No solo la BBC británica retrata la crisis que atraviesa Argentina (un país difícil para sobrevivir), que se transformó en el país con la leche más cara del mundo (pese a ser un gran productor). The Washington Post y The New York Times plantean que "la incertidumbre económica" de Argentina empuja a los jóvenes a buscar oportunidades en Europa, y comparó la situación actual en el país con la hiperinflación que se registró entre 1989 y 1990 y el estallido social de finales de 2001 que terminó con el gobierno de Fernando de la Rúa. A pesar de las medidas de control que implementó el Gobierno, la prensa internacional arremetió con todo contra el Gobierno del Felino Macri. Forbes, Financial Times y El País destrozaron al presidente por estas políticas, se animaron hasta a burlarse con el término "Macrisis", hablaron de "régimen cambiario roto", ya que para intentar ganar las elecciones, el gobierno anunció medidas a las que siempre se opuso. Incluso Forbes se animó a hablar que Argentina se debe preparar para un default. Se habla de default, corralito, plan Bonex, mientras otros dicen que "están preparando la salida porque en diciembre explota todo" y desde Wall Street le exigen que dé un paso al costado y renuncie a la reelección, dejando como candidata a la gobernadora María Eugenia Vidal. Y como si fuera poco, según el FMI, el crecimiento mundial será más bajo por culpa de Argentina. Allí vamos! con el Titanic hundiéndose, con rumbo directo a Venezuela!
Si no es el dólar, es la inflación y, si no, el riesgo país: siempre hay un número que se convierte en desvelo para el gobierno menguante del Felino Macri. Ese último indicador, la mejor muestra de la confianza o la desconfianza del mercado en la capacidad de un Estado de honrar sus deudas. "The Washington Post" y "The New York Times" plantean que "los argentinos están perdiendo poder de compra gracias a una inflación anual de casi el 50%, una de las peores del mundo" y que durante el 2018 el peso argentino "perdió más de la mitad de su valor frente al dólar estadounidense". También señala que otro aspecto que empuja esta decisión de emigrar de muchos jóvenes son las políticas del presidente Macri de recortar subsidios, lo que llevó "a un aumento en los costos de los servicios públicos y el transporte".
Los datos del INDEC indican que los Amarillos arrastran a Argentina a un problema estructural que se completa con otros informes (UCA, UNICEF y ONU) que alertan sobre la emergencia alimentaria. Uno de cada tres argentinos es pobre, y casi la mitad si se toma en cuenta la franja de 0 a 14 años, los más chicos. La actividad industrial cayó más del 5,6% interanual.
En junio próximo, según los aumentos en los servicios públicos anunciados por el gobierno nacional, la incidencia del pago de los mismos por parte de los usuarios llegará al 26% del sueldo mínimo, vital y móvil, cuando en 2015 representaba sólo el 6%.
Según un estudio del colectivo EPPA (Economía Política para la Argentina), la canasta de servicios públicos aumentó considerablemente su peso en los ingresos de la población (tanto en el salario medio como el salario mínimo). En el año 2015, la participación de la canasta en el salario mínimo era de 6,3 puntos porcentuales, mientras que en el año 2018 esta ratio llega a 23,5% (incluyendo los gastos en transporte). Esto representa un aumento de casi un 300% en tan solo tres años.
Hace poco más de tres años, Argentina se posicionaba como el país de la región con las tarifas de los servicios públicos más accesibles. Sin embargo, la política de "recomposición tarifaria" del gobierno de Mauricio Macri llevó las tarifas locales a niveles incluso más altos que los de los países con estructuras históricamente liberalizadas. En términos porcentuales, Argentina aumentó 20 puntos de incidencia tarifaria en relación a 2015. Es decir, el peso del gasto en servicios como porcentaje del salario mínimo más que se cuadruplicó en poco más de tres años.
Nuestro país superó a Chile en el ranking de cuánto representa el pago de estos servicios esenciales. Así, mientras Chile supo ser el país más caro de la región. Actualmente, Argentina ya se posiciona 1,6 puntos porcentuales por encima del país trasandino.
Como otro dato de color, en el último año el Felino Macri multiplicó por 20 la brecha entre el 10% más rico y más pobre, en el cuarto trimestre de 2018, es decir los datos finales del año pasado, el 10% más rico del país ganó 20 veces más que el 10% más pobre, cuando en el mismo período de 2017 este cociente se ubicaba en 17 veces. Podemos observar que no sólo los pobres ganaron menos, sino que también la distribución del ingreso se hizo menos equitativa durante 2018, año en que la inflación ascendió al 47,6%, la desocupación aumentó al 9,1% y el indice de pobreza se incrementó al 32%.
Como si todo esto fuera poco, la deuda emitida por el gobierno Amarillo ya supera los cinto ochenta y siete mil millones de dólares.
Si no es el dólar, es la inflación y, si no, el riesgo país: siempre hay un número que se convierte en desvelo para el gobierno menguante del Felino Macri. Ese último indicador, la mejor muestra de la confianza o la desconfianza del mercado en la capacidad de un Estado de honrar sus deudas. "The Washington Post" y "The New York Times" plantean que "los argentinos están perdiendo poder de compra gracias a una inflación anual de casi el 50%, una de las peores del mundo" y que durante el 2018 el peso argentino "perdió más de la mitad de su valor frente al dólar estadounidense". También señala que otro aspecto que empuja esta decisión de emigrar de muchos jóvenes son las políticas del presidente Macri de recortar subsidios, lo que llevó "a un aumento en los costos de los servicios públicos y el transporte".
Los datos del INDEC indican que los Amarillos arrastran a Argentina a un problema estructural que se completa con otros informes (UCA, UNICEF y ONU) que alertan sobre la emergencia alimentaria. Uno de cada tres argentinos es pobre, y casi la mitad si se toma en cuenta la franja de 0 a 14 años, los más chicos. La actividad industrial cayó más del 5,6% interanual.
En junio próximo, según los aumentos en los servicios públicos anunciados por el gobierno nacional, la incidencia del pago de los mismos por parte de los usuarios llegará al 26% del sueldo mínimo, vital y móvil, cuando en 2015 representaba sólo el 6%.
Según un estudio del colectivo EPPA (Economía Política para la Argentina), la canasta de servicios públicos aumentó considerablemente su peso en los ingresos de la población (tanto en el salario medio como el salario mínimo). En el año 2015, la participación de la canasta en el salario mínimo era de 6,3 puntos porcentuales, mientras que en el año 2018 esta ratio llega a 23,5% (incluyendo los gastos en transporte). Esto representa un aumento de casi un 300% en tan solo tres años.
Hace poco más de tres años, Argentina se posicionaba como el país de la región con las tarifas de los servicios públicos más accesibles. Sin embargo, la política de "recomposición tarifaria" del gobierno de Mauricio Macri llevó las tarifas locales a niveles incluso más altos que los de los países con estructuras históricamente liberalizadas. En términos porcentuales, Argentina aumentó 20 puntos de incidencia tarifaria en relación a 2015. Es decir, el peso del gasto en servicios como porcentaje del salario mínimo más que se cuadruplicó en poco más de tres años.
Nuestro país superó a Chile en el ranking de cuánto representa el pago de estos servicios esenciales. Así, mientras Chile supo ser el país más caro de la región. Actualmente, Argentina ya se posiciona 1,6 puntos porcentuales por encima del país trasandino.
Como otro dato de color, en el último año el Felino Macri multiplicó por 20 la brecha entre el 10% más rico y más pobre, en el cuarto trimestre de 2018, es decir los datos finales del año pasado, el 10% más rico del país ganó 20 veces más que el 10% más pobre, cuando en el mismo período de 2017 este cociente se ubicaba en 17 veces. Podemos observar que no sólo los pobres ganaron menos, sino que también la distribución del ingreso se hizo menos equitativa durante 2018, año en que la inflación ascendió al 47,6%, la desocupación aumentó al 9,1% y el indice de pobreza se incrementó al 32%.
Como si todo esto fuera poco, la deuda emitida por el gobierno Amarillo ya supera los cinto ochenta y siete mil millones de dólares.
Jubilada se arroja las vías en estación lavalle. El tren para antes de arrollarla, la Policía la sube y la Sra. Dice que no puede comprar los remedios para su enfermedad, que ni siquiera le alcanza para.— Nestor Segovia (@nestor_segovia) 16 de abril de 2019
Este Gobierno mentiroso, les mintió a todos los jubilados.#AndateMacri pic.twitter.com/EQ7CCxThmD
No hay un sólo indicador económico y social positivo ya superado casi el total de la gestión. A esto vinieron y están haciendo bien las cosas. No hay errores ni improvisaciones. No es un fracaso económico. Sólo nos queda agradecerles su sinceridad. Y a no desesperar, el gobierno y el FMI están de acuerdo, ambos coinciden en seguir ajustando.
Y les recuerdo que "lo peor ya pasó", para el felino Macri, viene desde los 90...
Y les recuerdo que "lo peor ya pasó", para el felino Macri, viene desde los 90...
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