Música original de la película El ombligo de la luna de Jorge Prior. Y hacía tiempo que Jorge Reyes no andaba por el blog cabeza, y ahora aparece gracias al aporte de Carlos Mora, donde el rey del progresivo precolombino musicaliza esta obra, de la cual, aclaro, no tengo ni la más remota idea. Mucho ambient, mucho clima, muchas atmósferas para crear una obra digna del gran autor mexicano. Otro aporte de Carlos Mora para su blog Viaje al Espacio Visceral que viene a parar al blog cabeza. Y otro disco del ex Chac Mool en el catálogo de la Biblioteca Sonora.
Artista: Jorge Reyes
Álbum: Viento de Navajas
Año: 1987
Género: Banda sonora / Ambient
Referencia: Discogs
Nacionalidad: México
Simplemente lo encontré en el blog de Carlos y viene directamente a parar aquí, no me gustaría que nada de este artista no esté en nuestro querido blog cabeza. Sobre el disco (de las notas de Jomi García Ascot):
Jomi García Ascot
Como decía antes, aquí hay ambient, mucho clima, yo diría que el disco completo está falto de melodías y poblado de atmósferas puras. No sé cómo habrán acoplado estos temas en la película, pero quizás ahora esto sea lo de menos, la cuestión es que tenemos otra obra de Jorge Reyes para explorar y descubrir, o mejor dicho, re-descubrir.
Lista de Temas:
1. Títulos (En el umbral de los espejos)
2. El hechicero de la dicha tranquila
3. Cambio de llantas
4. Rumbo al Tlalocan
5. Apagón general
6. Los Matachines
7. Captura
8. Los fraccionadores del rascacielos
9. Ofrenda de muertos
10. Himno
11. El viaje
Alineación:
- Jorge Reyes / Todos los instrumentos
Artista: Jorge Reyes
Álbum: Viento de Navajas
Año: 1987
Género: Banda sonora / Ambient
Referencia: Discogs
Nacionalidad: México
Simplemente lo encontré en el blog de Carlos y viene directamente a parar aquí, no me gustaría que nada de este artista no esté en nuestro querido blog cabeza. Sobre el disco (de las notas de Jomi García Ascot):
La música de cine parece haberse dividido en dos grandes géneros: por un lado la tradicional música “para no ser oída”, cuya única función consiste en subrayar la intención de la secuencia (romántica, de tensión, de acción, etc.), y por el otro la música “tema”, hecha para destacarse melódicamente y que, con existencia propia, constituye una realidad paralela y simultánea a la realidad de la imagen. En otras palabras, música de fondo o música en primer plano.
La primera, a menos de ser tratada con gran sutileza, es casi siempre una especie de aviso para oligofrénicos) “fijate, hay peligro...”, “date cuenta de la tristeza del protagonista”... “esto que parece una mañana tranquila es efectivamente una mañana tranquila”...), y, en muchos casos, destruye cualquier intento activo de atención por parte del espectador, ya que constituye una especie de indicador predigerido de lo que se supone debe resentir al contemplar una secuencia.
La segunda, la música tema, cuando es certera representa un elemento muy interesante en la experiencia cinematográfica. Como realidad autónoma, paralela a la de la imagen, tiende a cosificar musicalmente parte de esta última realidad: se convierte así en el tema de un personaje o de una relación, de una situación o de un lugar.
Por ello la música temática de cine, la buena música de cine, la gran música de cine, no es un añadido artificial y aún menos un elemento irreal. Muy por el contrario esta música es parte de la realidad total, exterior e interior, de esa realidad que el cine comunica con múltiples medios incompletos en sí, y que sumados y fijados en miles de fotogramas y en la detenida oscilación de una banda sonora, revive más densa, más intensa, más concreta en su abstracción de luces y de sombras que la mayor parte de la realidad de todos los días.
La primera, a menos de ser tratada con gran sutileza, es casi siempre una especie de aviso para oligofrénicos) “fijate, hay peligro...”, “date cuenta de la tristeza del protagonista”... “esto que parece una mañana tranquila es efectivamente una mañana tranquila”...), y, en muchos casos, destruye cualquier intento activo de atención por parte del espectador, ya que constituye una especie de indicador predigerido de lo que se supone debe resentir al contemplar una secuencia.
La segunda, la música tema, cuando es certera representa un elemento muy interesante en la experiencia cinematográfica. Como realidad autónoma, paralela a la de la imagen, tiende a cosificar musicalmente parte de esta última realidad: se convierte así en el tema de un personaje o de una relación, de una situación o de un lugar.
Por ello la música temática de cine, la buena música de cine, la gran música de cine, no es un añadido artificial y aún menos un elemento irreal. Muy por el contrario esta música es parte de la realidad total, exterior e interior, de esa realidad que el cine comunica con múltiples medios incompletos en sí, y que sumados y fijados en miles de fotogramas y en la detenida oscilación de una banda sonora, revive más densa, más intensa, más concreta en su abstracción de luces y de sombras que la mayor parte de la realidad de todos los días.
Jomi García Ascot
Como decía antes, aquí hay ambient, mucho clima, yo diría que el disco completo está falto de melodías y poblado de atmósferas puras. No sé cómo habrán acoplado estos temas en la película, pero quizás ahora esto sea lo de menos, la cuestión es que tenemos otra obra de Jorge Reyes para explorar y descubrir, o mejor dicho, re-descubrir.
Lista de Temas:
1. Títulos (En el umbral de los espejos)
2. El hechicero de la dicha tranquila
3. Cambio de llantas
4. Rumbo al Tlalocan
5. Apagón general
6. Los Matachines
7. Captura
8. Los fraccionadores del rascacielos
9. Ofrenda de muertos
10. Himno
11. El viaje
Alineación:
- Jorge Reyes / Todos los instrumentos
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