Artista: Caravan
Álbum: In The Land Of Grey And Pink
Año: 1971
Género: Escena Canterbury
Duración: 43:26
Nacionalidad: Inglaterra
Año: 1971
Género: Escena Canterbury
Duración: 43:26
Nacionalidad: Inglaterra
Lista de Temas:
01. Golf Girl 05:01
02. Winter Time 07:36
03. Love To Love You (And Tonight Pigs Will Fly) 03:04
04. In The Land Of Grey And Pink 05:01
05. Nine Feet Underground: 22:43
I. Nigel Blows A Tune
II. Love's A Friend
III. Make It 76
IV. Dance Of The Seven Paper Hankies
V. Hold Grandad By The Nose
VI. Honest I Did!
VII. Disassociation
VIII. 100% Proof
01. Golf Girl 05:01
02. Winter Time 07:36
03. Love To Love You (And Tonight Pigs Will Fly) 03:04
04. In The Land Of Grey And Pink 05:01
05. Nine Feet Underground: 22:43
I. Nigel Blows A Tune
II. Love's A Friend
III. Make It 76
IV. Dance Of The Seven Paper Hankies
V. Hold Grandad By The Nose
VI. Honest I Did!
VII. Disassociation
VIII. 100% Proof
Alineación:
- Richard Sinclair / vocales, bajo, guitarra acústica.
- Pye Hastings / vocales y guitarras.
- David Sinclair / órgano Hammond, piano, mellotron, vocales armónicas.
- Richard Coughlan / batería, percusión.
Músicos adicionales:
Jimmy Hastings / flauta, saxo tenor, piccolo.
David Grinsted / canon, viento, campana.
Paul Beecham / trombón.
- Richard Sinclair / vocales, bajo, guitarra acústica.
- Pye Hastings / vocales y guitarras.
- David Sinclair / órgano Hammond, piano, mellotron, vocales armónicas.
- Richard Coughlan / batería, percusión.
Músicos adicionales:
Jimmy Hastings / flauta, saxo tenor, piccolo.
David Grinsted / canon, viento, campana.
Paul Beecham / trombón.
Antes que nada, este es un discazo imperdible... Aclarado esto, seguimos con nuestro comentario habitual.
Seguimos con nuestro festival de Caravan traído gracias a Wan. Ahora con no solamente un clásico de la banda sino un disco que es considerado por la crítica especializada como uno de los mejores que ha forjado el rock progresivo:
In The Land Of Grey And Pink es el tercer álbum de estudio de la banda británica de rock psicodélico Caravan. Allmusic lo destacó como el mejor lanzamiento de la banda. En la edición especial de Q Pink Floyd & The Story of Prog Rock, nombraron a In The Land... como el 19° álbum de su lista "40 Cosmic Rock Albums", lista que intenta reunir a los 40 mejores álbumes de rock progresivo.Wikipeda
Estamos ante un disco que reúne toda esa sapiencia jipona que aunaba jazz, pop, rock, folk británico y psicodelia en piezas prog-rock de tonalidad sarcástica y rica imaginería. Pero antes de seguir quiero dejar asentada mi posición. El sub-género del rock progresivo llamado "Canterbury", si bien está aceptado y lo voy a respetar, para mí no existe como tal. Es más o menos como me pasa con el Zehul, me parecen géneros medio como inventados. Si fuésemos al caso podemos tomar como que el movimiento generado en, ponele, Buenos Aires (por decir algo) tiene elementos en común con el tango (y es bien cierto) entonces armás un subgénero dentro del progresivo metiendo a Serú, parte de la obra de Spinetta y Charly, toda la movida under porteña, etc. y la etiquetás como... tanprog. Si, lo podés hacer, pero es como medio al pedo. Eso me pasa con el Canterbury.
Igual, dejando esos temas medio al pedo, y aceptando (a regañadientes) el término y catalogación, vamos con un excelente comentario del disco, que es lo que realmente vale, porque el disco está genial, y lo demás no importa nada. Con el épico tema de 22 minutos llamado "Nine feet underground" a la cabeza, éste disco se suma a nuestro listado de discos super recomendados. Y aquí el comentario de una señorita impactada por este trabajo:
Cada vez que me dedico a escuchar a Caravan, uno de mis grupos predilectos de todos los tiempos, me surge siempre la cuestión de qué le hace ser el único grupo clasificado como Canterbury que es capaz de motivarme. Será que no tengo claro lo que es el sonido Canterbury, o que ellos no acaban de tenerlo, o que los demás tampoco... así que lo primero es informarse.Snowgoose
El sonido Canterbury aparece a finales de los 60 en músicos y grupos nacidos principalmente en esa ciudad inglesa, perteneciente al condado de Kent, y que se caracteriza por sonidos imaginativos, psicodélicos, con importantes dosis de improvisación debido a la influencia del jazz, letras complejas (cuando las hay) y uso importante del teclado.
Una vez aprendida la lección, me doy cuenta de que esta corriente es mucho más amplia de lo que parece, que nos podemos ajustar perfectamente a la descripción en casos tan extremos, a mi modo de ver, como Caravan y Soft Machine en sus primeros tiempos, y ahora me explico por qué me decanto por los primeros.
"In the land of grey and pink" es un trabajo precioso. No es perfecto; de hecho se detectan fácilmente fallos en la interpretación en más de un tema, pero hay varios puntos que le hacen lucir de manera espectacular, aún por encima de otros trabajos de grupos más consagrados dentro del progresivo.
El título del álbum ya evoca lo que vas a encontrar. Al menos, bajo el punto de vista femenino, el gris y el rosa son colores suaves, tranquilos, sencillos, hay toques de yin y yan, si queremos darle un punto de vista zen. Es justo lo que tiene el disco.
De los cinco temas (no hablaré de los bonus track posteriores, porque mi edición es la antigua), los cuatro primeros presentan prácticamente la misma forma: una primera mitad con letra, con una estructura musical sencilla en cuanto a ritmo, pasando a una segunda mitad instrumental donde suele predominar un sólo instrumento que hace las delicias del oyente al presentarse con una gran riqueza de expresividad, complejidad y utilizando partes de improvisación y psicodelia muy especiales.
El último tema, que suele ser el favorito de la audición, tiene la estructura inversa: comienza instrumental y vertiginoso, dentro de esa serenidad que transmite todo el disco, para terminar con las voces de Hastings y Sinclair. Un tema largo (más de 20 minutos) que hace las delicias del amante del buen Canterbury porque lo resume todo.
No hay en Caravan, ni siquiera en las partes más elaboradas, nada que sea estridente ni falto de elegancia, no hay ni una sola nota que no nos rodee de bienestar y de elogio a la música. No sólo en su delicado uso de los instrumentos (sobre todo, las flautas y los teclados), sino en la voz de Richard Sinclair, esa voz en gris y rosa que, sin ser un dechado de presión de aire o de fuerza de pulmón a lo "grandes tenores", es una de las voces más preciosas que ha dado la música.
Es ese esquema musical, junto con la sensibilidad de los músicos, la maravillosa voz de Sinclair y las letras, que no son simples odas al amor, lo que hace que yo misma me plantee por qué Caravan son los eternos segundones del progresivo, si hacen de este disco algo muy difícilmente olvidable o prescindible.
En este álbum, Caravan trabajó como un solo elemento. De hecho, a pesar de que cada tema tenía su compositor predominante, todos pusieron su granito de arena y lo que cobraron por él lo repartieron por igual, todo un ejemplo a admirar. Sin embargo, en aquellos momentos no se consiguió el éxito esperado y esto creó tensiones en el grupo que terminaron con la marcha de David Sinclair. Richard aún se mantuvo con Caravan un disco más, hasta que sus pasos le llevaron a Hatfield and the North y Camel.
El sello discográfico Decca publicó la remasterización de esta obra añadiendo unos cuantos bonus track, entre temas que no se editaron en su día por limitaciones de tiempo y versiones de temas ya editados.
Golf girl (5:05): Abre el disco una canción ligera y pegadiza; el comienzo de viento le da un tono divertido y alegre que mantendrá el resto del tema. Es una sencilla historia de amor que, por lo visto, escribió Richard Sinclair para la que iba a ser su futura esposa; imagino que describe el modo en que se conocieron: chico juega al golf, chica le ofrece té, se enamoraron y vivieron felices (de esto ya no tengo constancia). El ritmo lo mantiene la guitarra en un principio, muy sencillo, reforzado por la batería y la percusión, hasta la entrada de los teclados, fascinantes y psicodélicos. En la segunda parte, entra el piccolo de fondo, mientras Sinclair acaba de cantar, y los teclados y la flauta empiezan un diálogo medio improvisado de una calidad y una emoción que impresionan. Esa flauta que nos deja un ambiente ligero y progresivo.
Winter wine (7:46): Un tema hermoso y de mis preferidos, sin duda, no sólo por lo bello de la melodía, sino por la letra. De nuevo, como es habitual en Caravan, temática de tono romántico. La voz de Richard al comienzo ya es todo un preludio de lo que vendrá después. No es una balada, es una canción que progresa en su ritmo y en su tono, que habla de castillos y dragones, de armaduras y caballeros, pero cuya última estrofa es deliciosamente actual:
"La vida es demasiado corta para estar triste, deseando cosas que nunca tendrás. Es mejor no soñar con las cosas por venir, los sueños siempre acaban demasiado pronto. Los sonidos de una melodía lejana, una vez tocados, se pierden en la memoria".
Los teclados tienen actuación estelar acompañando a la voz, dan la impresión de un paseo casi bucólico por el tiempo y el espacio. También son los que, en esta ocasión, se quedan protagonizando un solo glorioso en ausencia de la voz. Ese sonido tan especial, tan vibrante que nos devuelve, al cerrar los ojos, recuerdos de un pasado no tan lejano, aunque nos lo parezca. Este tema tiene la virtud de transportarme, de llevarme quizá a esos sueños en que Sinclair nos pide dejar de pensar. Bellísimo hasta el final.
Love to love you (and tonight pigs will fly) (3:06): Machacona canción de tono pop, pero no por eso menos encantadora. Divertida hasta en el título, tiene el extra de la voz dulce de Pye Hastings. Este hombre ha mejorado mucho con el tiempo su timbre vocal, pero siempre ha dotado de una sensibilidad especial todo lo que ha cantado. Pocos cantantes podrían dotar de esa finura a una canción tan aparentemente intrascendente como ésta, con sus campanas campestres y sus coros. Y la flauta... vuelve el viento a darle el toque más hermoso, más elaborado, mezclándose con la voz al principio y tomando la parte de improvisación dentro de una melodía totalmente armónica, poniéndole un final digno de una gran pieza.
In the land of grey and pink (4:51): Comienzo sereno, pero contundente. Son la percusión y la guitarra las que llevan de nuevo el ritmo y acompañan a Sinclair. Me gusta de este tema justamente eso, la fuerza que denota, la determinación que emana, pero sobre todo la maravilla del piano cuando entra a poner un tono de luminosidad en ese espacio, tan aparentemente duro, que se mostraba al principio del tema. Hay un par de fallos de interpretación, pero es el fragmento más delicado de la canción. Más tarde, ese sonido de teclados setentero le pone de nuevo el tono más gris a un tema con tintes de rosa. Divertidos los sonidos que hace de vez en cuando Sinclair para acabar las frases, y con los que termina también el tema, con una letra algo paranoica. Una tierra en gris y rosa donde todo es posible.
Nine feet underground: (22:40): La suite de este trabajo es uno de los temas poderosos que ha dado el progresivo, del que no te cansas nunca. El principio es antológico, unos teclados elegantes dentro de una psicodelia muy asumible, para cerrar los ojos y dejarse llevar por los mares de la imaginación, igual que hacen los mismos músicos. Me fascinan y me transportan en una espiral de colores que asciende, ilumina, desciende, y con la que bailas durante unos minutos francamente inolvidables. El saxo está muy bien intercalado, una interpretación de ese jazz absolutamente arrebatador y sensual que enamora.
A partir de un momento determinado, el sonido cambia. Se transforma en algo más pop, más asequible, y entra Pye Hastings en una melodía muy setentera y elegante que lleva perfectamente en la voz. Todo y ser un fragmento bien distinto, se mezcla sin dificultad con el tema, volviendo el teclado psicodélico a tomar protagonismo y a fascinarnos con su vértigo ligero.
La canción se enlentece de nuevo, se alargan las notas y gira de nuevo alrededor de la misma espiral de virtuosismo. Se detiene prácticamente la música... nos hace esperar algo, el ambiente se espesa y se entristece, un grito desgarrador de fondo y una especie de trueno nos introducen en una tormenta de notas, en una delicia de fragmento con los teclados, la guitarra y la batería dotados de garra y emotividad al máximo. Subiendo de nuevo, con rapidez, sin desmayo, como en una especie de orgasmo musical, hasta un clímax que se mantiene vivo hasta que el ritmo, cansado, desciende lentamente sin dejar de transmitir vibraciones.
Cuando parece que el tema ha terminado, Sinclair se encarga del fragmento más lento, que después de todo el devenir musical de los primeros quince minutos, es capaz de erizar el vello de cualquiera en un derroche de emotividad, de sensualidad. Es lo que pide el cuerpo, después de tanta energía... la calma, la bella serenidad de su voz, de la flauta que aparece al fondo en ocasiones, ese piano que nos devuelve a lo clásico. Todo este final son sensaciones encontradas, la calma tras la tormenta. Reconozco que es fácil emocionarme en este momento, hasta que vuelve de nuevo la fuerza y la garra en los últimos minutos para terminar el tema con un estado de excitación nerviosa llevada al máximo por los teclados que invaden todo con su sonido. Final espectacular, durísimo, contundente.
Este tema me deja totalmente extenuada, pero siempre lista para la próxima escucha.
Me encanto esa descripción de que este es un elegante y excelente disco en gris y rosa! creo que lo resume perfectamente. La imagen ideal antes de adentrarse en él. En "In the Land of Grey and Pink" todo fluye de manera natural, sus influencias se concentran en un sonido que no se parece a ningún otro y que se llena de encanto y amabilidad. Ya desde la portada, un paisaje tranquilo y fantástico, da muchas pistas sobre la identidad del disco. Luego, la música, con sus estribillos folk, sus flautas y cuerdas, ese sonido de trompeta, juglares, estribillos pop (marca de la casa) y todo el inconfundible sonido Caravan.
A ver qué es lo que dicen nuestos amigos de "El Humo está en el Foco":
Supongo que todos conocemos o todos debieran conocer a Caravan, una de las bandas más reconocidas entre finales de los '60 y comienzos de los '70, recordada por ser una de las grandes referentes de la escena Canterbury junto a bandas como Soft Machine, de la cual formaban parte aquellos grupos formados en aquella ciudad de Inglaterra (aunque no exclusivamente) y que incorporaban a su estilo musical elementos provenientes del Jazz, el Rock progresivo y la Psicodelia.El humo esta en el foco
En este caso las tendencias jazzeras todavía no se hacen tan presentes, sin embargo si lo está la Psicodelia en esas melodías tan agradables que caracterizan a Caravan, melodías hipnóticas y conmovedoras, provenientes tanto del bajo, el teclado, el mellotrón y por supuesto del excelente desempeño vocal de Pye Hastings que le terminan dando un estilo totalmente único a la banda, logrando un sonido sencillo, o al menos fácil de digerir, pero el cual requiere de mucha complejidad. Estas melodías son tan pegadizas que hasta tienen un aire Pop.
La sensibilidad de estos músicos para crear climas dulces y suaves (rosando lo Folk incluso) para luego darle lugar a un Rock más duro, con gran elaboración rítmica y armónica, es sin dudas algo de otro planeta, un planeta que mezcla lo gris y lo rosado, aquel al que nos invitan a sumergirnos en este hermoso e inolvidable disco.
Es un disco sin desperdicio que conjuga las guitarras de Richard Sinclair y Pye Hastings, la habilidad rítmica del batería Richard Coughlan, los destellos de viento de Jimmy Hastings y la sabiduría instrumental del teclista Dave Sinclair, cuya serena vocalidad ayuda a conseguir esa tonalidad etérea, apacible, mágica y primaveral como la tapa de este disco.
Vamos ahora con algunos comentarios en inglés y no le demos mucha vuelta más porque más sobre este disco no se puede decir, salvo repetir que es un disco en gris y rosa y una gloria para los oídos.
Fresh from his landmark remastering of the King Crimson back catalog, Porcupine Tree's Steve Wilson now takes on one of the most beloved, and eccentric prog albums of them all. In The Land of Grey and Pink is probably Caravan's finest hour (although For Girls Who Grow Plump runs it close), and back in the days when every sensible music buyer played his music on headphones, it served up a sensory experience that few others could match. For those reasons alone, the creation of a 5.1 mix would appear a no-brainer, and so it proves to be. No less than throughout the Crimson collection, Wilson delves deep into the master tapes, pulling out the flourishes that ears weren't even dimly aware of in the past, but does so without impacting the integrity of the listeners' own memories -- a trick that David Bowie (Station to Station) and Mike Oldfield (Ommadawn) would both have done well to heed. A good surround sound remix does its duty by remaining true to the original sound; a bad one just cuts things up and throws them in the air. This one is good, with the side-long epic "Nine Feet Underground" naturally taking the lion's share of the plaudits, but even the album's "lesser" songs (the opening "Golf Girl," the title track) benefit from the process, while the outtake "Frozen Rose" emerges, too, as a understated jewel. Add video footage of a two-song German TV performance taped for the album's release, and disc three of this three-disc package is worth the cost of admission in its own right.Dave Thompson
There is more, however. Disc one serves up the original album in stereo, with bonus tracks "Frozen Rose," the first version of "Love to Love You," and a none-too-essential, but gorgeously radical alternate mix of "Nine Feet Underground" worked up by Wilson in 2011. Disc two creaks beneath the weight of half-a-dozen alternate versions, a three-song BBC radio session, and a couple of track from Caravan's BBC radio concert a month after the album's release. A handsome fold-out digipack and an excellent 20-page booklet complete the package, and it doesn't matter how many times you have bought this album in the past. It's time to buy it again.
Among the many memorable bands to emerge from Canterbury, England — including the Soft Machine, Gong and Camel — none conveyed the southeastern cathedral town's pastoral qualities better than Caravan. The title and cover art of the quartet's third album evoked a Middle Earth sunset, with the music wavering between medieval folk melodies and jazz-savvy musos rocking out over what bassist Richard Sinclair called "a load of words that half mean something." Side one consisted of short, charming songs like "Golf Girl," the Tolkien-y "Winter Wine" and the surreal Boy Scout ramble of the title track; but side two was solely devoted to "Nine Feet Underground," a 22-minute, eight-part suite with Zappa-esque subtitles — e.g., "Dance of the Seven Paper Hankies" — that unfurled a breezily grooving descent into hell and back dominated by extended fuzz-organ solos.R.G.
A few people suggested to me that there was only Nine Feet worthwhile on this album and I kindly suggested them to listen with new ears to Winter Wine. They came back to tell me that there was two great numbers on this album and I told them to listen up to the title track as they were mistaken, Again they came back to me to say how wrong they had been so I told them that Golf girl was also delicious and the last number was a typical Hastings number (as the rest of the album is mainly the Sinclair cousins). Again a real treat on the remaster as The Word is a real number with an almost finished quality that ranks with Winter Wine. The lyrics on this album are simply stupendous and rank as some the most quintessential English texts ever put on musicSean Trane
I guess if there was 1 album to totally represent the quintessential Canterbury progressive rock album of all times one would have to look to "In The Land Of Grey & Pink". David Sinclair's wandering keyboard solo's dominate this album with it's wild collection of prog, jazz and psychy elements. Of course the most talked about CARAVAN track "Nine Feet Underground" (22 Mins) epic track adorns the second side of this masterpiece. Once again GENESIS' producer David Hitchcock was brought in to engineer this album with CARAVAN (so too was "Waterloo Lily"). What I still find amazing is that at the time of release (1971) this album did not ever reach any mentionable UK or USA chart position, unlike neighboring albums like TULL's "Aqualung" (4), SOFT MACHINE's "3rd" (18) or CRIMSON's "Larks Tongues In Aspect" (20). The funny thing is that I personally rate "In The Land Of Grey And Pink" in the same lustrous light as those other great albums. In fact I read somewhere that only last year this album finally reached gold status! Without a question the first few CARAVAN albums are killer prog rock and need to be in your collection.
This is one of the best Caravan's albums I own. The genre involved is Canterbury progressive rock: they have such a typical keyboards sound which very few other bands can imitate. The lead vocals are really outstanding. The songs are catchy and rather loaded. Listen to the drums and bass: they are delightful! The guitar sound is not extremely refined: anyway Caravan is not a guitar oriented band. the Flute, piano, saxes, organ, mellotron, piccolo and percussions brilliantly embellish the overall sound and textures; everything form a solid ensemble which is often characterized by melodic & instrumental structures. If you like "Hatfield and the North" and early Camel, then you'll like this record. There are couples of more ordinary tracks, like "Golf girl", "Love to love you" and some parts on "Nine feet underground".Greenback
Rating: 4.5/5 stars
Caravan's In the Land of Grey and Pink represents a unique recording in my collection. One in which the fuzzy, hazy atmosphere is matched only by the huzzy, fazy state of nostalgia it gently lifts me into. I'm sure we all have these handfuls of recordings that take us for a trip down recollection road, back when all music was novel and our critical evaluations of it weren't quite as stringent as they are now. There was even a time when I considered this my all time favorite album, back when I first began to discover progressive rock, and venturing into any territory less traveled than Yes and the Floyd was still enormously exciting.Mr. Wellington
Listening to it many years later, after hearing veritable months worth of more music and having my my ear trained to understand music theory, I am entirely surprised at how my mind is still blissfully ignorant of what I would now consider flaws and strengths. Upon hitting play I still heard this the way I did when I was a teenager -- when I unquestioningly adored every wave of sound that propagated through my inner ear. And while its not the absolutely perfect recording session I used to hype it as back when I overplayed it into oblivion, I'm pleasantly surprised by how much it still moves me. It took some presence of mind to really hear this music with the more developed ears I have now.
The music to be heard within still remains as unique as is was when I first heard it, even compared to other "Canterbury" style releases. The band's main focus this time is on the Sinclairs. Specifically the compositions and vocals of Richard Sinclair and the wonderfully creative organ playing of Dave Sinclair. Dave's hazyfuzz organ playing is the main focus of these sessions, and for good reason because its incredible. That fuzz, ohhhh that fuzz. Works its way right into my brain and massages each cell in a way not many other sounds can...
One of the great defining features of the Canterbury sound is a unique take on improvisation. In the larger jazz world a huge impetus is placed on technique and theory, which especially as time passes I believe often subverts creativity more than it fosters it. By stark contrast Dave's playing is more paced and subdued, with more of an emphasis on phrasing and texture of sound (fuzzzzzz yeahhhhh). I like to think of Dave as a sort of mute bard from this grey and pink land, who can only communicate his rich and textured stories through music.
This style of playing merges seamlessly with Richard Sinclair's compositions, which are unique in their own right. Each one offers a longer-than-normal yet still very accessible chord progression (with the exception of the poppy Love to Love You, a Pye Hastings composition that is nice but sounds about as out of place as the word floccinaucinihilipilification does in this sentence). This sets up Dave to plunder the depths of each chord for the perfect amount of time before the change, which he typically nails beautifully. This comes to a frenetic conclusion on Nine Feet Underground, the 22 minute (mostly) instrumental suite where this format is pushed to its limits. A veritable fuzzhazy odyssey through one's imagination.
I've heard a lot of criticism about the lyrics here. Words like juvenile and immature get thrown around a lot. While there's nothing too intellectually or creatively exciting in the lyrical department, I personally see the lyrics more as whimsical and light-hearted; they compliment the whimsical, light-hearted songs very well. Ain't nothing wrong with a little juvenile fun, all you hard-hearted cynics out there!
The backing band also deserves a mention. Coughlin's drumming is laid-back but exciting; Richard Sinclair's bass is powerful and defining. Pye Hastings adds more dimension to the atmosphere with his rhythm guitar, but on this release he strikes me as nearly irrelevant while Dave holds down his own fuzzorbitant chords with whatever hand he's not already amazing me with.
Highly recommended to anyone who enjoys a fuzzy light-hearted sound and creative rock music, especially those who appreciate the unique forms associated with the progressive rock style. Fuzz out.
Amusing titles orgy!Bob McBeath
"In the land of Grey and Pink" is one of Caravan's finest albums, possibly THE finest. While the centrepiece is the side long "Nine feet underground", the complete album offers a melodic and coherent 40 minutes.
"Golf girl" and the title track are whimsical almost pop tracks, the former having fairly basic double entendres. They bookend a couple of fine Caravan pieces to form an excellent first half. "Winter wine" in particular is a classic Caravan track, with that unique keyboard sound, a lovely melody and a totally relaxed feel.
"Nine feet underground" is nominally in 8 parts, but it's very much a single piece. Being largely instrumental, the band clearly had fun naming the sub-sections, with titles such as "Hold Grandad by the nose", and " Dance of the seven paper hankies". The track weaves through various themes, with a mainly rock orientation, occasional wandering into more jazz like freeform areas, but always tight.
For this album, Pye Hastings, who had written most of the material for the first two albums, took a back seat. Although the credits are, in true democratic fashion, attributed to the four principle band members, Dave and Richard Sinclair in fact did most of the writing. Credit is also due to David Hitchcock and Dave Grinsted who edited together the FIVE original sections of "Nine feet.." into the masterpiece it became.
A truly superb album, worthy of any music collection (prog or otherwise!).
The Decca remastered CD has 5 bonus tracks, three of which are early versions of songs or parts of songs which appeared on the finished album. There's also an early version of "Aristocracy" which later appeared in somewhat different form on "Waterloo lily" plus a previously unheard track "I don't know it's name (alias "the word")".
I've been neglecting this album too much. In the Land of Grey and Pink is for sure a well-bulked album with tonus and potential. A little bit of everything is hided here. 'Golf Girl' is light-hearted and funny. Music for 60's romantic french comedies (De Funès or Bardot maybe?). It's actually inspired by a real story. 'Winter Wine' takes you lyrically to the knights and dragons, while the music share ressemblance to the Moody Blues in their late 70's work. 'Love to love you' is definitely one of my favorite song of all-time. It's fresh, happy, reckless and I wonder why the Austin Power's movies didn't pick this one yet. The feel is perfect for those 'groovy' movies! I can easily see Mike Myers dancing in the streets of London signing this baby...Anyway, my favorite of the album is for sure the title song. This song is a deep breath of fantasy and carefree attitude. And IT FEELS GOOD.If you imagine what the song says, you're in mental vacation immediately. It's a fantasy land that Caravan is drawing perfectly with the eyes of a child. At last, the musicianship of Caravan reaches superior levels with the UNCANNY 22 minutes of 'Nine Feet Underground'. An epic moment held by the organ of David Sinclair. The song takes it's time to move around a relatively obscure theme. This song is why a Howe-Zappa-Chong- looking dude recommended me the album. 'Hey man, listen to the last track man, it's a chef d'oeuvre'. He was right. Despite the fact that I didn't listen enough to fully catch the scent of the song, I get the feeling that I will like it as more as I listen to. I don't like the Canterbury scene but I do feel a lot of sympathy for Caravan now. A huge embrace to my Caravan mates because you made my day.Jonathan Payeur
Final album with the original lineup of Richard and David Sinclair, Pye Hastings and Richard Coughlin. For many, this album represents not only CARAVAN at their finest, but one of the finest the Canterbury scene has to offer, and I really can't disagree on that. I also really dig that Tolkien-esque cover, I wish I was living in one of those tiny houses like you see on that cover. "Golf Girl" features some rather silly lyrics, sung by Richard Sinclair. It's the rare time a Mellotron was used on a CARAVAN album, I'm pretty sure the Mellotron didn't belong to David Sinclair, but it's pretty obvious the model of tron being used was the Mark II. I love how the album starts off with a trombone, with silly lyrics about being dressed in a PVC raincoat because it was raining golfballs. "Winter Wine" is one of my favorite, with rather mystical lyrics, again Richard Sinclair handling the vocals. David Sinclair provided some great fuzzed organ solos in this song as well. Pye Hastings sung "Love to Love You (And Tonight Pigs Will Fly)" which is a short pop-oriented number, and they obviously meant that song for radio airplay. The side length "Nine Feet Underground" is largely instrumental, with only the occasional vocal passages. It's without a doubt David Sinclair's time to shine, as he gives plenty of organ solos. This is truly a great and classic album, and for those who like this kind of much, get this album.Ben Miler
Bueno, seguir no tiene sentido, nadie dice que este disco sea una porquería, salvo que escuchen Death Metal, obvio...
Empezamos el día con un discazo en gris y rosa, lleno de sencillez, inocencia, buen gusto, elegancia, carisma. Un disco accesible, sencillo, fresco, incluso con elementos pop muy pegadizos, pero también épico, con mucho jazz y con una garra aguerrida, es rock experimental en el sentido más positivo del término, que no se convierte en un ejercicio aburrido para pedantes.
Este disco es, quizás, uno de los mejores que haya dado el rock progresivo a lo largo de su historia, entonces considerenlo como tal... una gloria para los oídos.
Un disco muy suave y en gris y rosa, que no te debes perder. Repito, super recomendado!!!!!
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ReplyDeleteEs la edición remixada por Steven Wilson?
DeleteCaravan, excelente! Muchas gracias!
ReplyDeleteMuchas gracias!!!!!!
ReplyDeleteComo hago para bajar el disco. Estoy por comprarmelo, pero me gustaria escucharlo bien primero. GRACIAS!
ReplyDeleteHola Anónimo. Suscribite a la lista de correo y lee los mails de bienvenida porque ahí está lo que buscás. Y tratá de hacerlo con un mail de gmail o yahoo porque los de microsoft (hotmail, live, outlook, etc) filtran los mensajes de la lista.
DeleteAcá te dice cómo suscribirte:
https://cabezademoog.blogspot.com.ar/p/por-si-algun-dia-no-estamos-aca.html
Saludos