Año: 1990
Género: Rock
Duración: 42:00
Nacionalidad: Argentina
En la entrada del disco "Serú 92" de Serú Girán hablamos de este disco y quedé en traerlo, aquí lo tienen, siempre hay gente dispuesta a escuchar a Charly...
Filosofía barata y zapatos de goma es el sexto álbum de estudio en solitario del músico argentino Charly García (1951-). Todas las canciones fueron grabadas en junio de 1990, con excepción de «Me siento mucho mejor» que fue grabado en enero del mismo año. El álbum fue producido por García y Joe Blaney.Wikipedia
El disco contenía una polémica versión del Himno Nacional Argentino, por la cual García debió sortear un juicio por «ofensa a los símbolos patrios», que, finalmente, terminó siendo autorizada por los tribunales.
Es considerado por un sector de la crítica[cita requerida] como el último gran disco de García antes de su etapa Say no more, con la que atraería a un nuevo público pero alejaría a varios de sus seguidores más veteranos.
El año 1977 fue bastante difícil para Charly. Con 26 años, se había separado de su esposa, María Rosa Yorio, con quien tenían a Migue, de tan solo un año y medio. La Máquina de Hacer Pájaros ya no lo satisfacía como en un principio y sumado a sus problemas personales, decidió partir hacia algún lugar. Llegó a Buzios (Brasil), con lo puesto, una guitarra y la compañía del Ruso David Lebón. Allí empezaron a darle forma a lo que un año después sería Serú Girán y a componer algunas de las canciones que conformarían el primer disco de la banda. En Buzios donde Charly se enamoró de una camarera, Zoca, una estudiante de danzas de 21 años. Empezaron una relación que marcaría gran parte de la carrera de Charly. En sus letras habían desaparecido los contenidos depresivos de «Ruta perdedora» o «Marilyn». Durante años, Charly y Zoca fueron inseparables, hasta que en 1990 y sin previo aviso, ella partió para no volver.
El disco fue íntegramente compuesto luego de la partida de Zoca. Fiel a su estilo, García expuso toda su situación personal en un álbum. Filosofía barata y zapatos de goma es, quizás, uno de los trabajos más autorreferenciales de la carrera de Charly y está íntegramente dedicado a su situación personal de esos tiempos. Menos de un año más tarde, Charly fue internado por primera vez.
Los coros de la canción «Filosofía barata y zapatos de goma» fueron realizados por Lolita Torres, quien hace un juego de superposiciones vocales hacia el final del tema.
El tema «Me siento mucho mejor» es una versión en español del tema «I'll Feel a Whole Lot Better», compuesta por Gene Clark y grabada por The Byrds en 1965.
Filosofía barata y zapatos de goma, que cumple 30 años, representa ese instante en el que los 80 no acababan de terminar ni los 90 de empezar.
- Filosofía barata entendido como una bisagra negativa;
- Filosofía barata como el último gran disco de Charly;
- Filosofía barata como el comienzo de “la decadencia”;
- Filosofía barata como el último episodio de la trilogía del Charly clásico iniciada en Parte de la religión;
- Filosofía barata como el instante de calma antes del tornado;
- Filosofía barata como la autopsia sentimental de la resaca de los ochenta;
- Filosofía barata como el último disco de Charly que realmente escucharon los que no firmaron el pacto de ficción de la era Say No More;
- Filosofía barata como el canto de cisne de toda una época;
- Filosofía barata como el disco de divorcio de Charly;
- Filosofía barata como “un disco más de Charly García”;
- Filosofía barata como la prueba irrefutable de que incluso “un disco más de Charly García” no es menos, y activa más interpretaciones y análisis y preguntas, que el mejor disco de cualquier otro artista.
El
cambio de década encuentra a Charly García, un prócer demasiado joven, en un
momento ambiguo. Empieza 1990 tocando en Nueva York y ganando un premio por su
actuación en la película Lo que vendrá.
De esa época data su obsesión por tocar con Keith Richards, vínculo en ciernes
que sintetiza su eterno anhelo de repercusión anglosajona. En Cómo conseguir chicas, el disco que sonó
mejor en vivo que en estudio (copyright Sergio Marchi), “Ella es bailarina”
databa de la época de La Máquina de hacer pájaros; “Suicida” había quedado
afuera de Parte de la religión; las
melodías de “Anhedonia”, “Zocacola” y “No me verás en el subte” correspondían a
instrumentales de bandas de sonido. A pesar de contar con bellas canciones, ya
no tiene la cohesión ni la extraordinaria regularidad de los primeros discos
solistas. Es decir, Charly García, ya no sólo compite con el recuerdo de Sui
Generis o Serú Girán, sino también con la etapa iniciada en 1983.
Esa,
tal vez, sea la rapsodia de los que decoran el tiempo: se les exige de acuerdo
a parámetros que ellos mismos establecieron, inalcanzables para la mayoría.
En
una nota de 1989, incluida en Rockología,
de Eduardo Berti, se puede palpar esa demanda de la opinión pública a la que
García, quiera o no, se adaptaba: “Si, a diferencia de Piano bar o Clics modernos,
los dos últimos álbumes de García no revolucionaron el sonido local [Parte de la religión y Cómo conseguir chicas], no produjeron
una conmoción estética, es porque no siempre se puede hacer una revolución,
dice. En cambio, el próximo disco tiene que romper todo. Necesito otro Piano bar, repite, y vaya uno a saber si
lo logrará”. Ya al año siguiente, en nota televisiva con Tom Lupo, habla de no
tener que dar examen todos los días y evitar “hacer la crítica con rayo láser”
para después “reconstruir con escoba”...
***
A
pesar de que en el mundo y en el país acontecían hechos determinantes (la caída
del muro de Berlín, el inicio de los indultos, la hiperinflación) Filosofía es un disco en el que Charly,
más que mirar desde el balcón del departamento de Santa Fe y Coronel Díaz para capturar
el zeitgeist y devolverlo transformado en una agradable canción pop de tres
minutos, se mira al espejo. Es un disco donde se respiran más persianas bajas
que calle. Grabado entre julio y agosto de 1990 con quienes al año siguiente,
luego de su primera internación, se convertirían en Los Enfermeros (Hilda
Lizarazu, Fabián Quintiero, Carlos García López, Fernando Lupano, Fernando
Samalea), el dream team técnico del disco incluye a Mario Breuer en las
consolas de Panda y Ion, y la clásica mezcla de Joe Blaney en Electric Lady,
más el corte final de Ted Jansen.
El
sonido parece representar fielmente ese instante en el que los ochenta no
acababan de terminar y los noventa no terminaban de empezar: la amable crudeza
de la voz, de textura cada vez más áspera, contrasta con la prolijidad de
algunos temas, en plan AOR, por ejemplo “Curitas”, que desemboca en una épica
suite de tinte funk progresivo donde cada instrumento se luce –debe ser uno de
los mejores solos de García López-, mientras Charly desgrana frases para la
historia (“Todo el mundo tiene penas, pero yo ya extraño hasta tus problemas”,
“La música ya está bien separada, ya nadie va a grabarme a mí”) y se escucha la
melodía de lo que años más tarde sería el estribillo de “Kurosawa” (1994).
En
el hit “Me siento mucho mejor”, el cover de The Byrds en versión Tom Petty, el
espíritu más rockero que se escucha en el demo parece sosegado por la pulcritud
de la mezcla. En “No te mueras en mi casa”, compuesta con Aznar y Cerati para
el proyecto de Tango que no fue, el
tono sardónico de la letra parece anunciar el devenir de los próximos años. Pistas
de la “transformación”.
Sin
embargo, predominan los lentos. El fantasma del genio de Minneapolis sobrevuela
“Sólo un poquito nomás”, aunque en la resolución melódica del estribillo hay
puntos de contacto con la melosa “Take My Breathe Away”, de Berlin (hit de la
banda de sonido de Top Gun). Estéticamente,
este tema pertenece a un conjunto de canciones entre las que también se podrían
encontrar “Lo que ves es lo que hay” (grabada recién en El aguante), “Shisyastawuman” (Cómo
conseguir chicas), “Woman on the train” (cedido a Leticia Bredice para su
disco Actriz), “It’s no my problem” o
“She’s gonna steal my money” (versionado por Miguel Ríos con el título “Hay
chicas”). Demos con letras en inglés que Charly no pasó al castellano. “Curitas”
era “Father kill me”. (Luego vendría “Kill my mother”: evidentemente Charly
García resuelve el Edipo a su manera).
“Siempre
puedes olvidar”, compuesta y cantada a dúo con Fabiana Cantilo, al igual que “A
punto de caer” del disco anterior, es una preciosa canción para escuchar un
domingo a la tarde y mirar el vacío con cariño. Todo gran artista tiene su Blood on the tracks. Aunque la
cronología de la relación con Zoca nunca estuvo clara, se suele entender Filosofía barata como el disco de divorcio de Charly. Según cuenta la
leyenda 1990 es el año en que Zoca decide volver a Brasil, por eso ante la
pregunta vargasllosiana “¿cuándo se
jodió García?”, una de las favoritas en la nostálgica sobremesa del rock
argentino, muchos establecen el corte en la separación con su pareja mitológica,
la más enigmática y bella, la que no volvió a hablar en público después de No digas nada, la musa de “Promesas sobre el bidet” y “Pasajera en trance”, el ángel
del regreso de Serú, una mujer tan amada por Charly como por sus fans, que la
interpretan como el único ser en la Tierra capaz de redimir el dolor atávico
del ídolo.
Más
allá de la cuestión biográfica habría que preguntarse qué disco de Charly
García no es factible de ser considerado de
divorcio.
***
Lo
simple y complejo del tema que abre el álbum, “De mí”, es una marca registrada
a lo largo de toda su carrera, desde “Cinema verité” a “La máquina de ser
feliz”. Un tema de autoayuda para piano y voz que rubrica el intimismo del
resto del disco y a la vez certifica la sensibilidad en carne viva de su autor
como así también el singular lazo, a prueba de balas, que lo une con sus fans. Un
pasaje de la canción se repite en el anteúltimo tema del disco, la simpática y
agónica “Canción del indeciso”, que ya estaba en los demos de Cómo conseguir chicas e inicia con la
pregunta lacónica, de trasfondo generacional, atribuida a Spinetta: “¿Para esto
me operé?”.
“Filosofía
barata y zapatos de goma” es una balada con sintetizadores que parece compuesta
por un ciborg mitad Serrat, mitad Spinetta. La participación en coros de Lolita
Torres, que en “Curitas” toca las castañuelas, se puede apreciar en su real
dimensión en el recital homenaje a los 50 años de trayectoria de la cantante en
el Luna Park, durante 1992. Cierta precariedad del video clip, dirigido por
Raúl de la Torre, se ve compensada por la gestualidad de García (¿cómo es que
con un par de movimientos de manos puede dotar cualquier escena de densidad
artística?) y el monólogo de la política de los insectos de La Mosca (Cronenberg, 1984), que con el
diario del lunes se advierte a modo de anticipo: “Yo era un insecto que soñaba
que era un hombre, y lo amaba, pero ahora el sueño se terminó, y el insecto
está despierto”.
***
Dos
años después de que le dijera que se copiaba a sí mismo y se daba cuenta,
Lanata, en su programa La luna, le pregunta
a Charly por qué “tiene miedo de la escena de calle”. La cita corresponde a
“Gato de metal”, signo del horóscopo chino al que pertenece García por haber
nacido en 1951, información que recibió de Ludovica Squirru y lo motivó a
componer.
Según
el sitio de astrología Zócalo, “por
su seguridad básica en sí mismo” y “su
capacidad de discernimiento”, el gato de metal puede ser “un excelente juez de
cualquier tipo de formas artísticas creativas”. Pero, por su espíritu
romántico, “este tipo de Gato puede tener inclinación a los estados anímicos
sombríos, y sólo trabaja bien cuando está suficientemente inspirado”. (¿Si lo
sabremos?). “Gato de metal” es ese tipo de tema que, dado el nivel de su autor,
podría ser considerado “de relleno”, pero que con el tiempo se transforma en
“de culto”. Nunca más volvió a formar parte del repertorio. Parece un blues
después de Michael Jackson, parece un rap lento, parece eso que es difícil de
explicar: un tema estilo Charly García.
Pero ¿cuál es el estilo Charly García? ¿Asimilar todo tipo de influencias,
metabolizarlas y adueñárselas? Tal vez.
A
Lanata le respondió que estaba en Nueva York y tenía que ir a comprar
instrumentos a una zona peligrosa. Por eso tenía miedo de “la escena de la
calle”. Como sucede a menudo, no convalida abiertamente la profundidad de sus
letras, más bien las reduce a eventos cotidianos, azarosos, intransferibles.
El disco cierra con la versión hendrixiana del
“Himno Nacional”, cuyo germen fue un pedido de Federico Peralta Ramos. Se trató
de una apuesta arriesgada, al borde del gesto demagógico, algo que, en forma
inesperada, ratifica un encendido Luis Alberto Spinetta, según la revista Pelo, en marzo de 1991: “Para mí
representa una claudicación. Es una gran bajada de pantalones porque no
solamente no pertenece al contexto rockero, sino que sigue teniendo el mismo
hálito que aquella famosa “Salve, salve rock and roll” de Billy Bond y Jorge Álvarez
(…) Probablemente, lo que más tenga valor de eso es la forma de decir la misma
letra, pero no sólo es chato musicalmente, sino que como idea me parece un
recurso obvio, de mal gusto”. La controversia que generó, incluida la denuncia
“por ultraje a un símbolo patrio” (una crítica más esperable que la de Spinetta),
hizo que el 29 de octubre de 1990 García escribiera una carta pública donde
defendía su derecho a realizar una versión del himno “bien tocada”, para
después aclarar que “en definitiva yo soy un músico y no un profesional del
escándalo”.
Con los años “el Himno de Charly” parece constituir
un hábil ejercicio de apropiación cultural de aquello que, después de la última
dictadura cívico-militar, parecía pertenecer sólo a los sectores más conservadores
del país. Para defender a Charly, es común afirmar que la versión es
“respetuosa” cuando tal vez “la falta de respeto” sea el único camino para
darle vida a una obra de ese tipo (manoseada por el nacionalismo fascistoide). El
efecto de extrañamiento que produce se basa en la interpretación desgarradora,
casi fantasmagórica, de García, que, con total “libertad, libertad, libertad”,
adopta la letra a su propia cadencia vocal, como si se tratara de un tema de
Lennon/McCartney y no de López y Planes/Parera. Que en vivo haya cantado “huid
mortales”, “y los libres del mundo ¿responden?” o “sean eternos los papeles” es
otro eslabón en la gran cadena de ironías de su carrera.
Sin
embargo, es probable que el tema de Filosofía
barata más atesorado por los fans sea “Reloj de plastilina”, de raigambre
beatle y con intro similar a “Drive”, de Todd Rundgren (canción incluida en The Ever Popular Tortured Artist Effect,
el mismo disco de “Influenza”). Palmas, coros, riff de piano y voz se articulan
producto de esa ingeniería sofisticado y al mismo tiempo netamente artesanal
que sólo puede surgir de la mente de Charly García. La letra, con claras
alusiones autobiográficas, hilvanada a la perfección, ofrece varios eslóganes
poéticos que podrían servir como leyendas de tatuajes, remeras y tazas:
“Lástima nacer y no salir con vida” y la declaración de principios “Fui lo que
creí, soy lo que está pasando”.
Filosofía barata y zapatos
de goma fue presentado en el Gran Rex en noviembre de 1990 con una seguidilla
de once presentaciones, récord superado por Soda Stereo al año siguiente. Al
repertorio del disco y los hits, García añadió temas de otras épocas que
calzaban con el tono de su último trabajo, por ejemplo “Total interferencia” y
“Vos también estabas verde”. En una de las presentaciones un freak subió al
escenario y le apuntó con un revólver de juguete. García concluyó, con la
ocurrencia habitual: “Soy el John Lennon del subdesarrollo”.
***
¿De
dónde proviene la dulce melancolía que exhala la etapa de Filosofía barata y zapatos de goma? Tal vez de la “continuidad
perdida”. Tal vez de la hipótesis de un Charly García que no podía durar. El que,
satisfecho con ser parte de la historia, podría haberse dedicado a grabar
discos de estudio con la periodicidad de Los Rolling Stones y salir de gira a bordo
de un repertorio canonizado. Un artista de consenso y posiblemente inofensivo.
Un emblema, por supuesto, pero del pasado.
Filosofía barata,
entonces y a la vez, como la consolidación del Charly de los ochenta y la
postal del Charly que no fue.
En
los años siguientes vendrían las internaciones, los regresos incómodos, la
radicalización, el célebre “caos” de los recitales, los exabruptos y los
escándalos, el ocaso de la estrella
como una puesta en escena transmitida en vivo y en directo a todo el país. Para
aggiornarse a los tiempos, Charly García eligió dinamitar los puentes con su
propio pasado. Aunque muchos se sigan preguntando si no había otra alternativa
más saludable y apta para todo público, hoy parecen no quedar dudas: no podría
haber sido de otra manera. ¿Acaso no es justamente esa predisposición suicida por
asumir riesgos irreversibles en pos de una ética artística lo que distingue a
Charly García de los demás?
Este disco empieza perfecto, y tiene unos cuantos clásicos, pero demasiados temas a medio hacer. "Solo un poquito no más" probablemente es el mejor ejemplo de todos: El estribillo es uno de los mejores momentos del disco, pero el resto de la canción es ... nada. Y el estribillo son menos de diez segundos, y es dolorosamente similar a "Take my breath away", de Berlin (banda sonora de Top Gun). Igual, puedo darle un ocho, en vista de que los puntos altos son altos. De eso no hay duda. "De mí", es otra más canción perfecta. Pero probablemente ya la conozcas ("cuando estes mal cuando estes sola, cuando ya estes cansada de llorar, no te olvides de mi, porque sé que te puedo estimular"). "Filosofía barata y Zapatos de goma" es tan buena o mejor, con acordes elaborados, percusión interesante, layers de instrumentos, gritos, coros femeninos hermosos, moogs, y un final espectacular, donde la emoción aumenta y aumenta y los instrumentos se agregan y se agregan y el coro sigue cantando y un acordeon y la bata hace unos rellenos y el coro sigue y sigue y sigue y sigue y una guitarra eléctrica sube por las cuerdas Y TE ARRANCA LA CABEZA!. O eso creo yo.niv
Los temas que siguen a semejante dueto son "Reloj de plastilina" y "No te mueras en mi casa": están bien instrumentados, pero ambos tienen melodías flojas (para los estándares de charly!). "Gato de metal" es un tema bien bizarro con una armónica hermosa y bizarra y García cantando con voz de loca, pero no es una gran canción, aunque el final es una zapada muy copada, donde varios instrumentos se pasan el solo (aunque probable sean regrabaciones de 1000 Charlys tocando todos los instrumentos).
"Curitas" es el tema más largo del disco, posee una percusión de castañuelas interesantisma, una gran melodía y diezmil millones de instrumentos que entran y salen y se pasan el solo, a veces hacen solos al mismo tiempo. Imperdible. En un momento, una trompeta toca la melodía vocal de "así como estoy no puedo ir" ("Kurosawa"), que todavía no sería escrita (o grabada) hasta dentro de cuatro años. "Me siento mucho mejor" es un tema rockero muy pegadizo, un cover de The Byrds traducido al castellano, una banda de los '60 que es considerada clásica en los círculos aficionados de la crítica internacional, aunque nunca pasaron un puto tema por la radio argentina. "Siempre puedes olvidar" es una balada espaciada, lenta, hermosísima, con voces femeninas y una gran melodía. Cierran el disco "La canción del indeciso", un tema divertido, que tiene partes de "De mí", y una versión rockera del "Himno nacional argentino", que personalmente encuentro muy bueno, aunque la elección de tonos de sintetizador me parece un poco cuestionable.
1. De mí
2. Filosofía barata y zapatos de goma
3. Reloj de plastilina
4. Gato de metal
5. No te mueras en mi casa
6. Curitas
7. Sólo un poquito no más
8. Me siento mucho mejor
9. Siempre puedes olvidar
10. La canción del indeciso
11. Himno nacional argentino
Alineación:
- Charly García / todos los instrumentos.
- Carlos García López / guitarra.
- Hilda Lizarazu / voz.
- Fernando Lupano / bajo.
- Fabián Quintiero / teclados.
- Fernando Samalea / batería, máquinas de ritmo, percusión y bandoneón.
Invitados:
Pedro Aznar / bajo en "No te mueras en mi casa".
Andrés Calamaro / órgano electrónico CasioTone.
Gustavo Cerati / guitarras en "No te mueras en mi casa" .
Fabiana Cantilo / voces.
Nito Mestre / voces.
Lolita Torres / voces y castañuelas.
Rinaldo Rafanelli / dirección orquestal.
Bruja Suárez / armónica en «Gato de metal».
los tracks 01, 02, 03, 05, 06, y 07 están dañados
ReplyDeleteque lastima quería bajar este disco en flac. mi cd original tambien tiene tracks dañados.. :/
ReplyDeleteTomá Campeón!, Te Lo Regalo Yo..... Flac+Cue+Log (No Scans). Rip Propio.
ReplyDeletemagnet:?xt=urn:btih:bb425cda858082bfc61cd2b984e749e5b1b1d306&dn=Charly+Garcia+-+Filosofia+Barata+y+Zapatos+de+Goma+%281990%29+%5BEAC-F&tr=udp%3A%2F%2Ftracker.openbittorrent.com%3A80&tr=udp%3A%2F%2Fopen.demonii.com%3A1337&tr=udp%3A%2F%2Ftracker.coppersurfer.tk%3A6969&tr=udp%3A%2F%2Fexodus.desync.com%3A6969
¿Se podría volver a subir?
ReplyDelete¡Muchas gracias!
Juan