Se cumplió medio siglo del lanzamiento de uno de los álbumes más influyentes del rock nacional. Corría 1969 en Buenos Aires. La dictadura de Juan Carlos Onganía se desplegaba con mano dura censurando a los artistas. Las prohibiciones al ballet "La Consagración de la Primavera" de Igor Stravinsky y la ópera "Bomarzo" de Alberto Ginastera y Manuel Mujica Láinez bajaban línea contra el universo creador. En ese contexto, un joven de 19 años llamado Luis Alberto Spinetta, daba sus primeros pasos como músico profesional en los estudios de grabación TNT de Buenos Aires. Entre abril y septiembre de aquellos años de dictaduras, quién luego sería uno de los máximos referentes del rock nacional, grababa junto a Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García, uno de los discos que se convertiría con el tiempo en uno de los íconos del rock argentino y latinoamericano. Un repaso por la aventura musical que llevó a Luis Alberto Spinetta, Emilio del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García a entrar por la puerta grande de la música argentina y latinoamericana.
En un mundo revolucionado por la Guerra Fría, el Mayo Francés, la Guerra de Vietnam y el Che Guevara, los jóvenes artistas se volcaban a un estilo contrahegemónico y pacifista con Woodstock y el movimiento hippie a la cabeza, que también se refleja en las letras de sus canciones.
En 1967, Litto Nebbia y Los Gatos habían dado el puntapié inicial a un género novedoso de rock cantado en español con La Balsa. Almendra continúa ese perfil pero con un vuelo poético más potente.
Tres años después, el 15 de enero de 1970, el álbum homónimo de la banda saldría a la venta.
La apertura del disco con “Muchacha Ojos de Papel”, representa un hito en sí mismo. Estrenada en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, el 29 de noviembre del ´69, fue considerada por la revista Rolling Stone como la segunda canción más influyente en la historia del rock argentino y la número 28 del rock hispanoamericano.
Su lírica sutil y potente responde a una súplica, un ruego disfrazado de amor adolescente: ¿A dónde vas?/ quédate hasta el alba. El filósofo Alejandro Rozitchner la definió como “una bestia de emoción”, destacando la parte en la que el narrador invita a la muchacha a soñar “un sueño despacito entre mis manos”.
“¿Se puede soñar despacio? Es un despacio que alude a lentitud pero también a suavidad. ¿Se puede soñar entre las manos de otro? En un nivel de entrega total, en la confianza y la intimidad amorosa”, argumentó Rozitchner en su libro Escuchá qué tema (2003).
A ese tema fundacional le siguieron “Color Humano”, “Figuración” y “Ana no duerme”, en el Lado A del disco. El Lado B, completaba con cinco canciones más: “Fermín”, “Plegaria para un niño dormido”, “A estos hombres tristes”, “Que el viento borró tus manos” y “Laura va”.
Spinetta también dibujaba y se le ocurrió hacer una especie de payaso triste que emula a los pierrots franceses pero sin maquillaje. Con una lágrima que corre por uno de sus ojos, un gorro y una flecha de sopapa pegada en él. Rara construcción que le valió las críticas de RCA Víctor, la compañía que rechazó de inmediato la idea de poner ese monstruo en la tapa.
“Los tipos no lo podían creer, porque, en una tapa de un long-play (en la época) salía la cara de los artistas, o con las guitarras eléctricas en la mano; y nosotros salimos con una tapa así, que me parece absolutamente genial hasta hoy”, declaró Del Guercio en una entrevista para la TV Pública en 2008.
El Flaco Spinetta exigió que la tapa sea respetada y los de RCA Víctor no tuvieron más alternativa que dejarla.
Con influencias que iban desde Grateful Dead, Sgt. Pepper´s de Los Beatles, Astor Piazzolla, hasta las pinturas de Salvador Dalí, Almendra fue gestando un universo propio de alto margen poético. Sutilezas que luego continuarían en la historia de la banda y más allá con Spinetta en solitario hasta su muerte en 2012. Almendra I , cumplió 50 años y el mito sigue creciendo.
Mariano Cervini
Por Mariano Cervini
En un mundo revolucionado por la Guerra Fría, el Mayo Francés, la Guerra de Vietnam y el Che Guevara, los jóvenes artistas se volcaban a un estilo contrahegemónico y pacifista con Woodstock y el movimiento hippie a la cabeza, que también se refleja en las letras de sus canciones.
En 1967, Litto Nebbia y Los Gatos habían dado el puntapié inicial a un género novedoso de rock cantado en español con La Balsa. Almendra continúa ese perfil pero con un vuelo poético más potente.
Tres años después, el 15 de enero de 1970, el álbum homónimo de la banda saldría a la venta.
La apertura del disco con “Muchacha Ojos de Papel”, representa un hito en sí mismo. Estrenada en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, el 29 de noviembre del ´69, fue considerada por la revista Rolling Stone como la segunda canción más influyente en la historia del rock argentino y la número 28 del rock hispanoamericano.
Su lírica sutil y potente responde a una súplica, un ruego disfrazado de amor adolescente: ¿A dónde vas?/ quédate hasta el alba. El filósofo Alejandro Rozitchner la definió como “una bestia de emoción”, destacando la parte en la que el narrador invita a la muchacha a soñar “un sueño despacito entre mis manos”.
“¿Se puede soñar despacio? Es un despacio que alude a lentitud pero también a suavidad. ¿Se puede soñar entre las manos de otro? En un nivel de entrega total, en la confianza y la intimidad amorosa”, argumentó Rozitchner en su libro Escuchá qué tema (2003).
A ese tema fundacional le siguieron “Color Humano”, “Figuración” y “Ana no duerme”, en el Lado A del disco. El Lado B, completaba con cinco canciones más: “Fermín”, “Plegaria para un niño dormido”, “A estos hombres tristes”, “Que el viento borró tus manos” y “Laura va”.
Spinetta también dibujaba y se le ocurrió hacer una especie de payaso triste que emula a los pierrots franceses pero sin maquillaje. Con una lágrima que corre por uno de sus ojos, un gorro y una flecha de sopapa pegada en él. Rara construcción que le valió las críticas de RCA Víctor, la compañía que rechazó de inmediato la idea de poner ese monstruo en la tapa.
“Los tipos no lo podían creer, porque, en una tapa de un long-play (en la época) salía la cara de los artistas, o con las guitarras eléctricas en la mano; y nosotros salimos con una tapa así, que me parece absolutamente genial hasta hoy”, declaró Del Guercio en una entrevista para la TV Pública en 2008.
El Flaco Spinetta exigió que la tapa sea respetada y los de RCA Víctor no tuvieron más alternativa que dejarla.
Con influencias que iban desde Grateful Dead, Sgt. Pepper´s de Los Beatles, Astor Piazzolla, hasta las pinturas de Salvador Dalí, Almendra fue gestando un universo propio de alto margen poético. Sutilezas que luego continuarían en la historia de la banda y más allá con Spinetta en solitario hasta su muerte en 2012. Almendra I , cumplió 50 años y el mito sigue creciendo.
Mariano Cervini
siempre volvemos a Spinetta... un monstruo...
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