La crisis económica (y amarilla) es incipiente y amenaza con extenderse: mañana martes llega el vencimiento de Lebacs por un monto sustancial en proporción con las reservas del Banco Central, y hay una incógnita a despejar acerca de cómo quedarán las cifras de la cotización del dolar y de las tasas de rendimiento que finalmente el BCRA se comprometa a pagar a los acreedores que conserven las Lebacs. Pero ojo, el diario The Washington Post advirtió en un artículo que la crisis que atraviesa nuestro país podría ser apenas la primera ficha de un dominó que castigue al resto del planeta. Parece que la peste amarilla es tóxica, estos chetos del orto, inútiles y descarados, nos dejan su flagelo que amenaza con extender su daño mucho más allá de los necios y sufridos habitantes de este pobre país llamado Argentina.
Al Capitán Sr. Tijeras Macri ya lo conocemos, en medio de la fiesta y en plena borrachera puso la proa del Titanic directa al centro de la tormenta por esa costumbre que tienen los dueños de Argentina de romper todo en su afán de lucro sin freno ni control alguno. El tema es si los guardacostas del FMI estarán dispuestos a hundirse con el Capitán Miau... y ojo que la ayuda del FMI tiene salvavidas de plomo.
"El mundo no está listo para otra crisis financiera, pero otra crisis financiera puede estar lista para el mundo. El peso argentino perdió cerca del 12 por ciento de su valor frente al dólar, y para frenar este pánico, es decir, persuadir a los inversores de no vender pesos por dólares, el Banco Central argentino elevó las tasas de interés en pesos al 40 por ciento. En ese sentido, estas medidas no estabilizaron completamente los mercados financieros, por lo que debió pedirse "rescate" al FMI, una agencia global que otorga préstamos a países financieramente frágiles. La pregunta crucial es si todo esto es solo un problema de Argentina o un presagio de un crack financiero más amplio".Robert J. Samuelson en su columna titulada "Porqué la crisis financiera en Argentina importa"
El ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni, advirte que, luego de hacernos mierda, "Macri va a terminar asilado en Estados Unidos. En el futuro lo veo como a Toledo, el ex presidente peruano: refugiado en los Estados Unidos, además sus segundas líneas acabarán muy complicados en Argentina. Esto es el resultado de un caos. El Presidente paga favores recibidos de una manera irresponsable. Macri descuartizó a la gallina de los huevos de oro. Un sector de la Justicia está siendo manipulado. Lo que pasa hoy no tiene precedentes".
La intuición popular, ante tanto desfalco, ignominia y atropellos, empezó a interpretar que "estos son peores que los milicos, sólo les faltan los desaparecidos". Lamentablemente esta percepción quedó desfasada frente a la realidad represiva en 2017, su pila de muertos en el camino y la desaparición forzada del joven Santiago Maldonado a manos de la Gendarmería Nacional. Las directrices económicas y financieras del macrismo podría haber sido la de Martínez de Hoz.
Como en las peores pesadillas, Argentina se desliza nuevamente hacia un colapso económico y social de magnitudes inconmensurables, un colapso predicho hasta el artazgo pero que eligió la mayhor parte de la sociedad. La actual "crisis del dólar" no es más que una de las consecuencias de dos años y medio de un macrismo avalado por la maldita costumbre nacional de enceguecerse con las estupideces que les meten los medios (y sus propias ) mientras se retrocede a lo peor de la historia. Sirvan de ejemplo a los países de la región que aún sostienen con dignidad su independencia y soberanía estas palizas infligidas y auto-infligidas.
De una vez por todas hay que aceptar que es un gobierno de timberos y succionadores que no llevan al caos. Los sacudones del dolar, las tasas y la fuga de divisas de los últimos días son solo síntomas de que el esquema se agotó (y fue adrede, ojo que esto no fue un "error", sino más bien es un "accidente planeado"). Por ineptitud o por la codicia de maximizar sus negocios particulares, el equipo gobernante difirió hasta ahora la caída de su máscara gradualista, mientras se deterioró con los aumentos de tarifas y el precio de los alimentos, el salario quedó mellado y la deuda creció de manera irresponsable.
Que la delirante de Carrió sugiera "matar a Durán Barba" por la manipulación informativa sólo aporta más desconcierto. Lo grave es que muchos legisladores de la oposición que cuestionan las medidas del Gran Equipo no dejan de avalar las leyes más destructivas. Lo contradictorio es que los que apoyan la baja de las tarifas y cuestionan las tratativas con el FMI, después votan la desregulación del mercado de capitales. Lo desconcertante es que, a sabiendas de que empeorará la situación, muchos de ellos ya están evaluando la propuesta de reforma laboral. ¿Por qué no flexibilizamos de una buena vez a los cien más ricos de Argentina así nos deshacemos del principal escollo para construir un país desarrollado y más justo?
Han puesto a Argentina otra vez de rodillas, a su sociedad enferma, con viejas recetas que acrecientan los males, con efectos de contagio y un pronóstico a futuro incierto. Ojalá sirva este llamado de atención a los actores políticos y sociales de Bolivia de cara a 2019 y más, porque el ejemplo de lo brutal ya se ha encarnizado en lo que son los sueños de la Patria Grande, con el Brasil de Temer y la estampida de UNASUR pro-Donald Trump mediante.
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