Una de las estupideces del relato neoliberal bregaba por la "vuelta de Argentina al mundo", y ahora los diarios internacionales hablan de que "Argentina vuelve al pasado" o "Argentina vuelve a fallar". El tiempo es veloz y hoy el macrismo ha desnudado que su tremenda codicia de clase es superada por la sorprendente ineficacia de gestión. Se presentaron como lo moderno y lo nuevo. Pero no. Ya estaban el 7 de mayo de 1972 como lo ilustró Landrú en esa fecha (y también antes) con las mismas recetas. En marzo se cumplieron 42 años del paso de Martínez de Hoz por el Ministerio de Economía, y a pesar del tiempo transcurrido, muchas de las ideas que trazó en aquel momento tienen su eco en las recetas que hoy despliega la remozada derecha argentina, ungida por el voto ciudadano, pero ahora los niveles de chapucería con los que encaran problemas estructurales serios y previsibles no dejan de sorprender al mundo entero. Aquí una recorrida por los diarios del mundo, hablando de nuestro gato de la Rosada dejando sus cagadas que inundan la Argentina.
Mientras Lagarche dicta medidas y deja plantado a Dujovne que le fue a mendigar, la inflación no cede y tiene a espiralizarse, las inversiones esperadas no llegaron y las alentadas se están yendo, el rojo fiscal se agrava por los pagos del endeudamiento. Todo eso sin considerar las consecuencias sociales del modelo sobre el empleo, los salarios y el consumo, simplemente porque no entran entre las prioridades del plan sino para reducirlo, deprimirlo y plancharlo, respectivamente.
Y hablando de Martinez de hoz, miren las similitudes con el discurso y relato actual: Para Martínez de Hoz, era "difícil cuantificar el daño que produjo al país su aislamiento prolongado, que se tradujo no solamente en aspectos económicos, sino en un verdadero aislamiento mental, con fuerte influencia negativa en sus hábitos sociales, su vocación de progreso, su inclinación a la creatividad, su tolerancia política y su amplitud para entender las diversidades culturales". El objetivo, entonces, iba más allá del bolsillo. "El sinceramiento que proclamamos en lo económico es aplicable a todos los órdenes de la vida pública y privada", auguraba, con cinismo. Por fuera de esa política de "sinceramiento" quedaban los grupos de tareas y los centros clandestinos de detención, bien ocultos por los genocidas que siguen siendo juzgados en la Argentina.
¿Se acuerdan de la preocupación que tenía la tilinguería argentina con eso de la inserción en el mundo? y también eso de ¿qué van a pensar de nosotros en los demás países?. Bueno, ahora vamos a ver qué piensan de la piolada del Felino Macri, que se puso a dar pena en el fantástico rol de sudaca limosnero incorregible.
Mientras Lagarche dicta medidas y deja plantado a Dujovne que le fue a mendigar, la inflación no cede y tiene a espiralizarse, las inversiones esperadas no llegaron y las alentadas se están yendo, el rojo fiscal se agrava por los pagos del endeudamiento. Todo eso sin considerar las consecuencias sociales del modelo sobre el empleo, los salarios y el consumo, simplemente porque no entran entre las prioridades del plan sino para reducirlo, deprimirlo y plancharlo, respectivamente.
Y hablando de Martinez de hoz, miren las similitudes con el discurso y relato actual: Para Martínez de Hoz, era "difícil cuantificar el daño que produjo al país su aislamiento prolongado, que se tradujo no solamente en aspectos económicos, sino en un verdadero aislamiento mental, con fuerte influencia negativa en sus hábitos sociales, su vocación de progreso, su inclinación a la creatividad, su tolerancia política y su amplitud para entender las diversidades culturales". El objetivo, entonces, iba más allá del bolsillo. "El sinceramiento que proclamamos en lo económico es aplicable a todos los órdenes de la vida pública y privada", auguraba, con cinismo. Por fuera de esa política de "sinceramiento" quedaban los grupos de tareas y los centros clandestinos de detención, bien ocultos por los genocidas que siguen siendo juzgados en la Argentina.
¿Se acuerdan de la preocupación que tenía la tilinguería argentina con eso de la inserción en el mundo? y también eso de ¿qué van a pensar de nosotros en los demás países?. Bueno, ahora vamos a ver qué piensan de la piolada del Felino Macri, que se puso a dar pena en el fantástico rol de sudaca limosnero incorregible.
A todo esto... ¿Qué dicen nuestros medios oficialistas que siempre militan el desastre? Adivinen...
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