Recordamos el primer disco del talentoso pianista de jazz argentino, el maestro Navarro, con la misma formación que luego integraría algunos de los proyectos del Negro Rada. Jorge Navarro, pianista que inevitablemente algunos tenemos asociado a un jazz más tradicional a raíz de su trabajo con big bands, sus recreaciones de George Gershwin, y otras aventuras en las que se vio envuelto desde los '90 pero que en este álbum coquetea con el rock, y funkea de lo lindo.
Artista: Jorge Navarro
Álbum: Navarro con Polenta
Año: 1977
Género: Jazz Fusión / Jazz Rock
Duración: 41:03
Nacionalidad: Argentina
Año: 1977
Género: Jazz Fusión / Jazz Rock
Duración: 41:03
Nacionalidad: Argentina
“Soy extrovertido. Toco para afuera. No entiendo la gente que toca con cara de sufrimiento.” La frase de Jorge Navarro explica en gran parte su música. Proveniente de una generación que aprendía en la calle y en la ceremonia de pasarse, compartir y gastar discos, no reniega su rol de entretenedor. Tanto sus toques con Baby López Furst, o su presencia clave en ese supergrupo de fines de los ‘80 que fue La Banda Elástica, o el otro proyecto con Ernesto Acher Gershwin, el hombre que amamos, Navarro ha conjugado swing y melodía como pocos. Sin embargo, su personalidad admite diferentes pliegues, algunos de ellos tan extraordinarios como poco conocidos. Por ejemplo su elepé Navarro con polenta, de 1977, que pide a gritos su edición digital.Mariano del Mazo
Es de mención que se animen a, por ejemplo, a tocar su propia versión de "Black Dog" de los Led Zeppelin, apenas comenzando el disco, y más acordes con el estilo general de esta gente están los temas de Keith Jarret, Deodato, Farrell o Roberto Valencia, que sumados a las composiciones de Navarro, dan como resultado un muy entretenido disco de jazz fusión.
Se cumplen 45 años de un disco de colección: la primera edición en vinilo de Navarro con Polenta, el disco de 1977 en el que el pianista, todo un cultor de las mejores melodías jazzeras, se apropió del Black Dog de Led Zeppelin y junto con temas de Keith Jarret y Joe Farrell y un par de obras propias, entregó una obra singular. El trabajo fue reeditado en CD en febrero de 2019 cuando el Club del Disco lo eligió como registro del mes.
En 1976 Jorge Navarro, un músico inevitablemente asociado a las expresiones más melódicas y un fino cultor de aquellas obras que integran el canon jazzero devenido de las comedias musicales, regresa al país luego de cinco años de actuación y residencia en los Estados Unidos.
Poco menos de un año después edita Navarro con polenta, un registro distinto, absolutamente diferenciado del resto de su discografía, en el que el pianista busca un nuevo repertorio para asumirse a tono con los nuevos sonidos que por entonces poblaban el universo jazzero.
Y precisamente esa inusual línea estilística es la que le da valor y significado histórico al registro de 1977, donde el pianista se suma a lo eléctrico, para entregar un puñado de nuevas y personales versiones de un repertorio que hasta aquí se le presumía ajeno.
Desde un inicio mismo el disco pone las cartas sobre la mesa. El arranque es con Black Dog, todo un himno de la banda inglesa Led Zeppelin, publicado en su cuarto álbum de 1971, que ocupa un lugar protagónico entre las 500 mejores canciones del rock según una encuesta de la revista Rolling Stone. En medio de un trabajo de percusión y teclados, Ricardo Lew en guitarra eléctrica, sobrevive sin fisuras a la ardua tarea de aportar singularidad lejos del espejo original de Jimmy Page.
Destaca también el Lucky Southern, de Keith Jarret, aquí con un fuerte toque latino y el Great George de Joe Farrell, con Navarro en teclados, sostenido por la fuerte línea de bajo de Juani Amaral y la percusión siempre presente y medida de Norberto Minichilo y Roberto Valencia.
Los temas de Navarro no desentonan en este contexto de fuerte condimento funk, como en Vamos quedando pocos, para finalizar con Después de la polenta, con Navarro al piano, desplegando un arte que entiende como pocos. Una especie de remanso final luego de un viaje tan inesperado como audaz. Un auténtico y genuino testimonio de época.
En 1976 Jorge Navarro, un músico inevitablemente asociado a las expresiones más melódicas y un fino cultor de aquellas obras que integran el canon jazzero devenido de las comedias musicales, regresa al país luego de cinco años de actuación y residencia en los Estados Unidos.
Poco menos de un año después edita Navarro con polenta, un registro distinto, absolutamente diferenciado del resto de su discografía, en el que el pianista busca un nuevo repertorio para asumirse a tono con los nuevos sonidos que por entonces poblaban el universo jazzero.
Y precisamente esa inusual línea estilística es la que le da valor y significado histórico al registro de 1977, donde el pianista se suma a lo eléctrico, para entregar un puñado de nuevas y personales versiones de un repertorio que hasta aquí se le presumía ajeno.
Desde un inicio mismo el disco pone las cartas sobre la mesa. El arranque es con Black Dog, todo un himno de la banda inglesa Led Zeppelin, publicado en su cuarto álbum de 1971, que ocupa un lugar protagónico entre las 500 mejores canciones del rock según una encuesta de la revista Rolling Stone. En medio de un trabajo de percusión y teclados, Ricardo Lew en guitarra eléctrica, sobrevive sin fisuras a la ardua tarea de aportar singularidad lejos del espejo original de Jimmy Page.
Destaca también el Lucky Southern, de Keith Jarret, aquí con un fuerte toque latino y el Great George de Joe Farrell, con Navarro en teclados, sostenido por la fuerte línea de bajo de Juani Amaral y la percusión siempre presente y medida de Norberto Minichilo y Roberto Valencia.
Los temas de Navarro no desentonan en este contexto de fuerte condimento funk, como en Vamos quedando pocos, para finalizar con Después de la polenta, con Navarro al piano, desplegando un arte que entiende como pocos. Una especie de remanso final luego de un viaje tan inesperado como audaz. Un auténtico y genuino testimonio de época.
Y lo mejor de todo es, escuchando el disco, tratar de recordar a Navarro tocando en vivo, que es realmente un placer para todos aquellos que hemos tenido la posibilidad de verlo. Aquí una pequeña muestra...
Navarro fundó junto al "Gato" Barbieri, la "Agrupación New Jazz", y fue considerado por la prestigiosa revista Downbeat como uno de los tres Mejores Pianistas de Jazz del Mundo, fuera de los Estados Unidos. Actuó junto a Ella Fitzgerald, Ray Charles, Jim Hall, Roy Eldridge, Buddy de Franco, Nat Adderley, James Moody, Clark Terry y Dave Holland entre otros.Otro disco descatalogado e inconseguible que revivimos en nuestro pequeño espacio.
Una obra magnífica, joya de colección, en su primera edición en CD del LP de vinilo aparecido originalmente en 1977. Está más que claro que no perdió ninguna de sus virtudes y sigue sorprendiéndonos, cuarenta años después. Un rescate oportuno y necesario que esperábamos con ansiedad.
Como dicen las líneas internas del LP y aquí reproduce el librito del CD, este fue el primer disco larga duración de Jorge Navarro, pianista que inevitablemente algunos tenemos asociado a un jazz más tradicional a raíz de su trabajo con big bands, sus recreaciones de George Gershwin, y otras aventuras en las que se vio envuelto desde los '90 pero que en este álbum coquetea con el rock, y funkea de lo lindo.
El sorpresivo comienzo es nada menos que con Black Dog, clásico de Led Zeppelin en el que Ricardo Lew descose la guitarra (con mucha distorsión) pero que tiene también la marca de este quinteto: una percusión muy latina que ablanda un poco lo pesado del original. Luego se suceden piezas muy funky, otras páginas con aires de latin jazz y el aire de bossa de Lucky Southern (tema de Keith Jarret).
A lo largo de casi todo el disco hay una búsqueda tímbrica, con los instrumentos armónicos pasados por efectos, que lo hacen de avanzada para la época: sigue sonando moderno en 2018. Tal es así que, cuando en la introducción de la última pista, Después de la polenta, firmada por Navarro, este toca el piano Steinway nos suena raro. Es solo un comienzo, luego cambia por el Fender y todo vuelve a la "normalidad".
Parte del encanto de este disco tiene que ver con la maestría del legendario ingeniero de grabación Carlos Píriz, uno de los artífices de Ion en los '70. La sensación que nos queda, luego de escucharlo innumerables veces, es que no hay otro testimonio de esa época -por lo menos por afuera del llamado rock progresivo de la época- del acercamiento entre el rock, el funky, el jazz, tan bien documentado.
Una condensación de lo que se estaba cocinando en ese fin de década, muy claramente liderado por Jorge Navarro pero con mucha libertad para los músicos al mismo tiempo. Con lo mejor de la tradición del jazz y el color y la explosión de la música negra que estaba sonando en todo el mundo en ese momento. Un disco fundamental que ahora está, para no perdérselo.
Como dicen las líneas internas del LP y aquí reproduce el librito del CD, este fue el primer disco larga duración de Jorge Navarro, pianista que inevitablemente algunos tenemos asociado a un jazz más tradicional a raíz de su trabajo con big bands, sus recreaciones de George Gershwin, y otras aventuras en las que se vio envuelto desde los '90 pero que en este álbum coquetea con el rock, y funkea de lo lindo.
El sorpresivo comienzo es nada menos que con Black Dog, clásico de Led Zeppelin en el que Ricardo Lew descose la guitarra (con mucha distorsión) pero que tiene también la marca de este quinteto: una percusión muy latina que ablanda un poco lo pesado del original. Luego se suceden piezas muy funky, otras páginas con aires de latin jazz y el aire de bossa de Lucky Southern (tema de Keith Jarret).
A lo largo de casi todo el disco hay una búsqueda tímbrica, con los instrumentos armónicos pasados por efectos, que lo hacen de avanzada para la época: sigue sonando moderno en 2018. Tal es así que, cuando en la introducción de la última pista, Después de la polenta, firmada por Navarro, este toca el piano Steinway nos suena raro. Es solo un comienzo, luego cambia por el Fender y todo vuelve a la "normalidad".
Parte del encanto de este disco tiene que ver con la maestría del legendario ingeniero de grabación Carlos Píriz, uno de los artífices de Ion en los '70. La sensación que nos queda, luego de escucharlo innumerables veces, es que no hay otro testimonio de esa época -por lo menos por afuera del llamado rock progresivo de la época- del acercamiento entre el rock, el funky, el jazz, tan bien documentado.
Una condensación de lo que se estaba cocinando en ese fin de década, muy claramente liderado por Jorge Navarro pero con mucha libertad para los músicos al mismo tiempo. Con lo mejor de la tradición del jazz y el color y la explosión de la música negra que estaba sonando en todo el mundo en ese momento. Un disco fundamental que ahora está, para no perdérselo.
Club del Disco
Lo podés escuchar desde el siguiente espacio en Bandcamp:
https://altercat.bandcamp.com/album/navarro-con-polenta
https://altercat.bandcamp.com/album/navarro-con-polenta
Lista de Temas:
1. Black Dog
2. Vamos Quedando Pocos
3. Lucky Southern
4. Repartamos El Funky
5. Funk Yourself
6. Great George
7. Despues De La Polenta
1. Black Dog
2. Vamos Quedando Pocos
3. Lucky Southern
4. Repartamos El Funky
5. Funk Yourself
6. Great George
7. Despues De La Polenta
Alineación:
- Jorge Navarro / Piano, teclados
- Norberto Minichilo / Batería
- Roberto Valencia / Percusión
- Ricardo Lew / Guitarra
- Juani Amaral / Bajo
Que bueno ! Más jazz rock de Argentina por favor! Son excelentes todos los que has subido hasta ahora...
ReplyDeleteMe alegro! hay que agradecerle a Gilgamesh este inconseguible. Y vamos a seguir publicando jazz rock argentino, obvio!
Delete¡Bien, canejo! ¡Gracias!
Deletehttps://www.youtube.com/watch?v=02xNFDLjb20
Ella Fitzgerald (voice), Jim Hall (guitar), Jorge Navarro (piano), Jorge López Ruiz (bass), Pichi Mazzei (drums), Chino Ibarra (tenor sax), Fats Fernández (trumpet).
Muchas gracias Moebius por este discazo. Hace un tiempito lo había pedido en un post de Rada (La Banda) y tuve fe que ya "caería" en nuestras amables y generosas manos!
ReplyDelete¡"Black dog " de Led Zeppelin es excelente y el resto también!
Viste Quique? de a poquito vamos consiguiendo cositas inconseguibles, Y seguimos en carrera. Saludos!
DeleteQue buena onda!!! Este disco lo conoci hace mas o menos un año y me gusto tanto que siempre quise tenerlo algun dia en flac (el otro era mp3) ¡Gracias Cabezón por devolverle el brillo a las perlas! Toco con Jim Hall y si el Cabezón (Gilgamesh) no chiflaba lo dejábamos enfriar. Larga Vida Al Cabezón.
ReplyDeleteah-ah-ah-ah-ah-ah! Ayuda! No puedo apagar este álbum.
ReplyDeleteMuy talentosa.
No, no, no, mi amigo! Bien descargados. Me gustó el álbum, así que no puedo desactivar el sonido. Escucha hasta el final y luego vuelva a encenderla. Escuche una y otra vez y otra vez.
DeleteEn el post anterior, traté de hacer una broma.
se edito en cd !!! corran a comprarlo !
ReplyDeleteEste disco te viene como anillo al dedo, "Navarro con Polenta". Mas para estos tiempos que corren! no?
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