El Cambio se está convirtiendo en un revoltijo, y sin nada de la Alegría prometida. En lo que va del año, el gobierno viene aplicando importantes aumentos a las tarifas de servicios elementales. Este mes se produjo el segundo incremento en transportes, que llevó el boleto mínimo de colectivo a $9, mientras que en trenes los mínimos oscilan hoy entre los $3 y $6,25. El gas está aumentado a nivel nacional un promedio de entre un 28 y 40%, la nafta un 5% y los peajes casi un 14%. Además de todo ello, están proyectados en los próximos meses aumentos del valor del agua de un 26%, el mínimo del boleto de colectivo subirá a $10 y se estiman nuevos ajustes en Luz y Gas para la segunda mitad del año. Ayer, el gobierno amarillo logró hacer fracasar de manera la sesión especial convocada por la oposición para frenar los tarifazos, y encima lo hace de manera bochornosa, pero a las pocas horas las protestas ganaban la calle en todo el país, donde miles de personas protestaron en todo el país contra los brutales tarifazos a los que Corporación Cambiemos nos somete. El asunto de las tarifas muestra la profundidad de la crisis que atraviesa el capitalismo argentino.
Ante la dimensión de la protesta social – en varios municipios ya se decretó la emergencia tarifaria – el gobierno podría verse obligado a revisar los aumentos salvajes de la tarifas. De más está decir que este cuadro tarifario impacta fuertemente en los ya golpeados y flacos bolsillos de los trabajadores. Y no mejora en nada la calidad de servicios completamente en ruinas. Cualquiera sabe que expone su vida diariamente en el transporte público, que cuando hace calor no tiene luz y que si se aleja un poco de los principales centros urbanos tiene que ir buscando un proveedor de garrafas.
Las condiciones de vida impuestas por los amarillos resulta ser tan miserable que sus "sinceramientos" amenazan con dejar a los trabajadores en la indigencia y la pobreza. Los subsidios no resuelven nada porque salen de nuestros bolsillos, seguimos pagando los trabajadores. Lo que debiera atacarse para ofrecer una solución real es la ganancia de los capitalistas.
Lo cierto es que el aumento de las tarifas de servicios públicos se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los argentinos, de acuerdo con recientes encuestas, en especial dentro de la clase media, es decir, un sector de la sociedad que históricamente ha votado por el radicalismo o bien por agrupaciones políticas afines.
En su informe "Los dueños argentinos de la luz: oligopolio, conflictos de interés y ganancias abusivas", el Observatorio OETEC da cuenta de las exorbitantes ganancias obtenidas por los empresarios Nicolás Caputo, Marcelo Mindlin y Rogelio Pagano durante el 2017, primer año pleno de tarifazo eléctrico.
Mientras la Argentina de norte a sur y de este a oeste se unía con fuerza al #ruidazo nacional, gente de todas las edades, acompañados del sonar de las bocinas de los automóviles que circulaban por cada lugar, salieron con sus cacerolas, carteles y cornetas a la calle para reclamar el cese de los tarifazos. Una de las provincias en donde retumbaron las cacerolas con más furia fue Buenos Aires, y su gobernadora María Eugenia Vidal, para les hizo frente, ¿cómo si no? en un estudio de televisión. Obviamente no le pedíamos que se acerque a los vecinos furiosos que gritaban a voz de cuello su descontento con las políticas implementadas en el gobierno del que forma parte, en equipo, como tanto les gusta decir, pero fue una provocación innecesario que vaya a la tele a hacer caritas y a contar la verdad reversionada por Corporación Cambiemos.
Mientras tanto, el FMI pronostica números de miedo con consejos de más ajustes. Pero por otro lado, avanza en la Justicia un amparo presentado por el CEPIS, que en 2016 frenó la subacontra el tarifazo de gas, y un juez pidió a Aranguren informes sobre el cuadro tarifario.
Ajústense los cinturones, porque esto recién empieza!
Luego del ruidazo de ayer, organizaciones sociales y gremiales convocaron para hoy a la tarde a una marcha de velas que irá del Congreso al Obelisco. Mientras tanto, el público globoadicto sigue sumergido en la desmemoria y permite que el relato macrista dibujen sobre su conciencia, en un ejercicio práctico del doblepensar, ya que sostener ese relato requiere superar las contradicciones de cotejar lo que uno ve y las falacias amarillas. Total, lo importante es odiar y echar culpas al pasado de los atropellos del presente.
Sometidos al licuado indigesto de los medios dominantes, los cautivos creen que los miembros del Gran Equipo son sacrificados patriotas, el bestial tarifazo es apenas un suave reacomodamiento, los mapuches son terroristas, las guaridas fiscales son cajas de seguridad y el Sr. Tijeras Macri es honesto. Todo va bien aunque parezca ir mal (estamos mal aunque ), repiten como mantra los que viven en Macrilandia. Tan bien que ya están celebrando el triunfo en las urnas del próximo año, aunque para eso deban amañar aún más el escenario y amenazar a la oposición con espionaje y procesamientos cuasi mafiosos.
Gracias al impresentable diputado Alfredo Olmedo, los amarillos cercenaron el debate sobre las tarifas de los servicios públicos. El ambiente se venía calentando demasiado en estos días y en el Congreso podía explotar la olla. A las denuncias de los incrementos anticipados, además de desmesurados, se sumó la itinerante Elisa Carrió que –para simular preocupación- requería que el Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun dé explicaciones sobre irregularidades en la facturación. Pero lo que sacó de quicio al oficialismo fue que la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner presente de un proyecto de ley para que se retrotraiga el precio de los servicios.
Tanto que, el autor de “sólo los bolsos de López son corrupción”, Peña Braun apuntó sus tacones a la cabeza de Cristina. Con mal disimulado enojo, calificó su actitud como “demagógica e irresponsable de quienes quebraron el sistema energético”. Una hipocresía: ellos desprecian la demagogia hacia la mayoría, pero la practican para sus amigotes. Y una mentira, por supuesto: el sistema no estaba quebrado sino que los dueños de las distribuidoras ganaban menos. Como muestra, la empresa CPSA, de Nicolás Caputo, el hermano de la vida de Macri, acrecentó en un 160 por ciento la recaudación desde que comenzó La Revolución de la Alegría. CPSA y Pampa Energía, del amigo-testaferro Marcelo Midlin embolsaron más de 9000 millones de pesos el año pasado gracias a los tarifazos. Y como broche de oro, el Ingeniero salió a defender el saqueo a los usuarios con una de esas burlas que le brotan de sus entrañas: “nada que les digan que viene de regalo es real”. Como si él no hubiera recibido de regalo gran parte de su patrimonio, como si no fuera un regalo el indulto que recibió de la Corte Suprema menemista por el contrabando de autopartes, como si no fuera un regalo la estatización de su deuda en tiempos de la dictadura, como si no quisiera regalarse los 70 mil millones de pesos que su empresa debe al Estado. Si no son reales, ¿para qué se preocupa tanto por obtener tantos regalos?
Ante la dimensión de la protesta social – en varios municipios ya se decretó la emergencia tarifaria – el gobierno podría verse obligado a revisar los aumentos salvajes de la tarifas. De más está decir que este cuadro tarifario impacta fuertemente en los ya golpeados y flacos bolsillos de los trabajadores. Y no mejora en nada la calidad de servicios completamente en ruinas. Cualquiera sabe que expone su vida diariamente en el transporte público, que cuando hace calor no tiene luz y que si se aleja un poco de los principales centros urbanos tiene que ir buscando un proveedor de garrafas.
Las condiciones de vida impuestas por los amarillos resulta ser tan miserable que sus "sinceramientos" amenazan con dejar a los trabajadores en la indigencia y la pobreza. Los subsidios no resuelven nada porque salen de nuestros bolsillos, seguimos pagando los trabajadores. Lo que debiera atacarse para ofrecer una solución real es la ganancia de los capitalistas.
Lo cierto es que el aumento de las tarifas de servicios públicos se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los argentinos, de acuerdo con recientes encuestas, en especial dentro de la clase media, es decir, un sector de la sociedad que históricamente ha votado por el radicalismo o bien por agrupaciones políticas afines.
En su informe "Los dueños argentinos de la luz: oligopolio, conflictos de interés y ganancias abusivas", el Observatorio OETEC da cuenta de las exorbitantes ganancias obtenidas por los empresarios Nicolás Caputo, Marcelo Mindlin y Rogelio Pagano durante el 2017, primer año pleno de tarifazo eléctrico.
"Estos señores, que en conjunto concentran el 51% de los usuarios del servicio público de electricidad a nivel nacional y el 49% de la demanda total, ganaron el año pasado unos 11.303 millones de pesos, esto es, casi 1.000 millones por mes”Federico Bernal - Director del OETEC
Mientras la Argentina de norte a sur y de este a oeste se unía con fuerza al #ruidazo nacional, gente de todas las edades, acompañados del sonar de las bocinas de los automóviles que circulaban por cada lugar, salieron con sus cacerolas, carteles y cornetas a la calle para reclamar el cese de los tarifazos. Una de las provincias en donde retumbaron las cacerolas con más furia fue Buenos Aires, y su gobernadora María Eugenia Vidal, para les hizo frente, ¿cómo si no? en un estudio de televisión. Obviamente no le pedíamos que se acerque a los vecinos furiosos que gritaban a voz de cuello su descontento con las políticas implementadas en el gobierno del que forma parte, en equipo, como tanto les gusta decir, pero fue una provocación innecesario que vaya a la tele a hacer caritas y a contar la verdad reversionada por Corporación Cambiemos.
Mientras tanto, el FMI pronostica números de miedo con consejos de más ajustes. Pero por otro lado, avanza en la Justicia un amparo presentado por el CEPIS, que en 2016 frenó la subacontra el tarifazo de gas, y un juez pidió a Aranguren informes sobre el cuadro tarifario.
"Debe denunciarse en todos los foros, audiencias, iniciativas parlamentarias, actos públicos, etc., la anarquía de mercado que impera en el país y que tiene, en el sector energético, su más alto, irrefutable y vergonzoso ejemplo".Federico Bernal - Director del OETEC
Ajústense los cinturones, porque esto recién empieza!
Luego del ruidazo de ayer, organizaciones sociales y gremiales convocaron para hoy a la tarde a una marcha de velas que irá del Congreso al Obelisco. Mientras tanto, el público globoadicto sigue sumergido en la desmemoria y permite que el relato macrista dibujen sobre su conciencia, en un ejercicio práctico del doblepensar, ya que sostener ese relato requiere superar las contradicciones de cotejar lo que uno ve y las falacias amarillas. Total, lo importante es odiar y echar culpas al pasado de los atropellos del presente.
Sometidos al licuado indigesto de los medios dominantes, los cautivos creen que los miembros del Gran Equipo son sacrificados patriotas, el bestial tarifazo es apenas un suave reacomodamiento, los mapuches son terroristas, las guaridas fiscales son cajas de seguridad y el Sr. Tijeras Macri es honesto. Todo va bien aunque parezca ir mal (estamos mal aunque ), repiten como mantra los que viven en Macrilandia. Tan bien que ya están celebrando el triunfo en las urnas del próximo año, aunque para eso deban amañar aún más el escenario y amenazar a la oposición con espionaje y procesamientos cuasi mafiosos.
Gracias al impresentable diputado Alfredo Olmedo, los amarillos cercenaron el debate sobre las tarifas de los servicios públicos. El ambiente se venía calentando demasiado en estos días y en el Congreso podía explotar la olla. A las denuncias de los incrementos anticipados, además de desmesurados, se sumó la itinerante Elisa Carrió que –para simular preocupación- requería que el Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun dé explicaciones sobre irregularidades en la facturación. Pero lo que sacó de quicio al oficialismo fue que la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner presente de un proyecto de ley para que se retrotraiga el precio de los servicios.
Tanto que, el autor de “sólo los bolsos de López son corrupción”, Peña Braun apuntó sus tacones a la cabeza de Cristina. Con mal disimulado enojo, calificó su actitud como “demagógica e irresponsable de quienes quebraron el sistema energético”. Una hipocresía: ellos desprecian la demagogia hacia la mayoría, pero la practican para sus amigotes. Y una mentira, por supuesto: el sistema no estaba quebrado sino que los dueños de las distribuidoras ganaban menos. Como muestra, la empresa CPSA, de Nicolás Caputo, el hermano de la vida de Macri, acrecentó en un 160 por ciento la recaudación desde que comenzó La Revolución de la Alegría. CPSA y Pampa Energía, del amigo-testaferro Marcelo Midlin embolsaron más de 9000 millones de pesos el año pasado gracias a los tarifazos. Y como broche de oro, el Ingeniero salió a defender el saqueo a los usuarios con una de esas burlas que le brotan de sus entrañas: “nada que les digan que viene de regalo es real”. Como si él no hubiera recibido de regalo gran parte de su patrimonio, como si no fuera un regalo el indulto que recibió de la Corte Suprema menemista por el contrabando de autopartes, como si no fuera un regalo la estatización de su deuda en tiempos de la dictadura, como si no quisiera regalarse los 70 mil millones de pesos que su empresa debe al Estado. Si no son reales, ¿para qué se preocupa tanto por obtener tantos regalos?
Vuelvo a insistir: Que gran poder tienen estos gobiernos liberales con el control mayoritario de los medios de comunicacion (televisivos, graficos, orales, ciberneticos). Nos venden una realidad paralela mientras nos sodomizan dormidos...
ReplyDeleteSi anónimo, es realmente increíble lo que contás. Qqué fácil se engaña a la gente, y lo más lamentable es lo fácil que la gente se deja engañar
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