Buenos días desde La Barra Beatles. Hoy voy con un recuerdo que vivimos en plena pandemia. Por ahí se acuerdan de una noticia que leímos en algunos medios, en las redes sociales, dando cuenta que en el mes de marzo de 2021 se cumplían 50 años de la edición de uno de los grandes discos del rock local. Siempre conmueve ver semejante numerazo recordando algo que uno vivió. Pasó hace mucho pero esta vez resulta que yo andaba por ahí. Lo cual multiplica la acción del golpe. Por Jorge Garacotche Un álbum que de inmediato se calzó el traje de clásico. Se le fue colando a mucha gente a través de la militancia juvenil que se reunía en las parroquias de todo el país. A otros/as los hizo cantar en las plazas, y a los guitarristas triunfar en los fogones. Transformó algunas de sus hermosas canciones en verdaderos himnos de la música popular argentina y catapultó a Vox Dei, una de las bandas pioneras de nuestro rock. Corría el psicodélico año 1967 de la mano del Sargento Peppers, yo estaba
2 de octubre Kol nidrei, op. 47 Max Bruch (1838-1920) A pesar de su abundante y variada producción, se recuerda a Max Bruch sobre todo por un concierto para violín. Lo que más se conoce del resto de su música es seguramente este vehemente Kol nidrei, que se basa en dos melodías hebreas, motivo por el que mucha gente ha creído que el compositor era judío. Bruch, que falleció este día, era en realidad protestante, luterano por más señas, y tenía una larga lista de antepasados que habían sido clérigos cristianos. Pero sentía curiosidad por la música tradicional de todo género. (Su Fantasía escocesa para violín, por ejemplo, explota melodías folclóricas gaélicas, pero extrañamente nadie lo tomó por escocés.) De joven, según sus propias palabras, había «estudiado con entusiasmo canciones populares de todas las naciones, porque la canción popular es el origen de todas las auténticas melodías: la fuente a la que hay que recurrir periódicamente y en la que hay que renovarse…» Bruch es