Estos son los números del mejor equipo de los últimos 5000 años, esta era la Pobreza Cero de Corporación Cambiemos: el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) hizo un informe estadístico con datos del indec y llegó a la siguiente conclusión: en la Argentina hay unos 5,6 millones de chicos pobres. Es decir, que uno de cada tres niños argentinos (29,7%) se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Además, entre esos 5,6 millones, hay 1.300.000 que se encuentran en la indigencia, por lo que apenas pueden alimentarse todos los días.
Un informe mundial sobre inversiones que realizó Naciones Unidas se refirió a una fuerte caída de reinversión de capitales tras la salida del cepo, por lo que la "lluvia de dólares" tendrá que esperar también en 2017 por incertidumbre en la región y las elecciones. La frondosa imaginación del marketing macrista y la eficacia de la campaña mediática contra el llamado "cepo cambiario" hicieron que muchos argentinos que ni siquiera se veían afectados por esas medidas en lo más mínimo las vieran como un problema que debía ser urgentemente resuelto. Lo que sí debía resolverse era una manera eficaz donde la clase media pudiese ahorrar, más allá del plazo fijo... y también que tenemos una cultura de neuronas dolarizadas y extranjerizantes.
Hasta hace poco la gente creía que su problema era que no podía comprar dólares para viajar al exterior, sin darse cuenta que se estaba combatiendo uno de los verdaderos problemas principales de la economía argentina: el acceso a grandes montos de divisas de aquellos que mueven grandes volúmenes; y tienen fuertes intereses en garantizarse un flujo ininterrumpido de capitales al exterior, en moneda dura, por vías legales (remisión de dividendos) o ilegales (fuga).
Hoy, que no hay "cepo" sobre el dólar deberíamos estar felices, con globos de colores y con pobreza cero, pero la alegría solo es para el gobierno de los ricos.
Un informe mundial sobre inversiones que realizó Naciones Unidas se refirió a una fuerte caída de reinversión de capitales tras la salida del cepo, por lo que la "lluvia de dólares" tendrá que esperar también en 2017 por incertidumbre en la región y las elecciones. La frondosa imaginación del marketing macrista y la eficacia de la campaña mediática contra el llamado "cepo cambiario" hicieron que muchos argentinos que ni siquiera se veían afectados por esas medidas en lo más mínimo las vieran como un problema que debía ser urgentemente resuelto. Lo que sí debía resolverse era una manera eficaz donde la clase media pudiese ahorrar, más allá del plazo fijo... y también que tenemos una cultura de neuronas dolarizadas y extranjerizantes.
Hasta hace poco la gente creía que su problema era que no podía comprar dólares para viajar al exterior, sin darse cuenta que se estaba combatiendo uno de los verdaderos problemas principales de la economía argentina: el acceso a grandes montos de divisas de aquellos que mueven grandes volúmenes; y tienen fuertes intereses en garantizarse un flujo ininterrumpido de capitales al exterior, en moneda dura, por vías legales (remisión de dividendos) o ilegales (fuga).
Hoy, que no hay "cepo" sobre el dólar deberíamos estar felices, con globos de colores y con pobreza cero, pero la alegría solo es para el gobierno de los ricos.
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