Antes de que nos alcance el destino y el fin de semana, seguimos tratando de dejarles grandes discos y muy buena música. Ahora le toca el turno al séptimo álbum de estudio de una veterana banda, con nueve temas que van desde el rock prog electrónico, el sinfónico atmosférico y el rock pop para disfrutar al máximo. Increíbles voces femeninas impulsan la agrupación, seguida por guitarras abrasadoras, teclados floydeanos y una base rítmica densa y potente como equilibrio del vaivén musical impuesto por su estilo, mientras la cantante demuestra una maestría increíble en su interpretación. Un gran álbum de sonidos modernos, actuales, y sin embargo llenos de arreglos y florituras musicales varias que harán el placer de mucho cabezón. Un gran álbum que estuvo en el podio de los mejores en su año en sitios como Progarchives, ahora le damos su merecido lugar en el blog cabeza, y te lo dejamos para que lo conozcas y lo disfrutes en este fin de semana que está en puertas.
Artista: IO Earth
Álbum: Sanctuary
Año: 2023
Género: Crossover prog
Duración: 65:36
Referencia: Discogs
Nacionalidad: Inglaterra
No le voy a dar demasiada introducción porque bastante gente escribió sobre este trabajo, así que le vamos a dar el lugar a esta gente que ha escrito tanto y tan bien. Vamos con el primer comentario...
IO Earth lo han cuadrado. Y valga la contradicción semántica para afirmar que han firmado un disco redondo. 'Sanctuary' es un simple canto a la música de calidad, al alma en cada estrofa, a la belleza de cada melodía y no estar peleados entre simpleza y arreglos de estudio, pero sin pretenciosidad desmedida.
Y sí, hago alguna referencia sin esconderme a nuestro amigo Steven Wilson, que sigue confundiendo esa compleja búsqueda por la experimentación continua y los aires de grandeza dejando de lado el lado más sencillo de hacer este arte: ofrecer buena música, directa y llena de alma.
'Sanctuary' lo tiene todo: rock progresivo sencillo, directo, pero también mucha música bucólica, algo de ambient, rock melódico y épico, y firmando sin duda sino su mejor disco, algo grandioso que quedará para siempre en su obra.
El regreso de Linda Odinsen le ha sentado muy bien a la banda. 'Sanctuary', sexto álbum de estudio de la banda, se publicaba el pasado mes de junio y suponía la vuelta de Odinsen para reemplazar a Rosanna Lefevre, la voz de los 2 últimos discos: 'Solitude' (2018) y 'Aura' (2020).
Odinsen fue la vocalista que llegó al grupo sustituyendo a la miembro fundadora Claire Malin y firmó sólo un disco, 'New World', de 2015. Dejó IO Earth un año después, en 2016, al considerar que era imposible compatibilizar la agenda de la banda con su vida en Noruega. El resto de la banda lo conforman Dave Cureton (guitarras, bajo, teclados), Adam Gough (teclados, guitarra, orquestación), Luke Shingler (saxo, flauta), Christian Nokes (bajo) y Tim Wilson (batería).
El grupo ya había avisado de sus intenciones: explorar géneros y subvertir las expectativas de sus fans par seguir progresando. Como adelantaron, hay un toque contemporáneo, influencias de ambient, dance, nu-metal, jazz y otros, tanto en el contenido como en las técnicas de producción.
Pero la clave es la sencillez que conjuga a la perfección con el buen gusto, la sofisticación medida y una producción de lujo para lograr un sonido siempre adecuado, profundo, que ni está lleno de arreglos pero tampoco llega a la simplicidad.
Pieza por pieza
Hablando de sus temas, grosso modo se puede decir que hay de 2 tipos: las más melódicas y tranquilas y las más oscuras y algo agresivas.
En el campo de las primeras, con la voz de Linda está todo armado y bien armado. Es imposible que una canción suene mal. En el de las segundas, los arreglos, los solos y efectos están tan logrados y justificados que es imposible no quedar maravillado.
Arrancamos con una oscura 'Outside', rabiosa y llena de arabescos que nos conducen 'in crescendo' a un final épico con una guitarra mágica de Cureton.
'Running' vuelve a jugar, como en la anterior, con bases rítmicas digitales y samplers, fusionado el rock con la electrónica, siempre con gusto y limitación. Después evoluciona a una épica canción oscura con coros impresionantes de Odinsen.
'Sanctuary' es de nuevo una pieza llena de rabia y dolor, con aires de rock gótico y efectos y arreglos muy típicos del nu-metal y el alternativo, acercándose por momentos a los Evancescence más complejos. En el final del tema nos encaminamos a un progresivo guitarrero más clásico y un ritmo endiablado que hará las maravillas de los que esperaban algo de metal.
Ya en el campo de las canciones más calmadas, ambient y bucólicas, típicas de la banda, nos topamos con la delicada 'The Child', con teclados, pianos y guitarras acústicas que nos llevan a un escenario de magia y belleza en un bosque animado. Un 10 por la capacidad de trasladarnos a la belleza sonora sabiendo mezclar elementos rock con otros electrónicos. Aquí, Cureton da una masterclass de guitarra con un solo lleno de alma, con esencias de David Gilmour, Andy Latimer y los mejores clásicos del progresivo. El final épico te volverá a maravillar, que cantaría Lola Flores.
Después, 'Close By', insiste en esa vía más tranquila y bucólica, en la que Odinsen toma todo el protagonismo por su delicado ejercicio vocal, afinado y bello, dibujando melodías preciosas que si bien nos alejan del rock, nos enamoran el alma. En algunos momentos nos parece estar escuchando a los mejores Mostly Autumn, pero con un toque personal de IO Earth. Un remanso de paz tras el intenso inicio de disco.
Llega en este bloque temático 'Airborne', que sí que nos recuerda mucho a los últimos Mostly Autumn, pero el tema tiene alma propia y nos va llevando a terrenos desgarradores tras ese inicio tranquilo, dibujando una especie de recorrido por el dolor y la angustia de la guerra, para finalizar con un esperanzador tramo épico con coros. Despista quizás sus loops electrónicos en el tramo final, que quizás no termine de encajar con el resto de la composición. Es quizá el tema más flojo del álbum.
Llega sin tiempo para descansar 'Changes', la pieza más larga, de casi 10 minutos, una canción que de nuevo juega al 'in crescendo', con ritmos de guitarra bastante logrados, aunque quizás en la producción no terminan de sonar de la mejor manera y sobre todo en su mezcla con el resto de instrumentos, con una batería con demasiado brillo y simple en su ejecución. Se trata de una épica y clásica pieza de progresivo, con cambios de ritmo y pasajes melódicos de solos de guitarra interminables pero muy agradables. Quizás, algo repetitiva en estructura y predecible.
Cierran el álbum 'Sunshine' y 'Won't Be Afraid'. La primera vuelve a ser una angustiosa y rabiosa canción oscura que quizás abusa de ofrecer recursos ya muy utilizados en otras piezas del disco, que te deja esa sensación de 'esto ya lo habéis tocado antes'. En todo caso, muy lograda la ambientación de intensidad y dolor, con herramientas para ese expresionismo a través de guitarras muy bien tratadas y después elementos de electrónica e incluso un solo de saxo en el tramo central de la canción que quizás no convence por el parón en la estructura, casi encajado de manera forzada. En cambio 'Won't Be Afraid' nos deja ese halo de esperanza que todo final debe proporcionar. Tras una hora de escucha, se agradece la paz que nos deja, con una brillante interpretación vocal de Odinsen -de nuevo-, melodías mágicas y arreglos de estudio comedidos para dotar al tema de una plasticidad mágica, con momentos para la electrónica, referencias a Vangelis y Mike Oldfield. Bello final que ofrece como broche final para un notable álbum.
La única pregunta que queda por hacerse es qué podrían hacer IO Earth y adónde podrían llegar con una producción más profesional, con un gran sello detrás, mejorando su sonido y su capacidad para evolucionar. Esperamos saberlo algún día.
Calificación: 7/10 nota 7
Y ya lejos de tanta perorata, aquí lo que vale, te dejo unos cuantos videos para que oigas como suena esto, más allá de lo que los críticos podamos decir...
Aquí, el último comentario y vamos al disco!
Verdaderos clásicos de la modernidad; los brillantes brummies de IO Earth no paran de encantarnos con discos y discos de extrema originalidad y carácter. Su séptimo disco de estudio “Sanctuary” no es la excepción, ya que presentan un trabajo profundamente atmosférico, cambiante y melódico. Se destaca el maravilloso display vocal de Linda Odinsen, sembrando un rico contraste con las voluptuosas guitarras de Cureton. Es una banda que tanto estética, como sonoramente nos recuerda a Evanescence (no hay cumplido más grande), The Gathering o Galahad. Así como a otras agrupaciones clásicas del neo-progresivo (IQ, Arena).
“Outside” consolida el ambiente general del disco con una introducción profunda y oscura sobre un colchón de percusiones electrónicas y moduladores. Aparece una guitarra clásica demostrando la versatilidad y los contrastes propios de la banda; poco después, se empiezan a construir melodías a dos voces octavadas. Se intensifica la bipolaridad del grupo al aparecer la distorsión en la guitarra riffeando sobre las cuerdas limpias y los brillantes pads. Pasamos de la potencia armónica total a un silencioso conjunto de melodías arábicas y viceversa; todo en cuestión de segundos. Una gran canción que puede costar asimilar debido a la fuerte presencia de la electrónica chocando con la organicidad de los demás instrumentos (se expone esta particularidad múltiples veces a lo largo del disco).
Tras el solo abrasador que finaliza el anterior tema empieza “Running”, con las melodías suaves que nos ofrece Odinsen, cuya celestial voz nos evoca en cierta manera el canto de Anneke van Giersbergen de The Gathering. Una batería de Trance marca un ritmo poderoso y marcado durante los versos para hacer emerger un estribillo épico y emotivo; transicional. La canción termina en un break instrumental caótico lleno de sintetizadores y dinamismo.
“Sanctuary”, el title track es una semblanza musical de la banda y de todos los contrastes que tiene para ofrecer. Un bajo punzante y diversas electrónicas guían a las melodías enrevesadas a través de diferentes paisajes desolados hasta que el estribillo detona. Oscuro pero hermoso, tétrico y pesado. Otra composición que utiliza la atmósfera y la ambientación como contrapeso para esas secciones explosivas y escalofriantes. Tensiones filosas construyen hacia un final decoroso; sintetizadores y guitarras virtuosas cierran el tema en un ademán de poder, haciéndonos acordar que estamos escuchando prog de altísima clase.
En sus casi nueve minutos “The Child”, nos atrapa en un mundo hermoso habitado por teclados de todo tipo, la incesante voz de Linda y las melodías de guitarra atronadoras que se presentan en madera y en metal, a través de los pasajes virtuosos y la progresiva acumulación de complejidad. Un tono de guitarra profuso se responde con el bajo generando temas instrumentales memorables y majestuosos; la épica es sublime y oceánica, logrando elevar a un pedestal divino a estas composiciones atrevidas y advenedizas.
El clímax final de “The Child” puede rebasar al oyente completamente y por eso le sigue “Close By” apenas después; una pieza mucho más reservada e íntima, melancólica y de limitada intensidad. La voz de Linda merge excelsa con el piano clásico y llenan por su cuenta las frecuencias graves y agudas de sobra; aportandonos una demostración magna del poderío que tiene el romanticismo y la soledad.
“Airborne” es una bestia melódica, con riffs pesados y pads de cuerdas al más puro estilo Dream Theater. La guitarra clásica se complementa de maravilla con las melodías disonantes que aparecen por momentos. Se muestran maravillosos instantes de desenfreno instrumental: Estamos ante un tema muy épico y pesado que pasa de tonalidades menores a mayores sin menor esfuerzo, adoptando una gama emocional amplísima.
“Changes” sigue el camino que marcó “Airborne”, y se oyen, como el título indica, cambios repentinos, choques e impulsos. Cambios de tonalidad y dinámicas hacen de este tema una sorpresa tras otra; pasamos del más puro ambient al más violento neo-prog visceral. Por momentos el bajo toma protagonismo y nos desliza por un laberinto vocal que es decorado por otros instrumentos que se van sumando. La guitarra pesada es dúctil; indica el cambio y también el mantenimiento; la hipnosis. Que maravilla encontrar entre la frialdad de este disco secciones tan abrasivas, melódicas, e incluso esperanzadas donde no parecía haber más esperanza. La canción más progresiva de todo el disco, repleta de locura armónica.
“Sunshine” empieza con un riff contrario al sol; es hipnótico y oscuro; como la luna. En un groove incontrolable la voz de Lidia se enlaza y deja ver una tenue luz refractando en cristal pesado. Un tema con una producción extrañamente más liviana que el resto, quizás más reservada y de una menor profundidad; genera un efecto artístico interesante. En mitad del tema nos aprieta el alma un saxo que se rompe un solo emocional e inesperado. Al final la guitarra toma protagonismo otra vez en una sección más prog-rockera para volver al riff inicial después de tal descoloque.
El álbum cierra con “Won’t Be Afraid», una obra acústica y suave que sabe intercalar electrónicas para generar tensión. Hermosas cuerdas se fusionan con la voz de Odinsen para plasmar las melodías que se encargan de despedir el mundo de “Sanctuary”. La batería más digitalizada revienta pasada la mitad del tema pero la guitarra líder le acompaña en una contrastante y explosiva sección. El disco finaliza en este tono; pero con la cálida voz femenina y las cuerdas tomando la delantera en un beat que se desarrolla una y otra vez.
Esta es una obra que desde su cover art nos denota una dualidad bien marcada entre la belleza y lo que en ella se esconde; un tema principal que otorga emoción a la obra y la ilustra de una sonoridad multicolor, rompiendo los esquemas del género de las formas más inesperadas.
La acción de ciertos dúos de alto funcionamiento genera unos contrastes llamativos que caracterizan al disco armoniosamente: Lo masculino y lo femenino, lo tecnológico y lo analógico, lo ambiental y lo melódico. Prestar atención a estos detalles refuerza la experiencia y la profundidad intrínseca a este trabajo; hechos para todos y para ninguno.
Por mi parte, solo deseo que lo disfrutes y lo pases de 10 con este álbum. Material para hacerlo hay de sobra, y es por eso que quiero dejártelo.
Lo podés escuchar en su espacio de Bandcamp:
https://ioearth.bandcamp.com/album/sanctuary
Lista de Temas:
1. Outside (6:22)
2. Running (5:59)
3. Sanctuary (6:15)
4. The Child (8:42)
5. Close By (5:18)
6. Airborne (7:13)
7. Changes (9:06)
8. Sunshine (8:58)
9. Won't Be Afraid (7:43)
Alineación:
- Dave Cureton / guitars, bass, keyboards, vocals, percussion
- Linda Odinsen / vocals
- Adam Gough / keyboards, guitar, orchestration, percussion
- Luke Shingler / saxophone, flute
- Christian Nokes / bass
- Tim Wilson / drums & percussion
Comments
Post a Comment