Padre estaba emocionado, contento. No había muchas cosas que le movieran la aguja a ese sujeto, o será que cuando se entusiasmaba su rollo era para adentro. Pero esa tarde mostró la hilacha. Se paseaba con una cajita en la mano, casi bailando, llevado por los hilos de alguna clase de felicidad. Cada tanto sacudía la cajita usándola para golpear la palma de la otra. Estaba inquieto, pero alegre. -¿Qué es eso, pa? Y entonces se encendió. Me miró con los ojos como dos tapas de olla, todas sus facciones abrieron las puertas y de adentro escapó una sonrisa colmada de éxtasis. -Es una grabación del último disco de los Redonditos de Ricota. ¿Ya escuchaste Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota? Por Natalia Carrizo Padre estaba emocionado, contento. No había muchas cosas que le movieran la aguja a ese sujeto o será que cuando se entusiasmaba su rollo era para adentro. Pero esa tarde mostró la hilacha. Se paseaba con una cajita en la mano, casi bailando, llevado por los hilos de a