Hay algunos discos y algunos grupos que no tengo idea porqué no son más conocidos. Tal el caso de este disco o de este joven grupo, que seguramente resultará una gran sorpresa para cualquier amante de grupos como IQ, Marillion o Arena, un neo progresivo pasional, melódico y dramático de excelente factura, generando un rock progresivo moderno que plasma en un álbum melódico muy fuerte, con mucha profundidad, lleno de emociones, muy buenas interpretaciones, grandes juegos vocales. Este es su segundo disco y en algunos círculos especializados es prácticamente un nuevo clásico, y ahora lo presentamos en sociedad en el blog cabezón. Y no será lo único de estos australianos que aparecerá por aquí, pero por ahora dense el lujo de disfrutar de este gran disco del 2011.
Artista: Anubis
Álbum: A Tower of Silence
Año: 2011
Género: Neo progresivo
Duración: 72:14
Nacionalidad: Australia
No tenemos gran cantidad de grupos australianos dando vueltas por aquí, en realidad como que no hay muchas grandes producciones de dicho país, pero las que que existen, lo hacen pisando fuerte. Una banda muy joven en una producción brillante que es un reguero de buenas ideas llevadas a cabo con lucidez y talento. Canciones muy bien compuestas e interpretadas en una epopeya de emociones, una exquisita paleta de sonido con impresionantes arreglos vocales y una historia conceptual bien escrita.
El tema de estar atrapado entre dos lugares, en lo desconocido, sin saber hacia donde caminar, corresponde al concepto central del disco. El álbum reflexiona sobre el tema del limbo, expresado específicamente a través de la narrativa de una niña de 11 años que vivió y murió en un centro de trabajo en Inglaterra a principios del siglo XIX. Un grupo de adolescentes, al entrar sin permiso en los edificios abandonados, juegan una sesión de espiritismo en una de las salas abandonadas, lo que lleva a la aparición de la niña, que procede a relatar su vida, su muerte y su incapacidad para poder recomenzar, evolucionar, llegar al paraíso (o al infierno), conocer a Alá, transmutar, convertirse en una fuerza de la naturaleza, resucitar, desaparecer en la nada, reencarnar en otro ser, o cualquier otra cosa que pueda pasar después de la muerte. Obviamente, el álbum funciona como una metáfora de cualquier tipo de depresión, pérdida o enfermedad y nuestra incapacidad de aceptar la situación para poder salir de ella y seguir avanzando. En el camino, el álbum aborda la alienación, la división social entre los ricos y los pobres e incluso el concepto mismo de la vida futura.
Así empezamos entonces este día martes, con un disquito que me gusta mucho. Así que espero que lo sepan apreciar y le den la atención que se merece. Yo creo que sino se lo pierden!
Tengo que contarles, aunque ya dije bastante del disco y no pienso escribir mucho más salvo recomendárselos, que luego de su lanzamiento el álbum -y la agrupación- ganó rápidamente un considerable número de seguidores sobretodo en Europa, llegando rápidamente al tope en las listas y apareciendo en las encuestas como uno de los mejores discos de ese año 2011.
Ya su disco debut titulado "230503" también había recibido mucha atención, pero "A Tower Of Silence" -el segundo álbum de la banda- superó todas las expectativas. Comúnmente etiquetado como neo-progresivos, los Anubis tienden a inclinarse hacia el lado más melódico del espectro de rock progresivo, por lo que algunos de los momentos más avanzados que aquí se ofrecen realmente sorprenden. Porque ciertamente no hay falta de ambición en su música y son muchos los riesgos que están dispuestos a asumir. Esto será muy melódico pero ojo al piojo que también puede ser vanguardista.
El disco abre con una épica canción de diecisiete minutos al que no le faltan momentos de experimentaciones que se encausan cuando llegan las voces, en realidad grandes armonías vocales, que cubren las canciones con coros con una cálida belleza. En conjunto, las canciones recorren varios estados de ánimo diferentes que con la instrumentación crean un clima cinematográfico casi casi recuerda al "The Wall" de Pink Floyd y sus coros celestiales. No es necesariamente caótico, pero aquí hay momentos donde todo está al borde de la anarquía sonora (cosa que es buscada e intencional) antes de volver a los aspectos más melódicos que dominan este largo disco de principio a fin.
Pero dije que no escribiría más, así que ahora tienen algunos comentarios de terceros.
Pueden escuchar el disco desde su espacio en Bandcamp:
https://anubismusic.bandcamp.com/album/a-tower-of-silence
Y por último, espero que les guste!
Lista de Temas:
1. The Passing Bell (Part I-VI)
2. Archway of Tears
3. This Final Resting Place
4. A Tower of Silence
5. Weeping Willow
6. And I Wait for my World to End
7. The Holy Innocent
8. All That Is
i. Light of Change
ii. The Limbo of Infants
iii. Endless Opportunity
Alineación:
- Robert James Moulding / lead vocals, snares (1), percussion (2,3), guitar (3), music box & tape Fx (6)
- David Eaton / Hammond, Mellotron, Farfisa (1,2), Moog (1,8), harpsichord (1,2), piano (1,7), electric piano & guitar (4), bass pedals (4,6-8), 12-string acoustic guitar (5), String machine (6-8), backing vocals
- Douglas Skene / electric, 7-string (1), classical (2), 6-string (4) & 12-string acoustic (5) guitars, vocals
- Dean Bennison / electric, 6-string acoustic (1), Leslie (2,3), 12-string acoustic (5) & slide (8) guitars, clarinet (5), guitar soundscapes (6), backing vocals, producer
- Nick Antoinette / bass, backing vocals
- Steven Eaton / drums, percussion, snares (1), backing vocals
With:
Martin Cook / flute (4), tenor saxophone (4, 7)
Katrina Shaw / additional vocals (8)
Becky Bennison / additional vocals (8)
Artista: Anubis
Álbum: A Tower of Silence
Año: 2011
Género: Neo progresivo
Duración: 72:14
Nacionalidad: Australia
No tenemos gran cantidad de grupos australianos dando vueltas por aquí, en realidad como que no hay muchas grandes producciones de dicho país, pero las que que existen, lo hacen pisando fuerte. Una banda muy joven en una producción brillante que es un reguero de buenas ideas llevadas a cabo con lucidez y talento. Canciones muy bien compuestas e interpretadas en una epopeya de emociones, una exquisita paleta de sonido con impresionantes arreglos vocales y una historia conceptual bien escrita.
El tema de estar atrapado entre dos lugares, en lo desconocido, sin saber hacia donde caminar, corresponde al concepto central del disco. El álbum reflexiona sobre el tema del limbo, expresado específicamente a través de la narrativa de una niña de 11 años que vivió y murió en un centro de trabajo en Inglaterra a principios del siglo XIX. Un grupo de adolescentes, al entrar sin permiso en los edificios abandonados, juegan una sesión de espiritismo en una de las salas abandonadas, lo que lleva a la aparición de la niña, que procede a relatar su vida, su muerte y su incapacidad para poder recomenzar, evolucionar, llegar al paraíso (o al infierno), conocer a Alá, transmutar, convertirse en una fuerza de la naturaleza, resucitar, desaparecer en la nada, reencarnar en otro ser, o cualquier otra cosa que pueda pasar después de la muerte. Obviamente, el álbum funciona como una metáfora de cualquier tipo de depresión, pérdida o enfermedad y nuestra incapacidad de aceptar la situación para poder salir de ella y seguir avanzando. En el camino, el álbum aborda la alienación, la división social entre los ricos y los pobres e incluso el concepto mismo de la vida futura.
Así empezamos entonces este día martes, con un disquito que me gusta mucho. Así que espero que lo sepan apreciar y le den la atención que se merece. Yo creo que sino se lo pierden!
Tengo que contarles, aunque ya dije bastante del disco y no pienso escribir mucho más salvo recomendárselos, que luego de su lanzamiento el álbum -y la agrupación- ganó rápidamente un considerable número de seguidores sobretodo en Europa, llegando rápidamente al tope en las listas y apareciendo en las encuestas como uno de los mejores discos de ese año 2011.
Ya su disco debut titulado "230503" también había recibido mucha atención, pero "A Tower Of Silence" -el segundo álbum de la banda- superó todas las expectativas. Comúnmente etiquetado como neo-progresivos, los Anubis tienden a inclinarse hacia el lado más melódico del espectro de rock progresivo, por lo que algunos de los momentos más avanzados que aquí se ofrecen realmente sorprenden. Porque ciertamente no hay falta de ambición en su música y son muchos los riesgos que están dispuestos a asumir. Esto será muy melódico pero ojo al piojo que también puede ser vanguardista.
El disco abre con una épica canción de diecisiete minutos al que no le faltan momentos de experimentaciones que se encausan cuando llegan las voces, en realidad grandes armonías vocales, que cubren las canciones con coros con una cálida belleza. En conjunto, las canciones recorren varios estados de ánimo diferentes que con la instrumentación crean un clima cinematográfico casi casi recuerda al "The Wall" de Pink Floyd y sus coros celestiales. No es necesariamente caótico, pero aquí hay momentos donde todo está al borde de la anarquía sonora (cosa que es buscada e intencional) antes de volver a los aspectos más melódicos que dominan este largo disco de principio a fin.
Pero dije que no escribiría más, así que ahora tienen algunos comentarios de terceros.
2do álbum de estudio (^) de ANUBIS, grupo australiano compuesto por Robert James MOULDING (canto), David EATON (teclados, voz), Steven EATON (batería, voz), Doug SKENE y Dean BENNISON (guitarras, voz) y Nick ANTOINETTE (bajo, voz).Alfredo Tapia Carreto
Como "230523", "A Tower of Silence" «Una Torre de Silencio» es un álbum concepto; a diferencia de su antecesor, éste trata temas fantasiosos mientras aquel observa problemas reales. "A Tower of Silence" reflexiona sobre el limbo, específicamente en una historia narrativa de una niña de 11 años quien vivió y murió en un asilo en Inglaterra a principios del Siglo XIX. Un grupo de adolescentes que se colaron a los edificios abandonados juegan en uno de los patios, conduciendo a la aparición de la niña, quien procede a relatar su vida, muerte, y su imposibilidad de cruzar al más allá. El álbum funciona como una metáfora para cualquier tipo de trampa, sea la depresión, la pérdida o una enfermedad terminal. El tema de encontrarse preso entre dos lugares, dentro de lo desconocido, es la presunción central. De paso, el álbum aborda la alienación, la división social entre riqueza y pobreza, e incluso el concepto mismo de la otra vida (1).
En los dos álbumes que ha realizado ANUBIS se han desempeñado en un estilo que se balancea entre el progresivo sinfónico del GENESIS clásico y un rock neo progresivo modernón de sonido similar al PENDRAGON de los 80, ejecutado con compañerismo y con modernidad. Más allá, la banda es un ejemplo actual de la importancia de las formas clásicas de hacer rock progresivo, modales ortodoxos que lo ubican hoy como una de las mejores realizaciones del 2011. Independientemente de si prefieres progresivo clásico sinfónico o rock neo progresivo de la más alta calidad, estoy seguro que este disco permanecerá en tus gustos mucho tiempo, convirtiéndose en lo que se dice es “un clásico del futuro”.
Antes de entrar en materia y hablaros de esta magnífica banda me gustaría presentaros la discográfica a la que pertenecen, Bird’s Robe Records. Un sello ubicado en Melburne (Australia) y que hace ya unos cuantos años que se dedica a la edición y la promoción de grupos progresivos australianos. La verdad es que es una gran noticia que podamos encontrar agrupados a una buena parte de las mejores formaciones que desde ese país se dedican a conrear prog-rock y músicas relacionadas. Porque aparte de los Anubis, Bird’s Robe Records cuenta en su catalogo con gente como Pirate, Mish, Meniscus, Slimey Things y últimamente con uno de los grupos con más proyección como son los Unitopia. Vale mucho la pena que entréis en su página y escuchéis cosas como Pirate, una maravilla del progresivo vanguardista, o los Mish, una potentísima banda de math-rock con una técnica exquisita, igual que todo lo demás que es de una calidad muy alta. Os dejo el link www.birdsrobe.com.Jordi Costa
Ahora vamos a por los Anubis. Aficionados al progresivo moderno pero con tintes añejos, ese prog que sabe transformar todo lo del clásico y llevarlo a nuestros días con toda la pasión y todo el virtuosismo. Anubis son un grupo pasional, con un punto muy fuerte en las voces, definitivamente expresivas y comunicadoras. El grupo pivota sobre su excelente cantante y adorna sus piezas con unos preciosos y potentes arreglos. Los teclados son otra de las claves de su tremendo trabajo, sonidos que desde las teclas nos llevan hacia los primeros Yes, Genesis, Camel y como no a los grandes Sebastian Hardie. Piezas largas como “The passing Bell” (17:08), épica y cambiante, potente y hermosa a la vez. Composiciones más contemplativas y sencillas como “A Tower of Silence”, siguendo una base de emocionante teclado clásico. Desde luego estos dotados músicos no dejan nada en el dintel, como “Weepinkg Willow” quizás más aproximada al prog de los ochenta, de corte más dinámico y direccionada hacia estructuras no tan densas, aunque igual de brillante. “The Holy Innocet” y “All that is…”, acaban de redondear el disco con dos conmovedores temas, combinación de emocionante mensaje vocal y épico trabajo a los teclados, una delicia para cualquier prog-head clásico seguidor de algo tocado por los dioses. Otra máxima cualificación para este Tower of Silence, Anubis son junto a Unitopia lo más grande del progresivo clásico-moderno que está saliendo de Australia en estos momentos.
Pueden escuchar el disco desde su espacio en Bandcamp:
https://anubismusic.bandcamp.com/album/a-tower-of-silence
Y por último, espero que les guste!
Lista de Temas:
1. The Passing Bell (Part I-VI)
2. Archway of Tears
3. This Final Resting Place
4. A Tower of Silence
5. Weeping Willow
6. And I Wait for my World to End
7. The Holy Innocent
8. All That Is
i. Light of Change
ii. The Limbo of Infants
iii. Endless Opportunity
Alineación:
- Robert James Moulding / lead vocals, snares (1), percussion (2,3), guitar (3), music box & tape Fx (6)
- David Eaton / Hammond, Mellotron, Farfisa (1,2), Moog (1,8), harpsichord (1,2), piano (1,7), electric piano & guitar (4), bass pedals (4,6-8), 12-string acoustic guitar (5), String machine (6-8), backing vocals
- Douglas Skene / electric, 7-string (1), classical (2), 6-string (4) & 12-string acoustic (5) guitars, vocals
- Dean Bennison / electric, 6-string acoustic (1), Leslie (2,3), 12-string acoustic (5) & slide (8) guitars, clarinet (5), guitar soundscapes (6), backing vocals, producer
- Nick Antoinette / bass, backing vocals
- Steven Eaton / drums, percussion, snares (1), backing vocals
With:
Martin Cook / flute (4), tenor saxophone (4, 7)
Katrina Shaw / additional vocals (8)
Becky Bennison / additional vocals (8)
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