Skip to main content

Gazpacho - Fireworker (2020)

#Músicaparaelencierro. Un disco que tiene los momentos más hermosos creados desde hace mucho tiempo, este genial "Fireworker" se ha convertido para muchos en el mejor disco de sus más de 20 años de trayectoria de la gran banda noruega Gazpacho. Como es habitual también en ellos, han elegido un formato de álbum conceptual, esta vez versando sobre la idea de que la humanidad siempre ha sido controlada por una criatura infalible y omnisciente decidida a propagarse a toda costa (¿quizás sean los macristas, terraplanistas, fachos y globoludos de todo tinte y color?). Gira en torno a ideas ya tratadas como el aislamiento existencial en discos como "Night" o "Missa Atropos", el fatalismo de "Tick ​​Tock" y "Soyuz" o las reflexiones teológicas y científicas de "Demon" y "Molok". Como sea, nunca dejan de proporcionar exámenes impresionantes de la condición humana, pero siempre hornamentado con la mejor música, emotiva, atmosférica, desafiante, experimental y extremadamente melódica y caótica al mismo tiempo, este es uno de los mejores discos del 2020 y un encuentro ineludible con la buena música. ¿Alguien dijo que el prog es frío? es poque no escuchó nunca a Gazpacho.

Artista: Gazpacho
Álbum: Fireworker
Año: 2020
Género: Crossover prog
Duración: 50:23
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Noruega 


Abro el post con el cierre de la última reseña que copio aquí, para que sepan de qué va esto: "Fireworker es una experiencia que realmente cambia la vida, por lo que sería aconsejable apagar todas las luces, despejar su mente lo mejor que pueda y prepararse para conocer al Fireworker". ¿Les quedó claro?

La banda noruega riza aún más su propuesta y nos ofrece una nueva propuesta dentro del ya de por si amplio catálogo: cinco canciones en 50 minutos, y ya desde el comienzo abre con una majestuosa suite de casi 20 minutos y cierra con otra de más de 15. Si bien es cierto que ya habían compuesto canciones muy largas, nunca habían incluido dos en un solo disco. Fireworker esta pensado como un disco conceptual compuesto por una sola pieza de 50 minutos pero dividida en cinco para facilitar el trabajo al oyente.

Gazpacho son una banda enorme y con este nuevo disco nos demuestran lo que valen. Y vamos con alguos comentarios al respecto:

Desde las montañosas tierras del norte europeo, más concretamente en Noruega, llega el nuevo disco de Gazpacho, los genios del rock ambiental y atmosférico con el que parecen estar componiendo una obra de arte cada vez que se meten al estudio. Cinco nuevos cortes en cincuenta minutos, solo que las canciones de los extremos superan los quince. Su tranquilidad siempre les a proporcionado un toque muy personal en cuanto a instrumentación, pocas bandas cuentan tanto con, aparentemente, tan poco.
Sin duda es una música para escuchar y deleitarse con el uso de auriculares, con altavoces se disfruta, pero con los primeros se siente más profunda. Los teclados y violín le aportan un mayor trasfondo a la voz, que resulta ser su elemento más completo. La base rítmica se centra en un ritmo prácticamente plano de batería y bajo siguiendo al bombo, todo ello con una guitarra que alterna bastante el sonido, centrando la armonía en la voz y teclados.
El primer corte, “Space Cowboy”, de casi veinte minutos contiene todo lo descrito en el párrafo anterior, a pesar de ser un tema largo, no se hace pesado ya que la variación técnica les permite enfocarse en registros distintos en cada pausa. En realidad, se trata de cinco secciones con títulos independientes que juntas crean esa larga canción. Como su nombre indica, también se pueden notar líneas de teclado a lo rock espacial, sobre todo de la rama de los 70-80. Después le siguen tres pistas cortas, “Hourglass”, que puede resultar la favorita de mucho público debido a su ambiente evocador de piano al que se le suma una buena sección de estribillo coreado que recuerda a Porcupine Tree.
En el caso de la homónima, será la que mejor defina el trabajo y aparición de la batería, permitiendo que sobresalga más y aporte mayor repertorio que en el resto de temas. “Antique”, por su parte, centra sus esfuerzos en mostrar una faceta más oscura de su vocalista, obteniendo como resultado un corte mucho más sólido que los largos, todo está más comprimido, lo cual le aporta mayor fuerza y ataque sonoro.
Finalmente, los quince minutos y algo de “Sapiens”, que se divide en dos partes, saca el lado más agresivo de la banda, llegando la guitarra a mostrar sus garras con una distorsión fuerte y garajera. En la segunda sección se centran más en un rock ambiental muy en la línea de los islandeses Low Roar, con el claro parecido de la voz y los teclados.
En definitiva, es un disco muy apetecible. Después de veinte años de trayectoria discográfica el sexteto noruego sigue en forma, demostrando que con una música tranquila también se puede llegar a la gente. Buena producción y sonido final.
Nota: 8/10.

Moralabad

Pausado, repleto de belleza, coros, sorpresas, cambios, lírica y musicalemente excelsos. Melódico y explosivo al mismo tiempo, experimental con muy buen gusto, este es un banquete de lujo para los oídos, desde el principio al final del trabajo.

Los noruegos Gazpacho llevan 20 intensos años de carrera en los que se han hecho un nombre entre la vanguardia del art-rock atmosférico mundial.
El sexteto regresa con 'Fireworker' su nuevo larga duración que llega dos años después de impresionante 'Soyuz' de 2018. Estamos ante una obra hipnóticamente introspectiva en dividida en cinco capítulos. Ya que son cinco extensas piezas las que componen esta nueva obra, comenzando con "Space Cowboy", que abre el disco con casi veinte minutos de duración; una suite que está desde ya entre sus mejores composiciones. Desde el primer movimiento desgarrador y delicado, la parte central caótica, hasta su penúltima fase sinfónica y una salida estruendosa.
"Hourglass" es una elegante balada de piano, con cuidadas melodías y suaves toques orquestales. Se antoja seductora, regodeándose en su hermosura. Luego llega el primer sencillo y título del LP "Fireworker", con bastante gancho y emotividad. La que sigue se titula, "Antique" y es un corte de más de 6 minutos, misterioso y atmosférico. Hacen gala de su buen gusto y unos teclados que suenan gloriosos. El final lega con "Sapien", un corte de más de 15 minutos de duración. Otra pieza muy seria que tiene un hilo melódico central, por el que transita suavemente. Da una paz enorme, los 15 minutos se pasan volando.
Conceptualmente, el álbum sigue la tradición de la banda de combinar grandes dilemas filosóficos, estimular inclinaciones literarias y agitar inquietudes personales. En cierto modo, actúa como la culminación de los temas y técnicas que ha decorado colecciones anteriores. 'Fireworker' se presenta como el paraguas general bajo el cual se encuentran todos sus predecesores.
En resumen 'Fireworker' es una grata experiencia para los sentidos, un viaje evocador por un mundo sonoro fascinante. 

Juan Raúl

Fue el último y virósico diciembre cuando presentaron este disco en formato streaming con una actuación de 70 minutos con el "Fireworker" en su integridad en su espacio de ensayo, en St. Croix, lugar histórico al sur de Oslo. No sé si se podrá contemplar todavía pero habrá servido a sus muchos seguidores para amenizar la falta de sus poderosos y detallistas conciertos hasta que puedan volver a salir a la carrera.





Como diría mi abuelo, esto es jamón del medio, si te lo perdés, jodete!
 

La escena del rock progresivo tiene un traslape grande con la del “art rock” (A Perfecto Circle, TPT, algunos álbumes de Porcupine Tree, Sigur Ros, Soup, etc). A veces se confunden por lo bien ornamentalizados y profundos que pueden ser tanto el prog-rock como el art rock; capaz y capaz de sonidos, conceptos y emociones circulan cada etapa de sus álbumes cuando son bien tratados esos géneros.
Sin embargo, hay bandas que sin pensarse dos veces están en ambas categorías y se jactan de ello. En otras palabras, toman conscientemente elementos del rock progresivo y lo inundan de toda la estética del art rock. Entre ellas se encuentra sin duda alguna Gazpacho. Ya con 10 álbumes de estudio y una trayectoria de décadas, los noruegos regresan con Fireworker. Una entrega sumamente ecléctica y abismal, su producción está fuera de serie. El concepto, además, es cultural y psicológico. En palabras del tecladista Thomas Andersen: “Hay una parte instintiva de ti, la cual vive adentro de tu mente, separa de tu conciencia. Yo la llamo el trabajador del fuego (`Fireworker´), o lagartija (`Lizard´) o el vaquero espacial (`Space Cowboy´)”.
Empieza entonces la aventura con una pieza… ¡de 19 minutos! Claro, los fans de Gazpacho sabrán de antemano que esto es de esperarse con ellos. Sus canciones o piezas que en conjunto tan largos movimientos son algo común en casi todas sus entregas. Space cowboy nos sumerge desde el inicio a una cueva goteando. El piano se vuelve el guía melódico, las capas de sonido empiezan a aparecer, algunas de ellas nos acompañarán por el resto de la entrega. La dulce voz andrógina de Jan-Henrik Ohme nos transporta a la melancolía inicial del ¿Dónde estamos? ¿Qué debemos dejar, qué debemos hacer? Unos coros empiezan aparecer para después sonar gigantes, tal si estuviesen formados en una plaza anunciando un evento magno.
Las guitarras y cuerdas se hacen presentes ya en lo que nos recuerda que estamos escuchando rock progresivo. El ciclo se repite entre calmado y coros épicos. Un cambio súbito llega al mero estilo de Gazpacho, donde las cuerdas de Mikael Krømer se hacen presentes junto con bajos sintetizados que ponen la piel chinita. Voces en off, recuerdos, murmuros; todo se vuelve un delicioso sueño. Cabe resaltar que esta pequeña pieza fue el single que sacaron llamado Clockwork. Una tercera parte se viene con guitarras mucho más pesadas, arreglos más dramáticos para dejarnos caer en una calma baladezca en el final de una épica pieza de prog para la posterioridad. Sin dudarlo dos veces, cierran una vez más con los coros escalando en intensidad, una melodía deliciosa de sintetizadores dan una textura increíble y se cierra la primera parte del álbum. En un vinilo, esto sería todo un lado…

Descansando de las canciones de larga duración, Gazpacho nos regala tres ráfagas de historias sobre la nomenclatura del instinto que suprime a la voz, ¿o manda sobre ella? Hourglass empieza tranquila, nuevamente con un piano como líder de la melodía. Los coros y el violín son mucho más dóciles esta vez. Una buena manera de relajarnos antes de la apuesta mucho más intrépida de Fireworker. La pieza homónima tiene como eje ahora a la guitarra acústica con un sonido folklórico con riffs y armonías con la eléctrica. Una batería y cuerdas al estilo de música de cámara dan la pauta al ritmo cada vez más rico de la canción. Jan-Henrik ahora canta un poco más libre, con una lírica que personaliza al instinto al que le rendimos tributo.
La última de la triada de canciones cortas que une a las dos largas es Antique. Esta recuerda más a las canciones estándar de Gazpacho: una línea de bajo estable, un ritmo hipnótico y dinámico, guitarras profundas y cambiantes, teclados inmersivos. Ya con la mente en transe, llegamos al final. ¿Muy rápido? Bueno, no tanto. Porque es otra brutal obra de larga duración, ¡ahora de 15 minutos! Sapien, ser pensante que nos jactamos de ser; el lugar donde convive el instinto agresivo y la/él que piensa sobre éste.
Un inicio relajado lleno de las atmósferas y pads característicos de los noruegos nos llevan de la mano a experimentar el ocaso del álbum. Las guitarras después toman la batuta del sonido principal sonando más a rock que a otra cosa. Si pudiéramos tomar una canción de Fireworker que mostrase la evolución sonora de Gazpacho hasta hoy en día sin soltar a esencia que los distingue, Sapien sería sin duda alguna la elección. Una odisea sonora de inicio a final, la cual, si uno le da paciencia, puede ver lo hermosa que puede llegar a ser la música contemporánea en el ámbito progresivo. La armonía del teclado de Thomas Andersen nos hacen sentir el click estilo relojero de la guitarra mientras las cuerdas acompañan majestuosamente la voz y letra de Jan-Henrik. Y así, nos sueltan; dejándonos caer en el abismo de una fenomenal y bien ejecutada observación musical.
Entre lo que se ha visto del 2020, Fireworker es sin duda de las entregas más originales que han salido. Junto con Mosaic de Lesoir, How Do We Want To Live? de Long Distance Calling, Eupnea de Pure Reason Revolution y H+ de ALS, demuestra lo fresco e innovativo que avanza el género que tanto nos ha regalado. Esperamos que en un año como este al menos del lado del progresivo podamos continuar contentos.
5/5 Espectacular

Jorge Rubén Ochoa Sanfelice

 
Durante casi veinte años, Gazpacho ha reinado como los reyes del rock artístico atmosférico y afectivo. Ciertamente no es una hazaña pequeña, ya que el subgénero está lleno de artistas maravillosamente malhumorados, ornamentados y emocionales; sin embargo, ninguno de ellos logra alcanzar el mismo nivel de exquisita resonancia barroca y peso hipnóticamente introspectivo que el sexteto noruego. Como resultado, nunca dejan de proporcionar exámenes impresionantes de la condición humana, y su última observación, Fireworker, no es una excepción. Es, sin duda, uno de sus mayores logros, así como una de las piezas musicales más profundas que escuchará en 2020.
Conceptualmente, el álbum sigue la tradición de la banda de combinar grandes dilemas filosóficos, estimular inclinaciones literarias y una inquietante confusión personal. En cierto modo, actúa como la culminación de los temas y técnicas que han decorado colecciones anteriores, combinando el aislamiento fatalista de Night y Missa Atropos; el drama narrativo desafortunado de Tick Tock y Soyuz; y las considerables contemplaciones teológicas / científicas de Demon y Molok. Más allá de eso, su premisa central (que la humanidad siempre ha sido controlada por una criatura infalible y omnisciente decidida a propagarse a cualquier costo) significa que Fireworker aparece como el paraguas general bajo el cual ocurren todos sus predecesores.
El tecladista Thomas Andersen aclara: “Hay una parte instintiva de ti que vive dentro de tu mente, separada de tu conciencia. Lo llamo el “Fireworker” o el “Lizard” o el “Space Cowboy”. Es una fuerza de vida eterna e ininterrumpida que ha sobrevivido a cada generación, con una nueva versión en cada uno de nosotros. Ha evolucionado junto con nuestra conciencia y puede anularnos y controlar todas nuestras acciones “. Para lograr que hagamos lo que quiere, aclara, el “Fireworker” silenciará las partes de nuestra mente que sienten asco o remordimiento para que no podamos detenerlo. Andersen señala que la parte consciente de nuestra mente en realidad “racionalizará y legitimará” esos pensamientos y acciones para que nunca descubramos a la bestia detrás de escena. No importa cómo nos sintamos en términos de identidad, logros y valor, todos somos simplemente recipientes, o “Sapiens”, que la criatura usa hasta que ya no nos necesita. “Si juegas”, explica Andersen, “te recompensará como a un cachorro y te hará sentir fantástico; si no lo hace, lo castigará severamente “.
Al igual que Night, Fireworker es un solo “viaje” dividido en cinco capítulos, pero destinado a ser apreciado de una vez. Esta vez, sin embargo, el protagonista recurrente de Gazpacho está investigando la colmena laberíntica de su propia psique para entablar una confrontación tipo Bergman con el “Fireworker”. Este viaje incluso está representado por la portada de Wimmelbilder, que, como de costumbre, fue diseñada por el colaborador Antonio Seijas y representa “los miles de millones de neuronas que crean la cueva de la mente”.
Fireworker declara su dominio hipnótico de inmediato a través de “Space Cowboy”, una suite lateral cuyo lirismo siniestro (“El parásito / Que vive en mí / Asesinato palabras / Desde donde me detengo / Y respira / Nos estamos mordiendo la cola / El ciclo comienza “) es una de las muchas razones por las que se encuentra entre las mejores composiciones de Gazpacho. Desde su primer movimiento desgarrador delicadamente delicado y su pieza central caótica, hasta su penúltima fase sinfónica penosamente y su estruendosa salida, es una obra maestra en sí misma, que consolida cuán vivaz, evocador e imaginativo permanece Gazpacho después de todos estos años.
A partir de ahí, la secuencia sigue siendo igual de seductora, excéntrica y hermosa. En particular, “Hourglass” es una magnífica balada para piano que evoca March of Ghosts en su fusión de melodías acogedoras y suaves toques orquestales. Eso da paso a las capas de lucha y ganchos pegadizos del primer sencillo y título de la banda “Fireworker”. Oportunamente, “Antique” se hace cargo del misterio angelical y el álbum más cercano “Sapien”, hace eco del rango dinámico y el alcance épico de “Space Cowboy”, lo que resulta en un final impresionante que lo envuelve en arreglos deliciosos y realizaciones existenciales conmovedoras.
Naturalmente, la carrera de Gazpacho ha estado llena de grandes actuaciones y elogios brillantes. Además de emitir tres magníficos LP en vivo (A Night at the Loreley de 2010, London de 2011 y Night of the Demon de 2015), ¡han tocado en festivales como Be Prog! My Friend, Night of the Prog, Midsummer Prog Festival y Cruise to the Edge, donde deleitaron al público junto a hermanos excepcionales como iamthemorning, Anathema, Pain of Salvation, Caligula’s Horse, Riverside, The Neal Morse Band y Steve Hackett. Como era de esperar, sus registros se han recibido con una recepción igualmente entusiasta; por ejemplo, su declaración anterior, Soyuz de 2018, obtuvo elogios superlativos de publicaciones como PROG, Echoes and Dust y Louder than War.
Fireworker es una experiencia que realmente cambia la vida, por lo que sería aconsejable apagar todas las luces, despejar su mente lo mejor que pueda y prepararse para conocer al Fireworker.
 




Lista de Temas:
1. Space Cowboy (19:41)
2. Hourglass (4:15)
3. Fireworker (4:41)
4. Antique (6:24)
5. Sapien (15:22)

Alineación:
- Jan Henrik Ohme / vocals
- Thomas Alexander Andersen / keyboards
- Jon Arne Vilbo / guitars
- Mikael Krømer / violin, mandolin
- Kristian "Fido" Torp / bass
- Lars Erik Asp / drums, percussion




Comments

Post a Comment

Lo más visto de la semana pasada

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

King Crimson - Red (Elemental Mixes) (1974 - 2024)

Y para empezar la semana siempre vamos con algo bueno ¿Y qué decir de esto que ahora nos trae El Mago Alberto?, tenemos uno de los disco claves del Rey Carmesí con temas inéditos, y me copio de uno de los comentarios de esta entrada: "El último gran álbum de los mejores King Crimson, los de la década de los ’70, veía la luz en aquel Noviembre de 1974. "Red" nacía proyectando su propia sombra densa, vestida de elementos de su sinfónico pasado, de un oscuro y rauco jazz y del naciente heavy metal, marcado este último por las distorsionadas guitarras y sus pétreos riffs, que dieron una visión un tanto peculiar de aquel primogénito del Hard Rock desde el especial prisma de Robert Fripp. (...) Este álbum sin duda marcó un antes y un después en la carrera de la banda, pues tras 7 años de silencio después de "Red", la banda volvió entrados los ’80 con otra onda completamente distinta, otra visión y concepción de su sonido, sonando también interesantes y originales, pe

Bill Bruford - The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years (2024)

Empezamos la semana con la nueva versión del "Red" de King Crimson, seguimos luego con Bill Bruford´s Earthworks y parece que seguimos en la misma onda porque ahora presentamos, gracias al Mago Alberto, algo recién salido del horno: "The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years", que no otra cosa que una retrospectiva completa que cubre amplias franjas del trabajo del legendario baterista, desde su homónima banda de jazz-rock hasta la encarnación final de su célebre banda de jazz Earthworks, un conjunto de tres discos que está lleno de numerosas colaboraciones; su compañero de Yes Patrick Moraz, el pianista holandés Michiel Borstlap, Luis Conte, Chad Wackerman y Ralph Towner, entre otros. Artista: Bill Bruford Álbum: The Best of Bill Bruford The Winterfold & Summerfold Years Año: 2024 Género: Jazz Rock /  Fusion Referencia: Link a Discogs, Bandcamp, Youtube, Wikipedia, Progarchives o lo que sea. Nacionalidad: Inglaterra Ante

Alejandro Matos - Carnaval De Las Víctimas (2024)

Tras el impresionante "La Potestad" en el 2015, y casi diez años después llega el nuevo y  magnífico álbum del multiinstrumentista Alejandro Matos "Carnaval De Las Victimas", otro trabajo de primer nivel que para constatarlo se puede ver simplemente el lugar que ocupa en Progarchives, dentro de los mejores discos del este año 2024 a nivel mundial, y con eso ya nos damos una idea de la valía de este nuestro trabajo, donde Alejandro Matos se ocupa de todos los instrumentos salvo la batería, conformando un trabajo oscuro, cinematográfico, elegante y ambicioso, y toda una reflexión sobre los tiempos que corren, en base a buenos riffs y melodías cautivadoras, hasta su bucólica y triste belleza. Un trabajo que llevó tres largos años, que cursa su travesía desde un medio tiempo en casi toda su extensión y se escucha como un oscuro regalo de los dioses... o de los demonios, uno vaya a saber, pero que definitivamente tenemos que recomendar al selecto público cabezón. Ide

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

King Crimson - Larks' Tongues In Aspic 50th Anniversary Edition Elemental Mixes (1973 - 2023)

Para ir cerrando la semana vamos con uno de los clásicos experimental de todos los tiempos, pero presentado de un modo nuevo gracias al Mago Alberto que se zarpa nuevamente para quemarla las válvulas a más de un cabezón, mientras que a algunos más les funde algunas lamparitas. Hablo de un álbum que rompió nuestra percepción del mundo de la música, donde Fripp, Bruford, Wetton, Cross y Muir crean un disco bisagra en la historia del Rey Carmesí, pero ahora en otra versión distinta a la que conocés, y sobre ello nos dice el Mago: "Una nueva edicion de Larks Tongues in Aspic commemorando los 50 años de la salida de esta enorme obra, y así como sucedió con RED nos encontramos con un nuevo lanzamiento con nuevas versiones y mezclas, esta vez a cargo de David Singleton, van a poder disfrutar también de versiones alternativas del mismo álbum. Cuando se lanzo este disco King Crimson rompió con todos los moldes existentes hasta el momento, la instrumentación era exquisita y la grabación era

The Alan Parsons Project - Pyramid (Super Edtion Deluxe) (2024)

Otro gran aporte del Mago Alberto, se trata del tercer álbum de Alan Parsons Project, pero ahora reeditado en este 2024. "Pyramid" fue un álbum conceptual centrado en las pirámides de Giza, que se grabó en los estudios Abbey Road con una variedad de vocalistas y músicos un conjunto de 4 CD que incluyen una nueva remasterización del álbum por Miles Showell y 67 temas adicionales, 54 de ellos inéditos, incluidas tomas descartadas de sesiones de estudio y demos de Eric Woolfson o "Songwriting Diaries", como se las conoce. Y lo presentamos basándonos en un comentario que nos dejó hace tiempo nuestro amigo El Canario, que como siempre se disfruta mucho. Que lo disfruten, tanto al texto como a esta nueva versión de este clásico. Artista:  The Alan Parsons Project Álbum:  Pyramid (edición remasterizada y ampliada, 2008) Año: 1978 - 2024 Género:  rock progresivo, rock sinfónico Duración: 1:03:40 Nacionalidad:  inglesa De todo lo que he escuchado de Alan Par

Solaris - Martian Chronicles III: I Or A.I. (2024)

Comenzamos la semana con más de 80 minutos del mejor progresivo sinfónico nuevamente de la mano de los húngaros Solaris, en otro capítulo de su ya famoso "Martian Chronicles", y en otro de los mejores discos del 2024, algo recién salido del horno que nos presenta el Mago Alberto. Todo un festín de buena música, desafiante, melódica, potente, con toda la pasta que estos tipos vienen imprimiendo a su música desde hace décadas, "Martian Chronicles III" se compone de largas suites, una marca registrada de Solaris que nunca ha dejado de lado, creando una obra maestra de la música actual que no podemos dejar de recomendarles encarecidamente. Artista: Solaris Álbum: Martian Chronicles III: I Or A.I. Año: 2024 Género: Rock sinfonico Duración: 41:37 + 39:43 Referencia: Discogs Nacionalidad: Hungría Recordamos que el primer "Martian Chronicles" apareció como su álbum debut en 1984 y causó sensación de inmediato, tanto que todavía se lo menciona

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.