El Mago Alberto nos trae un clásico, un álbum que, para Bowie, reflejaba el entusiasmo de su visita a EEUU. Viajando en micro desde Washington a California, Bowie se enamoró de ese país y escribió tributos a algunos de sus artistas más icónicos: Andy Warhol, Bob Dylan, Lou Reed. Influenciado por cantantes y compositores folk como James Taylor y Cat Stevens, quienes dominaban los listados norteamericanos en ese momento, Bowie empezó a componer melodías acústicas. Tras seis meses de perfeccionar canciones que básicamente eran folk, logró amplificar esas melodías originales a grandiosas canciones de glam rock, claro que con la inestimable ayuda de Rick Wakeman y el guitarrista Mick Ronson (hay comentarios de lo bueno que era ese tipo para mejorar las canciones de David, al menos en este álbum). Un álbum que se grabó en solo dos semanas, con un promedio de una canción por día. "Hunky Dory" es hoy un clásico pero no fue un éxito comercial al principio, pero sentó la base para Zig...