#Músicaparaelencierro. Comenzamos el día y la semana con otro de los grandes discos de este 2021, y por algo es que aparece como punto de partida, bien alto. El tercer trabajo discográfico de los griegos Ciccada, con una carrera envidiable ya que este fue uno de los discos más esperados (teniendo en cuenta la tremenda calidad de sus dos trabajos anteriores), y en este trabajo ratifican su enorme calidad musical, no solamente no defrauda sino que pone el listón aún más alto con su sofisticada mezcla de folk prog, psicodelia, sinfonismo y art rock (imaginarse un cruce entre Jethro Tull, Gryphon y Gentle Giant, con un toque de Fairport Convention, Renaissance y Roxy Music, no estaría muy lejos de la realidad), con este trabajo estos griegos definitivamente se yerguen como uno de los mejores grupos modernos de rock (no digo exitosos, medición que va por otro lado y no por lo musical). Dedicado a Carlos el Menduco (además que la tapa podría ser de una publicidad de Mendoza, la tierra del buen vino) que se sorprendió cuando los conoció, vamos con el gran último trabajo de unos griegos geniales. Super recomendado!!!!
Artista: Ciccada
Álbum: Harvest
Año: 2021
Género: Folk progresivo / Rock Progresivo Ecléctico
Duración: 46:44
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Grecia
No soy un fan del folk progresivo , pero la clase de estos griegos y lo buen instrumentistas que son hacen que sus trabajos sean una delicia para los amantes de todo tipo de música.
Igor Huertas
Convengamos que pese a su relativamente corta vida, con solamente dos discos anteriores, la banda ya es conocida por ofrecer esa sofisticada mezcla de folk, con álbumes lanzados con un lapso de cinco años aproximadamente, espacio de tiempo suficiente como para preparar con precisión cada detalle de cada tema.
Según el título del álbum y la imagen de la portada, se puede decir que han cosechado un estilo cada vez más sabroso, agradable y lleno de elementos perfectamente combinados, basados en encantadoras melodías. Escuchando esto es facil imaginarse a la gente bailando enlas calles con un claro sentimiento de felicidad, y hacer sentir eso en épocas oscuras como la actual es todo un bálsamo para el alma. Las secciones de rock suave y pesado fluyen en una coexistencia pacífica, el dúo de cantantes femeninas hacen del disco una oda a la sensualidad, a lo que se suman perfectos arreglos, la instrumentación folclórica tradicional griega, la diversidad de instrumentos de viento, clarinetes, flautas dulces, saxos que se unen a las guitarras griegas y composiciones llenas de buen gusto harán todo lo posible para que, mientras lo estés escuchando, te sientas feliz, algo que, quizás, hace mucho tiempo que no sentías en tu corazón.
Por si ello no te termina de convencer, te dejo algunos comentarios de terceros...
Ciccada es una banda de rock progresivo nacida en Grecia, Atenas, la capital del país. Este grupo tiene dos discos bajo el brazo, el primero “A Child In The Mirror” (2010) y “The Finest Of Miracles” (2015).
El grupo está compuesto por Dimi Spela (voz), Evangelia Kozoni (voz), Aggelos Malisovas (bajo con y sin trastes), Yiannis Iliakis (batería, percusión y voz de apoyo), Yorgos Mouhos (guitarra eléctrica y acústica, y voz), Marietta Tsakmakli (saxofón soprano, alto y barítono, y voz de apoyo) y Nicolas Nikolopoulos (flauta, clarinete, saxofón tenor y barítono, piano, piano eléctrico, órgano, mellotrón, sintetizador, clavecín, clavicordio eléctrico y voz de apoyo.
En ambos álbumes, nos posicionamos ante dos trabajos en el que se destacan los sonidos de toda la época dorada del rock progresivo, pero más cercana a grupos como Gentle Giant, Camel, Jethro Tull, Gryphon y Hatfield And The North.
Pero no sólo eso encontramos, también estamos ante una combinación interesante entre jazz, sonidos folclóricos y por supuesto rock progresivo. Esta línea sonora se repite en el tercer álbum de Ciccada, donde pueden diferenciarse distintos tipos y subgéneros de rock progresivo lo que nos da cuenta de las múltiples influencias del grupo.
Lo principal de este trabajo es la multiplicidad de sonidos, instrumentos y las variadas capas que se pueden encontrar en el álbum. En canciones como la que abre el disco, “Eniania”, estamos ante una introducción que comienza a abrir el camino para lo que viene: cambios de ritmos, con muchos momentos instrumentales donde se acoplan hasta cinco instrumentos o más.
Pero desde “Open Wings” hasta el final, nos muestra como cada tema tiene una sección rítmica que se presenta como un bloque sólido y apelmazado. A veces es jazz, a veces es folclórico balcánico, o rock progresivo.
“The Old Man And The Butterfly” suena épica y llena de variantes, desde el inicio de la guitarra acústica, a la entrada del saxofón y la guitarra, todos comienzan un viaje que luego se adereza con ese mellotron tan sesentero, los cantos a dos voces de Dimi Spela, Evangelia Kozoni, hacen a la composición enigmática. El tema sigue con entradas y salidas de los distintos instrumentos y sus giros hasta un final épico.
El inicio de la segunda mitad del álbum abre con “No Man’s Land” que comienza un solo de guitarra muy floydiano, muy a la David Gilmour, pero luego de este entramos en una onda muy psicodélica con el teclado, las flautas y el saxofón en torbellino instrumental atractivo y cautivante. Hay un espacio más reflexivo sólo con la voz de Kozoni, el teclado y la batería, pero predominan claramente los sonidos influenciados por Jethro Tull.
El cierre del disco, “Queen of Wishes” es un resumen de todo lo visto en el disco, desde los espacios folclóricos, el jazz, las influencias del rock progresivo más emparentado con Gentle Giant, Camel y Jethro Tull. Las secciones de cuerdas, las flautas y los metales de los distintos saxos, además de los teclados que van desde el sintetizador al clavicordio.
Lo que llama la atención de la propuesta de los griegos de Ciccada es que no se pierden en su propuesta. No están sobrecargados. Los distintos elementos se acoplan bien unos con otros y a pesar de que hay varios arreglos e instrumentos, estos crean una masa uniforme y atractiva.
Claramente es un disco que requiere más de una escucha para apreciar los distintos colores y variantes que puede tener.
Como decía antes, la música mágica de Ciccada te calmará, entretendrá y te transportará a una cosecha fértil y alegre. Muy recomendado para hedonistas ebrios de la embriagadora cosecha de la mejor música que se plantó en el blog cabezón.
Partimos con Enania (Keepers of the Midnight Harvest), un bello juego de acordes al estilo fingerstyle en Si mayor, donde se incluye el clarinete para entrelazar las melodías que dan comienzo a un viaje lleno de estímulos y multisensorial; donde cuerdas, vientos, teclas, percusión y voces conjugan una obra de otra dimensión en lo compositivo. Realmente es destacable lo vasto en técnica y melodías que integran en este tema de un poco más de siete minutos. Más adelante, hay quiebres rítmicos y en lo atmosférico que dan la antesala a espacios más al estilo rock y donde los instrumentos viajan en la misma sintonía y se adaptan al paisaje musical que se decida hacer.
El segundo tema es Open Wings, el cual comienza con un acorde en La menor, acompañado de los instrumentos de vientos y un bajo fretless que acompañan muy bien la presentación del tema. Más adelante, la dulzura de las cuerdas acústicas y del metalófono dan paso a la parte siempre vital de la percusión. La guitarra eléctrica sumado a los instrumentos de vientos inevitablemente se relacionan con el quehacer de la música rock fusion andino, como el caso de Los Jaivas. Así mismo, es notable la integración de fundamentos del jazz y rock progresivo, al servicio de lo folclórico. Ya llegando a la parte final hay quiebres más que interesantes, donde sintetizador, safoxón y batería dirigen el curso del tema a un mayor grado de complejidad, pero siempre de regreso a la impronta más acústica de la banda.
The Old Man and the Butterfly sigue en la sintonía de los temas anteriores, con un inicio acústico (en este caso, en Fa#m) donde luego los instrumentos de vientos se integran al unísono generando melodías épicas y que nos preparan para algo mayor. Y efectivamente, luego de la inclusión de los demás instrumentos, hay momentos de tensión donde la rítmica se intensifica y el sintetizador tiñe la progresión de notas; y en menos de un minuto, hay quiebres jazzísticos. Todo solapado de forma genuina y orgánica. Es así como a lo largo del tema tenemos distintos paisajes y atmósfera que otorgan distintas sensaciones, predisposición a ciertas emociones y a mostrarnos lo versátil que puede llegar a ser una banda. En este sentido, destacar también las voces que se adaptan tan perfectamente a la instrumentación que excede de complejidad.
No Man´s Land comienza con la misma tonalidad que la anterior, pero con la guitarra eléctrica dando unas notas extendidas mientras de fondo el órgano da un clima celestial al tema, dando la impresión de que el guitarrista estuviera en un trance dando las notas agudas y que de forma abrupta se cortan para iniciar la rítmica folclórica de rigor. Más adelante, tenemos unas voces líricas que texturizan la canción de forma interesante, dando realce a la emocionalidad de relajo e intriga; los cuales hallan su correlato en lo musical de forma solemne. Ya llegando al final de la canción esta adquiere un matiz más rock prog y genera un espacio notable que se combina con los espacios más folclóricos y de baladas.
Who´s To Decide? comienza con un exquisito groove del bajo acompañado de la batería. Antes que lo notemos, ya están incluidos los demás instrumentos de forma notable, casi sin darnos cuenta. En este tema se evidencian las influencias más clásicas del rock progresivo como lo son Yes, Camel, Gentle Giant entre otros. Ya avanzando a la mitad, nos hallamos en un pasaje más experimental, donde guitarra y sintetizador adquieren un timbre más “pastoso” que llena de incertidumbre y misterio el ambiente, el cual se interpreta de forma excelente en las voces. Finalmente, se sale de aquél misterio y se cierra el tema con tonalidades abiertas y brillantes en Fa# mayor.
Finalizamos este hermoso viaje con el tema de larga duración del EP: Queen of Wishes. Una canción brillante, llena de detalles y matices rítmicos, melódicos y armónicos que fluctúan entre lo más idiosincrático de la banda y aquellas influencias más evidentes que se presentan en sus composiciones. Con un inicio acústico, dan paso a un rock prog setentero al estilo Gentle Giant, Yes y ELP, donde los teclados toman mayor protagonismo ante una rítmica constante. Así, van entrelazándose estas dos “caras”; hasta llegar al minuto nueve que es sencillamente espectacular, donde las guitarras adquieren un estilo King Crimson, mezclado con un fondo rítmico y armónico al estilo de Porcupine Tree ¿increíble no? A todas luces debes escucharlo. El tema finaliza con su folclor característico al son de unos panderos.
La lucidez e inspiración musical que irradia Ciccada con el presente EP nos muestra que en la música de vanguardia todavía queda mucha historia por escribir. Así mismo, la genialidad compositiva y para ejecutar cada espacio dentro del pentagrama es tremendamente notable. Todos los instrumentos, incluyendo las voces, tuvieron un papel fundamental en esta composición y esto se hace notar desde el primer segundo de esta obra. Sin duda que es un trabajo difícil de digerir y que se necesita escucharlo más de una vez. De todas formas, genera un estado de relajo y tranquilidad que puede atrapar hasta al oyente con menos experiencia en el género. Excelencia y simpleza a la vez.
La tríada inicial del álbum nos pone frente a nuestros ojos el mapa sonoro general del álbum, comenzando con ‘Eniania (Keepers Of The Midnight Harvest)’ y terminando con ‘The Old Man And The Butterfly’: el primero de estos temas dura poco menos de 7 ½ minutos y el último, poco más de 7 ¾ minutos. La pieza de entrada pone sobre el tapete un despliegue de sonoridades serenas bajo un ropaje preciosistamente exuberante, lo cual se traduce en un cobijo majestuoso para el etéreo desarrollo de los centros temáticos de fuerte carga pastoral. Es como una hibridización entre el paradigma de CELESTE y el patrón de los tres primeros álbumes de WHITE WILLOW, añadiéndose algunos elementos de la faceta más exultante de los dos primeros álbumes de QUIDAM. Las maderas y los saxos se interconectan en su guía compartida para la mayor parte del esquema melódico, mientras que la batería maneja con elegante soltura los cambios de ritmo que surgen en el camino. Por su parte, ‘The Old Man And The Butterfly’ se dedica a enfatizar el colorido vitalista reinante en la canción precedente para brindarle mayores dosis de sofisticación expresiva e intensidad refulgente. A través de una delicada exploración de los filtros neo-Canterburyanos de unos THIEVES’ KITCHEN o unos LOST CROWNS, el grupo inserta unos efectivos aires jazz-progresivos en varios pasajes de la versátil arquitectura rítmica de esta pieza. Un cénit del álbum, así como también lo es el tema que se sitúa en medio de ellos, titulado ‘Open Wings’. Manteniéndose fiel a su ideología de radiantes musicalidades, el grupo realiza el enfoque musical de este segundo ítem del álbum bajo la frontal influencia de los JETHRO TULL de la fase 77-79. La agilidad esencial al espíritu jovial de la composición va discurriendo naturalmente mientras, a mitad de camino, algunos recursos de vigor rockero se entrometen para explorar más a fondo las vibraciones enérgicas que perpetuamente empujan al entramado instrumental mientras las partes vocales elaboran un gentil sortilegio. ¡Recién llegamos al ecuador del disco y ya estamos totalmente impactados por lo que se va mostrando!... Pero todavía hay más.
‘No Man’s Land’ comienza con un prólogo de temple Floydiano basado en el poderoso lamento de la guitarra eléctrica sobre una capa de órgano, pero pronto emerge un cuerpo central que agita masivamente varias referencias progresivas de los viejos años 70s, los mismos que van desde GRYPHON hasta GENESIS, pasando por JETHRO TULL y GENTLE GIANT. Durante el desarrollo temático, hay una presencia importante de pasajes melancólicos, eficazmente realzados por las vocales femeninas (incluyendo un ceremonioso soliloquio). De todas maneras, no faltan los interludios más animados que se encuadran en complejos esquemas rítmicos. Otro incuestionable culmen del álbum. ‘Who’s To Decide?’ nos sorprende con sus vibraciones jazz-rockeras desde los primeros instantes, marcados por la grácil agilidad de la dupla rítmica. La verdad que esto suena a un inaudito pero muy agradable híbrido de HATFIELD AND THE NORTH y los PREMIATA FORNERIA MARCONI de la fase 74-75. Más adelante hay un ejercicio de estilizada densidad que enriquece al dinamismo integral de la pieza. Dentro de la normativa estética de CICCADA, una pieza así encarna el contraste perfecto frente a las peculiares vibraciones meditabundas de ‘No Man’s Land’. Siendo el tema más largo del repertorio con sus poco menos de 12 ¾ minutos de duración, ‘Queen Of Wishes’ cumple con la función de cerrar a lo grande el álbum, y ya desde el punto de partida, con ese solemne prólogo pastoral marcado por las maderas, el grupo expone claramente sus intenciones. Pronto, las partes cantadas emergen para amalgamarse consistentemente con las marañas instrumentales, estando éstas inmersas en una línea de trabajo que también reconocemos en bandas como JORDSJØ y AGUSA, así como en HÖSTSONATEN: un equilibrio entre lo rockero y lo pastoral dentro de un convincente enclave progresivo que alterna estrategias de ilación y contraste. Básicamente, hallamos aquí una síntesis de las atmósferas centrales de las piezas primera y cuarta, con el plus de que en los pasajes más aguerridos se permite a la guitarra solista mostrar un punche más directo. Todo esto fue lo que se nos brindó en este hermoso álbum titulado “Harvest”, una auténtica cosecha de música progresiva óptimamente exquisita de parte del ensamble griego CICCADA, cumpliendo en gran medida con las expectativas despertadas por el magnífico camino evolutivo que el grupo concretó en la secuencia de sus dos discos precedentes.
Aunque no es tan brillante como su predecesor, este nuevo álbum hace un generoso derroche de colorido e inteligencia arquitectónica a través de sus inagotablemente floridos desarrollos temáticos; es por ello que no nos deberá extrañar que “Harvest” se sitúe en posiciones muy altas en los rankings progresivos de fines de este año 2021 cuando llegue el momento de esas habituales encuestas. El colectivo de CICCADA ha recogido una fructífera y fenomenal tercera cosecha musical con este trabajo totalmente recomendable para una buena colección de música progresiva; este grupo griego se mantiene firme en la cima del prog europeo de los últimos 11 años.
Pueden escuchar esta maravilla desde su espacio en Bandcamp:
https://ciccadabem.bandcamp.com/album/harvest
Lista de Temas:
1. Eniania (Keepers of the Midnight Harvest) (7:25)
2. Open Wings (5:28)
3. The Old Man and the Butterfly (7:52)
4. No Man's Land (8:40)
5. Who's to Decide? (4:40)
6. Queen of Wishes (12:39)
Alineación:
- Dimi Spela / vocals
- Evangelia Kozoni / vocals
- Aggelos Malisovas / fretted & fretless basses
- Yiannis Iliakis / drums, percussion, backing vocals
- Yorgos Mouhos / 6- & 12-string acoustic guitars, electric guitar, vocals
- Marietta Tsakmakli / soprano, alto & baritone saxophones, backing vocals
- Nicolas Nikolopoulos / flute, clarinet, tenor & baritone saxophones, recorder, piano, electric piano, organ, Mellotron, synthesizers, harpsichord, clavinet, glockenspiel, backing vocals
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