Artista: Luis Alberto Spinetta
Álbum: Solo el amor puede sostener/Only love can sustain
Año: 1980
Género: Rock, Fusión, Jazz-Rock, Funk
Duración: 38:08
Nacionalidad: Argentina
Año: 1980
Género: Rock, Fusión, Jazz-Rock, Funk
Duración: 38:08
Nacionalidad: Argentina
Lista de Temas:
1. Who's to blame/¿A quién culpar?
2. Only love can sustain/Solo el amor puede sostener
3. Love once, love twice, then love again/La vida es tu sonido
4. Omens of love/Presagios de amor
5. Interlude (Jade I)/Intermedio (Jade I)
6. Interlude (Jade II)/Intermedio (Jade II)
7. Something beautiful/Algo hermoso
8. Children of the bells/Niños de las campanas
9. La sorpresa de Jorge/George's surprise
10.Light my eyes/Ilumina mis ojos
11. Interlude (Jade III)/Intermedio (Jade III)
1. Who's to blame/¿A quién culpar?
2. Only love can sustain/Solo el amor puede sostener
3. Love once, love twice, then love again/La vida es tu sonido
4. Omens of love/Presagios de amor
5. Interlude (Jade I)/Intermedio (Jade I)
6. Interlude (Jade II)/Intermedio (Jade II)
7. Something beautiful/Algo hermoso
8. Children of the bells/Niños de las campanas
9. La sorpresa de Jorge/George's surprise
10.Light my eyes/Ilumina mis ojos
11. Interlude (Jade III)/Intermedio (Jade III)
Alineación:
Luis Alberto Spinetta / Voz
Otros / Ver scans
Luis Alberto Spinetta / Voz
Otros / Ver scans
Para algunos este disco es una completa bazofia. Ver, por ejemplo, lo que dice un señor que se hace llamar Mecko (http://lospeoresdiscos.blogspot.com.ar/search/label/Luis%20Alberto%20Spinetta). El tal Mecko tiene sus razones, a no dudarlo, y además escribe muy bien, con gracia e ironía, lo cual obliga, al menos, a prestarle atención. Para otros, este disco del Flaco es una especie de acto fallido, pero de ningún modo es lo peor de lo peor. Si uno pudiera escuchar como si no supiera nada absolutamente de quien interpreta y compone, este disco sería excelente para acompañar una comida regada con un buen vino mientras lleva adelante una agradable y relajada conversación. ¿Tiene esto algo de malo? En los siglos XVII y XVIII, en las cada vez más refinadas cortes europeas, los señores encargaban a sus compositores música agradable que no interrumpiera las conversaciones con estridencias sonoras. Eso luego se llamó barroco, nada menos. Quiero decir, nos hace falta la perspectiva del tiempo y no obnubilarnos tanto con la pantalla de la persona de la que, por razones múltiples -el amor y la admiración, por ejemplo-, esperamos determinados goces estéticos. Si uno pudiera escuchar, insisto, como si no conociera de quien se trata, diría que suena como un disco de -empecemos por lo obvio- Gino Vanelli y es verdad, algo de eso hay. Quizás el Gino Vanelli de ciertos momentos del excelente "Brother to brother". Pero también, y quizás sería más acertado, este disco se acerca a cualquiera de los discos más o menos contemporáneos de, por ejemplo, Al Jarreau o de -seamos provocadores- Randy Crawford.
El problema es el siguiente: el nombre (mejor sería decir: el significante) Spinetta se asocia para nosotros a independencia artística, a un permanente corrimiento de los límites estéticos. Es evidente que este no es el caso: el sujeto de carne y hueso Luis Alberto Spinetta no tuvo prácticamente ningún control sobre su obra. El "error" del Flaco es haber aceptado esas condiciones. ¿Por qué lo hizo? Quizás por vanidad, ¿por qué no?. Quizás porque pensó que era una puerta de entrada a un espacio a la vez distante y admirado tal como es Estados Unidos para cualquiera (lo admita o no, se de cuenta o no, sea secretamente o no). Dijimos alguna vez que aún con toda la profesionalización (loable, por supuesto) el rock en Argentina sigue siendo en gran medida una cosa hecha entre amigos. En 1980 la distancia entre el ambiente argentino y el norteamericano, donde los discos se hacen como se hacen las peliculas -grandes discos salieron así-, era todavía más abismal. Para mí esto excedió a Luis (la conocida anécdota de la limusina no hace más que confirmar la incomodidad de Spinetta con la "normalidad" yankee). Aún así yo rompo un par de lanzas por este disco: excelente sonido, arreglos, producción, ejecución y Luis en algunos momentos canta estupendamente. Y en ciertos momentos la cosa se pone realmente caliente. Les toca a uds. comprobarlo.
El problema es el siguiente: el nombre (mejor sería decir: el significante) Spinetta se asocia para nosotros a independencia artística, a un permanente corrimiento de los límites estéticos. Es evidente que este no es el caso: el sujeto de carne y hueso Luis Alberto Spinetta no tuvo prácticamente ningún control sobre su obra. El "error" del Flaco es haber aceptado esas condiciones. ¿Por qué lo hizo? Quizás por vanidad, ¿por qué no?. Quizás porque pensó que era una puerta de entrada a un espacio a la vez distante y admirado tal como es Estados Unidos para cualquiera (lo admita o no, se de cuenta o no, sea secretamente o no). Dijimos alguna vez que aún con toda la profesionalización (loable, por supuesto) el rock en Argentina sigue siendo en gran medida una cosa hecha entre amigos. En 1980 la distancia entre el ambiente argentino y el norteamericano, donde los discos se hacen como se hacen las peliculas -grandes discos salieron así-, era todavía más abismal. Para mí esto excedió a Luis (la conocida anécdota de la limusina no hace más que confirmar la incomodidad de Spinetta con la "normalidad" yankee). Aún así yo rompo un par de lanzas por este disco: excelente sonido, arreglos, producción, ejecución y Luis en algunos momentos canta estupendamente. Y en ciertos momentos la cosa se pone realmente caliente. Les toca a uds. comprobarlo.
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Nuevamente agradecemos a nuestro amigo Horacio N. T. por facilitarnos el cd para rippearlo y escanearlo.
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Buen disco que desconocía de este gran músico argentino
ReplyDeleteGracias por compartir!
Gracias por tu comentario, Calisan! Saludos!
DeleteInteresantísimo comentario, que contextualiza el disco, pero que además da cuenta de las infinitas posibilidades de interpretación de una obra de arte y de un artista. Luis siempre realiza comentarios que invitan a escuchar los discos, pero en esta oportunidad, casi, casi, logra un metro patrón difícil de superar por periodistas nóveles y expertos de revistas especializadas en esto de zanatear sobre el rock.
ReplyDeleteSin duda la mejor tapa del rock de aca!!
ReplyDeletePodría haber sido una tapa de Roxy Music, ¿no?
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