Un disco tan raro que no tiene ni un solo video en Youtube. Un álbum que descubrí por casualidad, pero que despertó mi curiosidad por un tema que siempre me ha intrigado...
Una mezcla de músicas tan extraña que la imaginación no alcanza a figurarsela hasta que al fin la escucha... y la antigua pregunta sobre la alquimia: es una ciencia sagrada, o una simple superstición?
Disfruten del viaje: tambien iremos a Praga.
Artista: Jiri Stivín
Álbum: Alchymia Musicae
Año: 1995
Género: jazz fusion, clásica
Duración: 59:53
Nacionalidad: Checa
Año: 1995
Género: jazz fusion, clásica
Duración: 59:53
Nacionalidad: Checa
Lista de Temas:
1. The Echoes
2. The Mourning
3. The Invitation to the
4. Cooking Something Up I (Velké Varení I) — The jazz kitchen
5. The Metamorphosis of Time (Promeny Casu)
6. Cooking Something Up II (Velké Varení II)
7. The Alchemysts' Trip (Výlety Alchymistu), quodlibet
1. The Echoes
2. The Mourning
3. The Invitation to the
4. Cooking Something Up I (Velké Varení I) — The jazz kitchen
5. The Metamorphosis of Time (Promeny Casu)
6. Cooking Something Up II (Velké Varení II)
7. The Alchemysts' Trip (Výlety Alchymistu), quodlibet
Alineación:
Jirí Stivín — Clarinet, Flute, Piano, Drums, Saxophone (woodwinds)
Gabriel Jonás — Piano
Evzen Rattai — Cello
Jirí Stivín jr. — Drums, Vibraphone
The Talich String Quartet
The Prague Vocal Quartet
Jirí Stivín — Clarinet, Flute, Piano, Drums, Saxophone (woodwinds)
Gabriel Jonás — Piano
Evzen Rattai — Cello
Jirí Stivín jr. — Drums, Vibraphone
The Talich String Quartet
The Prague Vocal Quartet
Nota del Editor: Ojo que el video no tiene nada que ver con el disco, pero está bueno que conozcan al intérprete...
Tuve un amigo que vivía a caballo entre el pasado y un agitado presente. Era un joven reservado, aficionado a la música y a la lectura, y que se pasaba horas leyendo cosas que nada tenían que ver con sus estudios académicos. Por ejemplo, otro amigo le había pasado El Misterio de las catedrales y Las Moradas Filosofales de Fulcanelli, un alquimista moderno, y se enfrascó en la lectura de esos libros, que eran subversivos para sus padres, habida cuenta de que le desvíaban de sus estudios. Otro amigo más, estaba haciendo un trabajo sobre el neoplatonismo renacentista, y se interesaba en los emblemas y la simbología de la antigüedad. Pasaban tardes enteras conversando sobre El Sueño de Polífilo de Francesco Colonna, y el lenguaje alegórico de la alquimia y de cómo desentrañarlo. Fulcanelli daba unas claves hacia el final de sus dos tratados, en un capitulo acerca de la Cruz Cíclica de Hendaya, y en otro titulado La Cábala Hermética. Se trataba de versificar de un modo determinado el texto cifrado, para que se hiciera patente su sentido oculto. Y de leer las figuras de acuerdo a las reglas del blasón.
Dos veces por semana mi amigo iba a los ensayos de su banda de rock progresivo y en casa practicaba flauta todo el tiempo que podía. Aspiraba a tocar en una banda de jazz, algún día.
Al final… qué es la Alquimia? Ni siquiera sé lo que es, -me decía - pero me apasiona todo lo que tiene que ver con ella: esos abstrusos grabados que hay en sus textos, cuanto más incomprensibles, más me retan a que me esfuerce en comprenderlos. Siento que significan algo, que me están diciendo algo importante, pero, que es?”
Muchos entendidos están de acuerdo en afirmar que el objetivo de la alquimia no es la simple transmutación de los metales viles en oro: esa también es una alegoría, que al mismo tiempo es una trampa tendida a los codiciosos. Algunos dicen que aquello que se explica en los libros alquímicos con todo lujo de figuras alegoricas, es en realidad un proceso interior que daría lugar a una mutación psicológica; a un hombre o una mujer nuevos. Otros dicen que no, que la alquimia no es solo un proceso psicológico, sino que entra en juego lo físico; ciertas energías que están dormidas despertarían produciendo drásticas transformaciones a todos los niveles del ser.
“Hay historias de alquimistas que fueron vistos con otra identidad por una persona que los conoció en su juventud, después de décadas: esa persona había envejecido muchisimo, mientras que el alquimista seguía aparentando la misma edad… se dice que cuando pasa cierto tiempo hacen creer que se han muerto e incluso hacen enterrar los restos de otra persona (un mendigo, un vagabundo) haciendo poner en la lápida su nombre, y luego se van a otro país cambiando de identidad para no ser reconocidos” me contaba entusiasimado mi amigo.
Guardo el recuerdo de nuestras conversaciones sobre alquimia, jazz y rock progresivo, y de cuando tocabamos juntos. Su disco favorito de Yes, “Tales From Topographic Ocean” para él era el equivalente moderno de una catedral gótica, y estaba cargado de enseñanzas y simbolismos ancestrales. No se si darle la razón, pero lo cierto es que “Tales From Topographic Ocean” es un disco muy trabajado y denso, fruto de una época en la que Jon Anderson andaba indagando en diferentes formas de espiritualidad.
Volviendo a mi amigo, hice este breve perfil suyo porque este disco, Alchymia Musicae, me lo recuerda. Al igual que el, es una amalgama casi imposible de clasicismo y de vanguardia. Claro que ha habido experiencias semejantes; por ejemplo, Jan Garbarek, con la Hilliard Ensemble ha grabado varios discos en los que combinaba madrigales, motetes, etc. con el sonido sobrio y espiritual de su saxo. Garbarek publicó Officium con la Hilliard Ensemble en 1993, y la verdad es que no se quien de los dos fue el primero en experimentar en esa dirección, si Garbarek o Stivín.
Eso si, mientras que el saxo de Garbarek se interroga y busca la luz arropado unicamente por las voces de la Hilliard Ensemble, Stivín se trae una banda de jazz para que se las entienda nada menos que con un coro renacentista. O sea, como un camaleón sobre una falda escocesa... Y sin embargo se las arreglaron para hacer algo genial.
Volviendo a mi amigo, hice este breve perfil suyo porque este disco, Alchymia Musicae, me lo recuerda. Al igual que el, es una amalgama casi imposible de clasicismo y de vanguardia. Claro que ha habido experiencias semejantes; por ejemplo, Jan Garbarek, con la Hilliard Ensemble ha grabado varios discos en los que combinaba madrigales, motetes, etc. con el sonido sobrio y espiritual de su saxo. Garbarek publicó Officium con la Hilliard Ensemble en 1993, y la verdad es que no se quien de los dos fue el primero en experimentar en esa dirección, si Garbarek o Stivín.
Eso si, mientras que el saxo de Garbarek se interroga y busca la luz arropado unicamente por las voces de la Hilliard Ensemble, Stivín se trae una banda de jazz para que se las entienda nada menos que con un coro renacentista. O sea, como un camaleón sobre una falda escocesa... Y sin embargo se las arreglaron para hacer algo genial.
Alchymia Musicae me llamó la atención sin haberlo aun escuchado , porque a mí también me fascina la alquimia. Si me preguntaran qué hace un alquimista no sabría qué decir ni por donde empezar. No sé si es una técnica secreta de yoga capaz de abrir de par en par las puertas del cielo, ni si es “La ciencia reveladora de Dios” como diría mi amigo, que tambien era un entusiasta de Yes. O a lo mejor la formula de la dinamita, guardada celosamente durante siglos…
Alchymia Musicae
Alchymia Musicae
No conocía al músico, y vi el disco en la red por pura casualidad, nadie me lo recomendó. Pero me molesté en escucharlo por esa fascinación que tiene para mí esta ciencia oculta. El disco me cautivó. Y me llamó la atención que este músico fuera checo, porque en Praga se practicó mucho la alquimia, sobre todo en los siglos XVII y XVIII (Abajo, para quien le interese, hay un artículo sobre el tema. Podrán ver hasta que grado de locura condujo la fiebre del oro a mucha gente que creo que no había entendido nada).
Cantos de corte renacentista se mezclan con los solos de flauta y de saxo de Jiri Stivin, acompañados por una excelente banda de jazz, y por un cuarteto de cuerdas.
Por ejemplo, el primer tema, Echoes, se basa en la Canción del Eco, de Orlando de Lasso, músico renacentista del s XVI, una canción humorística en la que llegado cierto punto el cuarteto vocal (de corte totalmente clásico) se ve envuelto en momentos de autentico free jazz…. Y suena bien!
he aquí un ejemplo de interpretación clásica de la canción del Eco, de Orlando di Lasso:
Por ejemplo, el primer tema, Echoes, se basa en la Canción del Eco, de Orlando de Lasso, músico renacentista del s XVI, una canción humorística en la que llegado cierto punto el cuarteto vocal (de corte totalmente clásico) se ve envuelto en momentos de autentico free jazz…. Y suena bien!
he aquí un ejemplo de interpretación clásica de la canción del Eco, de Orlando di Lasso:
La segunda pieza está basada en Weep, o mine eyes de John Bennett, compositor de madrigales inglés, también del s XVI
La tercera pieza está basada en Chi la Gagliarda de Baldassarre Donato, compositor y cantor de la escuela veneciana del s XVI
Las siguientes tres piezas son de autores de música moderna y contempornea, y la pieza final, El Viaje del Alquimista es obra de Jirí Stivín y de su banda, Quodlibet.
Una breve semblanza
Jirí Stivín nació el 23 de noviembre de 1942 en Praga, República Checa. Es flautista y compositor. Desde 1975 interpreta musica antigua a la flauta. Estudió composición en la Real Academia de Música, y en la Academia de Música de Praga. Sus maestros fueron el flautista Milán Muncingler (Ars Revidiva) y Jiří Válek (Filarmónica Checa). Más adelante interpreta música de la Edad Media, del Renacimiento y el Barroco. Ha grabado conciertos para flauta (Telemann y Vivaldi en 4 CDs) y domina todo tipo de instrumento de viento . También ha tenido una intensa actividad en el jazz, tanto en la composición como en la improvisación tanto con el saxo, como con clarinete, flauta, flautín, y varios tipos de instrumentos de viento populares. Como solista, trabaja con renombrados conjuntos e instituciones musicales (Virtuosi di Praga, la Orquesta Sinfónica de Praga, la Orquesta de Cámara de Eslovaquia, los Madrigalistas Praga, duo Boemi, orquesta de cámara Suk, cuarteto Talich, etc.).
Está al frente del Collegium Quodlibet y lidera el cuarteto de jazz Jiří Stivín & Co. Da recitales con clavecín, órgano o guitarra, y en ocasiones los lleva a cabo con la única ayuda de una grabadora. Durante los últimos diez años ha estado dando una serie de actuaciones denominadas 'todo tipo de flautas' y ha escrito una gran cantidad de obras de cine, teatro y música de concierto. Jiří Stivín enseña en el Conservatorio de Praga, en los talleres de jazz anuales en Frýdlant y participa con frecuencia en muchos otros proyectos, como conciertos educativos para los niños.
Salvo en Checo y en ruso, es bastante dificil encontrar información sobre este músico, así que lo dejo ahí, pero les doy su sitio oficial donde pueden saber más.
Las historias de los alquimistas en las Tierras Checas
En el siglo XVI las Tierras Checas representaron un importante laboratorio alquimista en el Viejo Continente. Ansiosos por fabricar oro, el emperador Rodolfo II de Habsburgo y otros aristócratas no vacilaron en gastar enormes sumas para mantener en sus cortes y condados a alquimistas procedentes de todo el mundo. En esta edición de 'Legados del Pasado, Testimonios del Presente' les contaremos anécdotas sobre la vida de los alquimistas, más y menos creíbles. También hablaremos de las supuestas visitas de William Shakespeare a Praga en papel de un agente secreto de la reina inglesa.
Inventar fórmulas para la inmortalidad o crear la mítica piedra filosofal, capaz de convertir metales base en oro, eran las principales tareas de la alquimia, práctica que para muchos representa más bien una pseudociencia, efectuada por personas aberrantes y estrafalarios obsesionados.
A pesar de sus constantes fracasos, el trabajo de los alqumistas no fue infructuoso del todo, ya que los conocimientos adquiridos gracias a esta práctica allanaron el camino al establecimiento de la química como ciencia.
Sorprendentemente, la alquimia practicada en las Tierras Checas nunca llegó a enfrentarse a la doctrina cristiana, según aclara Vladimír Karpenko, profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Carolina de Praga.
“Los alquimistas operaban con la explicación de que el conocimiento de la alquimia era un obsequio de Dios. El que haya recibido este don, era la persona determinada para llevar a cabo transformaciones de diversas sustancias”.
Para justificar sus fracasos, los alquimistas disponían de otras excusas como, por ejemplo, la posición de planetas o constelaciones no favorables. De esta forma lograron mantener la confianza de sus mecenas durante siglos.
El anhelo por descubrir la receta para la creación de oro pudo llevar a algunos hasta una quiebra total como fue el caso del noble Jan Zbyněk Zajíc de Hazemburk, mecenas de uno de los alquimistas checos más reconocidos, Bavor Mladší Rodovský de Husiřany.
“A causa de patrocinar la alquimia perdió todos sus bienes. Esta afición era generalmente una cuestión de mucho dinero. Es que los alquimistas no pedían oro solo como remuneración por su trabajo, sino también para poder realizar sus experimentos. Por ejemplo, para fabricar la Piedra Filosofal era supuestamente necesario poner el metal en un punto muerto y esperar que volviera a nacer y madurara. Para ello era necesario introducir una semilla de oro o de plata. Es interesante que la creencia en la eficacia de la alquimia sobreviviera durante tanto tiempo, a pesar de la conciencia global de que nadie nunca había logrado crear oro”, indicó Karpenko.
Edward Kelley – ¿un genio o un timador?
Una importante figura de la corte de Rodolfo II de Habsburgo era el alquimista inglés Edward Kelley. En 1584 acompañó a su maestro John Dee a Praga, a donde había sido invitado por el médico personal del emperador Rodolfo II, Tadeáš Hájek de Hájek, prosigue Karpenko.
“Se dice que existían testigos que afirmaron haber visto como Edward Kelley había logrado crear oro en la casa de Tadeáš Hájek de Hájek. Incluso se han conservado algunas recetas vinculadas con su nombre. Sin embargo, se trata de unas primitivas instrucciones para operaciones de laboratorio que servían para preparar diferentes tipos de sal y productos para limpieza del mercurio. Sobre la Piedra Filosofal no apareció sin embargo ninguna mención. Entonces también ya se escuchaban voces de que Kelley era un estafador, que nadie se podía fiar de él, y que era simplemente un buen ilusionista”.
A Rodolfo II no le llamaba la atención la fama de los alquimistas ingleses, por lo cual no los recibió en su corte. Algunos historiadores incluso sostenían que John Dee y Edward Kelley habían sido enviados a Praga como agentes secretos de la reina inglesa Elisabeth I para conseguir la afinidad del emperador. Puede que el rechazo por parte de Rodolfo II surgiera precisamente a causa de un aviso previo de esta sospecha.
Las visitas de William Shakespeare a Praga
En el Museo de Alquimistas y Magos de la Praga Vieja se puede ver una figura que aparentemente tenía poco que ver con la alquimia.
Según las investigaciones del parapsicólogo estadounidense Vincent Bridges, que participó en la preparación de la muestra permanente del Museo de Alquimistas y Magos de la Praga Vieja, la misma casa donde actualmente se halla el museo tuvo en varias ocasiones el honor de dar la bienvenida al escritor inglés William Shakespeare. Filip Zvolský del museo nos da más detalles.
“Al igual que Edward Kelley y John Dee, William Shakespeare era sospechoso de ser agente de la reina inglesa. Si creemos en esta teoría, lo que depende de cada uno, podemos creer también que la casa le sirvió de inspiración para su obra 'Sueño de una Noche de Verano'. Se que conocen la mayoría de los modelos que inspiraban las obras de Shakespeare, sin embargo respecto a esta obra no se sabe nada. La casa que visitó Shakespeare en Praga se llama la Casa del Burro en la Cuna, debido a una leyenda según la que un niño se transformó allí en un burro. Y en la obra de Shakespeare también un hombre se convierte en burro”.
Durante su estancia en las Tierras Checas, Edward Kelley y John Dee fueron acusados de brujería y expulsados de la corte del emperador. En breve fueron contratados por el noble Vilém de Rožmberk, de la ciudad de Třeboñ. Edward Kelley puso en marcha con éxito sus actividades alquimistas en su condado y pronto ganó confianza de su empleador, al que consiguió curar una enfermedad grave, según se dice.
La fama de Kelley llegó pronto también a la corte de Rodolfo II y tras un acuerdo con Vilém de Rožmberk, el emperador contrató sus servicios también. Se dice que el primer intento de cambiar el metal puro en oro en la corte del emperador resultó exitoso gracias a un mercurio especial que el alquimista tenía en su posesión. Otra leyenda cuenta que disponía también de un espejo, llamado negro, que era capaz de escuchar conversaciones a escondidas y observar a larga distancia.
El último alquimista de las Tierras Checas
A finales del siglo XVIII, la alquimia fue paulatinamente sustituida por la química.
Kryštof Bergner era tachado de último alquimista praguense, y al mismo tiempo el primer químico de las Tierras Checas. En su laboratorio, que se hallaba en la calle praguense de Kozí, llevó a cabo numerosos experimentos. Sin embargo su invento más importante es la chimenea de negro de carbón.
Según aproxima Karpenko, es curioso que pese a sus conocimientos siguiera teniendo el sueño de todos los alquimistas.
“Como químico se dedicaba a la minería de alumbre. Al mismo tiempo trabajaba en la Casa de la Moneda de Praga, donde comprobaba la auntenticidad de metales preciosos. Así tenía que ser consciente de que lo que fabricaba no era un metal precioso”, afirmó.
Por la Casa de Fausto pasaron casi todos los alquimistas, menos Fausto
En la Plaza de Carlos, en el centro de Praga, se halla la mítica Casa de Fausto. Cuando el alquimista inglés Edward Kelley compró en 1587 este palacio barroco, se convirtió en un punto de encuentro de alquimistas praguenses, apunta Zvolský.
“La Casa de Fausto es tal vez uno de los lugares más mágicos de Praga. Quizás se deba al hecho de que se encuentra en una antigua necrópolis pagana y un bosquecillo sagrado de la diosa Morana, de ahí su nombre de Moráñ. Siempre atraía a personas vinculadas no solamente con la alqumia sino también a magos, curanderos... Casi todos los alqumistas importantes habían pasado por esta casa, con la excepción de Fausto, cuyo nombre lleva. Hay tres casas praguenses donde el mítico alquimista pudo vivir, sin embargo la Casa de Fausto se muestra como la menos probable”.
Tras la Guerra de los Treinta Años, que estalló en el siglo XVII, los aristócratas se vieron envueltos en problemas más importantes que en gastarse dinero en la tantas veces fallida creación del oro. Los conocimientos de esta práctica sin embargo sirvieron a muchos científicos para desarrollar avances de otro tipo.
Les saluda, vuestro amigo
gracias por el gran aporte
ReplyDeleteHuy Canario! te estás llevando todos los laureles con estos posteos!!! gracias!!!
ReplyDelete¿Podría agregarle un video de este tipo aunque no sea correspondiente a este disco? es que los videos garpan mucho...
Bien elegido el video Moe! este hombre parece el Ian Anderson checho, no?
ReplyDeletecheco, jeje
ReplyDeleteImpresionante tu comentario y la música del Ian Anderson chocho... no, choto... no, no... chueco... tampoco... chaco, chicho, chongo. Me hiciste confundir canario! :P
Deletecomo descargo? no pillo el link, gracias de antemano por tanta música
ReplyDeleteSi buscas algo que no está aquí es que te tenés que suscribir a la lista de correo. Acá te dice cómo:
Deletehttps://cabezademoog.blogspot.com.ar/p/por-si-algun-dia-no-estamos-aca.html
Y fijate bien en los mails de confirmación porque allí te dice cómo acceder a lo que buscas.
gracias amigos
ReplyDeleteeres un mohtruo ante-diluviano, Canario, 'chas grasià resalao.
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