Con la consigna “No al apagón cultural”, organizaciones vinculadas a la actividad cultural agrupadas en el colectivo Unidxs por la cultura realizaron un festival frente al Congreso de la Nación para reclamar una solución ante el peligro de que se corten los fondos de asignaciones específicas para dichas producciones.
A partir de estos requerimientos se presentaron distintos proyectos que buscan prorrogar la fecha de caducidad. En diciembre pasado el diputado nacional del Frente de Todos Pablo Carro presentó un proyecto que dejaba en suspenso la situación por 50 años. El mismo fue tratado en la misma sesión que el presupuesto de este año, que culminó con la estampida del bloque de Juntos por el Cambio por lo que no pudo ser tratado.
Con distintas intervenciones artísticas, se leyeron documentos y adhesiones de diferentes organizaciones y colectivos. El cierre musical estuvo a cargo de Arbolito. Entre los espacios convocantes se encuentran DOCA, ATE Cultura, ATE INCAA, FARCO, CONTA, agrupaciones y centros de estudiantes de escuelas de arte y espacios de producción independientes. Además, hubo actos similares en las ciudades más importantes del país con el mismo reclamo.
“Es inminente que ingrese un proyecto de ley que extienda, que prorrogue o que finalmente deje sin efecto la caducidad de los fondos específicos porque podemos estar peligrando primero cientos de puestos laborales de trabajadoras y trabajadores de la cultura de la comunicación y en segunda instancia una reducción general de las producciones en todo el país, lo cual hace que haya una concentración total en pocas productoras y encima con asiento Capital Federal que produzcan todos los contenidos de la República Argentina. A largo plazo es un problema que hace mella el sistema democrático. Hay un rumor de que podría ser una extensión por 10 años. Frente a esta circunstancias es positivo, pero vamos a encontrarnos nuevamente en 10 años discutiendo esto de nuevo”, sostuvo el presidente de FARCO Juan Delú.
La delegada general de ATE INCAA Ingrid Urrutia advirtió que “la no continuidad de de los fondos que actualmente financian al Fondo de Fomento Cinematográfico sería catastrófico porque no se podría producir cine en nuestro país con apoyo del Estado. También una cantidad de funciones que hoy tiene el organismo que son igual de importantes porque sostiene una escuela nacional de formación que prepara futuros profesionales en el sector, además tiene un canal propio una plataforma con dos millones de usuarios tienen festivales regionales y festivales nacionales e internacionales como el Festival Nacional de internacional de Mar del Plata y además cientos de programas que se despliegan y hacen llegar el cine nacional a todo el país. Sería terminar con el cine independiente y con la posibilidad de narrarnos, de narrar nuestras luchas».
Y explicó que “si hay algo que hoy tiene la cultura es que es un sistema de financiamiento y de fomento que es virtuoso, porque los recursos que vuelven al sector salen del propio sector, es decir que en el caso del cine los impuestos que se recaudan y lo que sale de la propia industria, que además tiene un peso importante en la economía la industria audiovisual. Significa el 5,3% de nuestra economía. Sumado a son 700.000 puestos de trabajo directos e indirectos que estarían en riesgo, si estos fondos para toda la cultura, no continúan”.
El documentalista integrante de DOCA Fernando Krichmar señaló que “los fondos con los que se financian todos los institutos son impuestos que se van a seguir cobrando, pero se va desviar ese dinero directamente de Economía y no a los institutos que fomentan la cultura. Por eso la importancia de este acto y lo importante que es que sea tan dederal y tan unificado, que haya tantas organizaciones bancando para que los diputados y las diputadas entiendan que hay que convertir en ley el proyecto para elevar el plazo de caducidad por 50 años”.
“Si se caen los vaa manejar directamente a su arbitrio el Ministerio de Economía y dependiendo de quién sea el ministro de Economía y cuál sea el proyecto se va a fomentar o no a la cultura en el país. Teniendo en cuenta que se acaba de firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional hagamos las cuentas de lo que puede pasar con ese dinero y con la música, el cine y los medios comunitarios si dejan de recibir estos fondos bueno, el Inca directamente no se va a poder producir cine fomentado por el Estado, así que tendremos que volver a los 90 cuando hacíamos cine de resistencia sin apoyo, estatal. Nosotros lo vamos a seguir haciendo, pero es parte de una política cultural de un país que tiene que ver con la soberanía audiovisual”, agregó.
La referente de la Colectiva de Autoras Judith Gutiérrez afirmó que “para las escritoras y para los escritores que nos dedicamos a todo lo que tiene que ver con las artes que después aparecen en pantalla o en el teatro esto va en contra de lo que hacemos porque nosotras producimos y escribimos luego aparece en salas de teatro independiente y en el cine independiente de la Argentina. Entonces si deja de haber este tipo de apoyos, todo lo que hacemos va a costar mucho más que aparezca o en pantalla o en la sala de teatro y que realmente llegue al público”.
“Por otra parte, muchas de las que escribimos somos actrices, somos directoras de teatro somos directoras de cine, entonces todo nuestro espacio de trabajo se ve perjudicado por esto más allá de que los apoyos sean solamente un aliciente, porque no cubren la totalidad de los gastos, es lo que nos permite muchas veces realizar y llevar adelante cosas que a nivel mundial se ven como una explosión cultural y que esto va a dejar de va a dejar de ser, va a dejar de estar, va a desaparecer”, agregó.
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