Comenzamos la semana con otra joya escondida que viene desde Italia, pero que no se relaciona musicalmente con el clásico rock progresivo italiano que conocemos sino que encara hacia un folk progresivo encantador y místico (ojo, nada que ver con el sonido de Jethro Tull o similares). Su música tiene influencias italianas pero revisando los vestigios dejados por la cultura celta no solo en Italia sino en Europa en general, con un componente ideológico muy marcado (incluso el álbum está dedicado a la memoria de los anarquistas Sacco y Vanzetti) con una instrumentación que se aleja del típico grupo de rock que incluye violines, gaitas, flauta y arpa celta y varios instrumentos que desconozco, con voces femeninas y masculinas en italiano que desarrollan temas profundos y líricas ricas, donde todo está lleno de espléndidos matices y sensibilidad teatral, épica, exótica, emocional, envolvente y exquisita. El único disco de la banda dejó una obra de arte musical con la cual comenzamos la...