Álbum: Edelmiro y La Galletita
Año: 1983
Género: Rock
Duración: 30:16
Nacionalidad: Argentina
Año: 1983
Género: Rock
Duración: 30:16
Nacionalidad: Argentina
Lista de Temas:
1. El remolcador
2. El caderón
3. El vuelo 144
4. Cero a uno
5. Basta de bochornos
6. Caigo y me levanto
7. Cada semana
8. El amanecer del cimarrón
1. El remolcador
2. El caderón
3. El vuelo 144
4. Cero a uno
5. Basta de bochornos
6. Caigo y me levanto
7. Cada semana
8. El amanecer del cimarrón
Alineación:
Edelmiro Molinari / Guitarra, bajo y voz
Skay Beilinson / Guitarra
Alejandro Pensa / Batería
De Buenos Aires Transfer (Edelmiro, Pedro Conde, Pablo Carli y Daniel Medina) / Coros en 2 y 6
Edelmiro Molinari / Guitarra, bajo y voz
Skay Beilinson / Guitarra
Alejandro Pensa / Batería
De Buenos Aires Transfer (Edelmiro, Pedro Conde, Pablo Carli y Daniel Medina) / Coros en 2 y 6
Un disco de circunstancias, como parecen serlo todos los Edelmiro Molinari desde que partió a Estados Unidos en el '74 o '75. Luego de volver efímeramente para la reunión de Almendra en el '79, en 1983 regresa para grabar este álbum que, a pesar de ser publicado bajo su nombre propio, tiene toda la pinta de haber sido un intento de hacer algo mas estable como grupo. Resultó ser finalmente el primer disco solista de Edelmiro. Se trata básicamente de rocks con dejos jazz-rockeros, de funkies, guitarras claras y limpias con mucho chorus y nada de solos kilométricos. Privilegio para los climas creados por las guitarras y para las letras directas de (supongo) Pedro Conde. Uno de los temas ("El vuelo 144") fue una contribución de Edelmiro al disco solista Cantar de gesta de Ricardo Soulé , y como tal, tuvo alguna difusión en la época (yo lo recuerdo por Soulé). Por supuesto que hoy llama la atención la presencia principal de Skay Beilinson en este proyecto que, como dije, parece haber sido pensado para perdurar, pero que por alguna razón desconocida no prosperó -Skay volvería a colaborar con Edelmiro en Contacto, del 2011. Otro detalle es la excelente labor de Edelmiro como bajista. En fin, no es una obra cumbre ni nada que se le parezca, pero tampoco es un mal álbum. Se deja escuchar con provecho y placer. Nos muestra una faceta mas directamente sensible de este pionero del rock nacional.
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ReplyDeleteMuchas gracias.
ReplyDeleteGracias, la tapa de la reedición del disco con ese destaque (Skay Beilinson) acompañado de un sobredestaque (de los Redonditos de Ricota) le otorgan plus a un diseño original bastante bizarro. Jorge
ReplyDeleteY bueno, al menos la presencia de Skay habrá servido para darle cierta perdurabilidad a este disco... La idea de tapa no era tan mala, jugando con la marca Bagley, ¿no? El nombre del proyecto de por sí es medio extraño, probablemente alguna broma interna... Ya que especulamos, lo hagamos a fondo,
Deletecomo que no es una obra cumbre es un DISCASOOO
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