Quien observa la política argentina contemplando los cambios que se producen, entre lo que dice el gobierno que va a hacer, lo que se hace efectivamente y cómo se valoran las consecuencias de lo actuado, puede advertir el desarrollo de un juego perverso. La derecha presiona sobre las posiciones originales del gobierno. Aunque no lo reconozca expresamente, el gobierno incluye en sus decisiones finales muchas de las demandas de la derecha. Y cuando aparecen los malos resultados, ni el gobierno se hace cargo de las consecuencias de sus debilidades, ni la derecha se hace cargo de sus responsabilidades. Peor aún, la derecha amplifica las malas noticias.
El manejo de la epidemia del coronavirus es una expresión clara de este juego perverso. Cuando arrancó la disputa de posiciones el gobierno parecía firme en el sentido de privilegiar la salud de todos los habitantes del país por encima de la economía. Después no fue tan así. La última decisión tomada con la supresión de las actividades nocturnas, ejemplifica ese recorrido. Empezaron discutiendo un cierre de actividades a las 23 horas y terminaron aprobando un cierre entre las 2 y las 6 de la madrugada.
En el caso de la presencialidad escolar la posición original del gobierno, con apoyo de los sindicatos docentes, fue que no podrían iniciarse las clases presenciales hasta que no se cumplieran tres requisitos básicos: que se vacunara a la totalidad de los docentes, que se vacunara a los adultos mayores y que se garantizara que las escuelas tuvieran condiciones mínimas para la aplicación de las medidas preventivas. Al final las clases se iniciaron en febrero-marzo como impuso la campaña de la derecha. Este comienzo resultó algo poco habitual en este país donde, por los paros docentes, las clases casi siempre se inician en abril.
Hoy los resultados están a la vista. En la segunda ola los grupos etarios que más han crecido en contagios son entre 0 y 9 años y entre 10 y 19 años. ¿la presencialidad en centros educativos, habrá tenido que ver en estos aumentos de contagios?. El gobierno elude la mención al problema y se limita a mencionar la incidencia de las nuevas cepas en la virulencia de la segunda ola. La derecha se regodea con el incrementa de casos, afirmando que demuestran la incapacidad por parte del gobierno para enfrentar la pandemia.
En los últimos días hubo dos docentes muertos: uno en CABA y otro en Provincia de Buenos Aires. El Ministro Trotta que se postulaba para pasar a la historia como alguien que, en plena pandemia, garantizó un inicio de clases sin perder un solo día, va a pasar a la historia como el Ministro de Educación que, obligando a la docencia a dar clases sin vacunar, es responsable de sus muertes.
En términos comparativos en relación a otros países del mundo, la Argentina está bastante bien ubicada con respecto a la cantidad de vacunas disponibles. Ha completado el arribo de 7 millones de dosis y parece posible que en abril se complete una cifra cercana a 9 millones de la primera dosis y un millón de la segunda dosis. Cuando se enfrentan los números de las vacunas necesarias para atender lo más urgente se sigue advirtiendo que las vacunas son insuficientes. Faltarían alrededor de un millón de vacunas. Y esto es así porque los adultos mayores de 60 años son siete millones seiscientos mil, los trabajadores de salud no menos de un millón, y los docentes alrededor de un millón doscientos mil. A esto se debe sumar el personal estratégico, etc. Un millón de vacunas no parece demasiado, incluso pueden llegar en abril.
Pero a estos números, entre escasos e insuficientes, debe agregarse que si, como es esperable, se incrementan los números de contagios puede llegarse a producir un efecto «puerta 12» (*), es decir una enorme presión para acceder a ellas por encima de las posibilidades. Y en esa instancia la desesperación y las picardías pueden hacer crecer exponencialmente las listas para ser vacunados. Mas allá de los publicitados vacunados VIP, se advierten que este fenómeno de «saltearse la cola» se está expandiendo. La disposición del gobierno de CABA de asociar a las prepagas en la distribución y aplicación de vacunas abrió la puerta para que estas empresas privadas garanticen vacunas a sus clientes. Sin ese respaldo oficial se extienden las «avivadas» como anotarse como personal de salud quienes no lo son o no tienen trato directos con enfermos, anotarse como docentes quienes no concurren a las escuelas, etc, etc.
Frente a ese escenario, que puede ser trágico, volverá a repetirse el juego perverso de la derecha por «flexibilizar» la aplicación de la vacuna y posteriormente cobrarle al gobierno por cada muerto que que debió ser vacunado y no lo fue, porque otros se le adelantaron en la cola.
Nota
(*) El efecto "Puerta 12" hace referencia a la tragedia ocurrida el 23 de junio de 1968 cuando fallecieron 71 hinchas de Boca en uno de los accesos del estadio Monumental. Había terminado el Superclásico y se produjo una avalancha en una de las puertas por donde se retiraban los hinchas de Boca. La mayoria de las victimas fatales eran jóvenes, murieron pisoteados. Los testimonios de la epoca adjudican responsabilidades a la Policia y a dirigentes de River. Gobernaba el país la dictadura de Juan Carlos Ongania.
Guillermo Cieza
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Por Guillermo Cieza
El manejo de la epidemia del coronavirus es una expresión clara de este juego perverso. Cuando arrancó la disputa de posiciones el gobierno parecía firme en el sentido de privilegiar la salud de todos los habitantes del país por encima de la economía. Después no fue tan así. La última decisión tomada con la supresión de las actividades nocturnas, ejemplifica ese recorrido. Empezaron discutiendo un cierre de actividades a las 23 horas y terminaron aprobando un cierre entre las 2 y las 6 de la madrugada.
En el caso de la presencialidad escolar la posición original del gobierno, con apoyo de los sindicatos docentes, fue que no podrían iniciarse las clases presenciales hasta que no se cumplieran tres requisitos básicos: que se vacunara a la totalidad de los docentes, que se vacunara a los adultos mayores y que se garantizara que las escuelas tuvieran condiciones mínimas para la aplicación de las medidas preventivas. Al final las clases se iniciaron en febrero-marzo como impuso la campaña de la derecha. Este comienzo resultó algo poco habitual en este país donde, por los paros docentes, las clases casi siempre se inician en abril.
Hoy los resultados están a la vista. En la segunda ola los grupos etarios que más han crecido en contagios son entre 0 y 9 años y entre 10 y 19 años. ¿la presencialidad en centros educativos, habrá tenido que ver en estos aumentos de contagios?. El gobierno elude la mención al problema y se limita a mencionar la incidencia de las nuevas cepas en la virulencia de la segunda ola. La derecha se regodea con el incrementa de casos, afirmando que demuestran la incapacidad por parte del gobierno para enfrentar la pandemia.
En los últimos días hubo dos docentes muertos: uno en CABA y otro en Provincia de Buenos Aires. El Ministro Trotta que se postulaba para pasar a la historia como alguien que, en plena pandemia, garantizó un inicio de clases sin perder un solo día, va a pasar a la historia como el Ministro de Educación que, obligando a la docencia a dar clases sin vacunar, es responsable de sus muertes.
En términos comparativos en relación a otros países del mundo, la Argentina está bastante bien ubicada con respecto a la cantidad de vacunas disponibles. Ha completado el arribo de 7 millones de dosis y parece posible que en abril se complete una cifra cercana a 9 millones de la primera dosis y un millón de la segunda dosis. Cuando se enfrentan los números de las vacunas necesarias para atender lo más urgente se sigue advirtiendo que las vacunas son insuficientes. Faltarían alrededor de un millón de vacunas. Y esto es así porque los adultos mayores de 60 años son siete millones seiscientos mil, los trabajadores de salud no menos de un millón, y los docentes alrededor de un millón doscientos mil. A esto se debe sumar el personal estratégico, etc. Un millón de vacunas no parece demasiado, incluso pueden llegar en abril.
Pero a estos números, entre escasos e insuficientes, debe agregarse que si, como es esperable, se incrementan los números de contagios puede llegarse a producir un efecto «puerta 12» (*), es decir una enorme presión para acceder a ellas por encima de las posibilidades. Y en esa instancia la desesperación y las picardías pueden hacer crecer exponencialmente las listas para ser vacunados. Mas allá de los publicitados vacunados VIP, se advierten que este fenómeno de «saltearse la cola» se está expandiendo. La disposición del gobierno de CABA de asociar a las prepagas en la distribución y aplicación de vacunas abrió la puerta para que estas empresas privadas garanticen vacunas a sus clientes. Sin ese respaldo oficial se extienden las «avivadas» como anotarse como personal de salud quienes no lo son o no tienen trato directos con enfermos, anotarse como docentes quienes no concurren a las escuelas, etc, etc.
Frente a ese escenario, que puede ser trágico, volverá a repetirse el juego perverso de la derecha por «flexibilizar» la aplicación de la vacuna y posteriormente cobrarle al gobierno por cada muerto que que debió ser vacunado y no lo fue, porque otros se le adelantaron en la cola.
Nota
(*) El efecto "Puerta 12" hace referencia a la tragedia ocurrida el 23 de junio de 1968 cuando fallecieron 71 hinchas de Boca en uno de los accesos del estadio Monumental. Había terminado el Superclásico y se produjo una avalancha en una de las puertas por donde se retiraban los hinchas de Boca. La mayoria de las victimas fatales eran jóvenes, murieron pisoteados. Los testimonios de la epoca adjudican responsabilidades a la Policia y a dirigentes de River. Gobernaba el país la dictadura de Juan Carlos Ongania.
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