Artista: Factor Burzaco
Álbum: 3
Año: 2014
Género: RIO / Avant Garde
Duración: 53:35
Nacionalidad: Argentina
Año: 2014
Género: RIO / Avant Garde
Duración: 53:35
Nacionalidad: Argentina
Lista de Temas:
1. Donde Nos Habíamos Quedado
2. La Vera Storia Di Tristan O.
3. Evasien Imposible
4. Arnoldturro
5. Las
6. En Transito / Asudep Mal
7. Inter Diccien
8. Soga
9. Soga Func
10. Silicio
1. Donde Nos Habíamos Quedado
2. La Vera Storia Di Tristan O.
3. Evasien Imposible
4. Arnoldturro
5. Las
6. En Transito / Asudep Mal
7. Inter Diccien
8. Soga
9. Soga Func
10. Silicio
Alineación:
- Abel Gilbert / Composer, Arranger
- Carolina Restuccia / Vocals
- Pedro Chalkho / Guitars
- Facundo Negri / Drums and Percussion
- Carlos Eduardo Quebrada Vásquez / Bass
With:
Sergio Catalan / flutes
Rosa Nolly / saxophones
Martin Proscia / saxophones
Luciano Giambastiana / clarinets
Sebastian Preit / keyboards
Jacopo Costa / marimba
Maricel Alvarez / vocals
El Nonsense Ensamble Vocal de Solistas / backing vocals
- Abel Gilbert / Composer, Arranger
- Carolina Restuccia / Vocals
- Pedro Chalkho / Guitars
- Facundo Negri / Drums and Percussion
- Carlos Eduardo Quebrada Vásquez / Bass
With:
Sergio Catalan / flutes
Rosa Nolly / saxophones
Martin Proscia / saxophones
Luciano Giambastiana / clarinets
Sebastian Preit / keyboards
Jacopo Costa / marimba
Maricel Alvarez / vocals
El Nonsense Ensamble Vocal de Solistas / backing vocals
Antes que nada, no vamos, no podemos, no nos permiten compartir este disco, va simplemente como una simple reseña del último trabajo del grupo argentino Factor Burzaco, que para quien no la conozca es una banda liderada por el compositor, docente y crítico argentino Abel Gilbert, que se extiende con desenvoltura por los dominios de la música culta, la música contemporánea y el rock, con formaciones variables que se caracterizan por la excelencia de todos sus intérpretes, lo cual constituye una de las mejores virtudes, entre otras, de la larga tradición del rock progresivo.
Entre otras cosas, no lo compartimos porque recién sale a la venta, hace muy poco salió en Europa y creo que en Argentina aún no se consigue. Y la segunda razón es por desición de los músicos de no distribuir su obra más allá del formato de disco físico. Así que ya saben, NO PODEMOS COMPARTIR ESTE DISCO! por más que insistan.
En tono general, el disco sigue en la misma tónica que los anteriores, pero quizás sobresale más el aspecto humano, cabe recordar que los músicos que intervienen esta vez son compañeros en agrupaciones como EPN Trío o tocan en el proyecto de Carolina Restuccia Catukuá y los Cyborgs Yaguaretés, o han tocado anteriormente en otros proyectos como Yak (que he nombrado en el comentario del disco de Catukuá). Siempre con el señor Gilbert a la cabeza que se hace cargo de la composición y la dirección general, el registro muestra a un grupo que interviene más en las recorridas musicales por las que nos hace surcar el disco.
Sobre el proyecto en sí, quisiera traer aquí unas palabras de su alma mother, referidas a el espíritu y proyecto de este emprendimiento musical:
Burzaco, una estación sin cartografía ni rieles que viene después del progreso y la reacción.Abel Gilbert
Un factor que se multiplica.
Burzaco, una esponja que absorbe distintos discursos y géneros musicales que por mucho tiempo han reclamado para sí el derecho absoluto a representar un tiempo y una sensibilidad. Y esa esponja se nutre de técnicas de la música contemporánea, ciertos criterios de improvisación del jazz, y de gestos y una materialidad de lo que alguna vez, a principios de los 70, era territorio del rock. Digo claramente “alguna vez”.
“Progreso y reacción”. Esos polos han sido determinantes a la hora de configurar una identidad. Las palabras vienen de lejos, empezaron a tener sentido a mediados del siglo XIX y, todavía, cargamos con ellas como un trasto de la historia. Otras músicas se apropiaron luego de esa polaridad en la medida que que reivindicaron ser “escuchadas” y, de esta forma, adquirir un nuevo estatuto. Se llamaron a sí mismas “progresivas” en algún momento. Lo hizo el jazz, también el tango, con Ástor Piazzolla, y luego esa etiqueta se acuñó en Londres. Pero el adjetivo, sabemos, tiene en la actualidad una pátina de blasfemo anacronismo, así que mejor abstenerse de reciclarlo. Burzaco se abstiene de la etiqueta, pero no niega un linaje de manera vergonzante. La paleta de lenguajes que atraviesan esta música no es caprichosa ni un involuntario ejercicio del bricollage: responde a la certeza de que determinados territorios que delimitaron, clasificaron y jerarquizaron la música han caducado. Fueron. Ya nadie se toma demasiado en serio la seriedad de la música seria. Con esa certeza Burzaco se ha convertido en el “medio” –el instrumento– para difuminar la frontera que separa a lo “bajo” de lo “alto”.
Factor Burzaco se presentó por primera vez en el Centro Cultural Ricardo Rojas de la ciudad de Buenos Aires, en junio del 2004. Creo haber aprendido mucho de aquella tentativa plagada de errores técnicos, operativos y conceptuales. De ese magma inicial, de la primera formación al presente, quedamos Carolina Restuccia y quien esto escribe. Me siento sumamente orgulloso de todos los que han aportado a la gestación y desarrollo de este proyecto. Pero nunca he sentido la empatía y el gusto por el trabajo en conjunto como en esta “tercera” versión de FB.
En un principio, Factor Burzaco se configuró alrededor de un grupo refugiado en el sur (ya no: nos hemos dispersado por el mapa). Un sur que no solo es topográfico, el punto de un recorrido hacia la nada, sino también una forma de crear e intervenir en medio de la adversidad y la amenaza, sobre los escombros de una escena musical devaluada, en la que no solo se verifica una constante regresión de la escucha sino que se acentúan las dificultades materiales y de difusión. Entre 2004 y el presente han cambiado los formatos y se ha profundizado el proceso de desmaterialización de la música. Han irrumpido otros soportes y otras mediaciones. Nosotros seguimos apostando al disco. Como aquellos náufragos que lanzan una botella al mar, sabemos que siempre hay –siempre habrá- alguien del otro lado dispuesto a cruzar el límite de una práctica normalizada. Burzaco ha arrojado su botella. Que otros la tomen.
Este tercer álbum la agrupación, o mejor dicho "proyecto", encara nuevamente un avant-prog bastante estricto, con pocas concesiones a lo que conocemos como música rock en sí. Las guitarras del virtuoso señor Pedro Chalko proporcionan fuerza, imaginación y cohesión a la estructura completa del disco, nuevamente la voz dúctil de Carolina Restuccia resalta en sus momentáneos protagonismos, con todo ese juego de voces con el que acostumbra a sorprender (para bien o para mal, porque es una de esas cantantes a quienes se las ama apasionadamente o se las detesta, y ese no tener puntos medios le viene a medida a esta agrupación).
Por último, toda la destreza del maravilloso Facundo Negri en batería, una bestia sin techo en su talento y uno de los mejores bateristas argentinos, al menos para quien les escribe.
Todos ellos fueron responsables de uno de los reciales más alucinantes que tuve el gusto de ver en mi vida, fue en diciembre del año pasado en la sala del Centro de Experimentación del Teatro Colón, en el ciclo "Sobre la frontera" donde realizaron un show impecable e impresionante, con más de 20 músicos en escena y una cantidad impresionante de instrumentos que entraban y salían de escena.
Para aquel entonces, se escribieron en algún diario reconocido las siguientes líneas:
Linaje sin etiquetas: El director del Centro de Experimentación del Teatro Colón, Miguel Galperín, no suele diseñar su programación sobre lo que hay dando vueltas en la escena artística. Encarga obras o elabora conceptos que se concretan con músicos solistas, grupos, bailarines y actores que se encuadran con determinada propuesta. En el caso de las últimas funciones que el CETC propone este año (un ciclo denominado Sobre la frontera , que combina música académica con lenguajes de la música popular), el grupo Factor Burzaco sólo tuvo que hacer de sí mismo sobre el escenario. ¿Por qué? Porque lo suyo es la mixtura de lenguajes de tradición escrita y popular.Mauro Apicella
Hay otro dato significativo: a pesar de que la idea de vanguardia, evolución y progreso rondó a la música contemporánea casi desde que es considerada como tal (mediados del siglo pasado, digamos), las palabras “tradición escrita” no le son ajenas y tienen su peso desde el momento que obligan a una mirada hacia la historia.
Quizá sea ésta una época en la que la música contemporánea se revisita a sí misma a través de sus intérpretes y el proyecto de Gilbert sea uno de estos casos, en la medida en que el compositor hecha mano a procedimientos de este lenguaje, aunque esté mezclado con otros, los populares. Veamos algunos ejemplos. La manera en que escribe las líneas vocales y el tipo de diseño e intervalos que utiliza, que comenzó a trabajarse hace varias décadas; o la relación (caprichosa, tal vez, que puede hacer este cronista) entre el planteo de música como tortura y alguna escena de (la sesentista y futurista) La naranja mecánica.
Lo mismo se puede decir de los lenguajes “populares” que predominan en sus obras. El compositor echa mano a una de sus pasiones, el rock progresivo de la década del setenta. Por eso se puede encontrar un clima minimalista y desfasado a la manera de Robert Fripp, o breves pasajes de una voz femenina crispada que bien se llevaría con los proyectos de la dupla Zorn-Patton. Las lecturas son múltiples porque Gilbert se nutre de elementos claramente identificados con tiempos y lugares, pero la manera como trabaja los lenguajes hace que el oído se desprenda de las referencias o las relativice. Entendido de este modo, poco importa si lo que suena atrasa o es de otra época porque la ecuación no sería música contemporánea = novedad, experimentación, evolución, etc., etc. Lo que no ofrece múltiples lecturas es el resultado sonoro. Gilbert consigue la complicidad plena de sus músicos, que son muy talentosos. Y lo que hay más allá de las ideas de Gilbert es un grupo sólido y enérgico que las potencia y un ensamble vocal magnífico.
Por último, a Factor Burzaco siempre le sobra o le falta algo para que podamos reconocerlo claramente con rótulos como “música contemporánea”, “rock progresivo” o “folklore”. Pero sin eso que le sobra o le falta para ser “convencional” no tendría su razón de ser. Porque la esencia del grupo sigue siendo esa intención y concreción de lenguajes mixturados, amalgamados y friccionados.
Por la participación en dicho ciclo, del cual el señor Gilbert tiene las grabaciones y ruego por que se le ocurra publicarla en formato discográfico, como bootleg o como se le ocurra, pero que la publique, parte de la prensa y los críticos especializados miraron y prestaron atención a un grupo marginal de música poco convencional, y de ello han quedado algunos registros:
En territorio indefinido: En este proyecto ideado por Abel Gilbert se escuchan rasgos del rock, la tradición contemporánea y las circunstancias del aquí y ahora. “Es algo así como el medio para ir de lo alto a lo bajo, para provocar otros discursos”, explica el compositor.Santiago Giordano
Por Santiago Giordano
La idea de “factoría” como el lugar donde los materiales se trabajan y se funden. De ese aliento etimológico parte el impulso de Factor Burzaco, el proyecto de Abel Gilbert, la sede de la búsqueda de un sonido que en su indefinibilidad deja escuchar rasgos del rock, de la tradición contemporánea y de las varias circunstancias del aquí y ahora, entre otras certezas. Hoy y mañana, a las 20.30, Factor Burzaco cerrará el ciclo Sobre la frontera, del Centro de Experimentación del Teatro Colón, que presentó además al cuarteto de cuerdas norteamericano Jack Quartet y al dúo brasileño Vamos Estar Fazendo.
Carolina Restuccia (voz), Pedro Chalkho (guitarras), Facundo Negri (batería y vibráfono), Carlos Quebrada Vázquez (bajo), Sebastián Preit (piano y teclados), Rosa Nolly (saxo soprano), Sergio Catalán (flauta) y Luciano Gianbastiani (saxo tenor y clarinetes) son parte del grupo que contará además con el guitarrista Alan Courtis, el actor Hernán Crida, Nahuel Tavosnanska y el Nonsense Ensamble, dirigido por Valeria Martinelli, como invitados. “Factor Burzaco es algo así como el medio para ir de lo alto a lo bajo, para provocar otros discursos, para llegar a un territorio indefinido, que es lo que no es”, comenta Gilbert al comenzar la charla con Página/12. “Cuando comencé con este proyecto, pensé en una música nómade, que pueda ir de la Rock & Pop al CETC y mirá, ahora llegamos al CETC”, agrega.
Compositor, periodista y escritor, Gilbert no es ajeno a los cruces y las mezclas, en sus distintas formas. “Opté por la impureza en música, del mismo modo que trabajé mucho cierta zona de hibridez en la escritura, entre el ensayo y la crónica periodística. Y me siento muy como en esas zonas que no se inscriben en tradiciones que, si bien son importantes, no completan hoy las tendencias ni las lógicas de la música”, asegura, y enseguida explica que Factor Burzaco es el resultado de un silencio musical voluntario de casi diez años. “Viví algunos años en Cuba y al regreso comencé a participar de la escena musical contemporánea de Buenos Aires, pero me sentía un poco incómodo –continúa–. En realidad, me sentía hablado por un lenguaje, aunque es muy vago decir lenguaje cuando son tantos afluentes y tantas las tendencias en juego; hasta que entendí que mi educación en el post-serialismo me resultaba poco fructífera para lo que hubiese querido decir. Entonces dejé de hacer música y me dediqué a hacer libros, que incluso no tenían que ver con la música. Hasta que un día escuché In the Court of Crimson King, de King Crimson, y entré en un estado de conmoción. No era que yo quería hacer esa música, pero sentía que en ella había algo que interpelaba mi propia biografía.”
–Un factor sentimental…
–Es que con mucha música de mi juventud me pasó lo que con los juguetes: quedaron en un cajón. Y la relación utilitaria que uno establecía con ellos pasó de pronto a ser sentimental. De repente encontré en King Crimson algo que me interesaba y me servía. Me servía no porque sea rock, sino porque activaba la memoria de esos instrumentos, además de cierta idea del beat que me interesaba recuperar, después de muchos años de trabajar en tiempos lisos y ese tipo de cosas. También el tema de la voz amplificada y el disco como objeto. Me fascina trabajar en el estudio, creo que la escritura se completa en el estudio de grabación, cuando resolviste el último paneo, la última cámara.
Factor Burzaco tiene tres discos –ninguno de ellos editado en la Argentina– y uno en preparación. De una selección de estos materiales estará hecho el concierto que presentarán en el CETC. “En el primer y segundo disco hay mucho procesamiento del sonido, trabajo de estudio, digamos”, explica Gilbert. “El tercero, en cambio, está hecho de tomas crudas y el cuarto será más electrónico. No me preocupa la coherencia en este sentido, me parece sí interesante trazar un mapa de progreso, no quedarse en un lugar, porque si las características del lenguaje son fuertes, su forma de materializarse puede variar.”
En una de las obras de Gilbert se escucha algo cercano al Pierrot Lunaire de Arnold Schönberg, pero en ritmo de cumbia, mientras una actriz repite la inquietante sentencia del compositor alemán, cuando al poner a punto el sistema dodecafónico dijo: “He encontrado el sistema por el que Alemania se garantiza la supremacía por los próximos cien años”.
–Es decir, Factor Burzaco es, también, una crítica al conservadurismo de aquellas vanguardias…
–Es una perspectiva personal. Pero prefiero que el que escucha haga su propio mapa, que el objeto sea lo suficientemente potente para que se pueda discutir en términos musicales.
–¿Hasta dónde los cruces pueden potenciar una música y no debilitarla?
–No lo sé. Si uno parte del presupuesto de que no quiere repetirse, la idea de la impureza tiene que estar a prueba permanentemente. Tengo muy claro que la historia de la música nos pertenece y que la manera en que la utilizamos responde a estrategias y a la propia biografía, entre muchas otras cosas. Pero una cosa es lo que se decide en el plano estético y otra es el terreno de la praxis o lo que podríamos llamar cierta forma de activismo cultural; me refiero, por ejemplo, a encontrar e incorporar a músicos que llegan de historias diferentes. En estos conciertos de CETC estará el Nonsense Ensamble, que es seguramente la agrupación más extraordinaria de música vocal en América latina; estará también una cantante fuera de lo común como Carolina Restuccia, y van a tocar Alan Curtis, Sergio Catalán y músicos que tienen una pata en el rock y en el jazz. Que uno pueda reunir esta calidad de músicos y además sentir que han hecho propio tu proyecto es algo altamente satisfactorio.
–¿Su relación con el intérprete comienza por la escritura?
–Yo escribo todo, pero necesito que esa escritura entre en una dialéctica con el intérprete. Hay una instancia en la que frente a eso estoy dispuesto a reescribir o dejar que la música se reescriba sola, y eso me separa de la tradición del control absoluto. Me gusta dejar las cosas abiertas ante el oyente, que tiene su historia, su capital para poner en juego en una escucha. Muchas veces, el abismo que se abre entre el discurso sobre la música y lo que suena termina perjudicando a la música. Es importante dejar que la música hable por sí sola, que se imponga. Por eso me interesa llegar a una complicidad con el intérprete en la que la escritura sea nada más que un vehículo. Escribo y después confío absolutamente en el talento de los músicos que trabajan conmigo. Esta música no sería posible sin músicos comprometidos.
Elogio de la impureza: Más que como un exponente del heterogéneo rock progresivo, a Factor Burzaco se lo aprecia mejor pensándolo desde una perspectiva de la no menos heterogénea música contemporánea. “A esta altura, más que en la combinación de orgánicos me gusta pensar en la memoria histórica del instrumento”, dice Abel Gilbert, compositor y director del proyecto, mientras coordina los ensayos con vista a las presentaciones que comienzan hoy en el Centro de Experimentación del Colón. “Si vos metés guitarra, batería y bajo, opera la memoria del rock, más allá de que la sintaxis y la textura, sean ajenas. Lo mismo puede ocurrir al revés. Me interesa esa fricción”.Pablo S. Alonso
El grupo está formado por Carolina Restuccia (voz), Pedro Chalko (guitarras), Carlos Quebrada Vázquez (bajo) y Facundo Negri (batería, vibráfono y percusión). Como invitados se suman Sebastián Preit (piano y teclados), Rosa Nolly (saxo soprano), Luciano Gianbastiani (saxo tenor y clarinetes) y Sergio Catalán (flauta).
Cada noche, adelanta Gilbert, el grupo repasará material de sus tres álbumes (el III está a punto de editarse) y algo del futuro cuarto. También participarán el ensamble vocal Nonsense, el bajista Nahuel Tavosnanska; el ex Reynols Alan Courtis en guitarra y, en un recitado, el actor Hernán Crida. “Se hace cargo de Guantanabub (por Guantánamo y Abu Ghraib), un texto de Marcelo Cohen sobre la música como instrumento de tortura”, explica el compositor.
Las letras de Factor Burzaco han contado además con el aporte del escritor José María Brindisi, aunque para el nuevo álbum Gilbert trabajó con un sistema de préstamos: “Hay una frase de Debord, otra del gran escritor y revolucionario antistalinista Victor Serge; otras, de Thomas Pynchon y de David Foster Wallace, a quienes admiro muchísimo”, precisa.
También fueron recontextualizados un tweet del ensayista Alejandro Kaufman y un compendio de letras de Spinetta en el homenaje LAS. “Fue el resultado de una conmoción emocional”, dice de esa canción. “Otros compositores contemporáneos de acá -Marcelo Delgado, Marcos Franciosi- sintieron el mismo impacto al enterarse de la muerte de Spinetta. Esto dice mucho, ¿no? ¿Quién es el músico más importante de los últimos 50 años en este país, o uno de los más importantes?” Algunos colegas de Gilbert recelan de la etiqueta “compositor anfibio”, pero no es su caso. “Es una vindicación de la impureza en estado puro -dice-. Ya no creo más, si es que alguna vez creí, en los compartimientos estancos. La historia de la música está a nuestra disposición, es nuestro capital; un magma que no se me reduce a la genealogía académica. Cómo podría serlo si creciste escuchando A Day in the Life y Absolutely Free, a la par de Stravinski, Webern, Feldman; o Mingus, Sun Ra y Coltrane.”
Pero más allá de los ocasionales comentarios de la prensa especializada, acá tenemos equipo para rato para bancar a estos emprendimientos que trabajosamente se empeñan en construir su propio camino aparentemente extravagante para la normalidad sonora habitual a la que la mayoría está acostumbrada. Y sobre lo que es el disco en sí, que mejor que leer a nuestro gran comentarista involuntario habitual, lo traemos a colación para que nos hable de este disco y nos brinde sus impresiones:
Siempre es una grata ocasión hablar del ensamble argentino avant-progresivo FACTOR BURZACO, especialmente si el pretexto para ello es la publicación de un nuevo disco de su parte. En efecto, el sello italiano AlrOck ha publicado en el pasado mes de febrero la tercera obra de FACTOR BURZACO, titulada simplemente “III”. Abel Gilbert vuelve a ponerse al frente del grupo solamente desde los roles de compositor y arreglista. La cantante Carolina Restuccia, el guitarrista Pedro Chalko, el baterista-percusionista Facundo Negri y el bajista Carlos Eduardo Quebrada Vásquez arman el quinteto performativo nuclear, al cual apoya una pléyade de efectivos invitados: Sebastián Preit a los teclados, Jacopo Costa a la marimba, Luciano Gambastiani a los clarinetes, Rosa Nolly y Martín Proscia a los saxos, Sergio Catalán a las flautas, además del apoyo vocal de The Nonsense Vocal Ensemble. El bloque sonoro que se despliega y desarrolla a lo largo del repertorio del disco es brutalmente poderoso, logrando así aportar una fuente importante de vitalidad e ingenio para la escena actual del rock-in-opposition y demás propuestas progresivas experimentales: específicamente, la vitalidad se siente con bastante punche rockero a lo largo y ancho de la peculiar sofisticación que define la esencia musical de este ensamble. Vayamos ahora a los detalles de “III”.César Inca
Durando poco menos de 2 minutos, ‘Donde Nos Habíamos Quedado’ da inicio a las cosas con un talante perturbador sin iniciarse con una actitud chocante, pues el canto y la guitarra acústica parecen sumarse a una suave travesura… pero pronto se revela un ímpetu extravagante en el modo en que la guitarra eléctrica y los arreglos de maderas arman un crescendo para el pasaje final. De esta manera se prepara el terreno para la emergencia de ‘La Vera Storia De Tristan O’, un fascinante ejercicio de osada vitalidad al modo del HENRY COW de la época del “Western Culture”, y con algunos matices a lo UNIVERS ZERO también, aunque sin una actitud tan oscurantista. Definitivamente, FACTOR BURZACO sabe aplicar una arquitectura sónica impecable para ilaciones de implacables disonancias y esquemas rítmicos sumamente exigentes. ‘Evasión Imposible’ es otra pieza cantada donde el grupo exhibe una espiritualidad más ágil, la misma que nos recuerda en ciertas armonizaciones de guitarra al estándar Crimsoniano, aunque también hay alusiones a los paradigmas de ART BEARS y THINKING PLAGUE: de hecho, Restuccia funge cabalmente con su rol de intensa exorcista desde detrás del micrófono para situarse en el centro del desarrollo temático de la musicalidad en curso. ‘Arnoldturro’ se explaya en esquemas anarquistas en los que el lenguaje de la avanzada progresiva explora las dimensiones surrealistas de nuestra racionalidad, al modo de una cruza entre ZAPPA y HENRY COW, mientras que la dupla rítmica apela a un groove de corte jazz-rockero en la mayoría de los pasajes a fin de insuflar un poco de aire fresco a este juego de alucinadas deconstrucciones. ‘LAS’ vira hacia una solemnidad otoñal y sutilmente inquietante: como si la canción anterior hubiese abierto la puerta hacia otra dimensión de la mente, ‘LAS’ observa a fondo esta nueva dimensión y se deja llevar por las atmósferas bizarramente etéreas que la llenan de cabo a rabo. ‘Transición Marimba / Asudepmal’ sigue por esta exploración empezando con efluvios de marimba, siguiendo con capas flotantes de efectos de voz y guitarra, y finalmente creando una ambientación serenamente grisácea que nos puede recordar, en parte, a TORTOISE.
‘Inter Dicción’ parece surgir del empuje creativo de las tres piezas precedentes y exhibe el pico de energía expresiva del disco con una portentosa mezcla de sofisticación punche y fineza. La conexión entre los diversos motivos y la integración de las diversas atmósferas reflejan la lucidez perfecta necesaria para que la ingeniería musical en curso se concretice con la magnificencia que exige el momento. ‘Soga’ se revela como un cántico aventurero mientras que ‘Sogafunc’ exhibe una aguerrida mezcla de avant-jazz, funk y rock duro de vieja escuela. Este tema bipartito, valioso en sí mismo por su particular luminosidad, opera también como interludio a la ambiciosa pieza de poco más de 14 minutos de duración que se titula ‘Silicio’ y que está a cargo de cerrar el álbum. Esta composición le saca el jugo a su patentemente épica expansión encapsulando y esquematizando una ingeniería multi-temática abundantemente ingeniosa, ciertamente alusiva a los modelos de ZAPPA, UNIVERS ZERO y THINKING PLAGUE a través del filtro particular del ensamble: hay momentos para coloridos traviesos, crescendos bien cuidados, predominio de sonoridades acústicas y actitudes sigilosamente contemplativas, dinamismos de inspiración jazzera… e incluso un parsimonioso discurso donde la voz se multiplica a sí misma sin que el oyente puede decidir si está ante un ritual mágico o recibiendo la advertencia de un peligro inminente. Y bueno, parece que es lo segundo, pues cuando aún no se acaba el fade-out del discurso en cuestión, los instrumentistas se asocian en una coda que comienza con un vigor apabullante y termina con una ensoñación un tanto tenebrosa.
Siendo como es uno de los trabajos más alucinantes de la variopinta movida progresiva sudamericana del presente año 2014, “III” resulta una apuesta segura para todos/as los/as amantes del rock de vanguardia. De la mano de Abel Gilbert, FACTOR BURZACO reafirma su lugar como figura señera de la música avant-progresiva argentina.
¿Qué más podría yo agregar a esa descripción?. Ya mucho he escrito en esta entrada, ahora voy a traer alguos comentarios en inglés y vamos cerrando con las consideraciones finales.
The Argentinean band FACTOR BURZACO is based out of Buenos Aires, and appears to be the creative vehicle of composer and founder Abel Gilbert. Vocalist Carolina Restuccia appears to be the one constant element in this project besides Gilbert himself, the remaining musicians involved changing from album to album. "III" is the most recent production to be issued under the Factor Burzaco moniker, and was released through the Italian label Altrock in 2014.Olav Martin Bjørnsen
Altrock Records appeared back in 2006, and in the eight years they have been in existence they have established themselves as a label to follow for people with an interest in innovative and adventurous music, a home for quality artists of the kind that seek to defy or venture outside of common norms and borders. Which makes this label a natural home for a project such as Factor Burzaco. The compositions on their latest album spread far and wide in style, mood and atmosphere. More often than not with a full-spread covered within each single composition. Smooth, compelling sequences with a defined jazz-rock expression have their place just as much as movements with more of a chamber rock-oriented expression, and frail constructions with vocals and instrumental details fit in just as easily as darker toned, harder edged excursions dominated by massive guitar riffs. The latter isn't the most common feature, mind you, but it is a recurring detail in the rather hard to describe musical landscape explored. Other common features are surging, textured instrumental details, often with more of a frail nature to them than dramatic ones, and playful flute motifs are another recurring detail. The vibraphone also provides some of the finer details in the landscapes explored. Compelling sequences with distinct harmonies give most of these pieces an accessible sheen, but quirky maneuvers are never far away when these musicians are on the go, so while Factor Burzaco's take on the avant-garde progressive rock is arguably more accessible than many other bands exploring similar landscapes, there's always unusual harmonies or odd rhythms of the kind that those with a more defined taste for avant-garde progressive rock lurking on the horizon. Guitar details of the kind I'd describe as Frippian in expression are a common feature throughout, in this case I'd say that these are of a similar nature rather than ones that come across as directly inspired by this innovator though, while some of the quirkier structural details that remind of Gentle Giant at their most adventurous are more likely to be the result of a direct or indirect influence. The lead vocals of Carolina Restuccia does merit a special mention. The ground and center of her vocal style is one I'd compare to Iceland singer Bjork, but with a fine control rather than the untamed passionate delivery of the latter as a marked difference. Restuccia transports her vocal skills into rather different territories when leaving home base however, with unusual timbres and tones trademark features when she utilizes her voice talents to full effect. Eerie shrieks and whispered voices are well within her repertoire as well, and her contribution most certainly elevates the total experience at hand.
Conclusion. "III" is an album that twists and turns its way through unpredictable landscapes that perhaps are more challenging to describe than to actually listen to, although as far as the latter aspect is concerned, those with an affection for challenging music should find this album to be one that caters to their tastes in that department quite nicely. This is a very well made specimen of avant-garde progressive rock, and those who enjoy their jazz-rock and chamber rock elements combined with quirky details of a more undefinable nature explored within sophisticated compositional framework should find this CD to be a worthy addition to their collection.
The Buenos Aires based ensemble Factor Burzaco is back with their third helping, aptly titled 3. Led by composer Abel Gilbert, these Argentines span the musical palette, going from rock to jazz, classical, funk, and even hints of metal, all spun around an avant-garde mentality. While this album didn't speak to me immediately upon first listen, it was a clear lesson in the rewards of patience. Factor Burzaco delivers brilliant music that careful listeners will quickly come to love.Matt Di Giordano
While there is great stuff every step along the way, the latter parts of the album really caught my attention. One particular duo of tunes that comes to mind is the "Soga" / "Soga func" tracks. Those who are fans of Gentle Giant will certainly find the former to be a fascinating piece. Essentially it is an acapella piece in the style of GG but done only how a rock in opposition type band could pull it off, maintaining strong similarities to GG's contrapuntal style but with a more warped sense of tonality. The way the song starts off with a very classical sound and shifts towards the experimental is awesome as it picks up moments of agressive shouting, strange vocal effects, whispers, and raspiness, finally closing off with the voices mimicking a wah-wah pedal that leads perfectly into the follow up: "Soga func". At this point the band goes into full on avant-funk that will totally make you nod your head and grin at the clever arrangements, exciting drumming, and surprising snippet of prog metal territory.
Throughout the album, Factor Burzaco shows expert level of control in their range of sonic- production. Take "En transito / Ausdep mal" for example. This fascinatingly and mysterious piece banks on its use of dynamic as it brings in delicate but exciting marimba interjections and guitar swells that work together to create a gripping piece of music. "Las," a piece whose title seems to be quite the understatement given the intriguing lyrical text it presents, is truly a gem that shows off the depth of Carolina Restuccia's voice with its powerful, sorrowful vocal lines augmented by the gorgeously abrasive flute whose sense of rough sustain creates a perfect atmosphere for the voice to blend into. The entrance of a solo vibraphone acts as a demarcating point in this song, signalling a split towards the even more eerie second half of the piece where Restuccia is supported by a beautiful group of harmonizing singers who, after laying down a perfect and destabilizing harmonic support, bid us their farewell with a collective hiss.
What I did not expect on this type of album was an epic length track, but by-golly we got one and I must say it's good. "Silencio," the album closer, clocks in at 14 minutes, starting off with moody drones and interesting modulations before Carolina's vocals enter with a captivating melodic approach that is quite modern and classical. Little by little the band enters, eventually arriving at a point where vocals are supported by punchy percussion and an arrangement that becomes quite chaotic before stabilizing. When a great 5/8 groove comes in the singing returns, this time with nice instrumental arrangements featuring vibraphone and woodwinds striking at all the right places. As the track continues on we even get a classical guitar interlude that has a few tricks of its own. The way it starts off conservatively is quite a surprise considering the nature of this band; that is, until it begins to make wide use of rest and dissonant motifs that create tension before woodwind swells build up a wall of threatening sound. As the guitar continues to pluck a repetitive dissonant chord the bass comes in and adds a more comfortable progression to the sound, becoming playful alongside a vibraphone which offsets a really cool avant-jazz section which hints at its South American roots. If you're a fan of really tasty drumming, you've come to the right place; Facundo Negri really shows that he knows how to lay down musical lines on the kit. My only complaint here would be that he doesn't get enough time to really show off his talents. And just to add in a few more touches of strangeness, the band finishes off "Silencio" with a chorus of narration devolving into alien-like echo before a fierce attack of instruments sends us off to a mysterious and ambient ending, much like how the song started.
If you haven't checked out Factor Burzaco yet, it's a good time. Don't be scared off by their avant-rock tendencies. Yes, they're a band that requires some dedication from the listener, but in the end they show a keen ability to blend and seamlessly transition between many styles in a way that is convincing and maintains their own distinctive voice. Couple that with a knack for spanning the chasm between music that is playful, deep, urgent, and even disturbing and we have on our hands a downright solid album.
This Buenos Aires based ensemble is back with a third helping. While their first eponymous album from around ten years ago was sort of a raggedy yet charming facsimile of the Thinking Plague sound, their second – although very interesting and highly original, it was for the most part far too out-there to be accessible to most listeners. With this third release, they seem to have gotten back a little closer to the style of their debut, but with a whole new breath of originality, and are now operating in an avant-garde territory nearly beyond comparison, but nonetheless accessible, tasty and listenable. Every measure holds a new surprise, and all taken, their music now seems to exist in a world of its own. At the heart of the group, and there from the very beginning is singer Carolina Restuccia. Her chameleon-like singing and playful vocalizations give Factor Burzaco their unique character, much as Donella del Monaco did for Italian masters Opus Avantra. As for the rest of the group, there seems to be high rate of turnover in the ranks from one album to the next, the only other constant being chief composer Abel Gilbert, who doesn’t actually play in the ensemble. The core of the group provides bass, drums, and guitars, with a roster of additional players providing clarinet, flute, baritone, tenor, alto and soprano saxes, keyboards, marimba, and additional voices. Their music can be very complex at times, very moody at others, with short bursts of rock, jazz and classical ideas all juxtaposed in strange and constantly changing ways, like a multi-level labyrinth of melodic intricacies. One thing is for certain: It will take many attentive plays for the listener to build the level of familiarity that with most other albums comes after only a few casual spins.Peter Thelen
Already an accomplished composer, Argentinian Abel Gilbert formed Factor Burzaco as an outlet for his singular musical vision. Combining the influence of chamber music, Henry Cow, Belgian RIO, modern classical composers Ligeti, and Debussy, Gilbert is now up to the third Factor Burzaco album in seven years, and the second to be released on Italian go-to label of choice for the musically adventurous, AltrOck.Roger Trenwith
The only constant musical companion to Abel Gilbert throughout the band’s history is singer Carolina Restuccia, whose voice is never strident in the manner of Dagmar Krause, and so makes the entire Factor Burzaco experience more palatable than some of Henry Cow’s latter more dissonant works. Although Carolina’s voice is certainly gentler on the ear than Krause’s, Factor Burzaco display the same kind of experimental intent as Henry Cow, that iconic (mostly) English RIO outfit. In fact her voice moves the band closer to that other modern avant band lead by a female singer, Thinking Plague. Possibly less “rock” inclined than the Plague, and perhaps even more experimental, Factor Burzaco now present us with 3, a complex and highly entertaining journey along roads less travelled.
Abel Gilbert composed all the songs on 3 apart from Asudep Mal (with guitarist Pedro Chalkho) and Soga Func (with Chalkho and drummer Facundo Negi), and his musical die is cast from the off with the peculiarly Aranis-sounding Donde nos Habíamos Quedado (Where We Left Off), suitably enough appearing to commence in the middle of a musical conversation. The lyrics on 3, much as I can find out with the often wayward Google Translate, appear to be oblique musings on darker states of the psyche, as “so you’re going to cram fill the silence with your fears” from the opening track seems to indicate.
The complexity shifts up a gear with the labyrinthine La Vera Storia de Tristan O. (The True Story Of Tristan O.), a quirky ferret about in the Roger Trigaux-era Univers Zero cupboard, Pedro Chalkho’s guitar adding a harder edge to the modern classical deconstruct of the main tune.
Carolina restlessly intones Evasión Imposible (you won’t need a translation for that!) in a Bjork-meets Ari Up style, and here we have a slightly more recognisable song structure, but something that remains very off-kilter, as if beamed in by passing aliens. The structure is held within a very tight frame in a strange time signature, the ensemble meshing together to catch every fast-paced musical nuance; a bit of a treat for the fan of avant song writing.
The album continues in this highly individualistic and fascinating manner and it transpires that much of Pedro’s guitar playing is obviously nuanced in a similar manner to that of Francesco Zago, AltrOck’s “house guitarist” (my quotes). This is much to the fore on Arnoldturro, where in additionPedro initiates a conversation with the bass guitar by creating a rhythm by intermittently earthing his guitar lead. All very playful, it leads into a charming piece of chamber rock meets choral ensemble with the first employment of the superbly named Nonsense Ensemble. The a cappella Soga also uses the soprano, tenor and baritone combination and is the kind of “anti-choir” arrangement I last came across on Martin Archer’s equally strange and compelling Juxtavoices CD. Following this is Soga Func, a striking and sparse funk strut co-composed with the guitarist and the drummer. It is a departure from the rarefied chamber rock sonics of much of the rest of the record, but it still fits in seamlessly.
The most sparse arrangement is to be found on En Tránsito,the first part of double header with the rockier Asudep Mal. On that first part the clarinet, saxes and flute perform a low key call and response in the eeriest manner possible, the result being a spooky ambience. Pedro keeps it low key in his co-composed latter section, where contrapuntal rhythms in the manner of Crimson’s Night Watch are played out by the band as the tension slowly rises, neatly filling the spaces left by the first section. A subtle Crimsoid guitar figures introduces Inter Dicción as Carolina swoops and breathily intones around the skittering rhythm, the bass guitar of Carlos Quebrada Vásquez being particularly impressive in its dexterity. Occasionally jerked into life by some almost riffing from Pedro this is another piece of subtle contrasts.
The album ends with the longest piece of all, and at over fourteen minutes, Silicio (Silicon) is a full avant rock suite leaning towards the chamber rock style of Univers Zero. Wilfully complex, but full of space and musical intent, it is something that will need plenty of listens before a full understanding can emerge. Split into sections with occasional distant spoken word interludes as well as Carolina’s powerful but never discordant singing, this is the only song on the record without a lyric section in the entirely Spanish but lovingly reproduced booklet, a fact that only adds to its majestic mystery.
It is hard enough for an American band like Thinking Plague to get exposure, so I cannot imagine what it must be like for a band as wilful as this in a territory as remote as Argentina, where Abel Gilbert has displayed a remarkable conviction to the cause of forward thinking music over the years. The curious ending of Silicio, one that leaves a musical question mark hanging in the air, implies that there is more to come, and I for one will be waiting.
Anyone into progressive music in the proper sense cannot fail to be intrigued by this wonderfully odd yet supremely confident band, led by a master of surprises.
En cualquier caso, hay que destacar el esfuerzo de proponer música de este tipo hoy en día, cuando la tendencia es hacer un llamamiento a todo el mundo. Un disco distinto, un disco para escuchar, exporar, adentrarse, buscar comprenderlo, y maravillarse, aunque también debemos aclarar que no es un disco para todos.
Al disco no lo podemos compartir, pero en el video de más abajo lo tienen completito para escucharlo. En todo caso, nuestra perspectiva o nuestros gustos personales no doblegarán el hecho de que este es un disco (y un proyecto) absolutamente brillante.
Y si quieren datos de donde comprarlo, pregunten, pregunten, yo les averiguo...
Como dije más arriba, esta entrada no tendrá links de descarga...
ReplyDeleteFactor Burzaco ... BUBU del siglo XXI.......con mas musicos disponibbles y en epocas menos complicadas... Alguno ha dicho con un dejo de razon que estos son mejores musicos...mi respuesta fue era mucho ms dificil hacerlo en aquel entonces.....hoy para derribar barreras de estilos haces click en la PC...Las referencias de aquellas epocas eran algunos de los genios pioneros como Zappa ( cuyos discos se conseguian) o henry cow ( cuyos discos creo que muy pocos conocian.... )...grandes ambos por supuesto...
ReplyDeleteMe quedo con esa definición: Factor Burzaco son los Bubu del siglo XXI :)
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