Skip to main content

La Corrupción Mata. La Indiferencia También


"Buenos Aires es una ciudad donde convive la estética de lo imponente con la miseria de la civilización, subproducto de lo que llamamos desarrollo. Así, frente al fastuoso teatro Colón, un matrimonio con sus dos hijos mendiga alguna limosna o alimento sobrante de los transeúntes. Sobre Diagonal Norte, cuna de los recaudadores del mundo, se alojan los derrotados del sistema, y desde las espejadas torres de Puerto Madero se puede divisar, a escasos metros, la Villa 31, una de las más pobladas de la ciudad. Hace pocos años se instalaron, en distintos puntos de la ciudad, bancos de cemento que simulan ser de terciopelo. Y por ahí anda la cosa, entre la dureza que sucede y una apariencia que seduce". Así comienza esta nota aparecida en la publicación uruguaya "Brecha" que es todo un alegato contra la hipocresía de una sociedad que aparentemente condena la corrupción pero vota a los peores corruptos y abandona a los honrados que luchan contra ella.

Santiago Pinetta merece un lugar en el altar del periodismo argentino, sin embargo sus revelaciones y denuncias le costaron el trabajo, la salud y casi la vida. Quien desveló el asunto IBM-Banco Nación, el primer caso de corrupción del menemismo que pudo esclarecerse, sufrió una despiadada persecución que lo ha dejado a merced de las limosnas que recibe en una estación de subte.


La hipocresía es el lenguaje de la corrupción, y hace diariamente hace gala en nuestra hipócrita sociedad donde las mayorías se rasgan las vestiduras ante un hecho de corrupción, pero solamente porque es otro el que pudo llegar a realizarla. Periodistas "especializados", políticos, supuestos expertos y opinadores de todo tipo y pelaje, reaparecen cada vez que se registra un hecho real o inventado, y la indignación contra ella es un arma política. Cuando ya no es funcional a un proyecto político... se diluye en la indiferencia. Aquí un caso emblemático, un gran ejemplo de la insufrible hipocresía política y moral de toda una sociedad que se indigna con la corrupción pero deshecha a quien realmente se opone a ella, y siempre apoya a los más corruptos.



Parece que todo el mundo se olvida fácilmente de todo, lagunas mentales invaden las conciencias con un gran caso de mal de Alzheimer colectivo. Podemos tomar un ejemplo entre muchos: luego del escándalo de los Papeles de Panamá, no figura ningún plan para acabar con los negocios en paraísos fiscales, piedra angular del sistema de la corrupción en nuestro mundo globalizado, insustituible instrumento para el lavado del dinero de los diversos grupos de la economía criminal, tanto de los que tienen las manos manchadas de sangre como de los que disipan a su alrededor el olor de caros perfumes, mientras los medios de comunicación (uno de los primeros implicados en estos hechos) son los primeros en difundir el olvido.
Erradicar la corrupción requiere tanto de leyes como de voluntad política, pero si la justicia, los partidos políticos y los medios son socios o parte de las corporaciones y están al servicio del Gran Poder Corrupto de las multinacionales, la banca y el sistema financiero, el Estado y el acceso a la función pública seguirá siendo considerado por todo el mundo un botín, y esto es avalado por toda una sociedad que elige a sus propios verdugos.
La palabra que lo domina todo es: "mercado", la mágica expresión de la ferocidad neoliberal que está en su apogeo, donde el libre albedrío de los poderosos que no tienen límites para sus ambiciones de saqueo.


Ese...
Buenos Aires es una ciudad donde convive la estética de lo imponente con la miseria de la civilización, subproducto de lo que llamamos desarrollo. Así, frente al fastuoso teatro Colón, un matrimonio con sus dos hijos mendiga alguna limosna o alimento sobrante de los transeúntes. Sobre Diagonal Norte, cuna de los recaudadores del mundo, se alojan los derrotados del sistema, y desde las espejadas torres de Puerto Madero se puede divisar, a escasos metros, la Villa 31, una de las más pobladas de la ciudad. Hace pocos años se instalaron, en distintos puntos de la ciudad, bancos de cemento que simulan ser de terciopelo. Y por ahí anda la cosa, entre la dureza que sucede y una apariencia que seduce. En esa lógica perversa se inscribe el Abasto y todo lo que contiene. El shopping de la avenida Corrientes es una cáscara de lujo que almacena en sus entrañas almas desoladas y errantes, en algún punto sobrantes para este sistema que, como denunciaba Eduardo Galeano, vomita hombres. Dentro de la ostentosa edificación hay una lujosa fuente de agua hecha de granito negro que los visitantes utilizan como “fuente de la buena suerte”, donde arrojan monedas mientras esperan que el destino sea cortés y les abra puertas de gloria. Cuando el sol cae, la fuente se transforma en olla al final del arco iris para los olvidados. Brillantes y empapadas de pena, las monedas son extraídas por personas que buscan ayuda y dignidad en la estación de subte Carlos Gardel.
En el pasillo que conecta la salida del Abasto con los andenes, entre tentadoras promociones de las cadenas trasnacionales de comida rápida, yacen personas desamparadas. Una de ellas es Santiago Pinetta. Todas las tardes, entre las 16 y las 17 horas, Santiago llega a paso lento, algo encorvado, producto de sus 84 años, y con un banquito para encontrar algo de comodidad en la indecorosa tarea de pedir una contribución a las personas que transitan por el lugar. Siempre de camisa impecable, con pelo y barba blancos, pantalón cómodo y sus manos extendidas, repite en voz baja: “Ayuda, ayuda”. Muchos de los que desfilan por ese pasillo, dominado por la cara de un Gardel multicolor, identifican a Santiago y balbucean: “Es ese, es ese, el que mostraron en la tele”. Santiago parece haber recobrado algo de la notoriedad que supo conquistar en los años noventa como periodista, luego de destapar una escandalosa licitación del menemismo que el Banco Nación había armado a medida para la Ibm. Son momentos bien diferentes: hace dos décadas él escribía un libro para desarticular un obsceno negocio valuado en 250 millones de dólares, hoy los medios han convertido su miseria en morboso placer. En el mercado de la abundancia, la penuria cotiza en alza.
Sí, Santiago “es ese”, ese al que sus colegas se arriman para hacerle dos o tres preguntas de rutina y se esfuman tan rápido como llegaron.
En 1945 comenzó a trabajar en Clarín, aunque supo destacarse, a lo largo de los años, en La Razón, Crítica, El Mundo, la revista Primera Plana y en radio. Era un periodista que ponía cuerpo y alma en su trabajo, de los que preferían estar en el lugar de los hechos a leer cables de agencia. Presenció el bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955 y fue secuestrado y detenido en Campo de Mayo entre noviembre de 1976 y febrero de 1977. Es autor de 14 libros, entre investigación, ficción y poesía.
Santiago Pinetta merece un lugar en el altar del periodismo criollo: develó el primer caso de corrupción del menemismo que pudo esclarecerse, con personas que confesaron el cobro de suculentas coimas en dólares. Gracias a sus denuncias se recuperaron 7 millones de dólares que dormían en cuentas suizas de ex funcionarios.
En 1993 el Banco Nación había solicitado la informatización de todas sus sucursales. Ibm ganó la licitación. El Plan Centenario fue un negocio de 240 millones de dólares que incluía 37 millones en coimas, de los cuales la empresa de informática pagó 21 millones a funcionarios.
De ese fraude –del que Santiago se enteró por sindicalistas del banco que lo contactaron con autoridades de segunda línea– nació el libro La nación robada, publicado en febrero de 1994 y solventado con fondos que él mismo consiguió luego de tocar varias puertas. Sin embargo, en marzo de ese año el pacto Ibm-Banco Nación fue rubricado. La prensa no publicó línea alguna sobre la investigación. En la radio tampoco se mencionó su trabajo. La televisión mientras tanto distraía y alternaba imágenes de los pomposos preparativos para el Mundial 94 con las de nuestro heterodoxo presidente fashion y cool que buscaba un segundo mandato.
Santiago continúa con las manos extendidas hacia las almas piadosas que buscan ayudarlo con algunos pesos, masitas o agua. Los billetes que recibe los lleva a no más de cinco centímetros de sus ojos para conocer su valor; las cataratas, junto a la artrosis en sus rodillas, son obstáculos que debe sortear diariamente para ubicarse en su banquito y mutar en una presencia ausente, una de las tantas que habitan la calle.
Bebe un sorbo del café que le traje y me explica que regaló a varios jueces federales un ejemplar de La nación robada, con la esperanza de que la investigación adoptara la forma de litigio. Al no obtener respuestas decidió redactar una denuncia por cuenta propia, y en mayo de 1994 se la llevó a un fiscal de Cámara, que le respondió: “Retirala, este es tu pase al cementerio”. Santiago decidió no abandonar su investigación y presentó la denuncia, que llegó al juez federal Adolfo Bragnasco, quien inmediatamente la congeló. Cuatro días después la vida de Santiago inició una lenta y tortuosa metamorfosis. En la esquina de Loria y Rivadavia tres personas lo interceptaron y lo golpearon brutalmente. Un mes más tarde los medios que habitualmente compraban sus notas de free lance comenzaron a rechazarlas, y los teléfonos del Sindicato de Periodistas le devolvían un tono agudo infinito.
Durante un año vivió asediado por el miedo ante algunas amenazas aisladas, pero con la esperanza de que la denuncia que había entregado reviviera en algún momento. Sucedió la mañana del 16 setiembre de 1995, cuando el Fbi allanó la sede de Ibm, consecuencia de la ley estadounidense que prohíbe que las empresas de ese país paguen sobornos o coimas. Ese mismo día por la tarde, cerca de las 18 horas, Santiago sufrió un segundo atentado: caminando por avenida Callao, entre Rivadavia y Mitre, un taxi lo pasó por encima. Con 14 fracturas a lo largo y ancho de su cuerpo, pasó siete meses y medio internado en la Clínica Colegiales. Con el tiempo se comprobó en la justicia que el taxi era en realidad un auto de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), pero no se encontraron culpables. Por las noches, sin poder conciliar el sueño, con un cuerpo cansado del reposo prolongado, su mente se transformaba en un loop eterno que repetía: “Este es tu pase al cementerio”.
En abril de 1996 abandonó la clínica y en junio de ese año recibió un llamado de un grupo de periodistas interesados en entrevistarlo. Santiago no dudó un instante y aceptó la propuesta, era lo que había esperado durante largo tiempo: que su investigación comenzara a levantar vuelo en el ambiente y también su nombre, censurado y silenciado por las esferas del poder.
Esa tarde, gris y fría, anuncio de un invierno duro, Santiago esperaba en su líving. Escuchó unos pasos apresurados por el pasillo que se detuvieron súbitamente frente a su apartamento. El timbre sonó tres veces. Santiago se levantó del sillón, dio cuatro o cinco pasos y abrió la puerta. “En cuanto los vi supe que no eran periodistas”, cuenta con algo de angustia en la voz. Recibió una trompada con una manopla de acero que le abrió los labios y le arrancó el 60 por ciento de la dentadura. Mientras la sangre caliente y espesa bajaba por su cuello, los matones esgrimieron algunas amenazas y abandonaron el lugar. En ese entonces el periodista no sabía a qué le temía más: si a la vida o a la muerte.
Tan duro y áspero iba a ser ese invierno, que diez días después de haber iniciado, el 31 de julio de 1996, Santiago sufrió otra agresión. En la madrugada, mientras caminaba por avenida Corrientes, cuatro personas lo golpearon y arrojaron al suelo mientras gritaban: “Dejate de joder con el Banco Nación y con Dadone (el ex-director del banco), porque si no te hacemos mierda a vos y a toda tu familia”. Los gritos y las patadas sobre su cuerpo caído son lo último que recuerda. Despertó en una cama del hospital Ramos Mejía; en su pecho, con una navaja, le habían escrito: “Ibm”. El destino, caprichoso, quiso que esos golpes los recibiera a una cuadra del Abasto.
En las expresiones de Santiago hay algo de cansancio, agarro su mano y le aviso que me retiro. Asiente con la cabeza y me despide, agradeciendo la charla.
Otro día llego y está ubicado algunos metros más cerca de la puerta del Abasto, porque en “su” lugar hay un hombre durmiendo. Según el cartel a su lado, fue payaso, conquistó la risa de miles de niños, pero el infortunio lo privó de trabajo, familia e ingresos. Con una gran sonrisa dibujada en el cartel, apela a la solidaridad de los transeúntes.
Mi llegada sorprende a Santiago, que me rastrea con los ojos un poco perdidos pero utilizando el sonido de mi voz para orientarse en el espacio. “Es difícil estar acá, y es bueno que alguien se acerque a hablar un poco. A mí me mata estar acá”, explica con la voz frágil, titubeante. Cuenta que la causa Ibm-Banco Nación dejó un solo condenado que no cumplió su condena, y que Ibm continuó manejando la informática del Banco Nación y la de otros bancos importantes que operan en Argentina. La lucidez mental con que relata su historia contrasta con el cuerpo cansado de Santiago. Explica que su investigación periodística sobre el caso fue un ancla que lo hundió en las profundas oscuridades de la profesión. No pudo integrar otra planta de redacción ni lograr que aceptaran sus artículos como periodista independiente; su nombre fue censurado y él lo adjudica a la presión del gremio periodístico, “un gremio asqueroso”, asegura.
Santiago tuvo 11 hijos, pero la vida le arrancó a dos. Ambas pérdidas se produjeron antes de su investigación. El primero falleció a los pocos meses de nacer, producto de una enfermedad terminal. La segunda fue una hija adolescente atacada mientras esperaba un tren que la llevara a la capital. Según le contaron, ella intentó huir de los manotazos groseros de dos hombres, dio un paso en falso y cayó a las vías justo cuando pasaba la máquina. “Todavía la extraño”, dice. Le pregunto por el resto de sus hijos. Con excepción de uno, todos emigraron del país en busca de un futuro más promisorio y estable. “Tengo hijos en Canadá, en Nueva Zelanda, en Australia y Europa. Sin embargo, mis padres me enseñaron algo. A los hijos no hay que pedirles nada. Mis papás nunca me pidieron nada y yo hago lo mismo con mis hijos”, comenta.
Una mujer se acerca con una botella de agua fresca y algo de dinero para Santiago. “Le traigo agua fresca porque vi que tiene poca. Gracias por lo que hizo, gracias de corazón. Ojalá lo ayuden”, le dice mientras le acomoda la botella al lado de su banco. “Gracias, muchas gracias”, responde él.
Santiago comenta que ningún gobierno en los últimos 20 años lo llamó para ayudarlo en algo. Cuando a mediados de marzo pasado las cámaras lo encontraron y lo usaron como insumo de la televisión basura, autoridades de la ciudad de Buenos Aires se contactaron con él para ofrecerle un lugar donde vivir. “Les agradecí y les aclaré que no me sirve. Tengo un lugar donde vivir, que literalmente es un sótano, pero vivo. Mi problema central son los medicamentos, los precios me estrangulan”, aclara.
Sin la ayuda de las personas que transitan por la estación Carlos Gardel no podría costear los remedios que lo mantienen vivo y los suplementos alimenticios que lo mantienen activo. Después de cuatro atentados la salud pasa factura: sufrió un Acv y tiene dos by-pass en el corazón. Necesita nueve remedios y siete suplementos por mes.
El 19 de marzo recibió una llamada del Banco Nación, que le prometía ayuda. Santiago aún espera que lo contacten nuevamente. “Todos esos pasos implican mucha burocracia, pero a mí la vida se me apaga. Lo único que quiero es terminar mis días con dignidad. Que alguien recuerde que salvé una de las instituciones más importantes y a miles de familias que dependían de esos salarios que se podrían haber perdido. Y, sobre todo, que no me arrepiento de lo que hice”, insiste”.
Esta historia ya fue contada en La Nación, en 2004. Después, en Perfil. Este año lo llevaron al conocido programa de TV, Intratables (de ahí que algunos lo reconocen en el pasillo del subte). La foto de arriba es de cuando le dieron uno de de los premios El Parlamentario…
Pero la corrupción es un lubricante, y la indignación contra ella es un arma política. Cuando ya no es funcional a un proyecto político, local o internacional... se diluye en la indiferencia.

Esteban Viú



Comments

Lo más visto de la semana pasada

Isaac Asimov: El Culto a la Ignorancia

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como "epidemia mundial" en muchos de sus variados informes de situación. En ese engendro imperial denominado (grandilocuentemente) como "el gran país del norte", la ignorancia (junto con otras bestialidades, como el supremacismo, el racismo y la xenofobia, etc.) adquiere ribetes escandalosos, y más por la violencia que se ejerce directamente sobre aquellos seres que los "ganadores" han determinado como "inferiores". Aquí, un texto fechado en 1980 donde el genio de la ciencia ficción Isaac Asimov hace una crítica mordaz sobre el culto a la ignorancia, un culto a un Dios ciego y estúpido cual Azathoth, que se ha esparcido por todo el mundo, y aquí tenemos sus consecuencias, las vivimos en nuestra cotidaneidad. Hoy, como ayer, Cthulhu sigue llamando... ah,

David Gilmour - Luck and Strange (2024)

Una entrada cortita y al pie para aclarar porqué le llamamos "Mago". Esto recién va a estar disponible en las plataformas el día de mañana pero ya lo podés ir degustando aquí en el blog cabeza, lo último de David Gilmour de mano del Mago Alberto, y no tengo mucho más para agregar. Ideal para comenzar a juntar cositas para que escuchen en el fin de semana que ya lo tenemos cerquita... Artista: David Gilmour Álbum: Luck and Strange Año: 2024 Género: Rock Soft Progresivo / Prog Related / Crossover prog / Art rock Referencia: Aún no hay nada Nacionalidad: Inglaterra Lo único que voy a dejar es el comentario del Mago... y esto aún no existe así que no puedo hablar de fantasmas y cosas que aún no llegaron. Si quieren mañana volvemos a hablar. Cae al blog cabezón, como quien cae a la Escuela Pública, lo último del Sr. David Gilmour (c and p). El nuevo álbum de David Gilmour, "Luck and Strange", se grabó durante cinco meses en Brighton y Londres y es el prim

Jon Anderson & The Band Geeks - True (2024)

Antes de terminar la semana el Mago Alberto nos trae algo recién salido del horno y que huele bastante al Yes de los 80s y 90s, aunque también tiene un tema de más de 16 minutos de la onda de "Awaken" para los más progresivos. Y es que proviene de Jon Anderson, ex miembro fundador de Yes, que junto con la formación The Band Geeks como apoyo lanza este "True", que para presentarlo lo copio al Mago que nos dice: "La producción musical es sensacional con arreglos exquisitos, una instrumentación acorde a las ideas siempre extra mega espaciales de Anderson, el resultado; un disco fresco, agradable al oído, con toda la impronta de el viejo YES, lógico, sabiendo que Jon siempre fue el corazón de la legendaria banda británica". Ideal para ir cerrando otra semana a pura sorpresa, esta es otra más! Artista: Jon Anderson & The Band Geeks Álbum: True Año: 2024 Género: Prog related Nacionalidad: Inglaterra Antes del comentario del Mago Alberto, copio

Charly García - La Lógica del Escorpión (2024)

Y ya que nos estamos yendo a la mierda, nos vamos a la mierda bien y presentamos lo último de Charly, en otro gran aporte de LightbulbSun. Y no será el mejor disco de Charly, ya no tiene la misma chispa de siempre, su lírica no es la misma, pero es un disco de un sobreviviente, y ese sobreviviente es nada más y nada menos que Charly. No daré mucha vuelta a esto, otra entrada cortita y al pie, como para adentrarse a lo último de un genio que marcó una etapa. Esto es lo que queda... lanzado hoy mismo, se suma a las sorpresas de Tony Levin y del Tío Franky, porque a ellos se les suma ahora el abuelo jodón de Charly, quien lanza esto en compañía de David Lebón, Pedro Aznar, Fito Páez, Fernando Kabusacki, Fernando Samalea y muchos otros, entre ellos nuestro querido Spinetta que presenta su aporte desde el más allá. Artista: Charly García Álbum: La Lógica del Escorpión Año: 2024 Género: Rock Referencia: Rollingstone Nacionalidad: Argentina Como comentario, solamente dejar

Tony Levin - Bringing It Down to the Bass (2024)

Llega el mejor disco que el pelado ha sacado hasta la fecha, y el Mago Alberto se zarpa de nuevo... "Cabezones, vamos de sorpresa en sorpresa, esta reseña la escribo hoy jueves 12 de Setiembre y mañana recién se edita en todo el mundo esta preciosura de disco, una obra impresionante, lo mas logardo hasta el momento por Levin". Eso es lo que dice el Mago Alberto presentando este disco, otro más que se adelanta a su salida en el mercado, para que lo empieces a conocer, a disfrutar y a paladear. Llega al blog cabezón un disco que marcará un antes y un después en la carreara de Levin, y creo que eso ya es mucho decir... o no? Otra sorpresota de aquellas, con un DISCAZO, con mayúsculas. Artista: Tony Levin Álbum: Bringing It Down to the Bass Año: 2024 Género: Fusion, Jazz-Rock. Referencia: Site oficial Nacionalidad: EEUU Creo que el pelado esta vez disfrutó el bajo como nunca, y ello parece haberse trasladado a la grabación, y de ahí a tu equipo de sonido y de

Los 100 Mejores Álbumes del Rock Argentino según Rolling Stone

Quizás hay que aclararlo de entrada: la siguiente lista no está armada por nosotros, y la idea de presentarla aquí no es porque se propone como una demostración objetiva de cuales obras tenemos o no que tener en cuenta, ya que en ella faltan (y desde mi perspectiva, también sobran) muchas obras indispensables del rock argento, aunque quizás no tan masificadas. Pero sí tenemos algunos discos indispensables del rock argentino que nadie interesado en la materia debería dejar de tener en cuenta. Y ojo que en el blog cabezón no tratamos de crear un ranking de los "mejores" ni los más "exitosos" ya que nos importa un carajo el éxito y lo "mejor" es solamente subjetivo, pero sobretodo nos espanta el concepto de tratar de imponer una opinión, un solo punto de vista y un sola manera de ver las cosas. Todo comenzó allá por mediados de los años 60, cuando Litto Nebbia y Tanguito escribieron la primera canción, Moris grabó el primer disco, Almendra fue el primer

Spinetta & Páez - La La La (1986-2007)

#Músicaparaelencierro. LightbulbSun nos revive el disco doble entre el Flaco y Fito. La edición original de este álbum fue en formato vinilo y contenía 20 temas distribuidos en dos discos. Sin embargo en su posterior edición en CD se incluyeron los primeros 19 temas, dejando fuera la última canción que era la única canción compuesta por ambos. En relación a este trabajo, Spinetta en cada entrevista que le preguntaron sobre este disco el dijo que fue un trabajo maravilloso, que es uno de los discos favoritos grabados por él. En septiembre de 2007 se reedita el disco en formato CD, con todos los temas originales contenidos en la edición original en vinilo pero con un nuevo diseño. Creo que lo más elevado del disco es la poética del Flaco, este trabajo es anterior a "Tester de Vilencia" y musicalmente tiene alguna relación con dicho álbum... y una tapa donde se fusionan los rostros de ambos, que dice bastante del disco. Aquí, otro trabajo en la discografía del Flaco que estamos

El Ritual - El Ritual (1971)

Quizás aquellos que no estén muy familiarizados con el rock mexicano se sorprendan de la calidad y amplitud de bandas que han surgido en aquel país, y aún hoy siguen surgiendo. El Ritual es de esas bandas que quizás jamás tendrán el respeto que tienen bandas como Caifanes, jamás tendrán el marketing de Mana o la popularidad de Café Tacuba, sin embargo esta olvidada banda pudo con un solo álbum plasmar una autenticidad que pocos logran, no por nada es considerada como una de las mejores bandas en la historia del rock mexicano. Provenientes de Tijuana, aparecieron en el ámbito musical a finales de los años 60’s, en un momento en que se vivía la "revolución ideológica" tanto en México como en el mundo en general. Estas series de cambios se extendieron más allá de lo social y llegaron al arte, que era el principal medio de expresión que tenían los jóvenes. Si hacemos el paralelismo con lo que pasaba en Argentina podríamos mencionar, por ejemplo, a La Cofradía, entre otros muchos

Casandra Lange - Estaba En Llamas Cuando Me Acosté (1995)

#Músicaparaelencierro. LightbulbSun vuelve a las andadas y nos presenta un disquito de Casandra Lange (conjunto integrado por Charly García a la cabeza, junto con María Gabriela Epumer, Juan Bellia, Fabián Quintiero, Fernando Samalea y Jorge Suárez), un disquieto en vivo con canciones de Lennon, McCartney, Hendrix, Dylan, Annie Lennox, Jagger y Richards y de otros compositores además de las propias. Este es quizás uno de los secretos mejor guardados de Charly, que además aporta dos temas inéditos. Artista: Casandra Lange Álbum: Estaba En Llamas Cuando Me Acosté Año: 1995 Género: Rock Duración: 56:47 Referencia: Discogs Nacionalidad: Argentina Con ganas de pasarla bien, en el verano de 1995 Charly García armó una banda que tocara covers y recorrió distintos bares y teatros de la costa: Casandra Lange , con María Gabriela Epumer, Fabián Quintiero, Fernando Samalea y hasta Pedro Aznar en algunas ocasiones. Parte de esa gira quedó registrada aquí, un disco de edición re

Yaki Kandru - Yaki Kandru (1986)

#Músicaparaelencierro.  La agrupación colombiana Yaki Kandru, en cabeza del antropólogo e investigador Jorge López Palacio, constituye uno de los hitos etnomusicales de Latinoamérica, siendo sus aportes extremadamente valiosos para la etnomusicología no sólo del país, sino de todo el continente y a su paso, el mundo. Artista: Yaki Kandru Álbum: Yaki Kandru Año: 1986 Género: Etnomusicología Duración:  35:30 Referencia:   zigzagandino.blogspot.com Nacionalidad: Colombia Fundamentalmente, el trabajo de la agrupación consta de profundas y apasionadas investigaciones con las comunidades indígenas y campesinas, que terminaron en registros sonoros avezados, frutos de un esfuerzo inquebrantable por la comprensión integral de la música como un elemento de orden vital en las poblaciones nativas, superponiéndose a la concepción ornamental y estética del arte occidental. De este modo, Yaki Kandru no corresponde a un grupo meramente recopilatorio, sino uno que excava en los cimientos

Ideario del arte y política cabezona

Ideario del arte y política cabezona


"La desobediencia civil es el derecho imprescriptible de todo ciudadano. No puede renunciar a ella sin dejar de ser un hombre".

Gandhi, Tous les hommes sont frères, Gallimard, 1969, p. 235.