Dispuesto a cargarse a cualquiera que piense distinto, el macrismo inició el pedido de juicio político contra los camaristas que homologaron el acuerdo paritario de los bancarios.
El juez Arias Gibert (uno de los dos miembros de la Cámara laboral que avaló la paritaria bancaria) reaccionó ante la denuncia de Triaca (Ministerio de Trabajo de Corporación Cambiemos S.A.). El Gobierno pide ahora por ello su juicio político y el de su colega Graciela Marino.
"Nunca viví algo como esto. Esto es como crear una policía del pensamiento. Es como que se decida iniciarle un juicio político a un diputado por haber dicho algo en la propia Cámara de Diputados" aseguró el camarista Enrique Arias Gibert definiendo el pedido de juicio político que el Ministerio de Trabajo presentó en su contra por dictar el fallo que obligó al Gobierno a aceptar el acuerdo paritario entre los bancos y los trabajadores de ese sector. El magistrado sostuvo que el cuestionamiento que se le hizo por esa medida "no es muy republicano" y advirtió que es parte de una política que puede "producir una desaparición de la división de poderes".
Corporación Cambiemos S.A. está atacando las bases democráticas desde el mismo día en que llegó al poder. La persecución de cualquier opositor, la política de redes sociales, se extiende no sólo a Twitter con el bullying a opositores sino con el amplio manejo de los principales medios de comunicación, que se prestan a despretigiar a opositores cuando plantean temas que no le gustan al gobierno.
Y si bien los medios juegan un rol importantísimo en todo esto, con todo el ejército de periodistas que relativizan los desastres de Marioneta Macri y sus CEOs funcionarios. Pero hay otra corte de seguidores, son los que escuchamos en los taxis, en los asados, en los bares, en los negocios. En todos los lugares donde los empleados públicos son vagos, los investigadores ñoquis, los que reciben una ayuda del gobierno negros planeros. Además lo que hace falta en la calle es más policía y los argentinos somos hijos del rigor. Después esta misma gente admira a Nelson Mandela y te dice que en Navidad no uses pirotecnia porque los perros tienen los oídos muy sensibles. Doblepensar le dicen algunos, otros simplemente hipocresía.
Y esto me recuerda algo escrito en "La sociedad del cansancio" de Byung-Chul Han: "Resulta muy difícil rebelarse cuando víctima y verdugo, explotador y explotado, son la misma persona".
Uno de los momentos culminantes de 1984, el libro de Orwell, es cuando Winston, el protagonista, consigue un bulín en el que puede intimar con su novia Julia sin la mirada totalitaria del Gran Hermano. La habitación queda arriba de una tienda de antigüedades cuyo dueño es un viejito simpático llamado Charrington. En la novela la tienda de antigüedades cumple una función de resistencia ante la deshumanización de ese futuro distópico. Winston cree que Charrington es un amigo pero un día, mientras habla con Julia, una voz desconocida que proviene de un cuadro empieza a repetir cada una de las cosas que dicen. La escena tiene la potencia terrorífica de lo ominoso, aquello familiar que se vuelve extraño. Todo el tiempo que la pareja pasó creyendo que era libre en realidad estaba siendo vigilada. Mientras los guardias se lo llevan Winston se preocupa por el viejo Charrington, al que cree haber metido en un lío, pero de repente aparece y ya no es el mismo: en vez de ser canoso, tiene el pelo negro, además ahora lleva anteojos y ya no tiene arrugas, hasta cambió su tono de voz. Ahí Winston se da cuenta de todo: el garca de Charrington, el viejito simpático, en realidad era un agente de la Policía del Pensamiento. Hay que tener cuidado con esos tipos. Y aunque cada vez sean menos los que apoyan al horrendo Corporación Cambiemos, sigue habiendo muchos que los apoyan y piden que vuelvan los Falcons Verdes junto a la nueva Policía del Pensamiento.
El juez Arias Gibert (uno de los dos miembros de la Cámara laboral que avaló la paritaria bancaria) reaccionó ante la denuncia de Triaca (Ministerio de Trabajo de Corporación Cambiemos S.A.). El Gobierno pide ahora por ello su juicio político y el de su colega Graciela Marino.
"Nunca viví algo como esto. Esto es como crear una policía del pensamiento. Es como que se decida iniciarle un juicio político a un diputado por haber dicho algo en la propia Cámara de Diputados" aseguró el camarista Enrique Arias Gibert definiendo el pedido de juicio político que el Ministerio de Trabajo presentó en su contra por dictar el fallo que obligó al Gobierno a aceptar el acuerdo paritario entre los bancos y los trabajadores de ese sector. El magistrado sostuvo que el cuestionamiento que se le hizo por esa medida "no es muy republicano" y advirtió que es parte de una política que puede "producir una desaparición de la división de poderes".
Corporación Cambiemos S.A. está atacando las bases democráticas desde el mismo día en que llegó al poder. La persecución de cualquier opositor, la política de redes sociales, se extiende no sólo a Twitter con el bullying a opositores sino con el amplio manejo de los principales medios de comunicación, que se prestan a despretigiar a opositores cuando plantean temas que no le gustan al gobierno.
Y si bien los medios juegan un rol importantísimo en todo esto, con todo el ejército de periodistas que relativizan los desastres de Marioneta Macri y sus CEOs funcionarios. Pero hay otra corte de seguidores, son los que escuchamos en los taxis, en los asados, en los bares, en los negocios. En todos los lugares donde los empleados públicos son vagos, los investigadores ñoquis, los que reciben una ayuda del gobierno negros planeros. Además lo que hace falta en la calle es más policía y los argentinos somos hijos del rigor. Después esta misma gente admira a Nelson Mandela y te dice que en Navidad no uses pirotecnia porque los perros tienen los oídos muy sensibles. Doblepensar le dicen algunos, otros simplemente hipocresía.
Y esto me recuerda algo escrito en "La sociedad del cansancio" de Byung-Chul Han: "Resulta muy difícil rebelarse cuando víctima y verdugo, explotador y explotado, son la misma persona".
Uno de los momentos culminantes de 1984, el libro de Orwell, es cuando Winston, el protagonista, consigue un bulín en el que puede intimar con su novia Julia sin la mirada totalitaria del Gran Hermano. La habitación queda arriba de una tienda de antigüedades cuyo dueño es un viejito simpático llamado Charrington. En la novela la tienda de antigüedades cumple una función de resistencia ante la deshumanización de ese futuro distópico. Winston cree que Charrington es un amigo pero un día, mientras habla con Julia, una voz desconocida que proviene de un cuadro empieza a repetir cada una de las cosas que dicen. La escena tiene la potencia terrorífica de lo ominoso, aquello familiar que se vuelve extraño. Todo el tiempo que la pareja pasó creyendo que era libre en realidad estaba siendo vigilada. Mientras los guardias se lo llevan Winston se preocupa por el viejo Charrington, al que cree haber metido en un lío, pero de repente aparece y ya no es el mismo: en vez de ser canoso, tiene el pelo negro, además ahora lleva anteojos y ya no tiene arrugas, hasta cambió su tono de voz. Ahí Winston se da cuenta de todo: el garca de Charrington, el viejito simpático, en realidad era un agente de la Policía del Pensamiento. Hay que tener cuidado con esos tipos. Y aunque cada vez sean menos los que apoyan al horrendo Corporación Cambiemos, sigue habiendo muchos que los apoyan y piden que vuelvan los Falcons Verdes junto a la nueva Policía del Pensamiento.
Lamento que quizá mi comentario no tenga cabida en el tema, pero al parecer el maestro Zappa, junto con la obra de Orwell: lo profetizaron!! Y Zappa dice asi:
ReplyDelete¿Qué harás si te dejamos ir a casa,
y todo el plástico se ha derretido,
y el cromo también?
¿QUIÉN ES LA POLICÍA DE LA MENTE?
¿Qué harás cuando la etiqueta se caiga,
y todo el plástico se derrita,
y el cromo esté demasiado blando?
¡AAAAHHHH!
Creo que voy a morir...
Creo que voy a morir...
Voy a morir...
Creo que voy a morir...
etc.
¿QUIÉN ES LA POLICÍA DE LA MENTE?
¿Qué harás si la gente que conocías
fuera el plástico que se ha derretido,
y el cromo también?
¿QUIÉN ES LA POLICÍA DE LA MENTE?
Creo que si tiene mucho que ver Sergio. Gracias por el comentario. Saludos!
DeleteOrwell se equivocó por unas décadas...
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