Artista: Charlie Haden & Egberto Gismonti
Álbum: In Montreal
Año: 1989
Género: Jazz Contemporáneo
Nacionalidad: Brasil / EEUU
Año: 1989
Género: Jazz Contemporáneo
Nacionalidad: Brasil / EEUU
Lista de Temas:
01. Salvador
02. Maracatú
03. First Song
04. Palhaço
05. Silence
06. Em Familia
07. Lôro
08. Fervo
09. Don Quixote
01. Salvador
02. Maracatú
03. First Song
04. Palhaço
05. Silence
06. Em Familia
07. Lôro
08. Fervo
09. Don Quixote
Alineación:
- Charlie Haden / Double Bass
- Egberto Gismonti / Piano
- Charlie Haden / Double Bass
- Egberto Gismonti / Piano
Este disco nos lo habían pedido, por el chat, por los comentarios del blog, por el Face, no recuerdo, pero la cosa es que acá está, en dos versiones, la de Alberto sin log ni CUE, y la mía completita, deja las dos opciones.
Empezamos el día con un registro en vivo de la unión de estos dos enormes músicos.
In Montreal is an album by bassist Charlie Haden and guitarist/pianist Egberto Gismonti recorded in 1989 at the Montreal International Jazz Festival and released on the ECM label in 2001.Wikipedia
Haciendo un poco de historia, veamos de donde sale este registro:
En el año 1989, los directivos responsables del Festival Internacional de Jazz de Montreal, decidieron rescatar, destacar y reconocer aHoracio
Charlie Haden como artista esencial de la música contemporánea, y lo hicieron con una serie de 8 conciertos.
Músicos de todas partes del mundo fueron invitados y se sumaron a dicho homenaje. Esta es la lista de conciertos .
Todos los conciertos fueron grabados por la estación “Radio Canadá”. La mayoría de estas grabaciones fueron publicadas por el Sello Verve. La grabación que hoy les traemos, Charlie Haden y Egberto Gismonti, fue efditado por el sello ECM dos años más tarde, en 1981. El único concierto de la serie que aún no
se ha editado es el de Charlie Haden junto con Pat Metheny y Jack De Johnette del 5 de Julio.
Y hablando del disco, que mejor que el siguiente comentario como review del mismo, le mismo se publicó en Página 12 :
El sueño de una noche de verano en Montreal, por Haden y GismontiDiego Fischerman
El pianista, guitarrista y compositor brasileño y el gran contrabajista de Missouri fueron registrados en una actuación memorable.
Haden y Gismonti actuaron juntos en Montreal en 1989. El concierto fue parte de las 8 noches de homenaje a Haden.
Cuando alguien ha grabado tanto como Egberto Gismonti, resulta difícil elegir. Muchos de sus discos son extraordinarios (Agua e Vino, Sol Do Meio Dia, Em Familia, Carmo) pero, incluso, aquellos que no lo son tienen cosas deslumbrantes. La dificultad se acentúa, además, por el hecho de que muchos de esos discos, en una primera mirada, no tienen mucho que los diferencie. De hecho, los temas son casi siempre los mismos. Y, sin embargo, es casi imposible dudar acerca de In Montreal. Este CD que acaba de aparecer, editado por el sello ECM, y en el que se registra su actuación en el Festival Internacional de Jazz de Montreal de 1989, junto al contrabajista Charlie Haden, es con certeza uno de los mejores discos de Gismonti que existen y que podrían existir jamás.
La grabación, como otras de Haden en ese festival, estuvo largo tiempo inédita. En el verano de 1989, durante ocho noches consecutivas, el Festival le rindió tributo. Haden tocó allí con diversas formaciones unidas por un único elemento: el amor que el contrabajista sentía por ellas. Hace unos años la compañía Verve publicó las presentaciones con un trío en el que estaba la pianista Geri Allen, con su Liberation Orchestra (con la que se dedica a tocar versiones jazzísticas de himnos y canciones revolucionarios) y con el pianista cubano Gonzalo Rubalcaba. La actuación con Haden llega ahora y, curiosamente, lo que suena se emparienta con la estética que Haden viene rondando en sus últimos álbumes. Sobre todo en los memorables dúos con los pianistas Hank Jones y Kenny Barron y con el guitarrista Pat Metheny.
En este encuentro se produce una extraña combinatoria entre dos músicos que parecen haber nacido para tocar el uno con el otro –cosa que ya habían hecho en dos discos en los que también participaba el saxofonista noruego Jan Garbarek, Magico y Folk Song–. El grado de interacción, la manera en que ambos manejan los matices para darse lugar mutuamente, en que se reparten los papeles y en que cada uno toma y desarrolla las ideas (y las articulaciones, ataques, inflexiones y gestos expresivos) del otro es sencillamente asombrosa. La historia de Haden habla a las claras de un contrabajista más interesado en hacer música (aunque eso implicara pasar a un aparente segundo plano) que en las exhibiciones virtuosas. Sus solos tienen un recato admirable y si en algún momento, desde el acompañamiento, despega alguna nota, el efecto es formidable. Haden fue integrante del cuarteto de Ornette Coleman y del de Keith Jarrett (uno de los discos en los que está Haden, Survivors Suite, es de lo mejor del pianista), grabó discos originales y perfectos (Closeness Duets, presentando dúos con Jarrett, Ornette, Alice Coltrane, es un ejemplo), se aventuró en territorios poco o nada transitados (por ejemplo en su álbum con el guitarrista portugués Carlos Paredes), fue fundador de la Liberation Orchestra (que en su primera versión albergó al Gato Barbieri) y del Quartet West.
El esquema de In Montreal es sencillo: los temas con guitarra se alternan con los que tienen piano; los lentos suceden a los rápidos. Sin embargo, nada es tan lineal. Porque un tema puede empezar, como “Salvador”, con reminiscencias del afro-samba de Baden Powell y derivar, lentamente, hacia una guitarra que toca de manera casi privada la melodía principal mientras Haden improvisa y va alejándose más y más de un ordenamiento armónico que, no obstante, nunca deja de funcionar como regla. En “Maracatú”, Gismonti pasa al piano. Entre las maravillas que logra está su manera de apagar el sonido para producir un acento sobre el acorde siguiente. “First Song” es el primer tema de Haden incluido. En esta versión, brasileñizada, Gismonti, sale de su estilo habitual y toca un poco a la manera de los guitarristas de jazz (de algunos, de los que son capaces, como él, de mantener al mismo tiempo dos líneas de discurso totalmente independientes. “Palhaço”, nuevamente con el piano, es uno de los puntos más altos (tal vez porque siempre, en todos los discos en que está incluido, lo es).
Resulta interesante observar lo que Gismonti-Haden hacen en “Silence”, un tema que el contrabajista grabó varias veces con diversas formaciones (una de ellas con Dino Saluzzi en bandoneón). La estructura del coral en el que se van agregando instrumentos, en este caso, se traslada a una cuestión más de densidades que de intensidad. La secuencia acórdica se repite invariable y el contrabajo, a partir de su entrada en los graves, va independizándose rítmicamente y se va situando en el registro agudo. En un solo momento Gismonti aumenta la intensidad para volver a esa suerte de letanía. Después, el apabullante “Em Familia”, “Lôro” (en ambos temas, el primero en guitarra y el segundo en piano, la independencia de las partes musicales es asombrosa), “Frevo” y “Don Quixote”. Y, cosa poco frecuente teniendo en cuenta las duraciones de los CDs (más de 78 minutos en este caso) uno todavía se queda con las ganas.
Por último, y sin emitir comentario alguno (porque no hace falta ante tamaña obra artística), vamos al algunos comentarios en inglés y al disco:
Good things come to those who wait and this, a concert recording from 1989's Montreal International Festival of Jazz, is surely a good thing. Charlie Haden and Egberto Gismonti were two-thirds of the Magico trio then doing the rounds, with Jan Garbarek conspicuous by his absence here. Yet not missed, as Gismonti and Haden, on nine of their own compositions, are on top form individually and utterly in tune with each other's playing.Dan Hill
Haden's ear for Latin serves him well here, as the unique sound of Gismonti's 10-string guitar blurs and careens across several of the pieces. Elsewhere Gismonti plays piano with a graceful yet playful inquisitiveness, as on the angular, muscular "Frevo". Whilst he's a virtuoso on both instruments, one is occasionally left with the nagging suspicion that all pianists appearing on ECM eventually end up sounding like Keith Jarrett (perhaps that's the Eicher Sanction?).
Charlie Haden is always listenable, easing out wonderfully lyrical solos as well as providing the stately foundations for Gismonti's florid rococo visions.
It's truly lovely, vibrant stuff, particularly with Gismonti's dynamic, propulsive improvisations around guitar-led pieces like "Salvador", "Maracatu" and "Em Familiar". These dancing Gismonti tunes are carefully counterbalanced by Haden's stately, reflective compositions "First Song" and "Silence", and this is so clearly identifiable as an ECM sound that it'll do little to dissuade the label's detractors. But that's their problem. This is beautiful music, beautifully played, and surely there's room for a little of that in all but the most barren of souls right now.
Back in 1989, the Festival International de Jazz de Montreal organized several tribute concerts surrounding bassist Charlie Haden and many of his renowned peers. Of the various and sundry combinations put on display, the pairing of Haden with Brazilian composer and master musician Egberto Gismonti was surely the most inspired. Far from a marketing ploy, this duo seemed perfectly logical, considering that Haden and Gismonti had joined forces with Don Cherry a decade earlier to form Magico, a “world music” trio working within the ECM mold. Now for the first time, almost 80 minutes of music from Haden and Gismonti’s Montreal performance can be heard on disc.C. Andrew Hovan
Although a democratic spirit prevails, this is clearly Gismonti’s showcase, the lion’s share of originals coming from his pen. On 12-string guitar, he flies up and down the fret board in pyrotechnic displays that evoke a strong folk-like quality, with Haden’s own primal voice proving to be a perfect match. As a pianist, Gismonti’s classical upbringing is conspicuously evident. Overall, the results are both intimate and celebratory.
Recorded in 1989, In Montreal is a historic musical summit featuring the remarkable Brazilian guitarist/pianist/composer Egberto Gismonti and the venerable bass veteran Charlie Haden. Most of the material is Gismonti's, with Haden weighing in with two compositions. Regardless, the encounters find the pair resonating in sympathy with each other, both sonically and conceptually.Jim Ferguson
Frequently virtuosic, Gismonti's guitar music is a synthesis of quirky atmospheres and effects, improvisation and a vast array of Latin influences, witnessed by "Salvador," an extended excursion that builds in intensity and features Haden primarily in a foundational role that only adds to the overall energy. Changing directions and instruments, "Maracatu" finds Gismonti at the keyboard for a repetitive piece that effectively utilizes dynamic swells and fades, which provide a backdrop for an adventurous solo by Haden. With a vibe that is classically funereal in nature, Haden's "Silence" supports soaring bass and keyboard solos that rise from the somber foundation. Finally, while this concert focuses on Gismonti's keyboard work, his rollicking "Em Familia" should please guitar freaks with its relentless momentum, unpredictable contrasts and uncanny effects that make it seem like more than one player is involved.
To all that add the highest recording values, and what you get is a concert that is arguably worth waiting more than 12 years for.
Bassist Charlie Haden has done a tremendous amount of playing in duo contexts (very little of it on the ECM label, however). This live recording with the remarkable pianist/guitarist Egberto Gismonti is a fine addition to his duo resumé. Recorded at The Montreal Jazz Festival in 1989 and released over a decade later, the album mostly features noted works by Gismonti, although two of Haden's pieces also appear. Gismonti plays guitar rather than piano on Haden's "First Song," making for an interesting comparison with the version that graced Beyond the Missouri Sky, Haden's 1997 duet record with Pat Metheny. Similarly, Gismonti's off-kilter piano solo on Haden's "Silence" contrasts richly with what Keith Jarrett played on the same tune (on 1977's Bop-Be). Gismonti's nylon-string stylings do recall Metheny to some degree, as well as ECM labelmate Ralph Towner, although his ten-string instrument sets his playing apart, particularly on the driving "Em Família." On piano, he's at his most virtuosic on "Lôro" and "Frevo." (A radically different version of the latter appeared on the album Friday Night in San Francisco, as a duet for guitarists John McLaughlin and Paco De Lucia.)David R. Adler
Twelve years after it was recorded at the Festival International de Jazz de Montréal, this landmark performance by legendary American bassist Charlie Haden and Brazilian guitarist-pianist Egberto Gismonti at last saw the light of day in 2001. The concert marks the sixth of eight organized by the festival in celebration of Haden’s ongoing legacy. Haden had plenty of experience playing with Gismonti as part of their Magico trio with Norwegian saxophonist Jan Garbarek, yet the distillations offered here are entirely of another plane.ECM Reviews
From the Magico songbook the duo plays “Palhaço” (a trio staple by Gismonti), as well as the Haden-penned “Silence.” Both feature Gismonti’s astonishing pianism, balancing florid biospheres with ponderous asides, Haden all the while drafting the terms of endearment by which every page turns. Haden the composer also reveals the set’s deepest piece: “First Song.” Featuring Gismonti on acoustic guitar, its intuition soars for all its quietude. A pleasant street scene, a childhood memory, a favorite scent in the air…exchanging glances in a melodic triangle. Such trade-offs mark the session for its selfless ingenuity. So, too, the jangly undercurrents of opener “Salvador” and “Em Familia,” both of which reference Gismonti’s work with Academia de Danças and, as such, reflect a bold unity of purpose. The latter’s invigoration grabs scruffs and throws us skyward, even as it gives us wings to fly. And fly we do into quiet pockets of cloud, each the eye of a storm where the leaves barely tremble to the tune of Gismonti’s masterful harmonics. Also notably from the Academia repertoire are “Maracatú,” a study in contrasts, and “Frevo,” in which pointillism at the piano inspires dramatic, resonant depths from Gismonti’s partner. “Don Quixote” (previously featured on Duas Vozes with percussionist Nana Vasconcelos) closes with an elegy-turned-anthem, a shifting ocean of temperate love.
Although there is much to admire in Gismonti’s prodigious guitar playing, it’s at the piano where his musicality truly shines. How wonderful to get so much of it here. And no bassist crafts melodies quite like Haden. He keeps the earth in mind, even when there is nothing but sky ahead of us, scaling the ladder from light to dark and back to light while Gismonti filigrees his playing like a frame around a picture. In Montreal is a must-have for fans of these unique talents, who together forge a distinctly “global” sound: not world music, but music for the world.
Don't know much about Montreal 1989. But I guess Charlie Haden played eight concerts in very different constellations that year in that city. And since this is one of the last to be released you had to wait twelve years for the cd. By the way, here on RYM it is called Haden "with" Gismonti. Well, it is "&". And if you insist, it is more like Gismonti "with" Haden, actually. Anyway, Haden, on a double-bass, is brilliant. But Gismonti, switching between the guitar and the piano, is beyond words. I don't even know if this is supposed to be "jazz". Maybe, but it is also classical, folk, pop (okay, not exactly pop, but surely you can hum a lot of these tunes). In the end it is just pure emotion - or music. That is why I guess this album may ultimately appeal to a lot of people. A very fine duo album indeed.Magic Moments
Y vamos al disco, espero que lo disfruten mucho, porque hay material para que lo hagan.
Comments
Post a Comment