Yo la vi. No estaba tirando cascotes ni rompiendo autos. No tenía la cara tapada, por eso la vi. Estaba llorando frente a los escudos transparentes de la policía que avanzaba para apalearla a ella y a sus colegas.Cecilia Solá
Lloraba con una angustia, con un dolor que me calaron hasta los huesos, que me dieron verguenza de no estar al lado de ella.
Lloraba sin miedo, con el dolor de quien sabe que está pasando algo terrible, algo sin vueltas.
A él también lo vi. Flaco, poco pelo, mojado por la lluvia. Se aferraba a la estructura tubular con la fuerza del que sabe por qué y por quienes lucha, mientras tres uniformados trataban de arrastrarlo entre golpes e insultos.
Yo lxs vi. No agredían, no tenían palos, no cortaban la calle ni pintaban esos muros que tanto preocupan a algunos. Estaban levantando una escuela cuando los perros entrenados de un Estado que le teme al pueblo educado, les saltaron al cuello, lxs gasearon, lxs golpearon y se llevaron a cuatro.
Yo lxs vi, y me dolió la panza de rabia, pero se me hinchó el corazón de orgullo, porque esxs son mis colegas, pero también son mis maestrxs,lxs que me enseñaron a leer, lxs que me ataron los cordones y me limpiaron los mocos en primer grado, lxs que me acercaron a la literatura, lxs que me hablaron de mis derechos y me djeron que de mí también dependía que Nunca Más.
Yo lxs vi caer al suelo y levantarse, correr a auxiliar al comañerx caídx, a resguardar al otro y a la otra del palazo inclemente, igual que me resguardaron a mi cuando fui su alumna.
Y también lo ví a él, barbado y firme, a Carlos Fuentealba, armando la Carpa junto a ellxs.
Yo lxs vi. No me lo voy a olvidar nunca. No nos podemos olvidar nunca, ni justificar, ni buscar una explicación.
Les están pegando a lxs docentes para que no armen una Escuela. Si no podemos ver lo peligroso que es eso, es que estamos ciegos.
Mañana te van a decir que era mentira, que no lo viste, que las fotos son trucadas, que no eran docentes sino violentos infiltrados. No les creas, no desconfíes de tus ojos Yo los vi y vos también.
A cierre del paro nacional contra la represión macrista, los maestros pudieron armar finalmente la Escuela Pública Itinerante en defensa de la educación y en reclamo de un salario por encima de la línea de pobreza. Habrá charlas, conferencias y actividades culturales, como en la histórica Carpa Blanca de los noventa.
Todos podrán acercarse, hasta el propio Felino Macri, que fue invitado públicamente siempre y cuando esté dispuesto a pedir perdón por haber manchado de sangre el guardapolvo blanco. Si bien el presidente nunca admitió haber dado la orden, ayer se dedicó a criticar el paro y a justificar el ataque bajo el pretexto de que los maestros "violan las normas" porque la carpa no estaba autorizada. Con el mismo argumento salieron al ruedo el ministro de Educación nacional, Esteban Bullrich, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y también Patricia Bullrich, quien insistió en victimizar a los uniformados: "La Policía estaba parada y los docentes les pegaban patadas por abajo".
Lo cierto es que el único violador sistemático de las normas es el Gobierno de Corporación Cambiemos S.A., que no sólo intenta restringir el derecho constitucional a la protesta, sino que continúa incumpliendo con la convocatoria a la paritaria nacional docente, prevista en la Ley de Financiamiento Educativo. Tampoco acató hasta el momento el fallo de la jueza laboral Dora Temis, dictado el jueves pasado en favor del reclamo de los maestros. El fallo es de cumplimiento obligatorio con plazo hasta este miércoles. El Gobierno lo puede apelar, pero mientras tanto tiene que acatarlo y convocar a la paritaria nacional.
Mientras tanto, aumenta grado de violencia y autoritarismo en un conflicto donde los Amarillos intentan convencer a toda la sociedad y manipular el "sentido común" contra cualquier oposición. La propaganda para instalar la necesidad de represeión se apoya en viejos prejuicios sociales que son captados por millones de televidentes o usuarios de la red, que son convencidos de las maldades de peligrosos tiranos de guardapolvo blanco presentados como bestias salvajes.
Aquí tenemos el caso del periodismo militante contra una docente, fue largado al aire en Radio Mitre, este martes en el programa de Marcelo Longobardi que junto a Willy Kohan asediaron a Sonia Alesso:
Otro ejemplo de la violencia neoliberal de la Argentina Amarilla... Y no podía faltar el intento de verdugueo de Feinmann el Facho contra un militante estudiantil, en este caso el presidente del Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires, Martín Pont Verges, un pibe de 18 años que, con inteligencia y gracia, dejó pagando al represor mediático:
Y hubo quienes defendieron esa represión.
ReplyDeleteY los docentes estaban buscando otra manera de protestar, que era lo que el gobierno pedía.
Indignante.
El macrismo desoyen la impuesto para las paritarias. Pero se rasgan las vestiduras si protestan.
DeleteSi es van al paro ponen el grito en el cielo y en los medios, mandan a la policía a hacer listas negras de quienes se adhieren al paro.
Y cuando los maestros hacen lo que piden, que es protestar por otros medios que no sea el paro, les mandan la cana y los cagan a palos. Nada les viene bien, como la Gata Flora.
¿Qué quieren? ¿Acaso quieren un desmadre? ¿O lo hacen de pelotudos que son?. No me sorprende ninguna de las dos cosas, porque son cínicos, hijos de puta y también idiotas. Y pongo las manos en el fuego que quieren las dos cosas: quieren un desmadre para reprimir abiertamente y mostrar de una vez lo peor de la derecha que llevan en su alma, y tambièn porque son irremediablemente pelotudos.
Si,si,si, yo también pienso que quieren generar un desmadre para reprimir abiertamente. No falta mucho para que acusen de terroristas pedagógicos a los docentes y aprovechen la ley anti-terrorismo que Cristina nos lego para darles con todo.
DeleteY no se sorprendan si en la tele aparece nuevamente la propaganda esa del silencio es salud.