha puesto en marcha además, y en función del modelo económico que lo sustenta, un plan de estigmatización, persecución, asesinato y encarcelamiento de integrantes de sectores sociales vulnerables, comenzando con los pueblos originarios y continuando con los opositores políticos.
Corresponde recordar que el señor Chocobar no ha elaborado ninguna doctrina: simplemente se limitó a cometer un asesinato. Quien ha elevado esas justificaciones a la categoría de "doctrina" ha sido nada menos que el señor Tijeras Macri, lo hace al problema mucho más grave.
El "gatillo fácil" no es un accidente, porque podría evitarse. A Facundo Ferreira lo mataron dos policías por la espalda y fueron liberados. Quienes alientan la "doctrina Chocobar" son responsables, porque envían a las fuerzas de seguridad un mensaje de impunidad y discrecionalidad para el uso de armas de fuego que nos dejan a todos expuestos.
Facundo iba en una moto, como acompañante de un chico de 14 años que cuenta que se salvó de milagro. “Fueron como 20 tiros”, le dijo a un diario local. Se supone que la policía perseguía a otras tres motos, y que los chicos tuvieron la desdicha de quedar en medio del fuego cruzado.
Hace unas semanas le preguntaron a varios expertos que significaba que el presidente haya recibido al policía Luis Chocobar, luego de que asesinara por la espalda a un joven que había robado. Chocobar fue tratado como un héroe a pesar de que un video probaba lo contrario. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich lo había explicado así: "Siguió todos los protocolos de la nueva doctrina que hemos elaborado". La ministra incluyó en esa nueva doctrina el fusilamiento por la espalda del mapuche Rafael Nahuel.
La Pena de Muerte a los 12 años
Armado o desarmado, en ocasión de robo o jugando a la pelota, en una persecución o tirando patadas invisibles en la murga de cualquier barrio, el pibe de la villa, el pibe de la calle o el pibe de los sectores populares ya está predestinado a una muerte anunciada. Muerte de olvido, muerte de hambre, muerte de encierro o muerte de plomo. El resto son detalles, versiones y lecturas que, generalmente, siempre nacen de un lado del mostrador, afirmando lo que ya se había cocinado, argumentando lo que ya se había decidido, justificando lo que ya habían preestablecido.
Antes de que caminen, antes de que terminen el primario, antes de que transiten la adolescencia, antes de todo eso, ya están marcados, ya están marcadas las cartas, ya están esperando los institutos y las cárceles y la triste muerte tendida de un niño en el asfalto.
Otro crimen de la policía con encubrimiento mediático
El asesinato ocurrió el jueves 8 de marzo en San Miguel de Tucumán. Clarín, La Nación, Crónica, Diario Popular o Perfil no lo mencionaron en tapa, aunque algunos de ellos sí dedicaron espacio a otros hechos de violencia o de la sección "policiales", nunca se encargan de difundir estas noticias. En este caso, la foto de Facundo tirado en el suelo, desangrado y ya muerto dió la vuelta al mundo, pero a pesar del encubrimiento mediático. Así, entre los periódicos que se distribuyen supuestamente en todo el país, la única excepción fue Página/12, que sí incluyó un título en su portada.
Por la tarde del sábado 10, Clarín, La Nación, Infobae, Télam, Radio Nacional y TV Pública seguían sin un solo texto sobre el tema en sus páginas principales, desde sus cabeceras hasta el final al pie, lo cual en algunos de ellos puede incluir hasta cien títulos. La excepción a esa hora eran otra vez Página/12, que le dedicaba el título principal, así como el portal noticioso Infonews. En tanto, Tiempo Argentino lo incluyó entre sus títulos de primera línea.
La mayoría del sistema mediático, que trabaja a favor de los intereses del gobierno, pretende así quitarle visibilidad a un tipo de acción policial que Macri y Bullrich respaldan abiertamente, la llamada "Doctrina Chocobar". El encubrimiento mediático a las acciones criminales de las fuerzas represivas tiene gran intensidad, como se observa en los casos de la muerte de Santiago Maldonado. Los medios oficialistas dieron gran espacio a las mentiras de la ministra Bullrich, quien negó que Maldonado estuviera en el lugar de los hechos, y montaron operaciones para hacer pensar que paseaba por otros lugares del país. Un columnista de Clarín, Eduardo Van der Kooy, llegó a escribir que Maldonado se había "esfumado".
Estos medios ultraoficialistas también intentan blindar al gobierno en el caso del asesinato de Rafael Nahuel, el joven mapuche baleado por la espalda por la Prefectura Naval en la zona del Lago Mascardi, cerca de Bariloche, a fines de noviembre. La ministra Bullrich llegó a hablar de un supuesto tiroteo, con armas de gran calibre usadas por Nahuel y otros mapuche, lo cual resultó totalmente falso.
Es aberrante que este y otros chicos asesinados no sean un escándalo que los portales de los grandes diarios, y ni siquiera registren el hecho. Apenas ayer, La Nación lo escatimaba bajo el título: "Murió un chico de 11 años en un tiroteo con la policía". Y listo...
Con la misma lógica, esos mismos medios, en tiempos del genocidio, acuñaron la expresión "enfrentamiento armado". Se entiende que esta vez no hayan recurrido al viejo sofisma, ya que resulta difícil explicar cómo es posible enfrentarse a alguien, y a la vez recibir un tiro en la nuca.
Los próximos Facundos
Facundo, en su muerte, nos dice que hay tantos Facundos que siguen esperando que la bala por favor no los alcance nunca. Las mismas voces que piden mano dura, ejecución sumaria, pena de muerte, "limpieza a seco"; todos esos que se indignan con Raúl Zaffaroni no ven nada más que un negrito de mierda muerto en un charco de sangre en una calle lejana.
"Algo habrá hecho", deben decir. Como siempre...
Pero ellos también mataron Facundo. Nuestra sociedad lo mató, aunque ahora nos hagamos los boludos. Y nuestra sociedad matará a los próximos Facundos que vendrán.
El daño colateral de la política de seguridad de Bullrich y Macri hoy se llama Facundo, que tenía 12 años, a quien mataron y cuyos asesinos están libres. La política de seguridad de Bullrich y Macri ha fracasado.
Facundo fue fusilado por la policía.
Un gran triunfo de Patricia Bullrich y su jefe Macri. Sin necesidad siquiera de escribirla, ni mucho menos consensuarla con nadie, apenas enunciada, la "Doctrina Chocobar" entró en plena vigencia, y cada vez más policías en todo el país se animan a matar pibes por la espalda. Otro nuevo crimen de la policía con encubrimiento mediático, y no será el último: 725 asesinados por las fuerzas de seguridad en 721 días de gobierno (CORREPI, informe anual 2017). Eugenio Zaffaroni sostuvo con clarividencia "América Latina sufre un genocidio por goteo", pero en el gobierno de Corporación Cambiemos el goteo ya es un río de muertes.
Ni siquiera hizo falta escribir la nueva doctrina, debatirla, reformar la Constitución, o cagarse en todo y lanzar otro DNU, nada… Bastó felicitar a un solo matador, y la doctrina entró en plena vigencia. La doctrina "Chocobar" en nombre del polícía bonaerense que asesinó por la espalda y luego remató en el suelo de un joven delincuente de 18 años. Chocobar fue invitado a la Casa de Gobierno y delicitado por el propio Felino Macri. El presidente y la ministra felicitaron oficialmente al acusado y atacaron duramente al juez que lo procesó, en contradicción directa con el alegado "respeto a la justicia independiente".
"Estoy orgulloso de que haya un policía como vos al servicio de los ciudadanos. Quedate tranquilo porque hiciste lo que hay que hacer y te vamos a ayudar a resolver tu situación".Mauricio Macri - Presidente de los argentinos
Esta felicitación y garantía de ayuda oficial, que hoy se conoce como "doctrina Chocobar", desató una serie de asesinatos de jóvenes de parte de miembros de fuerzas de seguridad.
"A la muerte del niño hay que sumarle los casos de Víctor Robles asesinado por un policía de civil; el de Ángel Alexis Noguera asesinado de un disparo con bala de goma en la cabeza en un procedimiento policial realizado en la casa de la víctima; el caso del comisario Pineda que ingresó al domicilio de un supuesto asaltante, le disparó y luego falseó el procedimiento, y el caso de Maximiliano Ariel Tapia, quien perdió una pierna producto de un disparo realizado por personal policial en Las Talitas".Ana Laura Lobo Stegmayer - Directora ejecutiva de Andhes, organización de Derechos Humanos que nuclea a abogados y abogadas del noroeste argentino
La muerte de un niño no tiene consuelo, y tampoco tiene calificativo la crueldad de quien anuncia y estimula esos crímenes. Ya perdió vigencia la discusión acerca de la baja de edad de imputabilidad de los jóvenes. Lo que va a marcar la agenda oficial, a partir de ahora, en esta temática, es desde qué edad está bien asesinar a un niño. Seguramente para establecer un protocolo de felicitación de miembros de fuerzas de seguridad que ejecuten habitantes. En pocos meses, no sólo se ha agudizado la pobreza de millones de argentinos y endeudado el país por generaciones enteras. Se ha puesto en marcha además, y en función del modelo económico que lo sustenta, un plan de estigmatización, persecución, asesinato y encarcelamiento de integrantes de sectores sociales vulnerables, comenzando con los pueblos originarios y continuando con los opositores políticos.
Corresponde recordar que el señor Chocobar no ha elaborado ninguna doctrina: simplemente se limitó a cometer un asesinato. Quien ha elevado esas justificaciones a la categoría de "doctrina" ha sido nada menos que el señor Tijeras Macri, lo hace al problema mucho más grave.
El "gatillo fácil" no es un accidente, porque podría evitarse. A Facundo Ferreira lo mataron dos policías por la espalda y fueron liberados. Quienes alientan la "doctrina Chocobar" son responsables, porque envían a las fuerzas de seguridad un mensaje de impunidad y discrecionalidad para el uso de armas de fuego que nos dejan a todos expuestos.
Facundo iba en una moto, como acompañante de un chico de 14 años que cuenta que se salvó de milagro. “Fueron como 20 tiros”, le dijo a un diario local. Se supone que la policía perseguía a otras tres motos, y que los chicos tuvieron la desdicha de quedar en medio del fuego cruzado.
Hace unas semanas le preguntaron a varios expertos que significaba que el presidente haya recibido al policía Luis Chocobar, luego de que asesinara por la espalda a un joven que había robado. Chocobar fue tratado como un héroe a pesar de que un video probaba lo contrario. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich lo había explicado así: "Siguió todos los protocolos de la nueva doctrina que hemos elaborado". La ministra incluyó en esa nueva doctrina el fusilamiento por la espalda del mapuche Rafael Nahuel.
"Es la doctrina de la muerte. Se está construyendo un Estado que avala la muerte aún en casos como éstos, donde es evidente que la intervención fue desacertada. El discurso del Presidente y de la ministra de Seguridad posibilitan que estos casos aumenten. Es gravísimo. Las fuerzas de seguridad reciben rápidamente los mensajes políticos. No son inocuos, generan intervenciones concretas".Rodrigo Pomares - Director de Seguridad Democrática de la Comisión Provincial de la Memoria.
Pablo Kukok (17 años) Quilmes. Asesinado por la espalda. Rafael Nahuel (21 años) Villa Mascardi. Asesinado por la espalda. Facundo Burgos (11 años) El Bajo, Tucumán. Asesinado por la espalda. Las balas que los asesinaron provienen todas de las fuerzas de seguridad habilitadas y felicitadas por el gobierno macrista.Carlos Ciappina – Doctor en Comunicación y profesor de Historia de América Latina en Periodismo de la UNLP
Mataron a mi negrito: Ya no me quedan lágrimas. Nos destrozaron la vida. El Negro era un niño maravilloso, lleno de amistades, que no tenía problemas con nadie. Y anteayer a la madrugada, a pocas horas de su primer día en la secundaria, lo mataron, me lo mataron. Tenía 12 años: 12 años, tenía, ¿entienden? Un niño, hermanito de otras dos niñitas, de repente pasó a estar en el hospital Ángel Padilla, tirado en un rincón, con la cabeza destrozada… Era una criaturita, mi criaturita. (...) unos uniformados les dispararon a quemarropa, así, ¡a quemarropa! No existió ningún enfrentamiento. Y en cuanto nos enteramos, salimos corriendo al hospital, donde nos recibieron con mentiras los voceros arreglados con las Fuerzas. “Sufrió un accidente vial”, nos dijeron. Y minutos después, la tomografía nos anunció que había fallecido por el tiro de un arma de 9 milímetros.Mercedes del Valle Ferreira - Abuela de Facundo
La Pena de Muerte a los 12 años
Armado o desarmado, en ocasión de robo o jugando a la pelota, en una persecución o tirando patadas invisibles en la murga de cualquier barrio, el pibe de la villa, el pibe de la calle o el pibe de los sectores populares ya está predestinado a una muerte anunciada. Muerte de olvido, muerte de hambre, muerte de encierro o muerte de plomo. El resto son detalles, versiones y lecturas que, generalmente, siempre nacen de un lado del mostrador, afirmando lo que ya se había cocinado, argumentando lo que ya se había decidido, justificando lo que ya habían preestablecido.
Acá nos dicen marginales por vivir en La Bombilla. Por ser negritos y usar gorra nos discriminan. Yo soy empleada doméstica pero voy a limpiar el nombre de mi nieto aunque tenga que caminar toda la provincia. Me duele leer todo lo que dicen de él...Mercedes del Valle Ferreira - Abuela de Facundo
La familia vio el cuerpo de Facundo con un tiro en la nuca, heridas de bala de goma en la espalda y la marca de un borcego policial de una patada que recibió en el rostro, ya en el piso.Sebastián Lorenzo Pisarello - Agencia de Prensa Alternativa
Antes de que caminen, antes de que terminen el primario, antes de que transiten la adolescencia, antes de todo eso, ya están marcados, ya están marcadas las cartas, ya están esperando los institutos y las cárceles y la triste muerte tendida de un niño en el asfalto.
Otro crimen de la policía con encubrimiento mediático
El asesinato ocurrió el jueves 8 de marzo en San Miguel de Tucumán. Clarín, La Nación, Crónica, Diario Popular o Perfil no lo mencionaron en tapa, aunque algunos de ellos sí dedicaron espacio a otros hechos de violencia o de la sección "policiales", nunca se encargan de difundir estas noticias. En este caso, la foto de Facundo tirado en el suelo, desangrado y ya muerto dió la vuelta al mundo, pero a pesar del encubrimiento mediático. Así, entre los periódicos que se distribuyen supuestamente en todo el país, la única excepción fue Página/12, que sí incluyó un título en su portada.
Por la tarde del sábado 10, Clarín, La Nación, Infobae, Télam, Radio Nacional y TV Pública seguían sin un solo texto sobre el tema en sus páginas principales, desde sus cabeceras hasta el final al pie, lo cual en algunos de ellos puede incluir hasta cien títulos. La excepción a esa hora eran otra vez Página/12, que le dedicaba el título principal, así como el portal noticioso Infonews. En tanto, Tiempo Argentino lo incluyó entre sus títulos de primera línea.
La mayoría del sistema mediático, que trabaja a favor de los intereses del gobierno, pretende así quitarle visibilidad a un tipo de acción policial que Macri y Bullrich respaldan abiertamente, la llamada "Doctrina Chocobar". El encubrimiento mediático a las acciones criminales de las fuerzas represivas tiene gran intensidad, como se observa en los casos de la muerte de Santiago Maldonado. Los medios oficialistas dieron gran espacio a las mentiras de la ministra Bullrich, quien negó que Maldonado estuviera en el lugar de los hechos, y montaron operaciones para hacer pensar que paseaba por otros lugares del país. Un columnista de Clarín, Eduardo Van der Kooy, llegó a escribir que Maldonado se había "esfumado".
Estos medios ultraoficialistas también intentan blindar al gobierno en el caso del asesinato de Rafael Nahuel, el joven mapuche baleado por la espalda por la Prefectura Naval en la zona del Lago Mascardi, cerca de Bariloche, a fines de noviembre. La ministra Bullrich llegó a hablar de un supuesto tiroteo, con armas de gran calibre usadas por Nahuel y otros mapuche, lo cual resultó totalmente falso.
Es aberrante que este y otros chicos asesinados no sean un escándalo que los portales de los grandes diarios, y ni siquiera registren el hecho. Apenas ayer, La Nación lo escatimaba bajo el título: "Murió un chico de 11 años en un tiroteo con la policía". Y listo...
Con la misma lógica, esos mismos medios, en tiempos del genocidio, acuñaron la expresión "enfrentamiento armado". Se entiende que esta vez no hayan recurrido al viejo sofisma, ya que resulta difícil explicar cómo es posible enfrentarse a alguien, y a la vez recibir un tiro en la nuca.
Los próximos Facundos
Facundo, en su muerte, nos dice que hay tantos Facundos que siguen esperando que la bala por favor no los alcance nunca. Las mismas voces que piden mano dura, ejecución sumaria, pena de muerte, "limpieza a seco"; todos esos que se indignan con Raúl Zaffaroni no ven nada más que un negrito de mierda muerto en un charco de sangre en una calle lejana.
"Algo habrá hecho", deben decir. Como siempre...
Pero ellos también mataron Facundo. Nuestra sociedad lo mató, aunque ahora nos hagamos los boludos. Y nuestra sociedad matará a los próximos Facundos que vendrán.
Algunos lo dijimos desde el comienzo de este gobierno: estos tipos son violentos. Son hijos de la dictadura. Nostálgicos de represores. Maniáticos de la teoría de los dos demonios, en la que ni siquiera creen porque para ellos hay uno solo, y es el pueblo. El demonio para ellos son los pobres, los “negros”, los cabecitas, los inmigrantes latinoamericanos, los villeros, los mapuches y los demás pueblos originarios, los jóvenes de hogares destruidos por ellos mismos, las mujeres que aprendieron a defender sus derechos y los defienden con alma y vida, y sobre todo con sus vidas.Mempo Giardinelli
Estaban agazapados y disimularon un poquito pero se les cayó la careta. Y ahora, con la vía libre protectora de los grandes medios y la telebasura salen a matar y matan. Como a Santiago Maldonado, como a Rafael Nahuel y esta semana a ese tucumanito de once años, Facundo Ferreira. Y nadie lo dude, seguirán matando porque la violencia está en el adn de este gobierno. Está en el adn del neoliberalismo y quien no lo reconozca será, a la larga, cómplice de la barbarie de traje y corbata gubernamental.
Esto evidencia el agravamiento de la maldita grieta que inventaron e impusieron los Magneto-boys, sembrando odio en lo que era un país contradictorio e imperfecto pero de paz. Y grieta que agrandan con el auxilio de una justicia irrecuperable y con minúsculas, que ahora libera monstruos con ladinas argumentaciones leguleyas. Primero Etchecolatz y ahora, en cualquier momento, Astiz, el Tigre Acosta, el cura von Wernich y otros 93 genocidas.
El daño colateral de la política de seguridad de Bullrich y Macri hoy se llama Facundo, que tenía 12 años, a quien mataron y cuyos asesinos están libres. La política de seguridad de Bullrich y Macri ha fracasado.
Facundo fue fusilado por la policía.
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