Dada la cantidad de visitas que ha tenido la entrada de Ballroomquartet desde que lo presentamos formalmente, el folk psicodélico (al que de a poco le van agregando elementos de space rock, post-rock y pop entre otras cosas) de estos belgas se hace presente en el blog cabezón nuevamente con su muralla sónica formada por la sinergia de acordeón, theremin, vocoder, mandolinas, clarinetes y ahora también violínes (parece qque guitarrista aprendió a tocar el violín en el lapso de la grabación de "Surfing Sufi", su anterior álbum del 2004, y éste que presentamos ahora), sintetizadores analógicos e instrumentos exóticos como el indú Bulbul-Tarang. Y la onda es más o menos la misma que su anterior disco, pero potenciado, así que si te gustó "Surfing Sufi", no lo dudes porque esto está para quemar cabezas. Aquí otra muestra en la evolución de la banda que no termina aquí ni mucho menos, esto sigue mientras ellos siguen evolucionando y experimentando cada vez con mayor variedad de sonidos pero siempre en pos de lograr la mayor belleza posible. Yo me saco es sombrero y pido aplausos para estos belgas.
Artista: Ballroomquartet
Álbum: Soundmanifest
Año: 2007
Género: Rock psicodélico / Folk prog
Duración: 55:36
Nacionalidad: Bélgica
Después del atrevido, sofisticado y revolucionario "Surfing Sufi", ahora hay un segundo álbum de BallroomQuartet... pero es tan difícil hablar de él! Hay música de la que no se puede hablar mucho, hay que escucharla porque más allá de una somera descripción, no se pueden transmitir las sensaciones y lo que transmiten.
¿Cómo es que podemos transmitir los tonos, estados de ánimo e intenciones sin escuchar el lenguaje lenguaje de la música? Todos entendemos vagamente el concepto general de la música instrumental, con sus propias reglas, símbolos y transmisión de emociones. Pero, desde Chopin hasta Miles Davis, no podemos traspasarlo a palabras: la poesía de la música instrumental es un idioma que no admite subtítulos ni traducciones. Por eso, les dejo un video mientras trato de escribir un poco sobre este disco, aquí el video (hay más dentro de la entrada) y los tracks que siguen son como esto pero multiplicado...
"Soundmanifest" suena considerablemente más pesado que su predecesor, pero aquellos que escuchan con cuidado pronto captarán las muchas sutilezas acústicas que se tejen en sus arreglos. Las melodías pegadizas aún siguen ahí, pero sus potencioalidades se expanden. A continuación, les dejo mi torpe comentario sobre un disco que de verdad no se tendría que hablr mucho pero se tendría que escuchar muchísimo. Otro gran trabajo recomendado que va a para a la Biblioteca Sonora del blog cabezón.
Ah! Me olvidaba, esto no lo van a encontrar en otro lado...
A ver, voy a tratar de hacer al menos una descripción somera sobre el disco... pero yo les diría que ya se vayan haciendo de él y después me lean escuchando el disco.
El acordeonista comienza el disco ofreciendo dos hermosas introducciones en "Labyrinth" y "The Thin Line". La violencia de la guitarra que sigue tiene algo de la pscodelia de los finlandeses de Hidria Spacefolk. Una introducción alienante ofrece "Sideshow Freakcircus" continuando con voces enrarecidas, el vocoder y el theremin meten un clima muy especial, desplegando un fabuloso ritmo de batería hacia un final lleno de fanfarronería teutónica y luego pareciera ue estamos escuchando a Sigur Ros, desplegando un "Quasimodo" bastante lleno de un extraño pop que es tambièn entre poderoso y atmosférico, un tema es simple, pero que transita a través de todo tipo de caminos laterales, y el pop se acentúa en "The Way To The Top" y ambos tracks tienen un estilo claramente escandinavo, con un ritmo muy disco y muy bailable pero con sus sorpresas (en este caso más metiendo mucho sonido moderno y étnico y tribal) que ya en este punto nuestros oídos espera ansioso, resultando una canción de bella y dulce melodía que tambièn se puede bailar. Después llega "Alabama Tripping" y con él la atmósfera se acrecentará, el violín tomará protagonismo y nos conducirá a "Flamingo" que ya desde la misma introducción de la mandolina suena a árabe pero se irá transutando naturalmente y sin esfuerzo hasta llegar a "Tranquilizer" (con una hermosa introducción de contrabajo), canción que de tranquilizadora no tienen nada, si bien comienza tranquila tiene un aire siniestro hasta el estallido rockero que se da a partir de su segundo minuto, que dará apaso a la introducción "My Heart Belongs To Venezuela" que tiene en un principio algún parecido con el new wave pero con un sonido bien actual, pero luego crea una transición brillante con una rápida base que lo asemeja a la música de los Balcanes, creando una pared de sonido de manera brillante, pero aún en medio de la tensa potencia, el protagonismo siempre lo tienen los instrumentos acústicos.
Así llega el dramatismo de "Lucky Number", cinemática, teatral, climática y con mucho sonido étnico que nos envuelve en un estado de ánimo muy especial y contemplativo hasta estallar en una vorágine de vocoder y potencia rockera muy étnica y operística al mismo tiempo. En "8 Minutes With Walter" aparece una agradable cadencia en la que los instrumentos acústicos (sobretodo el violín) contrastan maravillosamente con los graves de la base (bajo y batería). Hacia el final, el atmosférico paisaje sonoro construido minuciosamente a lo largo del tema es brutalmente perturbado por una pared de distorsión que da vuelta al tema que logra capturar la atmósfera de Sigur Ros, el minimalismo de contemporáneo de Rodrigo Leao y el poder de Godspeed You Black Emperor o Mogwai en su propia composición, con mucha imaginación y contenido musical.
Y así llega "Doefalgan" que es un punto de descanso en el CD a la vez que marca la finalización del mismo, es un tema neoclásico hermoso, un tanto alienante y oriental al mismo tiempo, con una simplicidad acústica que nuevamente lo hace contrastar con lo anterior y que pone la cereza de la torta a un disco repleto de sabores, tonos, aromas. La delicia que faltaba está en esta pequeñísima canción.
En definitiva, un disco fluido con mucho climax pero que contrasta con el fuego acústico que proviene del acordeón y el violín. Una maravilla que les recomiendo escuchen atentamente porque los va a atrapar, sobretodo porque a pesar de sus complejidades esta música es muy fácil de escuchar y muy entradora. Quizás sea especial para alguien que quiere adentrase a los caminos de la música elavorada porque le resultará fácil de digerir por su liviandad y su continuo gancho melódico.
Y como dije antes, hice el esfuerzo de tratar de explicar el disco pero me parece al pedo, a esto hay que escucharlo y disfrutarlo sin tanta vuelta. Un trabajo interesantísimo, muy entretenido y sin repetición alguna de movimientos, este "Soundmanifest" muestra a unos Ballroomquartet en un estado muy alto, desde donde lanzan este disco original, sorprendente, atrevido y (de nuevo) innovador.
Yo me saco es sombrero y pido aplausos para estos belgas. Discazo totalmente recomendado!!!!
Lista de Temas:
1. Labyrinth
2. The Thin Line
3. Sideshow Freakcircus
4. Quasimodo
5. The Way To The Top
6. Alabama Tripping
7. Flamingo
8. Tranquilizer
9. My Heart Belongs To Venezuela
10. Lucky Number
11. 8 Minutes With Walter
12. Doefalgan
Alineación:
- Andries Boone / mandolin, violin, guitar, voices
- Rony Deprins / accordion, synths, vocoder, theremin, voices
- Jasper Hautekiet / bass
- David Vertongen / drums, percussion, piano & bells
Artista: Ballroomquartet
Álbum: Soundmanifest
Año: 2007
Género: Rock psicodélico / Folk prog
Duración: 55:36
Nacionalidad: Bélgica
Después del atrevido, sofisticado y revolucionario "Surfing Sufi", ahora hay un segundo álbum de BallroomQuartet... pero es tan difícil hablar de él! Hay música de la que no se puede hablar mucho, hay que escucharla porque más allá de una somera descripción, no se pueden transmitir las sensaciones y lo que transmiten.
¿Cómo es que podemos transmitir los tonos, estados de ánimo e intenciones sin escuchar el lenguaje lenguaje de la música? Todos entendemos vagamente el concepto general de la música instrumental, con sus propias reglas, símbolos y transmisión de emociones. Pero, desde Chopin hasta Miles Davis, no podemos traspasarlo a palabras: la poesía de la música instrumental es un idioma que no admite subtítulos ni traducciones. Por eso, les dejo un video mientras trato de escribir un poco sobre este disco, aquí el video (hay más dentro de la entrada) y los tracks que siguen son como esto pero multiplicado...
"Soundmanifest" suena considerablemente más pesado que su predecesor, pero aquellos que escuchan con cuidado pronto captarán las muchas sutilezas acústicas que se tejen en sus arreglos. Las melodías pegadizas aún siguen ahí, pero sus potencioalidades se expanden. A continuación, les dejo mi torpe comentario sobre un disco que de verdad no se tendría que hablr mucho pero se tendría que escuchar muchísimo. Otro gran trabajo recomendado que va a para a la Biblioteca Sonora del blog cabezón.
Ah! Me olvidaba, esto no lo van a encontrar en otro lado...
A ver, voy a tratar de hacer al menos una descripción somera sobre el disco... pero yo les diría que ya se vayan haciendo de él y después me lean escuchando el disco.
El acordeonista comienza el disco ofreciendo dos hermosas introducciones en "Labyrinth" y "The Thin Line". La violencia de la guitarra que sigue tiene algo de la pscodelia de los finlandeses de Hidria Spacefolk. Una introducción alienante ofrece "Sideshow Freakcircus" continuando con voces enrarecidas, el vocoder y el theremin meten un clima muy especial, desplegando un fabuloso ritmo de batería hacia un final lleno de fanfarronería teutónica y luego pareciera ue estamos escuchando a Sigur Ros, desplegando un "Quasimodo" bastante lleno de un extraño pop que es tambièn entre poderoso y atmosférico, un tema es simple, pero que transita a través de todo tipo de caminos laterales, y el pop se acentúa en "The Way To The Top" y ambos tracks tienen un estilo claramente escandinavo, con un ritmo muy disco y muy bailable pero con sus sorpresas (en este caso más metiendo mucho sonido moderno y étnico y tribal) que ya en este punto nuestros oídos espera ansioso, resultando una canción de bella y dulce melodía que tambièn se puede bailar. Después llega "Alabama Tripping" y con él la atmósfera se acrecentará, el violín tomará protagonismo y nos conducirá a "Flamingo" que ya desde la misma introducción de la mandolina suena a árabe pero se irá transutando naturalmente y sin esfuerzo hasta llegar a "Tranquilizer" (con una hermosa introducción de contrabajo), canción que de tranquilizadora no tienen nada, si bien comienza tranquila tiene un aire siniestro hasta el estallido rockero que se da a partir de su segundo minuto, que dará apaso a la introducción "My Heart Belongs To Venezuela" que tiene en un principio algún parecido con el new wave pero con un sonido bien actual, pero luego crea una transición brillante con una rápida base que lo asemeja a la música de los Balcanes, creando una pared de sonido de manera brillante, pero aún en medio de la tensa potencia, el protagonismo siempre lo tienen los instrumentos acústicos.
Así llega el dramatismo de "Lucky Number", cinemática, teatral, climática y con mucho sonido étnico que nos envuelve en un estado de ánimo muy especial y contemplativo hasta estallar en una vorágine de vocoder y potencia rockera muy étnica y operística al mismo tiempo. En "8 Minutes With Walter" aparece una agradable cadencia en la que los instrumentos acústicos (sobretodo el violín) contrastan maravillosamente con los graves de la base (bajo y batería). Hacia el final, el atmosférico paisaje sonoro construido minuciosamente a lo largo del tema es brutalmente perturbado por una pared de distorsión que da vuelta al tema que logra capturar la atmósfera de Sigur Ros, el minimalismo de contemporáneo de Rodrigo Leao y el poder de Godspeed You Black Emperor o Mogwai en su propia composición, con mucha imaginación y contenido musical.
Y así llega "Doefalgan" que es un punto de descanso en el CD a la vez que marca la finalización del mismo, es un tema neoclásico hermoso, un tanto alienante y oriental al mismo tiempo, con una simplicidad acústica que nuevamente lo hace contrastar con lo anterior y que pone la cereza de la torta a un disco repleto de sabores, tonos, aromas. La delicia que faltaba está en esta pequeñísima canción.
En definitiva, un disco fluido con mucho climax pero que contrasta con el fuego acústico que proviene del acordeón y el violín. Una maravilla que les recomiendo escuchen atentamente porque los va a atrapar, sobretodo porque a pesar de sus complejidades esta música es muy fácil de escuchar y muy entradora. Quizás sea especial para alguien que quiere adentrase a los caminos de la música elavorada porque le resultará fácil de digerir por su liviandad y su continuo gancho melódico.
Y como dije antes, hice el esfuerzo de tratar de explicar el disco pero me parece al pedo, a esto hay que escucharlo y disfrutarlo sin tanta vuelta. Un trabajo interesantísimo, muy entretenido y sin repetición alguna de movimientos, este "Soundmanifest" muestra a unos Ballroomquartet en un estado muy alto, desde donde lanzan este disco original, sorprendente, atrevido y (de nuevo) innovador.
Yo me saco es sombrero y pido aplausos para estos belgas. Discazo totalmente recomendado!!!!
Lista de Temas:
1. Labyrinth
2. The Thin Line
3. Sideshow Freakcircus
4. Quasimodo
5. The Way To The Top
6. Alabama Tripping
7. Flamingo
8. Tranquilizer
9. My Heart Belongs To Venezuela
10. Lucky Number
11. 8 Minutes With Walter
12. Doefalgan
Alineación:
- Andries Boone / mandolin, violin, guitar, voices
- Rony Deprins / accordion, synths, vocoder, theremin, voices
- Jasper Hautekiet / bass
- David Vertongen / drums, percussion, piano & bells
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