Y seguimos con parte de lo mejor que ha salido de la música en México, y gracias a Carlos Mora otra vez. Ahora nos metemos en la onda electrónica y el ambient, en un proyecto del multiinstrumentista Carlos Alvarado, fundador de otras bandas como Chac Mool y Decibel, así como de su propio sello Momia, siendo una figura importante en la escena local de la época. Acompañado de Jorge Reyes, Arturo Meza y Herminia S. Alvarado, realiza un álbum completamente instrumental impregnado de música electrónica progresiva, ambiental y espacial, siendo el único álbum que lanzó al mercado. 9 largos temas que construyen un viaje por el cosmos y también por la historia precolombina, reflejo de ello son la gran cantidad de instrumentos electrónicos combinados con pasajes de flauta y percusión tribal, dando como resultado diversos matices y texturas a lo largo de la obra. 60 minutos (exactos) para maravillarse.
Artista: Vía Láctea
Álbum: Vía Láctea
Año: 1980
Género: Electrónica / Ambient
Duración: 60:00
Referencia: Discogs
Nacionalidad: México
Un álbum conceptual donde los títulos de las canciones transmiten un viaje musical que no es muy fácil de describir. El disco, en cierto sentido, combina lo mejor de dos mundos distintos: la exploración sonora celestial y una escucha espiritual que es profundamente emocional.
Todos estos elementos finalmente se alquimizan en una creación muy interesante, que les recomiendo que conozcan.
Pero la música electrónica en su vertiente popular nació con muchas deficiencias. No solo la adquisición de equipo para realizarla era onerosa; también se enfrentaba a problemas de orden técnico y cuando el equipo llegaba a cruzar las fronteras del país generalmente se trataba de modelos obsoletos. Asimismo, había un nexo inconcluso; mientras en el primer mundo la música electrónica de corte académico ya se había ganado su reputación y sus experimentos gozaban de la aceptación, especialmente en las élites aunque había logrado permear a una serie de interesados que habrían de sacarla de los laboratorios para llevarla a los escenarios de rock, en México este puente no se había tendido.
Carlos Alvarado empezó a hacer música electrónica como podía y sus limitaciones no eran otra cosa más que el resultado del entorno en el que se formó. Tenía como maestros una amplia discografía, un intercambio de ideas con sus contemporáneos y algunos teclados. Con estos elementos comenzó darle cuerpo a Vía Láctea.
Hasta entonces Vía Láctea, no obstante sus trabajos asentados en casete, era una entidad anónima en las grabaciones, situación que se modificó en 1980 al aparecer el álbum epónimo de este proyecto que, a estas alturas, ya era de un solo hombre. Vía Láctea reproduce los parámetros instaurados por la electrónica teutona: la mística de un viaje por el universo donde el caos es el inicio y la materia sonora adquiere forma hasta construir imágenes concretas definidas. La tarea no era sencilla, y más cuando su autor, dejando de lado la tradición universal, declaraba: "Pretendo abrir nuevas dimensiones de sonido... La música es una combinación bien lograda de música electrónica hecha con sintetizadores y varios instrumentos acústicos: flautas, tamboura, kalimba, caracoles, etcétera".
Un par de invitados colaboraron en este disco. Jorge Reyes aportó las flautas, la tamboura y la kalimba, aunque ni los caracoles ni el etcétera se encuentran en "El jardín de la presencia divina"; y por su parte Arturo Meza incorporó la guitarra en "La alondra y la virgen", probablemente el mejor corte del disco en donde a pesar del arsenal de teclados interpretados por Alvarado, la música es de una experimentación ingenua y plagada de gorgoritos de un bajo nivel musical.
En el ámbito musical, el debut de Vía Láctea tuvo sus rasgos de osadía; su mérito es ese: el tratar de abrir una brecha por la cual pocos se adentraron y menos dejaron registro alguno. Pero afuera... había que ser muy ingenuo para creer a pie juntillas las declaraciones de Carlos Alvarado: "Es una satisfacción muy padre que tú llegas a tu casa y que te escriba Chris Cutler (el baterista de Henry Cow) y te diga que le gustó tu cinta, tú dice ¡qué padre!, o Klaus Schulze o Stockhausen.
A pesar de su presencia, poco impactó Vía Láctea en la escena, porque además de las tortuosidades sonoras poco digeribles, Carlos Alvarado ya se había integrado de tiempo completo a Chac Mool.
Del libro "El otro rock mexicano" de David Cortés. Texto resumido, se recomienda la lectura completa del mismo en el capítulo: "El florecimiento del rock sinfónico: Meditaciones (Post) Electrónicas (I)"
Recomiendo cerrar los ojos y viajar con esta gran y oscura pieza de música progresiva latinoamericana. Simplemente escuche, cierre los ojos y déjese llevar por los sonidos. Elementos de la naturaleza llenan el aire, trayendo melodías de las esferas cósmicas y los tonos cálidos de lejanas galaxias.
Lista de Temas:
1. La estructura del universo
2. El jardín de la presencia divina
3. Vía lumiere
4. El hombre en la eternidad
5. Meditación post atómica
6. La alondra y la virgen
7. Ubarigh
8. La venganza de Rayola
9. El retorno de Aymara
Alineación:
- Carlos Alvarado / Teclados, sintetizadores, Vocoder Korg, piano, flauta, mellotron
Músicos invitados:
Jorge Reyes / tambora, flauta, kalimba
Herminia S. Alvarado / sintetizadores
Arturo Meza / guitarra
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