Un álbum sumamente profundo y sumamente potente: jazz, sinfonismo, música del mundo y prog melódico para otro disco independiente, que ahora viene de yankylandia, y es el primer trabajo del guitarrista francés de Glass Hammer, una banda que nunca me terminó de cerrar del todo, por lo que no esperaba mucho de este trabajo, pero cuando comencé a escuchar el disco grande fue mi sorpresa al acceder a un potente sonido qque nada tiene que ver con el estilo de la mencionada banda. Acompañado de excelentes músicos en el que destaca Nick D’Virgilio (Spock's Beard, Big Big Train, Kevin Gilbert, Steve Thorne) en batería, algunos de sus compañeros en Glass Hammer y músicos de la banda de Neal Morse, para demostrar que se puede ser vigoroso, dinámico, virtuoso, y no por ello dejar de lado el buen gusto de melodías preciosas... si no me creen, escuchen la música del video.
Artista: David Wallimann
Artista: David Wallimann
Álbum: Evolving Seeds Of Glory
Año: 2016
Género: Heavy progresivo
Duración: 53:56
Nacionalidad: Francia / EEUU
Año: 2016
Género: Heavy progresivo
Duración: 53:56
Nacionalidad: Francia / EEUU
Lista de Temas:
01. Overture
02. Time
03. Change
04. Fall
05. How Can It Be
06. I Turn To You
07. Memories
08. Savior
01. Overture
02. Time
03. Change
04. Fall
05. How Can It Be
06. I Turn To You
07. Memories
08. Savior
Alineación:
- David Wallimann / Various instruments
Except:
Nick D’Virgilio / Drums
Randy George / Bass
Sam Bell / Guitar solo (3)
Muris Varajic / Guitar solo (3)
Bill Rebsamen / Synth solo (7)
Fred Schendel / Synth solo (8)
Eric Gillette / Guitar solo (8)
- David Wallimann / Various instruments
Except:
Nick D’Virgilio / Drums
Randy George / Bass
Sam Bell / Guitar solo (3)
Muris Varajic / Guitar solo (3)
Bill Rebsamen / Synth solo (7)
Fred Schendel / Synth solo (8)
Eric Gillette / Guitar solo (8)
David Wallimann es un multi-instrumentista francés radicado en EEUU, compositor y profesor de guitarra, y que los aficionados al rock progresivo lo pueden apreciar desde su cooperación con la formación Glass Hammer, pero parece ser que el tipo cuenta tambièn con álbumes en solitario y han aparecido en alguna obra de Dweezil Zappa, entre otros.
¿Y qué decir de la música del disco? Es menos de una hora de puro rock progresivo; instrumental, potente, épico y sinfónico, con giros temporales hacia rock fusión o a sonidos metálicos, una gran cantidad de grandes actuaciones y virtuosismo de la guitarra. Ciertamente, los tipos demuestran que se puede ser un virtuoso sin abandonar el corazoncito, para que no quede hecho trizas debajo de tanta digitación ultraveloz. Generalmente las delicias de todas partes instrumentales serán realizadas por la guitarra y el teclado, no hay que dejar de mencionar la sección rítmica de D'Virgilio y Randy George porque la descosen, y ambos músicos, a diferencia de los demás, están presentes en todos los temas del disco. Pero por otro lado, más allá de las destrezas de los temas más pirotécnicos, los artistas son capaces de presentar alguna balada instrumental que resulta muy agradable dentro de tanta pimienta.
Otra mención aparte (y realmente lo que primero me llamó la atención del disco porque desconocía con lo que me encontraría cuando escuchara su contenido) es el arte gráfico del álbum. Está muy bien, al igual que todo el álbum.
Éste ha sido un año de buenos guitarristas, sin duda. Tanto provenientes de bandas, como solistas. Y David Wallimann se suma a esa selecta élite de intérpretes del majestuoso instrumento. Su edición 2016 del álbum Evolving Seeds of Glory nos permite conocerlo y disfrutar de su música. Wallimann es profesor de guitarra, demostrador de instrumentos musicales y músico de sesiones. Nació en Francia, pero se desarrolló en Estados Unidos, por lo que se refiere a sí mismo como franco-americano. Más que hablar de su estilo, al que le da un perfil propio, es bueno enfocarse en lo que hace. Y sus inspiradas composiciones pasan por una combinación de rock progresivo con elementos clásicos por momentos, fusión en otros, logrando un fuerte y poderoso sonido que alterna con lapsos de lirismo satrianesco. Permanentes cortes y cambios de ritmo enriquecen la suma final y mantienen el interés sobre el disco (ocho temas). En este álbum se acompañó por Nick D`Virgilio en percusión y Randy George en bajo (un monstruo), además de invitados adicionales para los solos en synthes, etc. Por demás está decir que el producto es una grabación espectacular. Para recomendarlo.Con Opus
27 de noviembre
A casi un mes de haberlo publicado, me debo a mí mismo y a los lectores, la ampliación de este comentario: extraordinaria obra, de tres gigantes de la música de nuestros días. No deberían perdérselo.
Wallimann, con su guitarra, es realmente original y creativo, produjo un álbum lejos de los clichés del género "guitar hero" a menudo confinado a redundantes demostraciones técnicas de puro virtuosismo sin inyectar en absoluto alguna cuota de musicalidad, que se parece más a un juego de egos que a una creación de música, pero en contraste a ello David propone un rock progresivo con temas llenos de ritmo y melodía... además de mucha destreza, por supuesto, pero en su mayor parte quedan relegadas al buen gusto.
En cada uno de los temas hay una fase musical en particular, mientras que "Overture" es una intro desarrollada con un enfoque sinfónico con grandes tramos de teclados, una guitarra eléctrica versátil y fraseos melódicos con colores exóticos, el mismo abre paso subrepticiamente al "Time", donde se desarrollan unos arreglos de sintetizadores más ligeros y sutiles improntas arábigas siempre llenas de ondas musicales, como una oda relajante, tranquila, llena de emoción, y para mí uno de los mejores temas de este disco.
El tema "Change" puede ser el más técnico y demostrativo, alternando pasajes lánguidos y se retira entre una fluidez perfecta, un espacio bello y encantador para escuchar un órgano magnífico y adentrarse en un ambiente de celestes coros de catedral en la introducción de "Fall" mezclando brillantemente un rock progresivo clásico, rock pesado y el neo-progresivo, dando paso a la experimentación, hasta se pueden escuchar algunas pequeñas reminiscencias de Soft Machine, en "How Can It Be" que coquetea de vez en cuando con el jazz rock, con incursiones instrumentales envueltas en un hermoso colorido. Luego, la balada "I Turn To You" creará las atmósferas oportunas para trazar un alto a lo dicho hasta aquí para valorar el eclecticismo inherente en los músicos. Los sintetizadores brillantes de "Memories" ofrecerán un paisaje musical donde la batería Nick brillará como nunca, alternando pasajes potentes y silenciosos, concluyendo con "Savior", la pista más larga de este disco con casi 10 minutos, que nos sumerge en una atmósfera inquietante por un lado y apacible por otro, este tema, con su carácter de himno, es una gran variación que sirve para cerrar un excelente trabajo.
Como dije en el encabezado de esta entrada, "Evolving Seeds Of Glory" es un álbum profundo y potente, es una invitación para escapar a un gran viaje musical, un disco que puedes escuchar muchas veces que no te vas a cansar de él.
Como dato adicional, David Wallimann tiene su propio canal de YouTube en el que se dedica a enseñar detalles de sus técnicas. Por otro lado, Wallimann es un hombre religioso, y no en vano este es un disco pomposo y cercano a un sinfonismo gradilocuente que quizàs lo acerque un poco a la obra de su colega Neal Morse (otro hombre devotamente religioso), sin duda que le podemos encontrar alguna similitud musical. Este es, pues, un peregrinaje musical cuyos predicadores son una guitarra eléctrica y el acompañamiento fenomenal de sus socios en esta empresa.
Pero no importa tu religión, y tampoco si crees o no en Dios. No improta que estés de acuerdo con las creencias del músico. Nada impide disfrutar de esta música; hay múltiples rupturas, giros, grandilocuencia, solos elegantes, virtuosismo acompañado de gracia y buen gusto, mucho colorido, vigor, muchos matices (desde metal progresivo, jazz, melodías orientales o guitarras españolas)... en definitiva, aquí tienen un disco instrumental bastante adictivo y que estoy seguro hará las delicias de muchos cabezones.
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