Estos tipos llegaron al poder mintiendo. Hace exactamente un año montaron el mayor fraude ideológico y conceptual de la historia argentina. Con ideas progres falsificadas en discursos frívolos, y prometiendo cambios morales que sí eran necesarios, se metieron por todos los agujeros por donde el kirchnerismo hacía agua. Así estafaron a cierta clase media que estaba socialmente bien pero quería estar mejor. Y a los más pobres les tiraron consignas cretinas de mano dura y la promesa de mantener todas las mejoras sociales del kirchnerismo.
Así comienza una nota de nuestro apreciado Mempo....
En estos meses el macrismo ya causó daños que serán muy difíciles de reparar, pero no todavía todo lo que hubieran querido. El Poder Real asumió de mano de Marioneta Macri para hacer negocios y obtener ganancias gigantescas, lo están haciendo los bancos con las tasas de interés por las nubes, lo están haciendo con las monstruosas "Companys" habiendo desregulado el ingreso y la salida de negocios en Argentina. Este es el principal propósito de este gobierno: hacer negocios con el sector financiero, con el sector minero y agro-exportador y con las tarifas de los servicios públicos, y con un megaendeudamiento abismal: ya tomaron deuda por 90 mil millones de dólares y van por más.
En vías de tener una economía totalmente dolarizada, con nuevos aumentos de la energía eléctrica y una segunda tanda de aumento en los combustibles que se viene postergando, con más inflación y más recesión, estamos muy lejos de la prometida "Fiesta de la Alegría"... sólo para el 1%. Para el resto, solametne tenemos el Infierno tan Temido.
Mucho se ha escrito sobre las implicancias socio-laborales de las reformas estructurales del neoliberalismo, que iniciara el gobierno militar y profundizaría con inusitada intransigencia el gobierno de Carlos Menem. Sin embargo, nadie podría afirmar que dichas políticas fueron craneadas simplemente "desde arriba" e impuestas sin más. En la sociedad ya circulaban múltiples principios individualistas que, arraigados sin distinción de clase, volvieron admisibles (y, por qué no, "deseables") las reformas mencionadas. Dicha multiplicidad de prácticas y discursos encuentra unidad en lo que podríamos denominar como “lógica” neoliberal.
La aceptación de su condición de desplazados del enorme y flamante ejército de reserva (recordemos que el índice de desempleo en 1976 giraba en torno al 6% y, para mediados de 1990 se encontraría cercano al 30%) responde al arraigo de nociones propias de la lógica neoliberal ampliamente diseminadas: que quien no es exitoso económicamente es porque no tiene capacidades suficientes, que la forma más justa de ordenamiento social supone un mercado regulador y un Estado mínimo, y otras zonceras que son postulados caros a la tradición liberal de la cual es expresión el sector del que Macri resulta la cara visible: que la suerte de cada uno de los individuos de nuestra nación depende, fundamentalmente, del desempeño y esfuerzo individual.
Así comienza una nota de nuestro apreciado Mempo....
Mintieron a mansalva. Prometieron “pobreza cero” pero han duplicado la que existía. Prometieron fortalecer el mercado interno y las políticas sociales, pero hicieron lo contrario. Prometieron cuidar y crecer el empleo, y mintieron. Prometieron que el pueblo iba a “vivir mejor” y mintieron. Dijeron que les importaban la educación y la ciencia, y mintieron. Juraron que la inflación, que estaba en baja, era fácil de solucionar, y mintieron. Cacarearon con “achicar la grieta” y la agrandan día a día y con violencia. Se llenaron la boca con discursos republicanos de respeto a las instituciones, pero asaltaron la Corte Suprema, exacerbaron a una banda de jueces y fiscales chirolitas, y rebajaron la calidad institucional a niveles de la dictadura.De mentiras, traiciones y gobernabilidades - Mempo Giardinelli
Mintieron desde antes de ser gobierno, y siguen y van a seguir mintiendo. Y cuando ya no les funcionen las mentiras, como todo indica, mentirán a palos.
En estos meses el macrismo ya causó daños que serán muy difíciles de reparar, pero no todavía todo lo que hubieran querido. El Poder Real asumió de mano de Marioneta Macri para hacer negocios y obtener ganancias gigantescas, lo están haciendo los bancos con las tasas de interés por las nubes, lo están haciendo con las monstruosas "Companys" habiendo desregulado el ingreso y la salida de negocios en Argentina. Este es el principal propósito de este gobierno: hacer negocios con el sector financiero, con el sector minero y agro-exportador y con las tarifas de los servicios públicos, y con un megaendeudamiento abismal: ya tomaron deuda por 90 mil millones de dólares y van por más.
En vías de tener una economía totalmente dolarizada, con nuevos aumentos de la energía eléctrica y una segunda tanda de aumento en los combustibles que se viene postergando, con más inflación y más recesión, estamos muy lejos de la prometida "Fiesta de la Alegría"... sólo para el 1%. Para el resto, solametne tenemos el Infierno tan Temido.
Mucho se ha escrito sobre las implicancias socio-laborales de las reformas estructurales del neoliberalismo, que iniciara el gobierno militar y profundizaría con inusitada intransigencia el gobierno de Carlos Menem. Sin embargo, nadie podría afirmar que dichas políticas fueron craneadas simplemente "desde arriba" e impuestas sin más. En la sociedad ya circulaban múltiples principios individualistas que, arraigados sin distinción de clase, volvieron admisibles (y, por qué no, "deseables") las reformas mencionadas. Dicha multiplicidad de prácticas y discursos encuentra unidad en lo que podríamos denominar como “lógica” neoliberal.
La aceptación de su condición de desplazados del enorme y flamante ejército de reserva (recordemos que el índice de desempleo en 1976 giraba en torno al 6% y, para mediados de 1990 se encontraría cercano al 30%) responde al arraigo de nociones propias de la lógica neoliberal ampliamente diseminadas: que quien no es exitoso económicamente es porque no tiene capacidades suficientes, que la forma más justa de ordenamiento social supone un mercado regulador y un Estado mínimo, y otras zonceras que son postulados caros a la tradición liberal de la cual es expresión el sector del que Macri resulta la cara visible: que la suerte de cada uno de los individuos de nuestra nación depende, fundamentalmente, del desempeño y esfuerzo individual.
Pese a las promesas de "pobreza cero" en campaña, las políticas económicas del macrismo se sienten duro en la población. Ha subido el precio de todo y todo seguirá subiendo mientras las cifras de los servicios son astronómicas, el costo de vida en Buenos Aires hoy es superior a vivir en París o en Londres, mientras la cantidad de desocupados va en aumento. ¿Esto será lo que querían los despistados que votaron el cambio?
Salir de tantos años de populismo no es fácil, pero no hay dudas que del populismo se sale con menos populismoMarioneta Macri
Desde el primer momento instalaron la idea de que la responsabilidad de las políticas de ajuste es atribuible a la situación heredada del gobierno anterior: la "pesada herencia" populista hacía imperioso el "sinceramiento de la economía", más el clásico argumento neoliberal: es necesario un sacrificio presente para alcanzar un futuro promisorio donde todos estaremos mejor. Las expectativas se situaron en el "segundo semestre" (que luego se fue retrasando ad infinitum) en el cual comenzarían a notarse los efectos positivos del cambio en el modelo económico: estamos mal pero estaremos mejor. Todas las experiencias políticas recientes (tanto en Europa como en Latinoamérica) demuestran que cuando se implementan políticas económicas de ajuste el futuro prometido nunca llega. Maravilloso ejemplo de un perfecto modelo de sumisión al orden económico y político dominante.
Devaluación e inflación son dos mecanismos de transferencia directa de recursos a los sectores más concentrados de la economía.
"Hay sectores a los que la inflación no les molesta. Un gran productor agrario, gran empresario industrial, por ejemplo, porque así como les sube el precio de los productos que consumen, ellos lo trasladan al precio de los productos que venden. Ahora, los trabajadores eso no lo pueden hacer si es que no le arrancan al patrón Estado o al patrón privado un actualización salarial o un aumento de salario por encima de la inflación. Es un mecanismo de transferencia de ingresos, expresa quién puede o no colocar un precio. Entonces hay sectores monopólicos que no tienen ningún freno en la sociedad capitalista para aumentar precios todo lo que se pueda. La inflación golpea claramente a la mayoría de la sociedad que vive de ingreso fijo. Y a pequeños y medianos empresarios que le venden a esos sectores. Hoy el peso argentino vale menos que antes. Eso es una devaluación. Por eso los exportadores, que son muy poquitos en el agro y en la industria, reciben más pesos por cada dólar que exportan. Si antes alguien vendía un auto, de cada dólar que le entraba por el auto vendido, eran 9 pesos argentinos. A partir de la devaluación, por cada dólar, son 15 pesos. Eso quiere decir que el trabajador común y corriente, antes con 10 pesos compraba un dólar, ahora necesita 15. Y eso se traslada a los autos, la carne, la leche, el pan, todos los productos de consumo. Eso es la famosa inflación"
Julio Gambina. Economista
Desde marzo que el gobierno inició una quita de subsidios a la electricidad, el agua y sobre todo, el gas, bajo el argumento de que los precios subsididados por el kirchnerismo eran irreales y habían provocado una crisis energética en el país. Los precios a los consumidores aumentaron hasta un 1000%, Mientras que es la producción industrial argentina está en notable retroceso y aumentan los despidos
El propio Marioneta Macri se ha visto obligado a justificar el alza, usando argumentos increíbles como que "Argentina consume como país rico" o llamando a no prender calefactores en el día en medio del invierno más frío en años. Tan alevosos son que el gobierno quitó el subsidio al consumo de la población, pero las grandes empresas que explotan petróleo -Vaca Muerta en la provincia de Neuquén, por ejemplo- comercializa el barril del crudo a 67 dólares, cuando el precio internacional es de 45. La diferencia es por el subsidio que entrega el gobierno argentino para incentivar la producción.
La inversiones productivas no llegan ni van a llegar. En algún momento va a haber que pagar el déficit fiscal, en algún momento va a haber que pagar la deuda, van a tener que terminar con el atraso cambiario. El menú de opciones que tiene el gobierno hoy para aplacar todo este proceso es tomar deuda. Se está armando una bomba que en algún momento va a explotar y va a tener un efecto muy perjudicial para la economía argentina. Se está armando una bomba que va a estallar, no se va a poder seguir sosteniendo el pago de intereses de deuda y el nuevo endeudamiento. Con indicadores macroeconómicos cada vez más frágiles, las exigencias de las tasas de interés van a ser mucho más duras para Argentina. El condicionamiento de los organismos financieros van a ser, como siempre lo fueron, un gran ajuste fiscal. En 2017 no le van a reclamar el ajuste fiscal por las elecciones. pero en 2018 se van a combinar la necesidad de devaluar con hacer un gran ajuste.
Cambiamos en toda una Revolución de la Alegría, y por eso Argentina está de fiesta. Una fiesta grande pero, lamentablemente, donde el pueblo no está invitado.
Pero la bomba está puesta en el corazón de la Fiesta, aunque ese no es el problema. El problema realmente está en si el pueblo seguirá eligiendo el camino del individualismo, la competencia y los valores neoliberales o si, por el contrario, apostará por la solidaridad y la unión. El poder real está en la gente, pero la institucionalidad ha sido diseñada para minimizar ese poder, de acuerdo a un principio que lleva ya siglos instalado: el pueblo no razona, se mueve por impulsos básicos, así es que necesita de élites racionales que lo gobiernen.
"Los humanistas están convencidos de que los destinos de la democracia dependen de la formación de la personalidad del ciudadano en el espíritu democrático, de su desarrollo integral y armónico y de la creación de condiciones propicias para la realización de sus capacidades creadoras y su perfeccionamiento, de la elevación de su cultura general y cívica".
El verdadero problema está no en lo que hagan los poderosos y los engaños que genere, el problema está en que la gente deje de creer esos engaños y de una vez tome el destino en sus manos. El pueblo, la sociedad, cada uno de nosotros. Esa es la Libertad, lo demás es puro cuento. Lo demás no importa nada.
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