#Músicaparaelencierro. Si los Gentle Giant y Zappa estuviesen en actividad hoy en día, bien podrían haber grabado juntos este disco, entrandole juntos al math rock moderno. Una manifestación de math rock que se instala a la vanguardia del rock progresivo que apunta directamente al futuro... esto es rock progresivo en su sentido más completo. Complejo al máximo (crearlo les llevó 15 años) pero también muy fresco y divertido, milimétrico y completamente fuera de lo conocido y reconocido, una maravilla irónica y desfachatada que sale de toda normativa, logrando un conjunto de composiciones que pueden quemar lo que queda de tu cerebro. Aunque no sea para todo el mundo, porque podría ser definido como música para amar o para odiar sin términos medios ni grises, esto es progresivo bien hecho, y devolviendo a la vida el epíteto literal del género. Personalmente, lo considero uno de los mejores discos de la década, por lo que no puedo dejar de recomendárselos empecinadamente!
Artista: Bubblemath
Álbum: Edit Peptide
Año: 2017
Género: Progresivo Ecléctico / Avant prog
Duración: 63:59
Referencia: Discogs
Nacionalidad: EEUU
La formación actual de Bubblemath se unió en 1998 y están juntos desde entonces. lanzaron su primer álbum de 2002 (un álbum que les hizo ganar 86.000 seguidores en MySpace y el premio "2002 Mejor Grabación Ecléctica" de la Academia de Música de Minnesota), y luego de quince años de preparación, el ecléctico quinteto yanky de avant-prog y math-rock Bubblemath entrega su segundo disco, y hace que la espera haya valido la vale la pena con su fórmula no formulada de texturas no lineales, maestría musical loca y virtuosa, voces hipnóticas y una encantadoramente actitud desafiante a toda normativa.
La intrepidez musical se apodera de las composiciones a lo largo de este disco: armonías únicas, paisajes sonoros imaginativos y colisiones estilísticas que en otras manos sonarían torpes pero que en este caso acentúan el genio particular de estos muchachos.
Si querés escuchar algo bien alejado tanto de la "normalidad" y las normativas, así también como de la corriente principal en el ámbito progresivo, entonces valdrá la pena que los descubras.
El disco combina la complejidad con la experimentación, logrando armonías densas y a veces rozando lo psicodélico, pero con vitalidad sinfónica y una inquietud a toda prueba, logrando música inteligente e intrincada, logrando una música realmente peculiar que no se toma a sí misma y a su humor irónico demasiado en serio y permite que la diversión aparezca en medio de la complejidad intelectual.
Y veamos lo que dice nuestro eterno comentarista involuntario de siempre, opinando sobre este discazo de hoy:
BUBBLEMATH es el grupo al cual prestamos hoy toda nuestra atención por causa de su más reciente trabajo fonográfico, el mismo que se titula “Edit Peptide” y fue muy publicado hace muy poco por el sello Cuneiform Records, más exactamente, a fines de mayo pasado. Se trata del segundo disco de este grupo, siendo el primero “Such Fine Particles Of The Universe”… ¡y data del año 2001! Tras este largo paréntesis vuelve al ruedo este grupo con la misma conformación de aquel entonces: Blake Albinson [guitarras eléctrica, acústica y clásica, teclados, saxofón tenor y voz], Jay Burritt [bajos con y sin trastes, contrabajo eléctrico, sintetizador bajo y voz], Kai Esbensen [teclados y voz], James Flagg [batería, percusión y voz] y Jonathan G. Smith [voz, guitarras eléctrica y acústica, flauta, clarinete, campanas, gong, glockenspiel, xilófono, dulcémele, mandolina y banjo]. BUBBLEMATH tuvo su origen en el año 1995 en Mineápolis, Minnesota, logrando agrupar a su alineación definitiva tres años después. El estilo progresivo del grupo es abiertamente ecléctico con una actitud vanguardista que de forma implacable se vale de lo absurdo y lo humorístico para delinear, retorcer, deconstruir y refinar estructuras melódicas, swings, atmósferas y cadencias. En el cosmos musical de BUBBLEMATH no es habitual que una melodía, un esquema melódico o un compás dure mucho a través de los complejos y bien afiatados juegos de diversidad que suelen asentar sus composiciones. Bueno, veamos, apreciemos y degustemos cuidadosamente los detalles de “Edit Peptide”.
La cuarta pieza del disco se titula ‘A Void That I Can Depart To’ y es la segunda más larga del disco con sus 10 minutos de duración. Su línea de trabajo es abiertamente lírica, dejando que la amalgama de todos los motivos que se van sucediendo y alternando fluya con una engañosa apariencia de sencillez. Algunos pasajes incluso nos hacen recordar a la candidez mágica del paradigma Yessiano. Parece que esta sexta canción del álbum ha instaurado un referente importante pues el esquema general de ‘Get A Lawn’ también refuerza notoriamente la lucidez lírica mientras reabre caminos de sofisticada extroversión. La banda está en estos momentos bien metida en la foresta estilística de unos ECHOLYN, dedicada a edificar allí una choza progresiva donde también hay cabida para los delirios policromáticos que habían imperado en la primera canción del disco. Vale la pena resaltar que en ‘Get A Lawn’ hallamos algunos de los mejores solos de sintetizador del álbum. Hay un efecto de sonido de grillos, pequeñas aves y suaves brisas del bosque que une a esta canción con la siguiente, que se titula ‘Making Light Of Traffic’. la misión de esta canción es la de volver de lleno a la polenta electrizantemente ecléctica de las canciones #1 y #3. La majestuosidad y la espiritualidad dadaísta se hermanan de una manera perfectamente compacta mientras la multivocidad musical en curso abre campo para el lucimiento de percusiones tonales y el saxo en medio de los habituales despliegues virtuosos a cargo de las guitarras y los teclados que son de rigueur. Se confirman nuestras sospechas de que el repertorio del álbum es un continuum de plenitudes climáticas que no tienen cómo cesar. Nos vamos acercando al final del repertorio cuando llegamos a la canción que porta el perturbador título de ‘Destiny Repeats Itself’ (¿será una alusión al amor fati que Nietzsche proclama como la entereza moral del Übermensch?). Los mismos efectos de sonido que hilaron el nexo entre las canciones #5 y #6 regresan para introducirnos a esta séptima canción, la cual regresa parcialmente a la faceta jazz-rockera de BUBBLEMATH para darle una renovada intensidad al esquema compositivo ideado para la ocasión.
La pieza titulada ‘The Sensual Con’ es la encargada de proporcionar un broche fabuloso a un disco que no merecía menos que eso, y cómo se puede hacer eso sino reforzando por última vez los delirios Zappianos y los coqueteos con la dimensión surrealistamente jovial del rock-in-opposition. Ésta es la estrategia que se usa en ‘The Sensual Con’, cuya esencia estructural se sostiene básicamente en una exorbitante síntesis de los delirios exquisitos de la primera canción y las celestiales diabluras de la tercera, mientras recibe algún impacto ocasional de los grooves predominantes en las dos canciones precedentes. Esto fue todo con “Edit Peptide”, un disco que es algo más que un simple disco; es una muestra de laboratorio de cómo varios subterfugios del polivalente discurso del rock progresivo pueden fundirse y remodelarse en una renovación molecular que mantiene a dicho discurso totalmente fresco para el segundo decenio del nuevo milenio. BUBBLEMATH se han lucido al 500% con este disco y al 500% lo recomendamos.
Calificación: 9,5/10
El álbum tiene un sonido muy distinto a lo que fue su trabajo anterior y tiene ideas originales, que le da una identidad definida al grupo norteamericano. A pesar de haber estado alejados por tanto tiempo, se escucha en el disco la química, coordinación y la confianza que hay en Bubblemath.
En el disco encontramos influencias de Genesis, King Crimson, Frank Zappa y Echolyn. Sin embargo, solo hay pinceladas de los músicos y bandas anteriormente nombrados, que aparecen pocas veces entre tanto “desorden” y “caos” que, al final, le terminan dando originalidad al nuevo trabajo del grupo norteamericano.
Edit Peptide abre con Routine Maintenance con un inicio ensordecedor, bastante agresivo y rápido, que puede marear a cualquiera. Este tema contiene crescendos interesantes, que aparecen de la nada y muestran toda la creatividad de la banda. Cabe destacar la flauta de Jonathan G. Smith que da paso a una sección más relajada y tranquila, donde se nos regala un descanso, para luego volver a sumergirnos en este caos sonoro bastante entretenido.
Podemos notar en el inicio Edit Peptide cómo el sonido fluye con gran facilidad en medio de los pasajes sonoros tan imaginativos y sólidos que salen de las cabezas de sus integrantes.
Continúa el álbum con Avoid That Eye Candy, en el cual escuchamos pasajes donde la banda muestra toda su destreza, en un tema que podría ser tomado como repetitivo, sin embargo, logra ser bastante pegadizo, y en él destacan los riffs de Blake Albinson y los teclados de Kai Esbensen.
En Perpetual Notion la banda juega y experimenta de manera brillante con los cambios de tiempo, los cuales aparecen a cada momento, dándole un sonido particular y único. Además, en esta canción se destaca la tremenda sección instrumental donde se lucen todos sus integrantes. Se les felicita por arriesgarse y a la vez arreglárselas para hacer un disco complejo, pero bien ejecutado.
Seguimos con A Void That I Can Depart To, donde encontramos pasajes vocales que destacan nuevamente, gracias al trabajo en los teclados de Kai Esbensen y la guitarra de Blake Albinson. Este tema cierra con varios cambios de ritmos inusitados y poco frecuentes. “A Void That I...” es lo mejor del disco: Salta, cae, rebota, da giros en el aire y pareciera llegar a otro lugar, sólo para darnos cuenta después de tanto movimiento que estamos en el mismo lugar, pero que el juego fue de lo mejor, nos mantuvo entretenidos y al final nos dejó satisfechos.
Ya en la segunda mitad del disco, nos encontramos con “Get A Lawn”, donde Jay Burritt sorprende con sus líneas de bajo y a su vez, Esbensen nuevamente impresiona, pero esta vez con sus sintetizadores, junto a toda la banda. Es increíble la fusión que se produce entre todos los instrumentos, dando muestra de una interpretación exuberante de jazz, Avant-garde, rock progresivo y metal.
Making Light of Traffic es vertiginosa, un viaje en montaña rusa donde se destacan los sonidos del xilófono y el banjo de Jonathan G. Smith. Este tema es la confirmación de que la música que se oye en más de una hora de disco es inclasificable, donde abunda lo ecléctico y el caos, pero que da un buen resultado. Gran parte de eso es la calidad técnica y rítmica que tienen los miembros de Bubblemath, quienes además participan con distintos instrumentos y sonidos que hacen a cada composición única.
Cerramos Edit Peptide con Destiny Repeats Itself y The Sensual Con donde Albinson vuelve a destacar con su guitarra y escuchamos claramente una fusión entre Gentle Giant y Dream Theater, mostrándonos con sus instrumentos la capacidad de tejer una sonoridad intrincada y maravillosa.
Después de esta espera tan larga, el disco no defrauda, al contrario, muestra una maduración y reafirmación de algunas ideas que ya se habían desarrollado en “Such Fine Particles Of The Universe”, el primer álbum del grupo. Este es un disco recomendable, pero para su mayor disfrute, como sugerencia, se debería escuchar su anterior trabajo.
Lista de Temas:
1. Routine Mantenance (12:41)
2. Avoid That Eye Candy (3:54)
3. Perpetual Notion (6:57)
4. A Void That I Can Depart To (10:08)
5. Get a Lawn (6:21)
6. Making Light of Traffic (8:58)
7. Destiny Repeats Itself (7:24)
8. The Sensual Con (7:36)
Alineación:
- Jonathan Smith / vocals, xylophone, electric & acoustic guitars, flute, clarinet, glockenspiel, dulcimer, mandolin, banjo, chimes, gong
- Blake Albinson / electric & acoustic guitars, keyboards, tenor saxophone, vocals
- Kai Esbensen / keyboards, vocals
- Jay Burritt / basses (fretted & fretless, synth, upright), vocals
- James Swensen-Flagg / drums, percussion, vocals
With:
Dan Rathbun / bass & drums treatments
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