Artista: Egberto Gismonti
Álbum: Casa das Andorinhas
Año: 1992
Género: Latin Jazz
Duración: 61:11
Nacionalidad: Brasil
Año: 1992
Género: Latin Jazz
Duración: 61:11
Nacionalidad: Brasil
Lista de Temas:
1. Amazônia I
2. Barbara
3. Maria Luiza
4. Fantasia
5. Turma do Mercado
6. Camila
7. Vidas Secas
8. Amor Proibido
9. Amazônia II
10. Sunção
11. Zabumba
12. Andarilho
13. Tormenta
14. Forró Amazônico
15. Outro Tango
16. Viagem
1. Amazônia I
2. Barbara
3. Maria Luiza
4. Fantasia
5. Turma do Mercado
6. Camila
7. Vidas Secas
8. Amor Proibido
9. Amazônia II
10. Sunção
11. Zabumba
12. Andarilho
13. Tormenta
14. Forró Amazônico
15. Outro Tango
16. Viagem
Alineación:
- Egberto Gismonti / guitarra acústica, piano
- Jaques Morelenbaum / violonchelo
- Egberto Gismonti / guitarra acústica, piano
- Jaques Morelenbaum / violonchelo
Es realmente notable lo raro que es encontrar uno de estos discos de este genio, incluso comentarios del disco, alguna reseña, hasta links de descargas. Está bien que su obra es sumamente basta, pero hay que tener en cuenta que es considerado en el mundo entero como uno de los compositores más importantes de las últimas décadas del siglo XX, además de un eximio pianista y guitarrista, que toca la flauta e instrumentos de vientos y otra cantidad de instrumentos. Escribir todo lo que habria que contar de Gismonti sería tema para un libro, pero al menos algo, un poco, de cierta información sobre todos los discos de este extraterrestre. Y sin embargo toda la aridez que existe denota un dejarlo de lado absolutamente pasmoso...
Al menos en nuestro blog venimos a reivindicar la grandeza de este monstruo realmente monstruoso, ahora en un disco donde otra vez colabora con el músico Jaques Morelenbaum, destacado celista y arreglador de Caetano Veloso y Tom Jobim, un brasilero que ha tocado con, entre otros, el Chango Spasiuk en medio de la sofisticacion del gusto popular.
Pero me voy por las ramas, en definitiva este es un disco del genio de Egberto Gismonti, siempre tan personal e inclasificable, lleno de libertad y falta de prejuicios desde el comienzo de su carrera, ya que se nutrió de las más vastas expresiones musicales fusionando los géneros populares del folclore brasileño con la tradición clásica de occidente y diversas corrientes de la música contemporánea y el jazz, y ni hablar cuando jugueteó además con el rock progresivo.
Su libertad musical lo llevó a editar un periódico junto con sus discos, e incluso a estudiar Derecho durante años hasta convertirse en el primer artista que negoció exitosamente con las discográficas multinacionales la obtención de los derechos de comercialización de su obra o lanzar su propio sello discográfico para editar nuevos artistas de todo el mundo.
En los años setenta solía encontrarme con un grupo de amigos poetas, escritores y pintores, y un día surgió la idea de aprovechar el mercado del disco (que en Brasil es muy grande) y, usando la distribución a cargo de la discográfica EMI, colocar un jornal (periódico) dentro para que los compradores se llevaran algo más que el propio disco. Me di el gusto de hacer ese tabloide cuyo costo era tan alto como el mismo disco durante cinco trabajos, hasta que EMI cerró el proyecto porque le resultaba muy costoso. Llegamos a hacer tabloides con 18 páginas. Después proyecté un sello llamado Carmo (como el pueblo donde nací), que inicialmente comenzó por Brasil. Utilicé el último Jornal Caipira para hablar de su lanzamiento y hacer una propuesta totalmente loca para la época. En el Jornal decía: "Si cree que la música que hace Gismonti con sus músicos merece ser retribuida, compre un disco de un artista desconocido que será producido cuando se vendan seiscientos discos". Seiscientas personas financiaron, a través de la compra de discos de músicos que no conocían, los primeros nueve discos de Carmo.Egberto Gismonti
Yo grabé muchos discos para la compañía internacional EMI y conseguí, después de estudiar durante años leyes y otras disciplinas, emprender un proceso de negociación con el director de la compañía y comprar los derechos de comercializar de mis discos grabados para EMI en cualquier parte del mundo. Ningún otro artista había intentado discutir esto con las grabadoras importantes, yo tenía que tener el coraje de intentar algo que parecía imposible. Hoy poseo los derechos de comercialización sobre todos los discos que grabé para EMI y produje para Carmo. Cuando Carmo creció, compré los derechos de comercialización y los fonogramas a ECM. Después de conseguirlo fui a conversar con Manfred Eicher, el director de ECM Records, para lanzar discos de personas completamente desconocidas. Ahí Jornal do Caipira y Carmo brasileña se transformaron en Carmo Internacional, sello que ya lanzó 18 discos distribuidos por ECM. Hoy, felizmente, entre los músicos de todo el mundo está más difundido este tema: hay que comprar los derechos de comercialización de los fonogramas y tener sus propias editoras. Esto garantiza la originalidad de la obra porque será en sus propios sellos donde los artistas podrán trabajar con mayor libertad. Después habrá que encontrar una compañía con la experiencia y la logística para que se encargue del lanzamiento y la distribución del disco.
Díganme si no es un capo no solo musicalmente, ya que él desea distribuir gratuitamente toda su obra. Aquí se lo encuentra hablando, entre otras cosas, de su idea política del arte y (otra vez) de la importancia que tuvo M.I.A. en el proceso de ampliar los horizontes culturales del negocio artístico:
Más que un músico que toca el piano o la guitarra, soy una persona que toca su propia vida, que incluye piano y guitarra pero también otras cosas como los negocios. Actualmente el proceso de realización musical a través de discos se está tornando mucho más democrático de lo que siempre fue. Es necesario que el músico entienda que no existen más el patrón, el empleado o el artista que no entiende nada. No hay diferencia entre vender música, hacer un disco, comercializar fonogramas o editar partituras: todo es parte de lo mismo. Para mí fue inspirador haber conocido hace 25 años al grupo M.I.A. (Músicos Independientes Asociados), formado por personas como Lito y Liliana Vitale, que mixturaba literatura, pintura, teatro y música. Allí, todos pretendían realizar con libertad su propio acto creativo. Los años setenta fueron muy diferentes a estos tiempos, pero todo lo que se hizo en los setenta fue muy importante para devolver la libertad de pensamiento y cierta forma de comercialización de las propias ideas y de nuestras producciones artísticas.Egberto Gismonti
Estoy por concretar un sueño muy grande utilizando Internet. Hace años trabajo para conseguir la autorización de que las grandes sociedades recaudadoras de derechos como la estadounidense ASCAP (The American Society of Composers, Authors y Publishers) o la alemana GEMA (Society for musical performing and mechanical reproduction rights) permitan a la gente bajar gratuitamente toda mi obra. ¿Y por qué quiero dar gratis toda mi producción? Porque después de más de treinta años trabajando profesionalmente sé que los verdaderos responsables de esto son las personas que gozan de la música y fueron a los conciertos y compraron los discos, y no las compañías discográficas que sólo los producen. Lucho para que las cosas se consigan oficialmente, dándoselas gratis a las personas porque existen otras maneras de ganar dinero. Pretendo que la música (no sólo la mía, pero no puedo hablar de la música de los demás artistas) y los libros cuesten muy poco. En Brasil, un disco vale el equivalente a veinte dólares. Eso es absurdo. Como productor sé que un disco no puede costar tanto. En un mundo difícil como el actual, la única manera de producir nuestro arte es quitándole importancia a la cuestión financiera.Egberto Gismonti
Permenetemente afrontando nuevas búsquedas musicales (y existenciales), ya sea conviviendo con los indios de la zona de Xingú del Amazonas que se plasmaron en el disco "Sol do meio dia" y muchas obras de cine, algunos discos sobre la cultura de la tribu Caiapó y algunas presentaciones públicas con quince indios, incluido un chamán llamado Sapaim, tocando flautas.
Otro disco de un hombre que llevó la vanguardia no solo al terreno cultural y musical, bañando la música popular con nuevos sonidos y proyecciones, sino que lo amplió al terreno social y político. Más allá de lo musical, él mismo comenta que lo más importante es haber aprendido a convivir con las cosas vivas, con la naturaleza y a transferir esa experiencia a la vida cotidiana. Después de estar con los Xingú recibió mucha información que marcó su forma de ver la vida, principalmente sobre el respeto a la humanidad y sobre cómo convivir de forma saludable entre las diferentes personas y pueblos, cómo formar grupos de amigos o una familia y el permiso para mostrar un poco de lo que había aprendido con ellos.
Bueno, por ahí hablo demasiado poco del disco en sí, pero... al fin y al cabo es otro disco de un genio que es un extraterrestre en todo sentido.
Gracias. Gracias. Me estoy haciendo una panzada de Gismonti...
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