#Historiasparaelencierro. Durante una década (1968-78), Henry Cow transgredió los límites, fue una banda de disidentes que rompió moldes y aprovechó el recambio de decenio para hacer una música siempre aventurada que nació como un set de composiciones estructuradas para luego ganar vida en el terreno de la improvisación y encontrar en éste el principal motor de su existencia. Sencillamente surgió en el momento adecuado, en el lugar correcto. Por David Cortés Benjamin Piekut es profesor asociado de música en la Universidad de Cornell, autor de "Experimentalism Otherwise: The New York Avant-garde and Its Limits; Tomorrow Is the Question: New Directions in Experimental Music Studies" y acaba de publicar hace un par de meses "The World Is a Problem", una biografía-estudio-ensayo de la banda oriunda de Cambridge en cuyas filas militaron Geoff Leigh, Chris Cutler, Fred Frith, Tim Hodkingson, Lindsay Cooper, Dagmar Krause y Georgie Born, una agrupación que nunca