Algunos genocidas ya pidieron caminar libremente por la calle, a tu lado. Y si bien a muchos de la clase media el 2x1 a los genocidas militares no les importa un comino, sí les interesa el 2x1 de los delincuentes mientras se llenan la boca hablando de que trabajan para mejorar la seguridad. Sea como sea, Corporación Cambiemos muestra abiertamente que se cagan en todos los sectores del pueblo argentino, salvo que sean fachos u oligarcas.
Por el beneficio que dio un fallo de la Corte que beneficia con el 2x1 a los condenados por crímes de lesa humanidad, fue solicitado por el coronel retirado Héctor Salvador Giribone, condenado a ocho años de prisión por el robo de bebés, el ex médico de la Armada Jorge Luis Magnacco, conocido como el obstetra de la ESMA, que también cumple condena por la apropiación de los niños nacidos en cautiverio, y el ex militar Alejandro Lazo, condenado a diez años de cárcel por torturas y privación ilegítima de la libertad.
Victor Gallo fue militar carapintada, represor y delincuente común. Su primera condena fue por una agresión contra su ex mujer. La segunda, por la participación en un robo común: la llamaba Masacre de Benavídez, de 1994. En ese caso asesinaron a un matrimonio e intentaron hacer lo mismo con sus hijas, que sobrevivieron e identificaron a los ladrones. Entre ellos estaba Gallo, que sólo fue condenado a diez años por el robo. El móvil del crimen, se supo después, estaba ligado a una deuda con una mafia de falsos abogados que funcionaban en Tribunales. La tercera condena fue por la apropiación de Francisco, a quien siempre consideró "el hijo del enemigo". Francisco es el nieto recuperado número 101. Su padre era Abel Madariaga, ingeniero agrónomo, ex refugiado político y secretario de Abuelas de Plaza de Mayo. En la conferencia de prensa, hablaron juntos. Hasta se parecen:
Por el beneficio que dio un fallo de la Corte que beneficia con el 2x1 a los condenados por crímes de lesa humanidad, fue solicitado por el coronel retirado Héctor Salvador Giribone, condenado a ocho años de prisión por el robo de bebés, el ex médico de la Armada Jorge Luis Magnacco, conocido como el obstetra de la ESMA, que también cumple condena por la apropiación de los niños nacidos en cautiverio, y el ex militar Alejandro Lazo, condenado a diez años de cárcel por torturas y privación ilegítima de la libertad.
"Nos gobiernan los hijos de la dictadura, los nietos del bombardeo a la Plaza, los bisnietos de la década infame, los tataranietos de los asesinos de la Patagonia y los choznos de la Campaña del Desierto. Los mismos apellidos."Florencia Belda
Victor Gallo fue militar carapintada, represor y delincuente común. Su primera condena fue por una agresión contra su ex mujer. La segunda, por la participación en un robo común: la llamaba Masacre de Benavídez, de 1994. En ese caso asesinaron a un matrimonio e intentaron hacer lo mismo con sus hijas, que sobrevivieron e identificaron a los ladrones. Entre ellos estaba Gallo, que sólo fue condenado a diez años por el robo. El móvil del crimen, se supo después, estaba ligado a una deuda con una mafia de falsos abogados que funcionaban en Tribunales. La tercera condena fue por la apropiación de Francisco, a quien siempre consideró "el hijo del enemigo". Francisco es el nieto recuperado número 101. Su padre era Abel Madariaga, ingeniero agrónomo, ex refugiado político y secretario de Abuelas de Plaza de Mayo. En la conferencia de prensa, hablaron juntos. Hasta se parecen:
Gallo fue condenado en la causa por el plan sistemático de robo de bebés junto a otros ocho represores. En 2016 la justicia le unificó las condenas de todas sus causas, que quedaron en 25 años. Su defensa pidió que se le otorgara el beneficio del 2×1 y el Tribunal Oral Federal 6 lo rechazó.
Ahora, gracias al fallo de la Corte, Gallo y otros como él vuelven a la carga.
Ahora, gracias al fallo de la Corte, Gallo y otros como él vuelven a la carga.
Aquí, el titular del medio humorístico Barcelona (que tiene su historia personal con la fascista Cecilia Pando), como para poner un poco de humor a esta negra realidad:
Tras su encuentro con Abuelas, desde el oficialismo salieron a cuestionar a Sting: "Tendrá ocho horas de sexo por día pero nunca se culeó a 40 millones de personas en un año y medio"
En medio de las malas noticias judiciales, las Abuelas de Plaza de Mayo se reencontraron con Sting. El músico inglés, de visita en la Argentina, volvió a mostrarles su apoyo, 29 años después de su primer encuentro, durante el recital de Amnesty en River.Revista Barcelona
La reunión entre el ex cantante de The Police y las Abuelas es un mimo espiritual días después del bochornoso fallo de la Corte Suprema que otorgó el beneficio del 2×1 en el caso de Luis Muiña, un torturador condenado por delitos de lesa humanidad.
Sin embargo, la cumbre Sting-Abuelas no habría caído nada bien en el Gobierno. En este sentido, dirigentes oficialistas salieron a cruzar al cantante en muy duros términos.
“¿Qué se cree este rubio insulso para venir a meter la cola donde no corresponde?”, afirman por estas horas en Casa Rosada. Y agregan: “Ni que fuera Vargas Llosa”. “¿Quién se cree este tipo para venir a darnos cátedra, ni que fuera Vargas Llosa”, manifestaron los operadores periodísticos del Gobierno Alfredo Leuco y Luis Majul.
Asimismo, en el círculo íntimo del CEO de la Nación, Mauricio Macri, también cuestionaron a Sting. “Tendrá ocho horas de sexo por día pero nunca se culeó a 40 millones de personas en un año y medio”, aseguraron colaboradores del presidente.
Desde la jefatura de Gabinete señalaron que “al igual que Sting, Macri también practica yoga y meditación”. Y aclararon que la técnica de relajación del presidente “es más intensa”.
“Con el método que sigue Mauricio, es posible culearse a todo un país en apenas 17 meses”, concluyeron enojados.
Si estas lacras vuelven a caminar por las calles, es por que los dejan caminar.
ReplyDeleteRecuerdo allá a lo lejos durante la primavera democrática, paseaba por el centro con mi primo, cuando de repente... parado en un semáforo abordo de un lujoso Mercedes Benz estaba J.A. Martínez De Hoz, lo que provoco una violenta reacción en mi persona y en la de mi primo, pero los demás transeúntes, lejos de sumarse a los insultos e improperios, comenzaron a tratarnos de inadaptados.
La culpa no es del chancho si no del que les da de comer.