Gracias a Facundo revivimos este tremendo disco de los míticos rosarinos sinfónicos con elementos folk, un gran disco que si no lo conocés te los recomiendo encarecidamente, escuchalo y vas a ver porqué... Y sirve para dar la bienvenida a Facundo al staff del blog cabezón. Y este fue su disco debut, con un sonido que mezcla Genesis y Jethro Tull con los clásicos del rock argentino, Piazolla y el folklore argento, lleno de inspiración genuina que se entrega al verdadero arte, mostrando no solo mucho compañerismo musical sino además el alto nivel del arte musical de cada uno de los miembros de la banda, desplegando una propuesta diversa, llenando con intrincados patrones cada rincón del espacio sonoro, con la dupla de dos teclados contraponiéndose sobre una base sólida y rica, que sintetizan uno de los mejores y más convincentes álbumes progresivos argentos lanzados en la primera mitad de los años 80. ¿Cómo podía faltar este disco en este blog?... sería pecado.
Los primeros días de mayo de 1983 salía a la venta el primer disco de Pablo El Enterrador. Sin embargo, la leyenda ya se había instalado hacía una década. En 1973 en la placita Charlone ubicada entre las calles Pascual Rosas, Rioja y Servando Bayo, se juntaban unos pibes a tocar la guitarra y a dar comienzo a un mito que se extiende hasta hoy. De esas juntadas iba a nacer Pablo El Enterrador, una banda de la que se dicen muchas cosas: que su nombre es porque ensayaban en el cementerio arriba de las tumbas y el cuidador era fan y se llamaba Pablo. Que en sus shows se vestían con ropa medieval. Que este disco es una joya en Japón y que si la cantidad de gente que dice que lo vio en los comienzos se junta hoy podrían inundar de fans un estadio de fútbol.
2. Elefantes de papel
3. Quién gira y quién sueña
4. Ilusión en siete octavos
5. Accionista
6. Dentro del corral
7. Espíritu esfumado
8. La herencia de Pablo
9. Celeste Cielo
10. Bananas
11. Sé tu payaso
12. Los juegos del hombre
Alineación:
- José María Blanc: guitarra, voz, bajo
- Omar López: teclados
- Jorge Antún: teclados
- Marcelo Sali: batería
Artista: Pablo "El Enterrador"
Álbum: Pablo "El Enterrador"
Año: 1983
Género: Rock Progresivo - Sinfónico
Nacionalidad: Argentina
Duración: 58:44 minutos
Los primeros días de mayo de 1983 salía a la venta el primer disco de Pablo El Enterrador. Sin embargo, la leyenda ya se había instalado hacía una década. En 1973 en la placita Charlone ubicada entre las calles Pascual Rosas, Rioja y Servando Bayo, se juntaban unos pibes a tocar la guitarra y a dar comienzo a un mito que se extiende hasta hoy. De esas juntadas iba a nacer Pablo El Enterrador, una banda de la que se dicen muchas cosas: que su nombre es porque ensayaban en el cementerio arriba de las tumbas y el cuidador era fan y se llamaba Pablo. Que en sus shows se vestían con ropa medieval. Que este disco es una joya en Japón y que si la cantidad de gente que dice que lo vio en los comienzos se junta hoy podrían inundar de fans un estadio de fútbol.
Mítica banda rosarina de la década del del '70 que ha seguido algunos pasos en la década del '80, con un estilo sinfónico muy propio y personal (como es habitual de la cultura rosarina, todo está teñido de una fragancia única).
De toda la música que no queríamos dejar de compartir, este disco de Pablo "el enterrador" ocupa un lugar importantísimo. Hablamos de este tesoro oculto de nuestro rock que en la época de su lanzamiento pasó totalmente desapercibido, lamentablemente...Alvaro Beasi
Dos de los tantos titulos que le podemos poner a esta banda es el de "banda mítica"y "banda de culto": es en lo que se habia convertido este grupo,
uno de los primeros del rock rosarino, allá en sus comienzos entre 1971 y 1973.
En esta época la banda contaba, en su formación con músicos como Rúben Goldín y Lalo de Los Santos que formaron parte de aquella explosión de músicos rosarinos de los 80s, junto a Fito Paez y Juan Carlos Baglietto. Más adelante (y sin entrar a un estudio aún) la banda comienza a tener inestabilidad, muy pocas presentaciones en vivo y cambios frecuentes de integrantes. Es por eso que recién en 1983, viajando a Buenos Aires, logran grabar su primer disco Pablo "El enterrador".
Musicalmente, podemos decir que el grupo es de calidad. Es considerado una de las bandas más sofisticadas de la Argentina. En una primer escuchada se evidencian sus toques progresivos, pero lo que más atrapa del grupo es su bello sinfonísmo. También se evidencian ciertos aires de nuestro folklore.
Encontramos sólidas interacciones entre los dos tecladistas Omar López y Jorge Antún, Marcelo Sali un baterista influenciado por el jazz-rock y no hay que desmerecer a la guitarra del también bajista José María Blanc, que cumple con un importante trabajo de fraseos e increibles solos que conviven con las típicas capas y texturas de teclados.
Hay claros ejemplos de coronante sifonismo (y claras influencias al rock sinfónico italiano), quizás en la épica "Carrussel de la Vieja Idiotez" y en la suite "La Herencia de Pablo". Es importante, también destacar que algunos temas como "Accionista" se nota un aggornamiento al sonido de principios de los 80.
Y como muestra, aquí los pueden comenzar a escuchar...
Vamos con un poco de su biografía...
Un disco importantísimo dentro de la historia del rock argentino, y hablo no sólo de rock progresivo. Más biografía por favor...
Vamos con un poco de su biografía...
La banda nace en la ciudad de Rosario entre los años 1971 y 1973, su formación inicial incluía a Jorge "Turco" Antun, Carlos"Koki" Andon Brandolini, Juan Carlos Savia, Rubén Goldín y Lalo de los Santos.La historia del rock
Cultores del rock sinfónico con elementos folk, su debut se produce durante 1973 en la segunda fecha de la Organización Independiente Rosarina de Rock. Pasado un tiempo, la banda se reorganiza incorporándose José Maria Blanco en voz líder, guitarra y bajo, en lugar de Lalo de los Santos que se va a vivir a Bs.As., Omar López en teclados, Marcelo Sali en Batería, y queda desde los comienzos Jorge Antun en teclados.
Estabilizada su formación la banda registrar su primer álbum, grabado en 1979 pero editado finalmente en 1983, pero el escaso apoyo recibido por el sello grabador los decide a rescindir contrato.
Entre 1995/97, trabajan en su segundo disco, "2" (también conocido como "Sentido de lucha") el mayor logro del grupo, dónde varía su estilo a Progresivo Melódico, con toques de folklore contemporáneo, manteniendo la estructura de sus composiciones en piano, voz y una sólida base de batería.
En el año 2001 se produjo la reunión del grupo sin la presencia del tecladista Omar López, que abandonó la banda por cuestiones laborales, Pablo... quedó entonces convertido en trío, conservando sus integrantes originales y efectúa varias presentaciones en el Gran Buenos Aires y Rosario.
El 2/11/2005 fallece Jorge Antún, quedando pendiente aun, la edición el último disco que llevaría por nombre "Trifónico", que el grupo había terminado de grabar antes de la muerte de Jorge.
Durante marzo de 2007 la banda se presenta en el colmado Anfiteatro del Parque Urquiza - Santa Fe - y con un show impecable homenajean al desaparecido Jorge Antun.
Un disco importantísimo dentro de la historia del rock argentino, y hablo no sólo de rock progresivo. Más biografía por favor...
Lo cierto es que su nombre encierra prestigio, leyenda, mitos, respeto y es referencia del rock sinfónico argentino. Tan solo nombrar a Pablo El Enterrador ya da sentido de credibilidad a la música que proponen y eso no es un mito, sino un galardón a la trayectoria y reputación de los músicos que pasaron por sus formaciones: Jorge Antún, Koki Antón, Juan Carlos Savia, Rubén Goldín, Lalo de los Santos, Moi Edery, José María Blanc y Marcelo Sali como estandartes.
En cuanto a los comienzos de la banda, Goldín -que estará como invitado en la formación actual- relata que Koki Antón tocaba la guitarra en la placita, era un personaje y un día “apareció con un poncho tocando una flauta dulce y nos hicimos amigos. Me invitó a la casa, en Pasco entre Lavalle y Avellaneda, estaba la vieja de él, el padre y empezamos a tomar mates. Me hice re amigo y ahí armamos el grupo. Era un personaje que dibujaba, él hizo el logo de Pablo El Enterrador”.
Rubén Goldín contó la verdad sobre el nombre del grupo.
“Ahí yo llevé al Turco Antún que lo conocía del barrio. En ese momento él tocaba la batería, lo invité a la casa de Koki, que tenía otro amigo que se llamaba Carlos Savia. Entonces nosotros cuatro empezamos a armar las primeras canciones de Pablo El Enterrador en un formato raro porque era flauta dulce y flauta contralto que hacían armonías medio barrocas, renacimiento, una cosa medio inglesa, medio Jethro Tull. Pero por otro lado yo era el más rockero, a mí me gustaban mucho en esa época grupos como Almendra, Manal, Los Gatos, Vox Dei, escuchábamos Piazzolla, folclore y de toda esa mezcla salió la primera época de Pablo”, detalla Goldín.
Esa primera época de la banda, hoy es un universo de ensueños e ilusiones que forman parte del imaginario que dio cuerpo a la leyenda. Sin embargo, Goldín confiesa que tocaron poco, no hay grabaciones y no se vestían como medievales: “Hicimos tres o cuatro shows, no más. El primero fue en 1973 en la escuela de Santa Unión, en la calle Salta y Callao. Creo que ese día había tocado Vox Dei en el cine Real, y ahí cerquita hicimos el primer show de Amader, que metimos 600 personas en el auditorio de la Santa Unión. Después tocamos en el Politécnico y también en otros lugares. En uno tuve la idea de no poner luces y que haya un candelabro arriba del piano de cola y tocamos con la sola iluminación del candelabro. Para alimentar el mito, ¿viste?”, dice, y también aclara que más allá de que Antón usaba ropa de puntillas y él llegó a tocar con una bata de baño, no se lookeaban como medievales. “Lamento derribar mitos”, dice entre risas.
Esa aclaración mucho tiene que ver con el nombre de la banda. Existe una declaración de Antún en el libro Generación Subterránea con investigación del coleccionista Sergio Rébori, donde dice que tocaban en el Cementerio de Disidentes, el cuidador los dejaba pasar y se acomodaban para tocar en las tumbas de cemento, pero no especifica que el nombre de la banda salga de ahí, como se dijo, se dice y se conoce. Al respecto, Goldín revela: “En la secundaria tenía un compañero que se llamaba Pablo y era un pibe medio oscuro, tímido, calladito y hubo un amigo que le decía -pone voz tenebrosa-Pablo, el enterrador, no sé por qué mierda se le ocurrió eso. Y quedó ahí, quedó en una anécdota, todo el mundo se olvidó. Y cuando surgió la idea del nombre, tiramos varios, que para mí eran palabras débiles. Me acuerdo que uno era Merlín, el mago. No me gustaba la letra i, no me gusta. Y otro dijo Mirlo, peor. Yo digo, “Pablo El Enterrador”, y les encantó, me miraron los tres diciendo ¡guau! Y ni siquiera expliqué por qué tiré el nombre, les gustó y ahí quedó. Después Koki hizo el logo ese que son como dos monos o monstruos mirándose enfrentados”.
En cuanto a los comienzos de la banda, Goldín -que estará como invitado en la formación actual- relata que Koki Antón tocaba la guitarra en la placita, era un personaje y un día “apareció con un poncho tocando una flauta dulce y nos hicimos amigos. Me invitó a la casa, en Pasco entre Lavalle y Avellaneda, estaba la vieja de él, el padre y empezamos a tomar mates. Me hice re amigo y ahí armamos el grupo. Era un personaje que dibujaba, él hizo el logo de Pablo El Enterrador”.
Rubén Goldín contó la verdad sobre el nombre del grupo.
“Ahí yo llevé al Turco Antún que lo conocía del barrio. En ese momento él tocaba la batería, lo invité a la casa de Koki, que tenía otro amigo que se llamaba Carlos Savia. Entonces nosotros cuatro empezamos a armar las primeras canciones de Pablo El Enterrador en un formato raro porque era flauta dulce y flauta contralto que hacían armonías medio barrocas, renacimiento, una cosa medio inglesa, medio Jethro Tull. Pero por otro lado yo era el más rockero, a mí me gustaban mucho en esa época grupos como Almendra, Manal, Los Gatos, Vox Dei, escuchábamos Piazzolla, folclore y de toda esa mezcla salió la primera época de Pablo”, detalla Goldín.
Esa primera época de la banda, hoy es un universo de ensueños e ilusiones que forman parte del imaginario que dio cuerpo a la leyenda. Sin embargo, Goldín confiesa que tocaron poco, no hay grabaciones y no se vestían como medievales: “Hicimos tres o cuatro shows, no más. El primero fue en 1973 en la escuela de Santa Unión, en la calle Salta y Callao. Creo que ese día había tocado Vox Dei en el cine Real, y ahí cerquita hicimos el primer show de Amader, que metimos 600 personas en el auditorio de la Santa Unión. Después tocamos en el Politécnico y también en otros lugares. En uno tuve la idea de no poner luces y que haya un candelabro arriba del piano de cola y tocamos con la sola iluminación del candelabro. Para alimentar el mito, ¿viste?”, dice, y también aclara que más allá de que Antón usaba ropa de puntillas y él llegó a tocar con una bata de baño, no se lookeaban como medievales. “Lamento derribar mitos”, dice entre risas.
Esa aclaración mucho tiene que ver con el nombre de la banda. Existe una declaración de Antún en el libro Generación Subterránea con investigación del coleccionista Sergio Rébori, donde dice que tocaban en el Cementerio de Disidentes, el cuidador los dejaba pasar y se acomodaban para tocar en las tumbas de cemento, pero no especifica que el nombre de la banda salga de ahí, como se dijo, se dice y se conoce. Al respecto, Goldín revela: “En la secundaria tenía un compañero que se llamaba Pablo y era un pibe medio oscuro, tímido, calladito y hubo un amigo que le decía -pone voz tenebrosa-Pablo, el enterrador, no sé por qué mierda se le ocurrió eso. Y quedó ahí, quedó en una anécdota, todo el mundo se olvidó. Y cuando surgió la idea del nombre, tiramos varios, que para mí eran palabras débiles. Me acuerdo que uno era Merlín, el mago. No me gustaba la letra i, no me gusta. Y otro dijo Mirlo, peor. Yo digo, “Pablo El Enterrador”, y les encantó, me miraron los tres diciendo ¡guau! Y ni siquiera expliqué por qué tiré el nombre, les gustó y ahí quedó. Después Koki hizo el logo ese que son como dos monos o monstruos mirándose enfrentados”.
Lo podés escuchar y comprar en el espacio de Bandcamp del sello Viajero Inmóvil Records:
Lista de Temas:
1. Carrusel de la vieja idiotez 2. Elefantes de papel
3. Quién gira y quién sueña
4. Ilusión en siete octavos
5. Accionista
6. Dentro del corral
7. Espíritu esfumado
8. La herencia de Pablo
9. Celeste Cielo
10. Bananas
11. Sé tu payaso
12. Los juegos del hombre
Alineación:
- José María Blanc: guitarra, voz, bajo
- Omar López: teclados
- Jorge Antún: teclados
- Marcelo Sali: batería
Te edito que en la etiqueta te falto el nombre de la banda ^^
ResponderEliminarbuen aporte! vamos con el progre latinoamericano !
magnifica obra sinfónica, otra vez rosarinos. las letras tienen mucho contenido político, como coletazo de una época nefasta que acababa de concluir.
ResponderEliminarCarrusel de la vieja idiotez
Comerciando la verdad,venga un billete más
Fotos, notas, caridad y otras mentiras mas.
El romance del rey fácil se venderá
Rostros en alquiler idolos de metal.
El campeón que está en cartel sus dientes mostrará
Ya salió un nuevo ejemplar miles y miles van.
La censura adiestra, la tijera apremia.
Desde la sombra gira otra vez, el Carrousell de la vieja idiotez.
Ya estoy ripeando mi CD para colgarlo en lossless :)
Uhh buen disco, buena banda ! Hacía mucho que no lo escuchaba, me hiciste recordar (:
ResponderEliminarEl cantante es José María Blanc. Gran blog, saludos!
ResponderEliminarNECESITO escuchar ese disco!! tienen liks por ahi, gente desquiciada??
ResponderEliminarcomo siempre, espectaculares aportes! gracias
En eso estoy...
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMoe, no te quiero asustar pero creo que te amo.
EliminarSos un amor Moe.
EliminarJaja... tontitos! me hacen sonrojar!!!
EliminarMe hicieron reír...
Gracias muchachos por compartir esta data. Les cuento que tengo este disco sin estrenar, estaba guardado en un paquete de discos que heredé de la mudanza de una radio, es más... el disco tiene un sticker que dice "difusión, prohibida su venta". Se ve que no le dieron mucha importancia. Tengo unos 3500 vinilos aproximadamente de todo tipo y calibre, así que no duden en preguntar si lo tengo. Todos los discos están a la venta y los estoy publicando en un blog que aún no vio la luz. Saludos. Pepe
ResponderEliminarHuy Pepe! please estemos en contacto!!!!! Ya que estamos ¿tenés los discos de Marfuz? son dos inconseguibles.
EliminarY tenemos pila de cosas para preguntarte si tenés!
Se podrá resubir? Salutti!
ResponderEliminarEstoy buscando este disco hace un tiempo largo y me ilusioné con encontrarlo aquí. Espero se pueda resubir. Cariños y éxitos, monumental blog!
ResponderEliminarMuchas Gracias!
ResponderEliminarBrutal
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