Un país estallado por sus propios dueños: según la Universidad Católica Argentina, más de la mitad de los chicos argentinos son pobres: casi 5 millones de niños pobres. El informe establece, además, que el 41,2% de los chicos de menos de 17 años vive bajo pobreza estructural. Unos 600.000 niños cayeron en la pobreza en el último año y unos 590.000 pasaron a la indigencia. La catástrofe económica a la que la Argentina fue llevada por su elite económica, que demuestra (otra vez) que el país neoliberal al servicio del mercado es inviable.
Además de los exabruptos de Carrió y de González Fraga en materia política, la economía no le da respiro al gobierno. El miércoles pasado el dólar tuvo un aumento considerable en su cotización lo que provocó una nueva devaluación del peso. Como consecuencia de este movimiento de la divisa norteamericana ya se pronostica un aumento de los combustibles para la semana entrante lo que repercutiría en todos los precios minoristas. "El peso argentino se deprecia 9,5% en una semana" dice el Sputnik de Rusia. La semana pasada, un movimiento internacional en el mercado de capitales hacia los países centrales atacó a la economía argentina por encima de cualquier otra.
En este cálculo elaborado por integrantes del IAFE (el Instituto de Astronomía y Física del Espacio), que en base al informe diario del Banco Central, hicieron unos cálculos que reproducimos aquí:
En la semana de los primeros días de abril el saldo de LELIQs era de 1 millón de millones, lo que aproximadamente equivale a 22 mil millones de dólares (o sea, el 30% de las reservas). Argentina paga intereses de deuda por un 67%. Es decir 670 mil millones de pesos, que aproximadamente equivale a 15 mil millones de dólares.
Eso representa:
- Por día: 1800 millones de pesos --- 40 millones de dólares.
- Por hora: 76 millones de pesos ---- 1.7 millones de dólares.
- Por segundo: 20 mil pesos --- 500 dólares.
¿Cuanta pobreza representa?
Pero está claro que más importante que estas cifras macroeconómicas, infinitamente más importante, es el día a día de millones de personas que sufren el descarado plan neoliberal amarillo. Y sobretodo, las clases más desprotegidas. Como dijimos hace ya mucho tiempo, acá nos salvamos todos o no se salva nadie... por más salvataje del FMI, el Titanic se viene a pique.
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